Capítulo 2- La Cámara

"Otro día aburrido" me dije en la mente, a pesar de que no había nadie cerca.

Fui al espejo, me mire.

—Diego Pumero, hoy también te ves terrible.

Realizo mi rutina de la mañana. Y una vez listo, impecable y en traje, tomo mi elegante maletín y me dispongo a ir al edificio de la editorial en mi auto último modelo.

—Adiós, cariño —grito a mi novia antes de irme— volveré pronto.

Mientras manejo con mis gafas de sol, pongo la radio, me sale:

Reggaeton

"Mejor hoy no hay radio", la apago.

Al parecer mi animo es muy bueno el día de hoy, a pesar de que solo vaya a...sos-te-ner una cámara.

"Mi vida apesta"

En la entrada me encuentro con Vampi y no termino de decir hola cuando pone la cámara en mis manos y me pide que grabe un poco para probarla.

Enciendo la cámara y grabo.

—Esta grabando bien?

—Eso parece ¿puedes repetirme por qué grabaremos la junta?

—Tocaremos un tema muy serio, Diego, debemos tener una buena evidencia.

En ese momento Vampi contesta su teléfono celular, yo sigo grabando.

—Hola, Fress.

Alcanzó a escuchar la voz de Fress, soy capaz de escuchar toda la conversación:

—¿Ya citaste a los dieciocho arrowers?

—Sí, jefa, los veré llegar, los guardias los van a revisar.

—Muy bien, también quiero preguntarte por el mensaje de anoche ¿qué quisiste decir?

—¿De que habla? anoche no le mande ningún mensaje.

En ese momento se escuchó una pequeña interferencia.

—El mensaje dice: Ayúdeme.

En ese momento Vampi saco su teléfono celular y reviso, al parecer, para ver si había mandado un mensaje. Me acerco para grabar, pero Vampi se aleja y dice que es personal.

—No, jefa, no mande nada.

—...A lo mejor lo confundí.

—Esta bien, voy a colgar veo que un arrower se acerca.

Me vuelvo con la cámara y grabo a Estefania Mercedes. Camina con tranquilidad hacia nosotros.

—Que sea té verde —es lo último que dice la jefa, antes de colgar.

—¿Diego Pumero? ¿estas grabando? — Es lo primero que dice Estefania Mercedes.

—Buenos días Estefania, que bueno que pudiste venir, así es, Diego Pumero estará grabando la junta de hoy.

—¿No es peligroso?

—No muerdo —le digo.

—Me refiero a "El outsider".

—¿Cómo sabes de él? —pregunta Vampi con cautela.

—Los rumores corren rápido, lo vi en un perfil.

—Esta bien, recuerda que también eres sospechosa, así que no te permitiré decir una palabra más sobre ese rumor hasta que empiece la junta.

Estefania se encogió de hombros y los tres entramos al edificio.

Estábamos frente al elevador, esperando a que bajara cuando Jenifer N. Luna se acerco corriendo, se veía cansada.

—Vampi, que bueno que te encuentro aquí —Jenifer Luna trataba de respirar— ¿qué paso con el pájaro y las luces? ¿Cómo lograste llegar hasta aquí?

—No se a que te refieres ¿te encuentras bien?

Jenifer Luna se repone. Mira hacia mi, luego hacia Estefanía y parece dibujarse en su expresión un gesto de...¿terror?

—¿Qué hace Diego y Estefanía aquí?—dice, señalándonos con nerviosismo, luego parece darse cuenta de algo y baja un poco la mirada, pensativa.

—¿Jenifer? ¿estas bien?

—¿Eh? Sí, sí — dice, tratando de no balbucear—. Creó que olvide algo, volveré a la sala —es lo último que pronuncia antes de volverse y echarse a correr hacia otra dirección del edificio.

—Que raro —dice Vampi. El elevador ya esta abajo y antes de que se abran las puertas, un arrower más aparece, y se coloca a nuestro lado.

—Buenos días —saluda Yuliana Franco—Subiré con ustedes ¿no hay problema?

—Ninguno —dice Vampi—, sirve que somos los primeros en ver la nueva sala.

Se abre el elevador, lo primero que vemos es que han cambiado el poster de promoción en el elevador, antes estaba el de Pink Arrows de Raniie, luego lo cambiaron al de Valgs de Erendi, pero ahora se ve el de TRANSVERSAL de Ocampo.

—¿Hay una nueva sala? —pregunta Estefanía con curiosidad.

—En realidad es una sala que nunca antes ha sido abierta —aclara Vampi—. Por eso es nueva.

—¿Por qué no había sido abierta antes? —pregunta Yuliana.

—Ni yo lo se.

Se abren las puertas del elevador. Mientras caminamos a la sala, pasa Azulado junto a nosotros.

—Buenos días, chicos ¿cómo están? —saluda Azulado, sostiene una caja en las manos y trae puesto los auriculares.

—Hola ¿vas a transmitir hoy?—le pregunta Vampi.

—Hoy no Vampi, si el trabajo no me mata hoy, lo más seguro es que locute mañana, tendré todo preparado ¿están grabando?

—Pronto te acostumbraras por completo a la radio, sí, estamos grabando ¿ya conoces a Diego?

—No te he leído, amigo ¿no te sientes incomodo con esa cámara?

—No, mientras no salga mi cara.

Azulado suelta una risa.

—Nos vemos, chicos—se despide.

Vampi saca unas llaves de su traje de ejecutiva. Logra abrir la puerta.

Entramos.

Todos nos impresionamos al ver la nueva sala de juntas.

—Creo que alguien vino a limpiar antes de la junta —dice Vampi—¡Ay! Diego, no acerques tanto la cámara.

—Lo siento.

—Supongo que esta vez no fue la primera vez que ha sido abierta —dice Estefanía, moviéndose entre la sala, observando.

—Que mala suerte que esta sala tenga este tipo de interruptor —habla Yuliana, aun sigue cerca de la puerta.

—¿Por qué lo dices? —pregunta Vampi.

—Porque Ozpin siempre se equivoca cuando entra a las salas, como su casa tiene este tipo de interruptor, cada vez que entra toca el interruptor y nos apaga la luz, luego se disculpa diciendo que es lo que hace cada vez que llega a su casa y que por eso se equivoca.

—¿Cómo sabes que su casa tiene este tipo de interruptor? —habla una voz desde afuera de la sala. Grabo hacia la esquina de la puerta, en donde va entrando Rafelina.

—Porque me lo contaron.

Rafelina entra y nos saluda.

—Que bueno que llegaste —dice Vampi.

—Oigan —de pronto llama Estefanía— ¿Alguien sabe que es esto y por qué esta aquí?

Todos nos acercamos. Enfoco la cámara a donde señala. En medio de la sala de juntas hay un objeto: es un pájaro de madera pintado de color azul, parece un adorno, tiene una pequeña placa dorada bajo sus patas.

—Rui —digo el nombre (tal vez apodo) que esta escrito en la placa.

—¿El adorno tiene nombre? —pregunta Yuliana mirando la pieza de madera.

—Creo que he oído hablar de ese objeto —dice Rafelina—. Ayer, escuche a los de limpieza mencionar que no pudieron quitarlo de la mesa.

—¿Esta pegado? —me acerco y jalo el objeto, como si quisiera quitarlo, pero no puedo.

—Ay, cuidado Diego, casi me pisas —me dice Yuliana.

—Lo siento.

—Trata de controlar la cámara, descansa un momento. Cuando entren los demás, por favor, vuelve a prenderla —me dice Vampi con amabilidad.

—Gracias, Vampi, ya me estaba comenzando a doler el brazo. 

*********

¿Qué les parece este capítulo arrowers?

Una curiosidad importante de este fic es que el apodo "El outsider" lo eligió un arrower, quien no puede decir que el/ella fue el arrower quien le puso el apodo ¿quién será?

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