Estaba a punto de conectar la cámara a la corriente de luz, pero en ese momento Elta Quero me vio y me dijo que llevaba consigo un cargador portátil. Así que decidió prestármelo. No sabía si podría utilizar la cámara mientras se cargaba con ese tipo de cargador, así que probé y descubrí que sí se podía. Por lo que continué grabando.

Mi brazo estaba comenzando a acostumbrarse, además, había conseguido una forma de sostener la cámara para que doliera menos.

—La quinta nota dice: "Intente pedirle ayuda a Fress por medio de un mensaje, pero no funcionaba nada en el edificio" —dijo Yuliana, luego se volvió hacia Vampi—¿A qué se refiere esta nota, Vampi?

—Seguramente fue parecido a lo de Jenifer en la mañana —Vampi hablaba, pero con cierto enojo en el tono de su voz—Esta mañana, Fress me preguntó por un mensaje que supuestamente le mande, uno en el que le pedía ayuda ¡oh, por favor, ya desátenme! ¡Me estoy desesperando!

—Los mundos pueden interactuar entre si —susurro Erendi—. Imagínense ¿cuántas cosas pueden suceder más adelante si los mundos siguen interactuando entre si?

—Tal vez podamos vernos cara a cara con el asesino —sugirió Estefanía con seriedad.

Enfoque la cámara en el rostro de Yuliana y Luz, quienes parecían las más asustadas.

—T...te —balbuceo Yuliana—te desataremos, Vampi, cuando estemos seguros de la situación.

—¿Qué situación? ¿aun no procesan la situación? —dijo Carolina—, vamos a morir, no importa si se desvían del tema y hablan de lo que coincide y lo que no, no importa si se sienten felices o tristes solo por saber quienes son en la otra realidad. Admítanlo. A estas alturas ya estamos muertos.

—A apoyo a Carolina —dijo Erendi—Si no fuera por qué escribí algo como Valgs. En este momento estaría dando rodeos innecesarios en mi mente sobre el contenido de las notas...como lo están haciendo...

—Analizar el contenido sirve para salvarnos —interrumpió Yuliana, subiendo su tono de voz.

—¿Así? ¿y que parte de que nota nos salvara la vida? —la reto Erendi.

—¡Esta! —Rom sostuvo la tercera nota.

Repentinamente la sala de juntas se lleno de un gran silencio por unos instantes.

—Aquí coincide en que Ozpin se equivoco de interruptor como siempre —proseguía Rom—, la diferencia es que el otro interruptor, Ozpin lo destrozo —Rom señalo el interruptor de la sala, el cual se encontraba intacto.

—¿Y eso que tiene que ver? —volvió a preguntar Erendi.

—Cuando se apago la luz... —hablo Carolina, como si se acabara de percatar de algo—el asesino aprovecho para matarnos en esa realidad porque no había luz.

—Es verdad, en esa realidad no hay luz por un determinado tiempo, pero en esta, solo se fue una sola vez y fue por un segundo —menciono Rafelina.

—El arrower peligroso no puede hacer nada en esta realidad porque lo descubriríamos fácilmente —dijo Niji.

—En este momento —dijo Yuliana—nuestra vida depende de esa luz.

Todos miraron hacia las lámparas de la sala de juntas.

Alejandro se acerco a la mesa y sostuvo la primera nota.

—Si esa luz se llegara a apagar —decía Alejandro—la masacre comenzaría sin piedad.

Arrugo la nota con ambas manos, la nota, manchada de su sangre.