Matt es el tipo de padre que no te va a recoger del colegio a no ser que este acompañado de alguien, porque todas las mamás se lo comen con la mirada y se siente violado.

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-Venga mi querido Matty, no creo que los comentarios sean tan...- Foggy se acomodaba el maletín mientras que guiaba a Matt en el mar de gente que estaba en la entrada de la escuela, ya ya era la hora de la salida- tan acosadores, de seguro te equivocas- el pelirrojo le frunció el ceño - es que eres sumamente adorable, veo imposible que mujeres con hijos miren de manera lasciva a un hombre que tiene una niña. Si puedes manejar a la mafia rusa, creo que puedes manejar los comentarios de esas señoras cuarentonas. 

- No lo entiendes Foggy, esas mujeres- señalo disimuladamente con su bastón a un grupo de madres, había seis de ellas- están completamente locas, hasta una vez hablaron de como me raptarían para hacerme cosas.

- No seas paranoico- el rubio se burlo mientras buscaba entre todos los niños la cabellera semirojisa de la pequeña Murdock- ¿Qué cosas dicen?, de seguro eres todo un exagerado. 

- "Esta más bueno que el pan integral"; "¿Viste su trasero? está para morderlo"- Foggy abrió los ojos cuando escuchó a su amigo repetir todo lo que las mujeres decían- "Que pena que siempre este acompañado, si por mí fuera yo lo guiaría al baño.. ya saben para que me refiero"; "Esos músculos, qué daría para que.." 

-Déjalo así- Foggy le tapó la boca antes de que dijera algo, la hija de su amigo ya los había visto y se estaba acercando- Amigo, deberías poner una orden de alejamiento.

Matt solo asintió, amaba mucho a su hija pero si había algo dentro de la paternidad que nunca le gustó fue recogerla del colegio. Y los pañales, cambiar pañales apestaba, pero para eso estaba Foggy y Marci.