Capitulo.3🪷
De acuerdo la relación de ambos no era la más amorosa, romántica, paciente o tranquila, pero si curiosa, eso era algo, ya llevaban un mes de estar casados, Dazai iba a visitarle muy a menudo, algo raro en el castaño ya que desde un principio no quería ni saber ya nada del pelinaranja, pero la razón era que quería convencer a Chuya de complementar el matrimonio, el mayor por supuesto se negaba rotundamente a siquiera oírle, le dejaba con la palabra en la boca, era gracioso de ver puesto que el castaño comenzaba a hablar y Chuya podria ver una mariposa y prestarle mas importancia a esta que el contrario quien al notar que era ignorado le miraba fastidiado e intentaba tocarle el hombro y Chuya le daba un golpe en el estomago y se marchaba.
Dazai ya estaba harto de eso pero sabiendo ya lo hostil de su pareja decidió dejar que las cosas fluyeran, siempre que iba de visita le dejaban el una sala de estar, Chuya por cortesía le acompañaba un rato pero siempre ignorandole, esta vez decidió explorar un poco más el lugar, se dirigió al jardín y estuvo vagando un rato hasta ver una mesa de campo se sentó en una de las sillas y observo el lugar, estaba muy bien cuidado, tenía flores muy peculiares y más una en especial, que Dazai reconoció muy bien de su infancia borrosa.
-Camelias, hace tiempo que no las veia...
-¿Que hace aquí?
Pregunto el pelinaranja haciendo acto de presencia, Dazai solo le sonrió y se levantó llendo hacia el, Chuya parecia estar algo a la defensiva, no era raro en el pero esta vez era diferente
-Quise dar un pequeño paseo, puesto que me aburría y llegué a este hermoso lugar, ¿Es tuyo?
-Si... debo aclarar que está prohibido venir a este lugar
-¿Por que?
-Es un lugar muy importante para mi
-¿Te recuerda a algún antiguo amor?
-Al parecer Koyo ha hablado de más - suspiro mas relajado y observo las flores-
-Solo un poco ¿puedo saber quién es?
-No realmente -se cruzó de brazos y le miro con un poco de tristeza-
-Eres mi pareja
-Eso no quiere decir que deba contarte toda mi vida amorosa anteriormente a ti
-Solo quiero saber tus gustos
-¿Solo eso?
-Sip -sonrio ampliamente con sus ojos cerrados-
-Bueno no me gustan las personas de cabello café, ojos de color cafe y tonalidades de carmín, bien vestidos con traje blanco, que fingen una sonrisa, que se creen lo mejor de lo mejor solo por ser uno de los empresarios más jóvenes de Yokohama, además de ser una maldita Jirafa andante
-Pregunte tus gustos no tus disgustos
-Me gusta todo, menos lo que mencioné en si conteste tú pregunta
Dazai solo mantenía una sonrisa forzada, ok a este punto Nakahara ya le habia rechazado directa e indirectamente y le valía un rábano a decir verdad, pero el que le haya dicho jirafa eso sí no se lo perdonaba, es que por dios quien le mandaba a ser tan jodidamente bajo aun teniendo 32 años de edad, Dazai tenía 29, pero el tenía esa estatura desde sus 16 y a crecido solo un poco, ¿por qué mierda el enfatizaba su estatura cuando no era nadie para hablar? Le dio en su orgullo y eso le iba a costar caro.
Se acercó a él de manera lenta, no sin antes sus movimientos ser detenidamente observados por el pelinaranja quien no bajaba la guardia, al estar cerca coloco su mano en la cabeza de Chuya apretando la un poco y haciendo presión hacia abajo casi haciendo que hiciera un gesto de disculpa, por su parte Chuya opto por jalar la corbata del castaño para así ahorcarlo con cada momento que bajaba no se iría solo, estaban muy molestos pero dispuestos a matarse si era necesario.
De la nada fueron interrumpidos, por el sonido de algo rompiéndose a su lado, ambos dejaron su pelea para otro momento y sus miradas se volvieron serías, Chuya de la nada fue jalado hacia el castaño quien había tomado esa táctica al ver algo brillante dirigiéndose hasta el pelinaranja, al tenerlo en sus brazos de dio cuenta de algo, aquello que estaban lanzando eran cuchillos, no era un accidente, trataban de matar a Chuya ahí, este se veía relajado ante tal situación, lo que indicaba solo una cosa
-Entonces, ¿estás al tanto de que te están queriendo matar?
-Bueno, siendo sincero -observo el pecho del castaño mostrándole interés en la corbata- no es la primera vez que lo intentan, después de todo ser parte de la política y tener influencias en esta atrae a más de un caza-recompensas o personas que odian al gobierno, es algo que sueles tomar ya cotidianamente al pasar los días, creo que tu lo entiendes
-Tienes pasatiempos muy raros -dijo mientras veia a todos lados- y no realmente
-No eres quien para hablar -dijo mientras tocaba las vendas del cuello de este- Tu te involucrarte en esto solo, es lo que pasa cuando te relacionas conmigo, debieron decirte eso antes de casarte conmigo
-Bueno tampoco es como viviera una vida llena de pureza, pero normalmente ningun ataque llega a estar tan ceca de mi o no dejan que eso suceda
Chuya le miro unos momentos y se dio cuenta de la tonalidad rojiza de los ojos de su acompañante, si ya lo los había visto pero está vez se notaban a todo su esplendor, no se sorprendió ni asusto, no era la primera vez que veía un mirar así, dejo de tocar las vendas del cuerpo del contrario y observo a su alrededor seguia muy cerca y al parecer el contrario no queria sortarle, por lo que pellizco el brazo del castaño causando que este le mirara disgustado.
-¿Puedes soltarme? No soy una dama en peligro
-Me doy cuenta, pero de que no estás en peligro es incierto
-Todos se encargaran de el, así que déjame
-Eres un agua fiestas, deberías dejarte proteger más
-¿Por ti? No gracias, prefiero ser apuñalado a qué tú me protejas
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