Capítulo 26
Naruto caminaba bastante molesto por el barrio Uchiha, su ceño marcado no auguraba nada bueno. Itachi lo observaba desde los techos de las casas, el rubio sentía a su marido detrás de él, con su Hiraishin desapareció hacia el interior de su casa, salió al jardín, se sentó a cortar las ramitas secas con calma, tenía tres flores sin plantar aún, las había comprado el fin de semana y había hecho desidia, buscó con la mirada dónde ponerlas, cuando ubicó el lugar comenzó a cavar con una pequeña palita de jardinería. Itachi lo veía con cuidado, se sentó en el pórtico a observar, sonrió un poco, había aprendido bastante de su marido en esos meses -¿les dejaste en claro que soy tuyo?- el rubio abrió un poco los ojos al escucharlo, levantó nuevamente el puchero -todas esas malditas se sienten con el derecho de verte, se justifican diciendo que no tocan, sólo ven y la vista es libre, bastardas busconas-
El pequeño cavaba con coraje los hoyos para sus plantas -tu tienes la culpa -el pequeño lo apuntó con su pala y la mirada fría. Itachi abrió los ojos apuntándose, no sabía si reír u ofenderse -desde hace una semana que te quitaste la máscara por tu nuevo puesto como comandante, todas las malditas se incrementaron, pero hasta hoy llegó mi paciencia, me vengaré y las haré sufrir, no volverán a poner sus ojos sobre ti, malditas bastardas -Itachi sonreía divertido -¿qué harás cariño? eso sería un buen regalo para tu esposito -el rubio lo vio con el ceño fruncido y su puchero.
Naruto había enviado un grupo numeroso de clones con su jutsu espía de transparencia desde que salió de la oficina a todas las casas de la aldea, saquearía todas las fotos de su marido y accesorios que le habían robado, había recibido el recuerdo de los clones que ya habían juntado todo, prendería una maldita hoguera con todo en el centro de la aldea y pondría una foto de cada una esas malditas busconas, para humillarlas. Las fotos las había ya colocado alrededor de la hoguera, las fotos las sacó de sus propias casas, con un enorme letrero que decía las zorras de la aldea.
Itachi giró su rostro siguiendo la mirada de su marido que había cambiado de dirección, un gigantesco humo salía del centro de la aldea, abrió sus ojos con sorpresa creyendo que era un ataque, salió con velocidad a ver qué sucedía. Todos los aldeanos y shinobis de la aldea se acercaban al lugar, chicas lloraban desesperadas al centro, sus papás las regañaban con coraje, algunas lloraban por las cosas de su amor quemadas, algunas otras se desmayaron. Los gritos eran un caos, la aldea las veía con asco. Sakura estaba dispuesta a pedir a Naruto su ayuda para eliminar a las fans de Sasuke. La Hokage, Shisui, Fugaku e Itachi llegaban con velocidad al centro -¿qué diablos sucede aquí?- la Senju gritó molesta.
Itachi abrió sus ojos con sorpresa al ver lo que se quemaba y a las chicas, una gota escurría por su nuca. Tsunade cuando entendió que sucedía, sonrió de lado con burla, pero tenía que comportarse, sabía perfectamente quién era el culpable -saquen de aquí a esta vergüenza de mujeres, deberían ver la lección aquí, estar de busconas con un hombre casado es lamentable, y ustedes -la rubia apuntaba a los padres -corrijan a sus malcriadas hijas, anbu, chunin, jounin lárguense de aquí a sus labores, saquen a los aldeanos de la zona- no muchos entendieron qué sucedía -gennin a limpiar y deshacerse de todo, no quiero que nada quedé en el lugar -Fugaku sonrió de lado con diversión. Shisui se burló abiertamente- por kami primo, tu esposito se puso pesado por aquí, ¿no es así?- Itachi asintió con vergüenza -ese rubio es genial, le diré que nos ayude al pequeño Sasuke y a mi con las molestias -Fugaku se dio la vuelta, se retiró con una leve carcajada, debían admitir que el rubio había traído luz a su familia. Ambos menores casi se desmayan al escucharlo reír -Itachi, mi niño es un chico especial, valóralo adecuadamente- el Uchiha asintió a la Hokage quien se retiró del lugar.
….
El heredero Uchiha se sentó nuevamente en el pórtico del jardín -¿te gustó tu sorpresa esposito?- el mayor sonrió con diversión -causaste todo un drama en la aldea, había muchas chicas llorando -el rubio sonrió con maldad -lo vi todo ttebayo, no sabes cómo disfrute mi travesura, esas bastardas no se volverán a meter contigo -el Uchiha se levantó, se sentó detrás del pequeño, besó su cuello con cuidado metiendo una mano dentro de su playera acariciando su suave piel, el rubio disfrutaba sus caricias, un sonrojo enorme creció en su rostro -no debes preocuparte, sólo tengo ojos para ti pequeño -susurró en su cuello demasiado sensual para el rubio quien reprimió un gemido, se dejó hacer, giró sobre sus rodillas, subió a horcajadas robando un beso demandante del mayor -eres mío, sólo mío maldita sea, esas tipas me desquician ttebayo-
Itachi sonrió con diversión besando sus labios y su cuello, subió hacia su oído, habló con un gran sonrojo en sus mejillas -te amo tanto mi pequeño celoso -el rubio abrió los ojos con sorpresa, sus mejillas se pusieron rojas, su mirada cambió de un berrinche a una llena de amor, lo vio a los ojos buscando sinceridad. Cuando vio que era verdad tomó su rostro con ambas manos juntando sus frentes -también te amo, te amo mucho mi Itachi- el Uchiha abrió esta vez con demasiada sorpresa en sus ojos, no esperaba esa respuesta del pequeño, pensaba que aún amaba al Hyuga, sus ojos se aguaron un poco al igual que los del rubio quien unió sus rostros en un gesto cariñoso y de amor -en serio te amo, no sé en qué momento, quería decírtelo, pero tenía miedo que fuera muy rápido -el mayor negó con una sonrisa de dientes, besó sus labios con cariño -eres increíble pequeño-
Alerta lemon
Itachi besó sus labios, sus manos paseaban por su cuerpo con caricias delicadas, el Uchiha lo giró hacia el pasto dejándolo bajo su cuerpo, un sello de privacidad se levantó, comenzó a desnudarlo con tranquilidad. Al final él también se desnudó, besó su cuerpo con detalle, cada parte del pequeño recibió atención y cariño, las piernas del rubio se enredaron en su cadera obligándolo a entrar en él. Itachi no dudó, comenzó a tomarlo con devoción, se comía a besos los labios del pequeño, ninguno quería soltarse, disfrutaban la calidez del contrario con necesidad. Itachi besaba su cuello absorbiendo el aroma de su cuerpo, ese olor a vainilla que le fascinaba, lo penetraba lentamente, quería sentirlo suyo. El pequeño se sentía en el cielo, Itachi lo trataba con tanto amor y cariño que había sido imposible no enamorarse de él. El mayor lo penetraba cada vez más rápido, con más fuerza, podía sentir su miembro crecer en su interior, el Uchiha podía sentirse siendo presionado por las paredes del pequeño -mhnnn -Naruto arqueó con fuerza su espalda en un gemido bastante audible -ahhhh Ita… chiii -ambos se liberaron con intensidad, su cuerpos temblaban con sensaciones intensas del orgasmo, respiraban con dificultad, no se soltaban, no querían separarse. Ambos hicieron el amor todo el resto del día entregando por primera vez sus corazones.
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