Capítulo 25

Los ojos cansados del sannin comenzaban a abrirse débilmente, su cuerpo dolía demasiado, no quería moverse ni un poco, hasta las pestañas le pesaban, la luz comenzaba a ajustarse en sus pupilas, giró sus ojos cuidadosamente, no podía hablar, su garganta dolía como el infierno, tenía una venda a su alrededor, sintió una energía cálida curar su dolor, cuando logró enfocar vio a la rubia amor de su vida frente a él y a su adorado renacuajo, ambos con lágrimas en los ojos - maldito pervertido, casi nos matas del susto, no vas a salir en un buen tiempo de la aldea, olvídate de tus investigaciones - el sannin sonrió con los ojos, asintió entendiendo su preocupación -Ero-jiji casi mueres, no vuelvas a hacerlo ¿escuchas? la abuela y yo no te dejaremos escapar nuevamente- el pequeño se abrazaba con cuidado a su brazo sano, no quería lastimarlo, el sannin se sentía feliz de ver una vez más a su gente amada, sonrió con cariño, una lágrima recorrió su rostro con alegría. Tsunade acarició su rostro limpiando esa escurridiza lágrima con cariño - tienes que darte prisa en recuperarte si quieres esa cita que me prometiste -Jiraiya abrió los ojos con sorpresa brillaban de emoción, asintió levemente con una sonrisa llena de amor.

…..

-¿Así que A quiere una reunión con todos? mhn -la rubia vio a Itachi y a Shikaku, el estratega asintió levemente -¿cuál es el tema a tratar?- Samui levantó el rostro después de presentar el pergamino -Akatsuki atacó a Bee-sama, lo secuestraron, a Yugito-Nee tiene meses que no sabemos de ella, no pudimos localizarla, pensamos que murió en sus manos, no tenemos seguridad -la rubia cruzó sus dedos frente a su rostro observando a la gente de la Nube.

Un pequeño apareció sin que nadie se diera cuenta por la ventana a excepción de la Hokage e Itachi, la tal Samui a pesar de su rostro serio, veía con insistencia a Itachi, al igual que la pelirroja trás de ella, ambas con un sonrojo en su rostro, eso no le agradó ni un poco al Uzumaki, analizó su plática, se dio cuenta del tema a tratar, esperaba la respuesta de su abuela -¿qué piensas Naruto?- el equipo de la Nube y Shikaku, vieron al chico con sorpresa, ninguno de ellos lo había sentido. El Nara sonrió con diversión, los ojos de Itachi veían con insistencia al pequeño usando su rostro estoico. Naruto sintió su chakra feliz de verlo, sonrió en su interior -yo digo que vayamos abuela, deberíamos aprovechar para tratar el tema del que hablaba Ero-jiji -la rubia sonrió, aceptó -me parece buena idea, prepárense ambos, irán conmigo -la rubia se giró hacia los de la Nube que la vieron con sorpresa, le daba mucho crédito a un adolescente, endurecieron su mirada al creer que se burlaban de ellos -esta propuesta es sería Hokage-sama, ¿podrían tomarla en serio? -el pequeño frunció el ceño con molestia, Itachi y Shikaku fruncieron el ceño, la Senju los veía con mirada de muerte, estaba por hablar y correrlos cuando el pequeño se adelantó -vienen a nuestra aldea, piden audiencia, nuestra Hokage libera un poco de su tiempo de su apretada agenda para recibirlos ¿y piensan que no es seria? ¿qué clase de shinobis mandó el Raikage a una misión diplomática?- el equipo abrió los ojos con miedo al sentir un poco de su intención asesina, podían ver su muerte con claridad, el pequeño se colocó con cautela trás la rubia en señal de protección y cercanía -den gracias que estamos en tiempos de "paz" o ustedes no saldrían vivos de esta oficina, pidan una disculpa y retírense, ya lo dijo la Hokage, estaremos ahí -el pequeño no permitiría que vieran débil a su abuela, ni a la aldea, esa fue una ofensa grave para la Hokage y no iba a dejar que pasara por alto. El equipo se disculpó de inmediato en una reverencia, salió del lugar, un clon del pequeño los siguió desde la torre con total descaro haciéndolos sentir acosados y con miedo.

El equipo podía ver al pequeño tras de ellos, con su pantalón anbu a la pantorrilla, su playera roja de manga corta ajustada y una coleta alta pequeña, se veía tan malditamente inocente, pero ese instinto asesino les erizaba la piel demasiado, les recorrió un miedo a los tres de pies a cabeza.

En cuanto salieron de la oficina la Senju azotó su mano en el escritorio - malditos bastardos, ya hablaré con A, ese maldito me debe mucho y esto no se quedará así- Shikaku sonrió -aunque puede ser que el pequeño los haya hecho sufrir bastante, pude ver claramente su miedo y tal vez un manchón en la ropa del chico -Itachi sonrió de lado, aunque vio con cuidado a su marido, se veía molesto y eso no era bueno, se imaginaba el porqué.

Naruto aún seguía a los shinobis a pesar de haber salido de la aldea, ¿qué pensaba? ¿seguirlos hasta la Nube? El equipo no entendía- ¿qué demonios quieres?, ya nos vamos a Kumo demonios- el rubio frunció el ceño, bajó del árbol dónde corría con tranquilidad, se les erizó nuevamente la piel, vieron con molestia a Karui sus compañeros, la chica tragó saliva, no sabía cómo detener su boca - sólo quiero hacer un último comentario -los tres lo veían con cuidado -no hay nada que me moleste más que insulten o agravien a mis seres queridos y que vean de la manera en que vieron a mi esposo -el pequeño siseaba con molestia, dejó que su cabello se liberara en nueve mechones, los cuales se elevaron, un aura roja lo cubrió -y ustedes dos -apuntó a las chicas -cometieron ambos crímenes -abrieron los ojos entendiendo a quién se refería con su esposo, tragaron saliva con dificultad. El pequeño frunció su ceño, desapareció en un puff -era un clon y aún así -los tres se quedaron perdidos en sus pensamientos, un poco temblorosos.

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