Capítulo 28
—¡Te ves tan lindo! —exclamó YoongSun mientras daba los últimos retoques al traje de Jin el cual habían compadro horas atrás—Tus labios están resecos, ¿No compraste un bálsamo? —Jin negó dirigiendo sus manos hacia sus labios.
—Creí que traía uno en mi mochila pero al parecer se me olvido. —murmuro observando como YoongSun pasaba el bálsamo sobre sus labios y lo difuminaba con la yema de sus dedos.
—No sabes cuándo envidio tus labios, son demasiado lindos. Los míos son delgados y no me gustan. —comento en un puchero terminando de colocar el producto—Listo.
—¿Qué vestido te pondrás? —preguntó Jin sentándose en la orilla de la cama de la habitación de la chica—Te compraste muchos...
—Creo que me pondré el rojo, es una cena familiar y seria de mala educación si me pongo un vestido corto. Además que es cómodo y no tan llamativo. ¿Qué crees, Jin?
—Que es hermoso, me encanta el color. —YoongSun asintió y tomo el vestido para entrar al baño y poder tomar una ducha—Sunnie, iré con tu madre a pedir galletas. —aviso para poder salir de la habitación.
Bajó las escaleras y sonrió al ver como todo ya se encontraba pulcramente ordenado y decorado con adornos navideños, completamente modernos y de alto precio. Algunas paredes de color blanco habían sido cubiertas con tapiz de tonalidades verdes y rojos, dejando a SeokJin asombrado por tal belleza. Ya abajo, observo como una mujer alta con vestido blanco y cabello recogido, parecía buscar algo entre las repisas con desesperación.
—Perdona... —Jin toco su espalda en busca de llamar su atención, lo cual la asusto dando un salto en respuesta.
Llevo sus manos a su pecho y respiro hondo al ver a SeokJin—Me asustaste Jin, pensé que eras Hoseok o Jimin que venían a molestarme. —Comento Moonbyul colocando una de sus manos sobre el hombro de Jin—¿Pasa algo?
—S-Sí, vengo a buscar la caja de las galletas.
—Oh, eso es lo que yo estoy buscando. Porque la escondí pero no la encuentro, luego Hoseok o Jimin se comen todo lo que tenga sabor dulce como animales. Y creo que encontraron el escondite y se las llevaron. —soltó enojada.
—Entiendo, entonces volveré a la habitación.
—No, espera. —Moonbyul tomo la manija del refrigerador y lo abrió mientras buscaba en el lugar de verduras una pequeña cajita—Aquí esta. —murmuro sacándola del lugar y entregándosela a Jin—Escondí dos cajas, aunque la otra contenía el triple de estas. Cómelas, ahora llamare a Hoseok y le obligare a hacer más galletas por comer cosas que no son suyas.
—Gracias, Moonbyul. —agradeció.
—No es nada pequeño, ve a tu habitación, anda. —le sonrió con dulzura. Jin subió las escaleras de madera y entro de nuevo a la habitación donde YoongSun se encontraba en ropa interior colocándose el vestido.
—SeokJin, ¿Podrías subir el cierre de mi vestido, por favor? —dejó las galletas en la cama y se acercó a la chica buscando el cierre trasero del vestido—¿Mi madre te dio las galletas?
—No, me las dio Moonbyul. —respondió terminando de subir el cierre.
—¿Moonbyul? ¿La hija de los Jung?
—Sí, ella es muy amable y es muy linda.
—Aún no la conozco... bueno, espero que podamos ser amigas. —dijo alegre mientras tomaba su estuche de maquillaje.
Jin se recostó en la cama y miro la caja llena de corbatas de diferentes diseños y colores elegantes que portaba la misma. Jin miro el vestido de YoongSun y sonrió mientras tomaba una corbata de la misma tonalidad que el vestido de la chica—¿No crees que sería genial que llevara una corbata del mismo color que tu vestido? Sería como ropa de pareja. —YoongSun sonrió triste y asintió volteándose a Jin y acercándose a él—¿Podrías ponérmela? No sé cómo hacerlo a mí mismo, siempre me enredo. —Sun tomo la corbata e hizo el nudo alrededor del cuello del traje negro.
—Oye, Jin.
—¿Qué pasa?
—¿Puedo hacerte una pregunta? —Jin asintió mirándola a los ojos—¿Estas feliz con NamJoon? ¿Él te hace feliz? —SeokJin bajo la mirada hacia sus zapatos y asintió levemente.
—NamJoon me hace muy feliz, mucho más de lo que puedes imaginarte.
—Me alegra. —acaricio su cabello con dulzura—No dejes que nadie te arrebate esa felicidad Jin, aprovecha cada momento con NamJoon y siente lo hermoso que es estar enamorado. Has todo lo posible por que perdure ese sentimiento en ti, lucha contra todo y nunca te dejes vencer. Sé que eres un chico muy fuerte Jin, eres admirable. —Jin asintió y la abrazo de la cintura.
—Gracias, Sunnie.
—Nunca olvides, que siempre estaré a tu lado a pesar de todo, siempre estaré para ti. Te amo, Jin.
Por otra parte; la señora Kim agradecía el hecho de que al final pronosticaran que no caería ni un gramo de nieve en Corea, hasta luego de la navidad. En ese momento, se encontraba dirigiendo a los encargados de la casa, sobre dónde poner las luces y adornos alrededor de las mesas y carpas en el patio trasero donde sería la cena familiar.
Mientras observaba el trabajo de sus ayudantes, pensó sobre la pequeña platica que había tenido con NamJoon ese mismo día.
¿A que de refería NamJoon con lo de le supuesto matrimonio?
La señora Kim -madre de NamJoon- no era de obligar a sus hijos en unir un matrimonio, ese tema no le parecía prudente en medio siglo XXI. Le parecía absurdo ya que los tiempos eran otras y simplemente la sociedad tenía que empezar a cambiar y no quedarse estancada en una mentalidad cerrada.
La señora Kim no estaba de acuerdo con el compromiso de su hija, en verdad el problema ahí había sido su esposo.
El padre de NamJoon era un hombre terco y de mente cerrada.
El típico hombre en contra de las nuevas generaciones.
La mujer siempre había estado en contra de las ideas de su esposo, la de mandar a su hijo a otro país para criarlo y la de comprometer a su hija desde pequeña con un chico en busca de cambiarlo y ocultar su homosexualidad por el simple hecho de no ser aceptado por sus padres.
La señora Kim había querido romper el compromiso al momento de que supo la verdad detrás de todo, ella simplemente pensaba que lo primero que una madre debe de darle a su hijo es comprensión, amor y apoyo sobre todas las cosas, y era algo que la madre de Jin no le estaba otorgando.
YoongSun le había contado todo a su madre, y por todo, se refería a la relación que había nacido entre NamJoon y SeokJin. La mujer lo entendió y reconfortó a su hija, al igual que le hizo entender que SeokJin era una persona como cualquier otra, y que simplemente había caído en el hermoso sentimiento del amor, sin importar que de quien se haya enamorado sea un hombre o una mujer.
Pero no le contaron al padre de YoongSun, porque sabían que si lo llegaban a hacer este podría alterarse y hacer cosas que simplemente terminarían en tragedia.
En resumen. La madre de YoongSun sabía todo, desde la vida de Jin hasta su relación con NamJoon y la ruptura del matrimonio. Y a pesar de todo, ella los apoyaba, porque todos somos humanos, y tenemos el derecho a amar sin distinción alguna.
[...]
Todo ya se encontraba listo.
Las mesas en el centro de las tres carpas se encontraban llenas de diferentes platillos coreanos navideños y una que otro platillo americano para acompañar. Al igual que botellas de vino y copas de vidrio al compás de las sillas y platos por persona. La fuente cerca de ellos y luces decorando los árboles. Haciendo un ambiente cálido, gracias a la música clásica que se escuchaba de fondo y con solo dos meseros cerca de ellos.
En la mesa solo se encontraba la familia Jung y los señores Kim a excepción e Jin y YoongSun que aun bajaban por las escaleras y de NamJoon que simplemente no se encontraba en la casa. SeokJin y YoongSun caminaron de la mano hacia la carpa para saludar a sus padres y amigos y poder tomar asientos juntos.
Ya había pasado más de una hora, a punto de dar las once de la noche y NamJoon aún no llegaba.
SeokJin se encontraba preocupado mientras buscaba a su pareja con la mirada por el simple hecho de que faltaba poco para las once de la noche y tendrían que ir a dormir juntos, por que NamJoon se lo había prometido.
—Ya vendrá, tranquilo. —le susurro YoongSun tomando su mano y acariciado su palma con el pulgar—Vamos a cenar. —Jin asintió y tomo sus cubiertos para empezar a comer de la carne frente suyo.
Centró su mirada en la comida y empezó a cortarla de pequeños pedazos para hacer tiempo ya que no quería empezar a comer sin la compañía de su hyung. Pero en ese instante, sintió como unas grandes manos recorrían su espalda hasta colocarlas en sus hombros y masajearlos disimuladamente haciéndole estremecer al momento.
—NamJoon, hijo. ¿Dónde estabas? Llevamos horas esperándote. —pregunto su madre.
—Lo siento, tuve que ver a alguien de último momento. Pero ya estoy aquí. —NamJoon deslizó sus manos por los brazos de Jin con lentitud y tomo asiento en frente de él, quien por alguna razón se había colocado nervioso.
SeokJin bajo la mirada para evitar hacer contacto con NamJoon, pero al instante notó como en su regazo se encontraba un pequeño papelito rojo el cual estaba perfectamente doblado y parecía contener un escrito dentro.
"A las once en punto ve a el lago que está cerca de nuestra cabaña, solo di que quieres ir a hacer algo y te escapas. Y no preguntes por qué, es una sorpresa."
Ese era el contenido de la nota, Jin dirigió su mirada hacia NamJoon y se sonrojo al ver como su mirada se encontraba únicamente sobre él. Jin sonrió levemente y miro la hora, faltaban menos de diez minutos para que dieran las once.
Jin suspiro y se levantó así captando la atención de todos en la mesa.
—Iré a buscar los pastelillos para el postre, con permiso. —SeokJin hizo una pequeña inclinación y salió con sus manos temblando de la carpa, para así poder dirigirse al lugar que NamJoon le había mencionado.
Sus manos temblaban y su corazón latía a mil por hora, se sentía ansioso y nervioso a pesar de no saber el por qué.
SeokJin mientras se acercaba cada vez más al lago, logro visualizar las luces, flores y aves que abundaban dentro y alrededor de éste, al igual que la música jazz de fondo. Jin miró los alrededores y se asombró al ver un gran ramo de flores apoyado en un banco de madera frente del lago el cual tenía una pequeña etiqueta colgando de esta.
"Para el chico más bello del mundo, aquel que me enseño lo que es estar enamorado de la manera más hermosa que pudo haber existido. Para SeokJin, la única persona que en verdad amo."
Jin simplemente no pudo evitarlo, en menos de lo que pudo darse cuenta, ya estaba llorando por la felicidad.
NamJoon realmente le hacía feliz.
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