Capítulo 10
La señora kim caminaba con impotencia por los pasillos de una de las grandes empresas Kim. Sus tacones resonaban por todo el lugar y el aroma de su costosa colonia inundaban las fosas nasales de las personas a su alrededor, todas posando la mirada en aquella mujer tan prepotente llamando la atención por sus lujosas y costosas prendas tan llamativas.
—Vengo a hablar con el Joven Kim NamJoon. —afirmo con la cabeza en alto y con una mirada seria. La recepcionista dejo lo que hacía en ese momento y poso la mirada en aquella mujer.
—Lo siento, el Joven NamJoon está a punto de dirigirse a una reunión con la compañía vecina así que si me permite esperar unos minut... ¡Señora por favor espere! —grito la trabajadora caminando con rapidez detrás de la mujer ya que empezaba a dirigirse a la gran oficina de NamJoon sin el permiso de este. La chica prendió toco un botón de su micrófono auricular para prenderlo y poder avisarle a NamJoon sobre la mujer a punto de entrar a su fachada. La señora Kim sin respeto alguno empujo la puerta de la oficina de NamJoon llamando la atención de este haciendo que una gran sonrisa burlona se dibujara en su rostro—¡De verdad lo siento Joven Kim pero la señor... !
—Está bien Hani, puedes retirarte. Y quisiera que pospongas la reunión para dentro de una hora, no creo tardar mucho hablando con la señora Kim. —la chica asintió con rapidez y se retiró de la oficina dejando a los dos rivales juntos—Señora, un gusto tenerla en mi fachada, pude sentarse si gusta. —esta con la mirada en alto y con elegancia se sentó en uno de los sofás frente el escritorio de NamJoon y colocó su bolso sobre este dejando el respeto a un lado—¿Gusta un té, café o vino? —pregunto el moreno empezando a colocar granos de café en la cafetera a un lado de la estantería de las botellas de vino.
—Quiero ir al punto Kim, sin rodeos o juego porque esto no lo es ¿No lo cree? —soltó con completo enojo.
—No, no es un juego. —dijo sirviendo vino rojo en uno de los vasos de cristal y colocando hielo dentro de este para luego alzar el vaso y mostrárselo a la mujer—Con su permiso pero yo si quiero vino. Pero, ¿A qué se refiere exactamente? Ya que podríamos hablar de cualquier cosa, cocina, deportes, negocios... ¿su hijo? —dijo con diversión tomando su asiento y acomodando su corbata roja.
—SeokJin es un chico muy ingenuo, no sabe lo que hace. Jin es como un cachorrito, si lo crías con amor te dará amor, así de fácil Kim. Algo lo cual parece de lo cual te estas aprovechando y necesitamos negociar.
—Oh ya veía venir esto. Sabe señora, parece que usted no me conoce y sí que es cierto porque si lo hiciera sabría que yo nunca sigo ordenes, nunca negocio con lo que me pertenece por que como dice la característica, es mío señora. Si quiere decirme un gran discurso de ''Aléjate de mi hijo'' solo le diré algo: Ahórreselo. —dijo serio tomando un trago de la copa.
—Es mi hijo, no es suyo y no le pertenece. SeokJin solo está confundido y perdido, no sabe lo que piensa o hace.
—¿Segura, señora Kim? Parece que usted no conoce a su hijo en verdad y eso me da mucha gracia. Sabe, creo que será lo más gracioso que podría escuchar en mi día, gracias por alegrármelo. —soltó una pequeña risa. La señora Kim solo podía sentir como su sangre ardía de la rabia al tratar con un hombre como NamJoon—Es cierto, es mi mayor y debería respetarla, lo siento mucho señora.
—No estoy jugando NamJoon. Lamento el día en que deje que mi hijo fuera aquella cena, con solo ver tus ojos posados en él sentí ganas de vomitar.
—¡Pero mira! Parece que la segunda dueña de todos los bienes Kim es una homofóbica de primera, eso me encanta señora y ¿Sabe por qué? —NamJoon apoyo su barbilla en la palma de su mano— ¿No? Bueno, porque eso hace todo más excitante. Esto es como un juego de ajedrez, y al perecer usted no es la reina si no el rey, ¿Y sabe quién es la reina? Ja claro que no. La reina es su pequeño SeokJin el cual me encargare de derrotar y poseer así destruyendo sus absurdos planes, ganarle y decirle un gran y emotivo jaque mate.
La mujer con rabia se levantó de su haciendo y azoto la mano contra el escritorio de NamJoon con fuerza—JaeHwan me ha dicho todo, cuando vas a verlo tus días libres de la empresa, todo lo que le haces, como lo tocas o miras. SeokJin está comprometido y no dejare que por caprichos de un hombre como tú se arruinen.
—Tranquila señora Kim, no quiero nada serio con su hijo, solo es un poco de diversión y satisfacción en mis días.
—No entiendo que quieres de mi hijo pero no quiero verte de nuevo cerca de él NamJoon, aléjate y déjale tranquilo. Él está perfectamente bien antes de que tú llegaras y arruinaras nuestras vidas.
—Señora Kim le pido que se retire por favor. —NamJoon se levantó y sacudió su traje para luego abrir la gran puerta de madera de su oficina—Fue una conversación divertida, gracias por advertirme pero lo siento. Como le dije, Kim NamJoon nunca recibe órdenes de nadie. —esas fueron sus últimas palabras para luego cerrar la puerta apenas salió la mujer. El hombre dio la ultima probada a su vaso de vino y se recargo en su asiento .
Una hermosa sonrisa se coloco en su rostro al notar que ahora podría ir a la casa de SeokJin cuando quisiera, sin importar su madre y hermana ya que no necesitaría su absurda idea. ¿El padre de Jin? Ya lo tenia ganado, siempre en las reuniones de empresas estaba el padre de SeokJin por lo que siempre estaban en contacto. Y es que en verdad no se le había hecho muy difícil ganarse al señor, con solo intercambiar un poco de palabras y tomar alcohol juntos pudo completar su objetivo: hacer que el padre de Jin le tenga confianza y poder entrar y salir de su casa en cualquier momento.
Y también sabía que todo esto de los amigos empezaba a hartar a YoongSun por el simple hecho de que no tenía tiempo para ''intimar'' con su prometido. Pero a NamJoon con solo imaginar a YoongSun besando a SeokJin o tocándolo tan íntimamente -cosa que él no puede- le daba rabia, hasta el punto de querer besar a Jin frente su hermana y decirle con rudeza de que es solo suyo.
NamJoon no sabía si estaba alucinando o SeokJin era demasiado provocativo para él. Cada vez que le decía que se sentara entre sus piernas sentía como el pequeño cuerpo de Jin contra su entrepierna hacían presión y cuando le miraba luego, era como si de verdad lo hiciera a propósito, y eso le hacía perder el control. Cuando lo abrazaba al verse, el sentir su delicado aroma natural tan dulce y suave haciéndole inevitable el separarse. O cuando SeokJin con timidez le daba besos en su mejilla para despedirse, sus labios tan suaves y gruesos así preguntándose como seria tomarlos por completo y besándole con profundidad y fundirlos con sus labios.
El moreno sabía que lo suyo con SeokJin no duraría más que de una noche, sabía que el día en que lograra tener a SeokJin, lograra poseerlo por completo él se alejaría. Le diría la verdad de todo, que solo fue un juego y cosa de una noche, cosas hirientes para verlo llorar y suplicar y así poder sentirse satisfecho. Aunque sabía que dejarlo le costaría más de lo que pensaba, por la única razón de que se había obsesionado con el pequeño Kim más de lo que pensaba.
Él nunca había sentido celos de alguno de sus juguetes, les dejaba tener amigos o hasta pareja, ya que NamJoon solo los quería para una noche y romper los corazones de sus parejas al enterarse de que fueron engañados por el amor de su vida, así destruyendo a dos personas al mismo tiempo. Pero con SeokJin llegaba ser diferente, ni si quiera podía imaginarse a Jin besándose con su hermana por que quiera golpear la pared y contener sus acciones de hacer alguna estupidez.
—Joven Kim, su padre le espera en la reunión. Y también el Señor Kim de la compañía vecina quiere salir con usted a un bar esta noche para hablar de negocios. —dijo la chica leyendo la pequeña libreta entre sus dedos.
—Entiendo Hani, esta noche está bien pero no quiero ir a un bar... quiero ir a cenar a su casa, ¿Podrías decirle? —dijo con una sonrisa burlona imaginándose la reacción de la señora Kim al verlo en su casa cenando con su familia.
—Si Joven, con su permiso —hizo una leve inclinación y se retiró de la oficina. Acomodo su corbata y tomo el teléfono de la oficina para marcar al número de su hermana.
—¿NamJoonie? ¿Pasa algo? —contesto una voz femenina al otro lado del teléfono.
—No, solo quería preguntarte donde estas.
—Con Jinnie, estoy esperando que deje de tomar sus últimas clases con Jae y luego cocinar algunos pasteles juntos. —NamJoon apretó el móvil con fuerza—¿Tu qué haces?
—En la oficina, iré a una reunión ahora. Y ¿Podrías hacerme un favor princesa?
—¡Sí! Dime Jonnie.
—Podrías decirle a SeokJin que me perdone por no ir hoy a verle, que nos vemos luego y que tengo una sorpresa que darle. -dijo con una enorme sonrisa imaginando a SeokJin con un leve sonrojo al decirle lo de la sorpresa.
—¡Entiendo! Ten un buen día Jonnie. —dijo para luego colgar la línea.
—Perfecto. —murmuro acomodando su cabello y tomando la perilla de la gran puerta de madera para dirigirse a la reunión.
NamJoon iba a hacer su primer movimiento esa noche, haría desesperar a la señora Kim y le enseñaría que cumpliría su promesa: El ganaría el juego y rompería a su hijo para luego decirle a su madre, jaque mate.
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