Lincoln, El Chofer Ruso (1/2)
Ya estaban transcurriendo seis días luego de que Lincoln y Ronnie Anne llegaran a la casa, el peliblanco tenía suerte de estar vivo, aunque la palabra suerte no sea actualmente de su agrado. Lori toleraba que Lincoln estuviera acá, y le encantaba que lo pudiera utilizar para algunos encargos varios, eso haciendo que se reconciliara con sus hermanas, a quienes dejó de lado durante muchos años.
Ella sabía los motivos de la ida de Lincoln, por una parte lo entendía, pero por la otra quería arrancarle los cesos con un lápiz número dos. Una medida para nada agresiva. Lori había puesto a dormir al pequeño Danny y fue a su cuarto con una expresión de duda.
— Oye Bobby- Dijo Lori.
— ¿Si?- Respondió Bobby.
— ¿Crees que soy demasiado pesada con Lincoln?- Dijo Lori.
— Oh, nononono... Bueno, Si- Dijo el hombre mexicano.
— Ah, lo sabía- Dijo la rubia entristecida.
— Oye bebe, tal vez para la próxima puedas pedirle a Lincoln que vaya con las demás de manera más amable. Nunca es tarde, además, hazlo porque vamos a estar juntos como familia de nuevo- Dijo Bobby intentando levantarle el ánimo. Ella lo miró y le sonrió.
— Gracias bubuosito, por algo te amo- Dijo mientras le besaba la mejilla.
— Intentaré ser más amable con Lincoln, y más aún que voy a hacer que vaya a buscar a Leni y a Lola al aeropuerto- Dijo la rubia tomando su celular para un videochat de Skype.
Barcelona, Catalunya, España
— De acuerdo Mateo... Si, no se si vaya a esa sesión, es día de gracias americano- Decía una mujer rubia con un traje elegante sentada frente a un escritorio con una grapadora en la oreja.
— ¿Si te das cuenta que estás hablando con una grapadora?- Dijo otra mujer rubia que tenía una blusa rosada y jeans ajustados.
— Ah, con razón Mateo no contestaba a lo que decía, por cierto Lola, ¿Has visto mi teléfono?- Dijo la rubia elegante.
— Leni, ¿Buscaste en tu bolsillo?- Dijo Lola. La rubia mayor revisó en su bolsillo y efectivamente, un celular salió de su bolsillo. Poco después entró una videollamada de Skype, era Lori. Pero Leni la tenía agendada como Lor-E. Acto seguido contestó la videollamada.
— Hola Leni, Hola Lola- Dijo Lori en el videochat.
— Lori, estás en la pantalla- Dijo Leni sorprendida.
— Hola Lori- Dijo Lola
— ¿Cómo va la vida allá en España?- Preguntó la primogénita.
— Nos va bien, las exposiciones y sesiones son divertidas- Dijo Leni felizmente.
— Claro, que con todo esto del referéndum a veces es molesto- Dijo Lola.
— ¿Y tú qué cuentas?, ¿Cómo están tú, Bobby y el pequeño Danny?- Dijo Leni.
— Estamos bien, Danny está dormido y Bobby está sacandose los calcetines... Bubuosito, saluda a las chicas- Dijo Lori mostrando la pantalla a su marido.
— Que hay chicas, ¿Cómo les va allá en pisos picados?- dijo Bobby.
— No, estamos en España- Dijo Leni.
— No importa, ¿Van a venir a Estados Unidos para el día de gracias?- Dijo Lori.
— No nos lo perderíamos para nada, bueno... Al menos se que van a estar las chicas- Dijo Lola cambiando un poco la cara, sabiendo a que se refería.
— Si... Pero, no se preocupen, habrá un chico que pasará por ustedes al aeropuerto- Dijo Lori.
— ¿Contrataste a alguien?, Ay gracias- Dijo Leni en agradecimiento.
— Bueno, se ve que allá es tarde, acá son como las siete y algo, buenas noches. Besos a Danny- Dijo Lola
— Adiós chicas- Dijo Lori y la llamada de corto. El turno de Lori había terminado, ahora seguía cierto peliblanco cuya cabeza estaba por explotar. Esta vez sería más suave que las primeras veces con el, de todos modos es su hermano, está casado y se nota que ama a Ronnie Anne. No tenía porqué ser tan agresiva.
A la mañana siguiente
Hoy a las seis y media llegaban Leni y Lola, apenas faltaban dos horas y tenían que actuar ya. Mientras tanto Ronnie Anne jugaba con Danny a los constructores mientras Lincoln y Bobby charlaban en la cocina. Este le lanzó una lata de cerveza al peliblanco, cuyas manos de mantequilla hicieron que costara agarrarla.
— Ronnie Anne me contó que bebes- Dijo Bobby.
— No mucho, solo cuando estoy estresado, pero en mi trabajo pocas veces me estreso- Dijo Lincoln.
— También me contó que una vez volviste borracho- Dijo nuevamente Bobby.
— Oh... Si... - Dijo Decepcionado de sí mismo, a lo que Bobby rió.
— No te sientas mal, ella me contó que fue una reacción muy diferente- Dijo Bobby.
— ¿En serio?... ¡Oye amor!, ¿¡Que le contaste a Bobby sobre mi borrachera!?- Dijo Lincoln.
— Oh, que no fuiste un tipo agresivo, solo discutiste con el florero por quién ganaba en una pelea entre un dinosaurio parapléjico y un lagarto con enanismo. Luego, me abrazaste y... Bueno, me diste cariñitos- Dijo Ronnie Anne suavizando la última parte.
— Papá, ¿Que son cariñitos?- Dijo Danny, mirando a su hermana con seriedad. Ella sonrió nerviosamente.
— ¡Lincoln!, ¡Ven!- Llamó Lori. Y Lincoln fue hasta donde estaba ella. Estaba en el jardín, sentada.
— Oye... Lamento haber sido tan agresiva en nuestro reencuentro- Dijo Lori.
— No te preocupes, estamos progresando- Dijo Lincoln.
— Bueno, entonces... ¿Puedes ir al aeropuerto por Leni y Lola?- Pidió Lori.
— Claro, pero iré vestido de ruso- Dijo Lincoln.
— ¿Porqué?- Dijo Lori
— Para así generar un plot-twist donde al final el chófer ruso que tanto les agradaba, terminaba siendo su hermano menor y mayor, Lincoln Loud, "El maestro del disfraz"- Dijo Lincoln.
— Nadie nunca te va a llamar así- Dijo Lori.
— ¡Es cierto!- Gritó Ronnie Anne en el fondo.
Ya era hora de que Lincoln fuera por sus dos hermanas, por un lado pensaba en todos los golpes de Lola cuando el muestre su jeta ante ella. Su personalidad agresiva podría llegar a superar a Lana desde si encuentro en el patio de Lori. El peliblanco tomó una máscara antigas, una bata verde y un sombrero de piel de oso.
Ahora ya no era Lincoln Loud, ahora era Vladimir Molotov, era como el travestismo, pero en vez de vestirse de mujer y actuar como mujer, se vistió de ruso y actuará como un ruso.
— Este serra mi atuendo parra cuando lleguen las chicas al aerropuerrto. ¿Les gusta mi acento rruso?- Dijo Lincoln, y todos se le quedaron mirando.
— Obvio que si. Nos vemos a la tarrde- Dijo Lincoln y subió al auto. Partiendo su viaje al aeropuerto, aún estaba expectante al saber que iba a pasar, aparte de Lola también estaba Leni, la chica de la que menos se esperaría una golpiza, pero vivir con mujeres durante toda su vida le enseñaron una cosa.
Las mujeres son impredecibles.
Pasó un buen rato y Lincoln llegó hasta el aeropuerto. Le habían pedido la identificación, y tuvo que sacar la suya para que no pensaran que es un terrorista. Lincoln se puso en una buena posición para esperar a sus hermanas, y afuera veían periodistas y paparazzis esperando que el vuelo llegara a su destino.
Lincoln sonrió por el éxito que Lola y Leni tenían en el extranjero, al menos sabía que ellas son de un estrato de renombre. De repente todo el aeropuerto se volvió loco, furor causaban dos hermosas rubias, una era una diseñadora profesional que dedicó parte de su adolescencia a crear vestidos, blusas, pantalones y vestimentas varias. Esa era Leni Loud.
Por otro lado tenían a la famosa modelo Lola Loud, ganadora de diversos certámenes, incluyendo Miss Multiverso 2029 en su primera edición, siendo ella Miss Estados Unidos.
Y el chófer era... Lincoln, escritor de novelas gráficas y creador de numerosas versiones de Ace Savvy, siendo su creación mas aclamada Ace Savvy New Vegas.
Era como los estratos sociales de Mafia City. Lincoln era Lvl 3 gángster, Leni y Lola eran Lvl 100 Mafia Boss. Así es como funciona la mafia. Solo faltaba que de fondo apareciera esa típica canción.
Leni saludaba a las cámaras con gentileza, ella era educada con la gente que le tomaba fotos y rara vez explotaba con los paparazzi, mientras que Lola solo caminaba masticando un chicle, usando lentes oscuros para imponer una actitud de diva tranquila.
Lincoln aseguró su máscara y esperó a sus dos hermanas.
— Hola, ¿Usted es el chófer?- Dijo Leni
— Efectivamente señorritas Loud- Dijo Lincoln... Digo, Vladimir Molotov.
— Oh, un placer, yo soy Leni, ¿Tú cómo te llamas?- Dijo Leni encantada de conocer al chófer ruso que era su hermano.
— Mi nombrre es Vladimirr Molotov, vengo de la solemne madrre Rrusia- Dijo Vladimir Molotov.
— Como digas Vlad, llevanos a nuestro hotel- Dijo Lola subiéndose a la limosina. Leni hizo lo mismo y partieron rumbo al hotel, en el camino conversaron un poco.
— Oye Vladimir, ¿De que ciudad vienes?- Dijo Leni.
— Vengo de la grran ciudad de San Peterrsburrgo, perro vine a Estados Unidos en busca de nuevas oporrtunidades- Dijo Vladimir.
— ¿Y tienes visa?, ¿Estás casado?- Dijo Lola.
— La visa la tengo desde hace mucho tiempo, y me casé con una chica que tiene genes latinoamerricanos- Dijo Lincoln haciendo una jugada arriesgada, pero era para ver si se acordaban de el.
— Oh, Lola, ¿Sabes a quién me recuerda?. A Lincoln y Ronnie Anne- Dijo Leni recordando feliz. Y Lincoln soltó una sonrisa.
— Si... Ronnie Anne había ascendido a ligas mayores, ¿No?... Ninguna de nosotras había hablado con ella desde el incidente de la alcantarilla- Dijo Lola triste, y a Los le comenzó a recorrer un pequeño escalofrío, odiaba recordar aquella vez con los Casagrande, pero era una herida que no se podía curar tan fácilmente.
— y-y díganme, ¿Quién es es tal Lincoln?, Se oye un tipo interesante- Dijo Lincoln
— El... Es nuestro hermano, pero... Hace tiempo que no lo vemos- Dijo Leni.
— Si... El chico un día de marchó y no volvió jamás, pero quién sabe que estará haciendo ahora...- Dijo Lola.
El peliblanco entendía que sus hermanas lo extrañaban, guardar rencor nunca es bueno, mata el alma y la envenena. Cómo la venganza. Se sintió tan culpable que no dijo nada en el último tramo hasta llegar a un lujoso hotel con luces.
— Gracias por el viaje Vlad- Dijo Lola.
— Adiós Vladimir, viva la madre Rusia- Dijo Leni alzando su mano izquierda.
Lincoln se había quedado unos minutos meditando su siguiente movimiento, en cuanto pudo, entró al hotel y siguió a sus hermanas. Un hotel tan lujoso que con solo pisar la alfombra te hipoteca la casa, el auto y también los zapatos, habían acuarios y sillones dorados con colchas de terciopelo.
Lincoln las pudo alcanzar antes de que subieran, puesto a que querían comer en una cafetería con el logo de un mapache y un conejo (dat posicionamiento de productos).
— Leni, recuerda nunca volver a comer la comida del avión- Dijo Lola.
— Hola señorritas- Dijo Vladimir.
— Hola Vladimir, ¿Que haces aquí?- Dijo Leni.
— Tengo una confesión que hacerrles... En realidad no soy ruso- Dijo Lincoln.
— ¿De que estás hablando?- Dijo Lola, acto seguido, Lincoln se quitó la mascara anti gas, revelando a un pecoso y peliblanco chico.
— ¿¡LINCOLN!?- Dijeron ambas.
— Hola, jejeje- Dijo Lincoln esperando su muerte.
Parte 1/2
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