99 |Final|

Aquella boda fue uno de esos momentos que no se olvidan con facilidad, si es que siquiera se llegan a olvidar. Malia había llegado justo a tiempo, calmando así los nervios de Leonardo y de los demás, puesto que todos habían sido contagiados por la incertidumbre de si la chica no aparecía.

Liam no iba a olvidar fácilmente ese día. Sobre todo por lo que había ocurrido con Peter, Malia había sido llevada al altar por el señor Tate, pero eso no había evitado que ambos padres, el biológico y el legal, derramaran un par de lágrimas al ver lo hermosa que estaba ella. Aunque luego Peter quiso ocultarlo cubriéndose con Samuel, pero Liam ya le había visto, e iba a burlarse de ello por el resto de sus vidas.

Luego de la ceremonia en la iglesia, siguió la fiesta en un salón. El lugar era genial, todo había sido organizado por Malia y Lydia en conjunto y, aunque habían tenido varias peleas, el lugar había quedado muy bien. Era elegante sin ser excesivo y estaba decorado con blanco y diferentes tonalidades de verde.

Liam había bailado con todos a excepción de los Hale hombres, ellos al parecer no bailaban. Acababa de salir de la pista de baile porque había comenzado una canción lenta. Fue a sentarse a su mesa a ver como estaba Samuel, el niño se había dormido en dos sillas y estaba usando su saco como manta. Se terminó la copa de champagne que le habían servido y suspiró algo cansado mientras observaba a los demás bailar. Malia y Leo estaban abrazados en el centro de la pista, moviéndose lentamente con sonrisas muy amplias, Melissa y el Sheriff estaban a pocos metros de ellos bailando de forma más experimentada, al igual que otras de las parejas de baile. Scott bailaba con Kira, Lydia con el oficial Parrish, Deucalion bailaba con una mujer que Liam no conocía, todos tenían alguien con quién bailar, incluso Stiles y Derek estaban bailando.

— ¿Qué pasa? –Alzó la vista para ver a Peter, que acababa de regresar con un vaso con cerveza. Liam sonrió preguntándose de dónde lo había sacado.— ¿Por qué no estás bailando?

Miró a su mate y se encogió de hombros. La verdad es que no tenía con quien bailar allí, Peter ya le había dicho que él no bailaba, no iba a seguir insistiendo.

— ¿Quieres bailar? –La pregunta le tomó por sorpresa, Liam le miró incrédulo, el alfa le sonreía.— Anda, ya sabes que no muerdo.

— Si muerdes –Le recriminó riendo.— Vamos a bailar.

Dándole una última mirada a Samuel y acomodando el saco para que no tuviera frío, Liam se puso de pie y fue junto con Peter a la pista, se pusieron cerca de Malia y Leonardo, comenzando a bailar lentamente y algo separados. Ambos se miraban a los ojos y sonreían inconscientemente y se movían al ritmo de la música. Peter se inclinó para darle un beso y Liam le recibió gustoso, sin importarles nada.

Se separaron cuando la música cambio. Liam sonrió al escuchar la canción que sonaba ahora, Cayendo, vieron como Malia y Kira se dedicaban una sonrisa cómplice y se alejaban de sus chicos para acercarse al centro de la pista y comenzar a bailar juntas. Malia se veía algo limitada con sus movimientos a causa del vestido, pero ambas reían y parecían estarse divirtiendo.

Peter intentó escapar al igual que su sobrino al ver la forma en la que debía callarse aquello, pero Liam fue más rápido y le agarró por la cintura para mantenerle en el lugar, comenzando a moverse contra él. El alfa se mordió el labio mientras intentaba moverse igual que Liam.

— No soy bueno bailando sexy –Admitió en un murmullo.

— Solo tienes que moverte contra mí –Le dijo Liam, restándole importancia a las habilidades del mayor.— Imagínate que estamos solos en casa.

La idea le pareció prometedora al Hale, pero se le hacía muy difícil pensar que estaban solos teniendo a tanta gente riendo a su alrededor. Volvió a poner atención en Liam cuando el chico subió una mano a su nuca, para besarle con hambre.

Mientras se besaban su mente estaba en blanco, no se dio cuenta de cómo había comenzado a moverse a la par que lo hacía Liam. Consiguiendo de esa forma bailar decentemente.

El rubio se separó sonriendo satisfecho, pero sin dejar de moverse contra él.

— Lo haces bien –Le elogió sonriendo, Peter sonrió ampliamente.

— Me molesta tu experiencia –Le dijo el alfa.— ¿Debería ponerme celoso?

Liam negó mientras reía.

— Aprendí solo –Le aseguró, queriendo calmar posibles celos.— Tampoco es tan difícil, es solo mover la cadera contra la del otro.

— ¿Así? –Peter empujó su pelvis contra la del menor, haciéndole tensarse.

— Aquí no –Le murmuró para que solo él le escuchara, Peter rió e hizo el mismo movimiento.— Basta...

— Anda, es solo un poco de contacto –Le dijo, agarrándole por la cintura.— No me digas que no te gusta.

Liam quiso insultarle, pero solo pudo jadear ante aquello.

— Me vengaré –Le gruñó, para luego seguir bailando.

(...)

El beta había cumplido con su promesa. Al regresar a casa con un exhausto Sam que parecía que no iba a despertar nunca, los dos se habían ido a la habitación y se habían encerrado por horas. Liam se había aprovechado, jugando con Peter, llevándole a su límite hasta que el mayor era una masa que gruñía y jadeaba mientras él se movía al ritmo que quisiera encima de su miembro. El alfa le sujetaba por las caderas, intentaba sin éxito hacerle acelerar, pero Liam tenía otros planes que iba a mantener.

— Liam, por favor –Le suplicó.—  Muévete más rápido.

— No –Le dijo con burla, continuando con el ritmo lento pero constante que marcaba.

Vio los ojos de Peter brillar rojos y, de repente, su espalda se encontraba contra el colchón. Iba a reclamarle al Hale, pero se quedó sin aire al sentir una estocada que llegó hasta su punto dulce, dejándole con la mente en blanco.

Su plan de venganza se había visto arruinado por las estocadas salvajes del mayor hasta su punto más dulce, aunque no podía importarle menos en ese momento. Lo único que le importaba era sentir a Peter. Se aferraba a sus hombros y gemía con cada estocada que daba contra su interior, se quedó sin aire cuando el mayor comenzó a masturbarle y, debido a la doble estimulación, no tardó mucho en correrse entre ellos. Aún así, siguió empujando sus caderas contra el mayor y este le siguió embistiendo hasta alcanzar su propio orgasmo.

Peter salió de su interior y cayó a su lado, Liam se puso de costado para verle y le sonrió mientras le quitaba unos cabellos que se le pegaron a la frente.

— Te amo –Le dijo Peter, acercándole para atraparle en un abrazo.— Tú y Sammy son lo mejor que me ha pasado en la vida.

— También te amo –Murmuró Liam, dejándose llevar por el sueño.

Sin importar lo que había ocurrido entre ellos ni lo que fuera a ocurrir, ellos seguían juntos, demostrando que el destino había hecho bien en juntarlos. Porque lo de ellos era más que un emparejamiento, era un amor incondicional que aseguraba durar por muchos años, tantos como los que iban a vivir.

NOTA DE LA AUTORA:

No tengo perdón de Dios por haber tardado tantos días. Esta vez si que no hay excusa que valga, fue puro procrastinar por no querer llegar al final, porque si, este fue el final (vamo a llorar). Tengo una presión en el pecho por este momento, pero no se preocupen, pronto empiezo otra historia para que nuestros corazones no sufran.

Muchas gracias por el apoyo, chicos y chicas, de verdad espero que les haya gustado esta historia que me quedo muchísimo más larga de lo que imaginaba. Pero bueno, quedó bien (eso creo).

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

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