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Peter no se había calmado, estaba furioso. Se encontraba haciendo uso de toda su fuerza de voluntad para no lanzarse a destruirle la yugular al otro alfa. Malia se había llevado a Dalia y Samuel al piso de arriba mientras que Liam no pensaba ni por un segundo en dejar solo a Peter con Scott. Sabía que si lo hacía luego tendrían que encontrar alguna forma de cortar el cadáver en pedazos y enterrarlos en diferentes puntos del bosque. No creía que a Stiles le agradaba que matar a su mejor amigo, menos le iba a caer bien a Kira que mataran a su novio.
En menor medida, le daba lástima Scott. Se había dejado manipular por Deucalion y, aunque Liam apenas conocía al hombre de haberle visto hace ya tiempo, le habían contado de lo que era capaz.
Scott se explicó mucho más frente a Peter. Contando que Deucalion había aparecido en la veterinaria de Deaton mientras él y Stiles cuidaban el lugar debido a que el Druida no estaba allí pero debían recibir a algunos animales. El alfa ciego le había presentado diciendo que venía a ayudar a Scott, contando entonces la zarta de mentiras que Stiles no se creyó ni por un momento, pero Scott se lo hizo.
Escuchando todo aquello, Peter llegó a la conclusión de que el otro alfa había querido provocar que Scott le matara o atacara, pero en lugar de eso el menor había hecho algo completamente humano como lo era denunciarle por abuso. Si se hubiera tratado de otro alfa, seguramente este hubiera intentado matar al Hale mayor y eso hubiera acabado aún peor que un simple juicio.
— Lamento si pensé mal de tí, Peter –Se disculpó el joven alfa.— Pero creí que planeabas algo en contra nuestro y que, además, estabas lastimando a Liam.
— Aunque quisiera no podría hacer ninguna de las dos cosas –Repuso el Hale, sonando ofendido.— La primera porque ustedes me importan un comino, y la segunda porque yo puedo ser muchas cosas, pero no soy un maldito violador ¿Entiendes? Nunca le haría algo así a nadie.
Liam se sorprendió por el tono de voz de Peter, el mayor nunca había reaccionado de esa forma a ninguna acusación. Pero con respecto a aquello parecía realmente molesto, casi furioso podría decirse.
— Bueno, esto ya fue suficiente charla –Repuso el menor.— Puedes irte Scott, nadie te va a matar.
— Por hoy –Gruñó el mayor.
El alfa más joven se puso de pie y se dispuso a salir de la casa. Liam le siguió para acompañarle a la puerta y le abrió.
— Gracias por dejarme explicarme –Le dijo el de tez morena.— Y gracias por evitar que... ya sabes, que Peter me matara.
— No hay problema –Liam le sonrió de forma algo forzada.— No quería limpiar tu sangre de mis paredes de todas formas.
Scott rió nervioso, creyendo -o queriendo creer- que aquello había sido una broma del chico.
— Adiós Liam –Se despidió saliendo de la casa.— Felicidades por tu hijo, es uy lindo.
— Obviamente, es hijo nuestro –Se escuchó decir al Hale desde el interior de la casa.
— Adiós Scott –Se despidió Liam riendo.— Y la próxima vez que tengas dudas respecto a algo que tenga que ver con nosotros, solo ven a preguntar ¿Entendido?
— Si señor.
Liam observó mientras su ex-alfa caminaba hasta la moto y luego le vio subirse a esta. No entró a la casa hasta que le vio irse, solo entonces regresó dentro y cerró la puerta.
— ¿Qué hablaste con Satomi? –Le preguntó a su compañero mientras entraba a la sala.
— No llegamos a hablar mucho –Bufó el Hale.— ¿Qué fue eso del aullido y el rugido? Casi me provocan un maldito ataque al corazón.
— El aullido fue tu hija –Repuso Liam, cruzándose de brazos.— El rugido fue porque me estaban hartando y era eso o matarlos.
Peter se acercó riendo y rodeó al menor con sus brazos, cogiéndole por la cintura y pegándole a su cuerpo para besarle.
— Me encanta tu poca paciencia –Le elogió, volviendo a besarle.— Y me encanta cuando amenazas con matar gente.
El alfa volvió a besarle, esta vez comenzando a acariciar la espalda del menor. El cual le alejó.
— Ya es la segunda vez en dos días que me alejas –Le reclamó.— ¿Ahora que diablos pasa?
— Malia está arriba –Le recordó.— ¿Lo olvidaste? ¿Debería comenzar a preocuparme porque estás mayorcito?
En venganza por el comentario, Peter atacó el cuello del menor y le mordió, haciéndole gruñir adolorido.
— Compórtate, mocoso –Le dijo, alejándose.— O te voy a lavar la boca con jabón.
Liam rió mientras observaba a Peter ir escaleras arriba, hacia la habitación de Samuel. Al abrir la puerta, Dalia salió disparada hacia afuera, corriendo escaleras abajo y, luego, se escuchó como Liam comenzaba a hablarle al animal. Probablemente la doverman le había intentado derribar, a veces lo hacía.
— Por fin se calman, salidos –Le dijo Malia desde adentro.— Ya creí que iban a hacer bebés en la sala y tendría que saltar por la ventana para escapar.
— Ya vas a llegar a donde estoy yo, Malia –Repuso el Hale mayor, hablando con sabiduría.
— Oh, ya he estado allí –Respondió la coyote con burla.— Y sé lo genial que es, yo...
— Puedo vivir sin enterarme de la vida sexual de mi hija menor, muchas gracias –La interrumpió Peter.— Así que mantente en silencio respecto a eso, o saldré a rastrear a cada sujeto que te ha puesto un dedo encima.
— Me han puesto más que un dedo.
— ¡Malia!
La nombrada salió riendo de la habitación, Peter rodó los ojos y se acercó a la cuna donde Samuel le miraba.
— Al final tú eres el único que aún no está mal de la cabeza en esta casa –Le dijo al niño, sonriéndole.— No crezcas nunca, pequeño.
NOTA DE LA AUTORA:
¿Por qué me sale tanto fluff doméstico? Alguien que me de una explicación racional para esto.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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