43
Le dedico el capítulo a ClaudiStarz porque fue la única que se avivó con una línea que yo había puesto en el capítulo anterior. Disfruta querida. Disfruten todos el capítulo.
La cena continuó tranquila, ambos hablaban mientras comían, intentando ser lo más elegantes posibles puesto que a veces el otro les hacía reír mientras masticaban y lo que menos querían era dar una mala impresión por acabar escupiendo al otro.
Pensando en dar malas impresiones, Liam frunció el ceño y miró a Peter con reproche.
— Pudiste haberme dicho que había que venir bien vestido –Le reclamó mientras observaba al otro servirse vino.
— Estás bien vestido –Aseguró Peter.
— Hablo de ropa elegante –Repuso Liam.— Todos están vestidos con ropa elegante, y yo aquí con convers y jeans, me siento como un niñato.
— Tú no necesitas esa ropa ostentosa para verte bien –Gruñó Peter, oliendo la incomodidad del menor.— Eres más atractivo que cualquiera de esas personas.
Notando el chico aún inseguro por lo que había dicho, estiró su mano y la colocó encima de la de Liam, apretándola con cariño.
— Te aseguro que a más de uno de ellos le miré de forma asesina porque te estaban echando el ojo –Dijo sonriéndole.— Ahora borra esa cara larga y sonríe que por verte triste mi lobo se deprime.
El rubio sonrió y cogió la mano de Peter, llevándosela al rostro y apoyando la cabeza en su palma. El alfa le acarició el rostro antes de que el chico se alejara curioso al verle bebe vino.
— ¿Qué sabor tiene?
— Sabe a uva con alcohol –Dijo Peter, sin saber describirlo realmente.— ¿Quieres?
Liam asintió con la cabeza y Peter le sirvió vino en su propia copa. El menor la cogió y se la bebió de una sola vez.
— Hey, más despacio cachorro –Le dijo, haciéndole bajar la copa. — Te va a hacer mal beber tan rápido, de por sí no debería dejarte beber.
El beta se relamió los labios y sonrió.
— Es delicioso –Dijo sonriéndole al mayor, el cual se pasó una mano por el rostro.
— Genial, he creado a un ebrio –Dijo el mayor bufando mientras observaba la etiqueta de la botella de vino.— Encima eres un ebrio costoso, porque este vino es caro.
— Pues mejor no desperdiciar.
Ante la vista de su alfa, Liam sacó la botella del contenedor con hielo y le dio un enorme sorbo directamente del pico. Peter le quitó la botella intentando verse serio.
— No hagas eso, mocoso borracho –Dijo, aunque su voz sonó algo extraña por la risa que no pudo contener.— Deja algo para mí.
Peter intentó darle un sorbo a la botella, pero Liam se puso de pie y le detuvo.
— Tú tienes que conducir –Le reclamó, quitándole la botella.— Así que dame.
Volviendo a tener la botella entre sus manos, Liam le dio un gran sorbo mientras se volvía a sentar, escuchando a Peter reírse mientras le veía.
— Yo no me puedo embriagar –Reclamó el alfa, recibiendo una mirada acusatorio de Liam.— Esa única vez fue porque había adulterado las cervezas con acónito. Sin eso no puedo emborracharme.
— Entonces yo tampoco –Repuso Liam.— Ya tenía buena resistencia al alcohol siendo humano, más la tendré ahora.
— Te lo advierto, el vino es más fuerte que unas cervezas baratas.
— Pruébame.
(...)
Cerraron la cena con broche de oro y, para cuando regresaron al departamento, Peter intentaba contener la risa. Era muy obvio que Liam estaba ebrio, y no le culpaba, le había dejado beber demasiado y aquel era un vino realmente fuerte, incluso él sentía su propio aroma algo teñido por el alcohol.
Pero el caso de Liam era otro, él literalmente olía a ebrio. Por cada uno de sus poros se desprendía el aroma del alcohol y, aunque intentara disimularlo, sus movimientos también se veían afectados por el efecto del vino.
Viéndole tambalearse hacia el sofá, Peter le cogió por la cintura y le apegó a su cuerpo para que no cayera. Las manos del menor descansaban en su pecho mientras intercalaba miradas entre este y su rostro. Acabando por ponerse en puntas de pie y juntar sus labios en un beso lento.
Peter sintió el aroma del alcohol y acarició las caderas del menor mientras que Liam acariciaba el pecho que le quedaba al descubierto.
Los suaves dedos del menor contra sus pectorales provocaron que un escalofrío le recorriera de pies a cabeza, aferrándose a las piernas de Liam para levantarle y colgarle de su cuerpo.
El menor enredó sus manos alrededor de su cuello y profundizó el beso, comenzando una batalla de lenguas que hizo jadear a Peter.
El Liam ebrio mostraba mucha más iniciativa que el Liam normal.
— Vamos al cuarto –Pidió el menor cuando se separaron del beso.
— Estás ebrio –Le reclamó Peter.
— No lo estoy –Refunfuñó el rubio haciendo un mohín, eso solo confirmaba lo dicho por Peter.
Liam llevo una de sus manos a los pantalones del mayor e intentó desabotonarlos, pero el mayor le detuvo.
— Basta –Dijo súbitamente, haciendo que sus ojos brillaran rojos.
Los ojos del beta brillaron amarillos y ladeó la cabeza, dejando su cuello expuesto para Peter.
Viéndose muy tentado, Peter hundió su rostro en el cuello y comenzó a besar y lamer aquella nívea piel, disfrutando de los suspiros y gemidos necesitados que provocaba en Liam.
De un momento a otro, ambos estaban en la habitación. Echados en la cama y metiéndose mano como campeones, en el restaurante y el auto Liam había intentado provocarle para que lo hicieran, pero él se había negado a sabiendas de que el chico no estaba en sus cinco sentidos.
Pero ya no podía negarse más, su lobo luchaba para salir a satisfacer a su deseosa pareja y él no tenía la suficiente fuerza de voluntad como para negarle placer a Liam.
Le quitó los pantalones y la camisa, comenzando a besar cada extensión de piel que tenía a su alcance, acariciando sus piernas mientras que torturaba un poco al chico no atendiendo aún su erección.
— Peter –Había gemido Liam con ansia, casi con necesidad.
Aquello había hecho que algo en su mente se partiera en cientos de pedazos.
Sus ojos se tiñeron de un rojo definitivo y Liam jadeó al sentir una mano brusca meterse en sus calzoncillos y aferrarse a su miembro. Abrió los ojos al sentir como era jalado hasta que sus piernas quedaban colgando del borde de la cama y bajó la vista hacia Peter, que se encontraba de rodillas en el suelo.
Vio los ojos rojos del alfa y no pudo evitar gimotear debido a lo que sospechaba que estaba por venir. El mayor le bajó los bóxers con eterna lentitud y, una vez que estos estuvieron fuera del camino, le hizo separar las piernas.
El lobo observó el miembro del menor, erecto y superando líquido preseminal. Acarició la línea de bello púbico que había en la base y se acercó más, comenzando a lamer la extensión.
Sintió el temblor del menor como si fuera suyo propio, para luego sentir las manos del chico aferrarse a sus hombros y buscar soporte allí mientras se sentaba.
Comenzó a meterse el miembro en la boca y Liam se quedó sin aire al sentirse rodeado por la húmeda y cálida boca del Hale. Echó la cabeza hacia atrás mientras una de sus manos iba hacia el cabello del mayor y se aferraba a este.
Ante las caricias de Liam, el lobo ronroneó, haciendo vibrar su garganta y provocándole un escalofrío al menor, el cual movió su pelvis hacia adelante, embistiendo la boca del mayor inconscientemente.
— Peter –Gimió, sintiendo la lengua del mayor alrededor de su miembro y las manos de este acariciando sus muslos.
Casi se hace daño en la garganta por el agudo gemido que dio cuando sintió las manos del mayor pasar de sus muslos a aferrarse a sus nalgas, quitándole el aliento.
Las caricias y apretones tan cerca de su entrada, sumando la estimulación que estaba recibiendo en su miembro, le tenían hecho una masa temblorosa que no hacía más que gemir y embestir la boca ajena.
— ¡Peter!
Aquél grito había intentado ser una advertencia de que estaba a punto de correrse, pero toda la sangre que antes iba hacia su cerebro había ido hacia otro lado y solo pudo gritar el nombre del mayor con tal fuerza que cualquier otra persona podría creer que le estaban matando.
Haciendo uso de la poca cordura que le quedaba, porque aquello le estaba volviendo loco, intentó alejar a Peter de su miembro. Pero el alfa solo se apegó más a su cuerpo,tragándose del todo la polla del menor.
Sintió el orgasmo llegar acompañado de un gemido aún más fuerte de los anteriores. Toda la ebriedad que pudiera haber tenido antes desapareció al sentir su semilla abandonar su cuerpo.
Hubiera caído hacia atrás en la cama de no ser por las manos de Peter sujetándole la espalda. El mayor continuaba recibiendo su orgasmo.
Cuando finalmente acabó su clímax, Liam jadeó y pasó de estar sujetando los hombros del mayor a aferrarse a la cama para mantenerse sentado para de esa forma no caer hacia atrás.
Peter se quitó el miembro ajeno de la boca y sonrió al menor mientras se relamía los labios, satisfecho por ver la expresión que Liam tenía.
— Por un segundo creí que ibas a anudarme la boca –Admitió con la voz algo ronca.
— Yo creí que iba a desgarrarme las cuerdas vocales –Repuso Liam con la voz rasposa.— ¿Por qué fue eso?
— Un agradecimiento.
— ¿Agradecimiento?
— Así es –Asintió el Hale.— Un agradecimiento porque esta fue la mejor cita que he tenido.
NOTA DE LA AUTORA:
Liam se ganó una mamada, maldito mocoso suertudo. Manita arriba quienes lo envidian 🙋
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top