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Luego de aquella declaración, Peter se había puesto tenso. Aquella tristeza reflejada en los ojos de Liam había hecho que se le instalará un nudo en la garganta. Por primera vez en su vida se había quedado sin palabras.

El rubio dejó el celular a un lado e hizo ademán de querer volver a hundirse en la tina. Pero el alfa no se lo permitió, le cogió por el rostro y le acercó a él, rodeándole con los brazos sin importarle que el otro estuviera mojado. En un primer momento, Liam se había puesto tenso, pero luego correspondió al beso poniendo sus manos en los hombros del mayor y acercándole más para profundizar el beso.

Cuando se separaron, Liam notó que la tela bajo sus manos se estaba humedeciendo.

— Mojé tu ropa –Murmuró mirando hacia el pecho de Peter.

— Entonces mejor me la quito.

El alfa se alejó y se quitó la camiseta de pijama que se había puesto mientras ponía orden. Todo bajo la expectante mirada del rubio, que se había quedado embelesado viendo los músculos del otro.

Peter arrojó la camiseta a un lado y sonrío al ver la mirada que Liam le seguía dedicando.

— Estaba pensando en que podríamos salir a algún lado –Dijo muy despacio.— No es algo que yo haga muy seguido, pero podríamos intentar.

El rubio le miró con las mejillas enrojecidas, sorprendido por lo que él mayor acababa de decirle.

Queriendo superar los nervios por lo que acababa de decirle, decidió que podría bromear un poco.

— ¿No se supone que primero viene la cita y luego el sexo? –Dijo con algo de sorna mientras se relamía los labios.

— Bueno... –Peter alzó las cejas.— Podemos decir que ni nosotros ni nuestra relación es normal.

A Liam le gusto como sonó aquello, nuestra relación, aquella frase le hizo sonreír de medio lado, sonrisa que se contagió a Peter.

— Ya he pasado mucho rato en esta tina –Se quejó, observando como la piel de sus dedos se había arrugado.— Quiero salir.

Peter asintió con la cabeza y se hizo a un lado para darle espacio a Liam, así el chico pudo salir de la tina y colocarse la toalla alrededor de la cintura. El alfa emitió un sonido de queja cuando el otro se cubrió.

— ¿Con todo lo que hemos hecho tienes el descaro de cubrirte? –Se quejó, cruzándose de brazos.

— Me tengo que secar, macho –Le recordó.— Y tú te tienes que bañar.

— No quiero –Refunfuñó el mayor mientras se le acercaba.— Quiero follarte de nuevo.

— Primero la cita –Sentenció Liam, yendo hacia la puerta.

— ¿A dónde te gustaría ir? –Le preguntó el mayor mientras se acomodaba el pelo.

— Donde tú quieras –Dijo con una sonrisa mientras abría la puerta.— Si voy contigo, seguro será genial.

Aquella frase había sido algo inocente, lo había dicho sin pensar. Pero había provocado algo en Peter que le hizo quedarse sin aire.

Cuando Liam salió del baño y estuvo de pie en el medio del cuarto de Peter, este había salido detrás de él y le había cogido por el hombro para darle la vuelta y estampar sus labios con los del menor.

El rubio respondió al beso, pero lo mayor que pudo hacer fue jadear y, de esa forma, darle espacio al mayor para meter su lengua en la boca del chico y recorrerla a gusto.

Cuando se separaron de aquél beso, Peter se relamió los labios y sonrió de medio lado, frotando su nariz contra la de Liam.

— Vístete –Le dijo con la voz algo ronca por el beso.— Yo me baño rápido y salgo.

— ¿Eso es todo? –Liam sonaba algo decepcionado, decepción que se reflejó en su rostro cuando Peter se alejó.

— Te diría ponte guapo, pero si te vieras un poco más guapo me explotaría...

— El corazón –Le interrumpió el menor riendo.

— No iba a decir eso.

— Lo sé –Asintió el beta, alzando una ceja y sonriendo.

— Deja de provocarme –Gruñó Peter dándose media vuelta para dejar de mirarle.

Antes de que Liam dijera algo más, lo cual sospechaba iba a ser para provocarle, Peter se metió al baño y se quitó los pantalones de pijama que se había puesto solo para no andar desnudo. Luego se metió en la tina y suspiró relajado al sentir el agua caliente contra su cuerpo.

Se hundió hasta la boca para evitar aullar a la emoción, iba a tener una cita decente con Liam y su lobo quería salir a gritarlo por las calles. Decía su lobo por no admitir que él también quería hacerlo. Ya quería ir a presumirle a Derek que su mate era mucho más sexy que Stiles, aunque mejor sería que se mordiera la lengua, no estaba listo para morir de nuevo. No al menos antes de tener varias citas más con Liam, unas cien o doscientas citas antes de morir.

— ¡Apúrate, chucho lento! –Escuchó que le gritaba Liam riendo desde fuera del baño.

— ¿Por qué no vienes a enjabonarme la espalda, cachorro? –Dijo de forma sugerente, sin la necesidad de gritar porque era obvio que Liam le había escuchado.

— ¡Eres un lobo pervertido!

Se incorporó en la bañera y cogió el jabón, comenzando a pasárselo por el cuerpo porque, luego del silencio que recibió como respuesta era obvio que Liam no iba a ir a enjabonarle.

Pero iban a tener una cita, así que nada iba a poder quitarle la alegría que estaba sintiendo.

NOTA DE LA AUTORA:

Capítulo algo corto, lo sé y lo siento, es que tenía un bloqueo y aún así quería escribir.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

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