EXTRA TRES
🌻 LUCIA 🌻
Los nervios me están carcomiendo desde que aterricé en el aeropuerto el dorado de Bogotá, confieso que el principal motivo de estar así, es saber que lo veré después de todos estos años.
Son las seis de la tarde y mamá ya está por llegar a casa, no le dije que venía así que se sorprenderá cuando me vea.
Han pasado un poco más de tres años desde que mi vida cambió por completo y decidí escapar como una cobarde de todo eso, cuando Marcos se ofreció a pagarme una carrera en la universidad que yo quisiera, acepté sin pensarlo y me fui a España a estudiar y olvidar. La lejanía me ha hecho bien y espero terminar pronto mi carrera para volver definitivamente a casa con mami y retomar mi vida.
Mañana es día de visitas y pienso ir a visitar a papá, no lo he visto desde que lo condenaron y necesito despejar muchas dudas. A veces siento que soy la culpable de lo que él hizo, si yo no hubiera puesto mis ojos en Aron, tal vez él no hubiese planeado lo de la boda para cobrar una herencia que no nos pertenece.
—Hija, estás aquí. —La sorprendida voz de mami me trae de vuelta, sus ojos están llenos de lágrimas desdé verme cruzar la puerta.
—Mami, te Extrañé. —Suelto mis maletas y corro para abrazarla.
—Yo igual mi amor, no sabes lo vacía y lo enorme que sentía la casa sin ti. —Me separo del abrazo y la miré a los ojos.
—Mañana iré a ver a papá.
—Me alegra mucho escuchar eso hija, tú padre desea verte, te extraña mucho y está muy triste porque no lo has visitado ni una vez. —Pasa su mano por mi cabello—. Está arrepentido mi amor, ya no seas dura con él.
🌻🌻🌻🌻🌻🌻
Estoy ansiosa, no sé qué hacer ni que decir, de hecho no sé que quiero escuchar. ¿A qué vine?
—Princesa mía, me alegra tanto verte por fin. —Sus lágrimas salen mientras corre a abrazarme emocionado y yo permito que lo haga.
Lo he extrañado todo este tiempo porque a pesar de todo, él siempre fue un gran padre para mí.
—Hola papi. —Me separo de él—. Vine porque hasta ahora tuve el valor y quiero que me expliques muchas cosas, tal vez así pueda entender, perdón por tardar en venir, pero necesitaba tiempo para asimilar todo lo que pasó.
—Princesa mia, entiendo como te sientes, pero te aseguro que mi amor por ti siempre fue real, el hombre que conociste, fue el verdadero.
—Demuestralo, explícame.
—¡Ven!, siéntate y gracias por venir — Obedezco,luego y toma mis manos—. ¿Cómo has estado? Háblame de ti por favor.
—No hay mucho que contar, sabes que me fui a estudiar lejos y en cuanto me gradue tengo un puesto seguro en Grimaldy group. Marcos ha costeado todo eso y también los gastos de mami. —Se queda silencio por un momento.
—Hija, me alegra saber que todo está bien contigo y con tu madre.
—Papi, ¿Tú cómo has estado? ¿te tratan bien aquí? —Quiero asegurarme.
—No te preocupes princesa, estoy bien. —Responde tratando de no preocuparme, aunque estaba lejos sabía que no la estaba pensando nada bien aquí, que no recibía buen trato ni de los oficiales ni de los otros reclusos. El abogado que contraté sin decirles nada, me lo dijo.
—Bueno. —Hice una pausa para preguntar lo que quería— ¿Papi por qué...
—Hija yo...
—Si no me dices lo que quiero saber me iré y no volveré, lo juro.
—No, no te vayas princesa. Está bien, te diré. —Pasa sus manos por su cabeza, suspira y me mira—. Yo solo quería un lugar en la familia, un poco de aceptación cuando mamá murió y la señora Grimaldy decidió adoptarme, era un niño y me sentía muy feliz porque ya no estaba solo. Sentía mucho respeto por ellos, no todos hacen algo así y menos por la servidumbre.
»Siempre intenté ser un buen niño como mamá me decía, estudié y me porté bien para no defraudar a papá, bueno; a Aarón Grimaldy. Hice todo lo que me pidió, también intenté ser un buen hermano para Raúl y luego para Sarah cuando nació y cuando cumplí la mayoría de edad le pedí a papá que me dejara intervenir en sus negocios, él aceptó y cuando ya tuve experiencia, me dio el poder para decidir. Entonces se me ocurrió la idea de crear la compañía, se lo plantee a papá y accedió a ayudarme, me dio el dinero para crearla. En un año la compañía ya estaba en funcionamiento, aún era pequeña y con el paso de los años fue creciendo y fortaleciéndose. Papá me dejó a cargo de ella y él continúo manejando sus negocios.
Cuando la compañía estuvo en su punto máximo del éxito, conocí a Helena y me enamoré de ella, hablé con sus padres y ellos aceptaron un compromiso entre nosotros a cambio de salvar su compañia que estaba casi en la quiebra, para ello se decidió unificarlas y así fue como grimaldy group se agrandó. Al casarnos nos fuimos a vivir a la mansión porque Helena no quiso ir a la casa que sus padres nos regalaron para la boda. Dos años más tarde papá anuncio que repartiría su dinero en partes iguales a sus dos hijos y que Raúl se encargaría de la compañía, me dejó por fuera de todo. En ese momento no dije nada, pero luego fui a hablar con él y su respuesta fue "No eres un Grimaldy" aunque fundaste la compañía, lo hiciste con mi dinero. Has de cuenta, que es una forma de agradecer lo que hicimos por ti.
—Papi, lo siento. Se cuánto debió doler, porque tú te creías uno de ellos.—Me conmuevo al ver el dolor reflejado en sus ojos.
—Yo no quería su dinero, pero esperaba que por lo menos me diera el 20 o 30 % de las acciones de la compañía, de mí compañía. —Noto el rencor en eso último que dice—. Me sentí tan decepcionado, defraudado, impotente y traicionado que hice lo que los débiles hacen, me refugié en el alcohol. Para empeorar mi situación, las cosas con Helena también fueron mal, ella no dejaba de hostigarme con sus reclamos por no saber por qué papá no me iba a dejar nada, y cuando le dije que era adoptado se puso peor, me recalcaba día y noche que era un don nadie, lo mucho que se arrepentía el haberse casado conmigo y de la vergüenza que sentiría si sus amigos y conocidos se enteraban, era tanto su quejadera que llegó un punto en que... llegue a golpearla para que se callara.
—Espera, ¿Se lo dijiste a tu esposa? Ella le dijo a Marcos que no sabía, que lo supo el día en que Raúl se enteró que...
—Miente, como siempre lo ha hecho. Lo hizo para meterse en la cama de Raúl. Tengo que reconocer que a pesar de nuestros roces, él era muy noble y se dejó conmover por ella.
—La golpeabas, tu...
—Si, y dejé de hacerlo cuando supe que estaba embarazada y cuando Marcos nació fui inmensamente feliz, yo en verdad lo amaba, por eso cuando me enteré que no era mi hijo, si no de Raúl fue un gran golpe para mí. Yo no imaginé que ella se atrevería a tanto. Engañarme, achacarme un hijo que no era mío, creí cuando dijo que Marcos había heredado el color de los ojos azules de sus abuelos. Perdí mi razón cuando Raúl quiso quitármelo. Mi ira se desató y me dejé llevar por ella. Sé que no es una excusa, pero cuando te sientes herido, humillado y desprestigiado, no piensas bien.
—Entiendo, aunque no te justifico. Todas esas cosas que hiciste no fueron correctas, lastimaron a personas inocentes, incluyendo a mami y a mí.
—Yo solo quería lo mejor para ti, que tuvieras todo por lo que yo había luchado.
—¡No me culpes por tus actos!, yo no quería nada de eso, solo te quería a ti y no me lo diste, aunque estuviste ahí no estabas como yo quería. —Dejo salir mis lágrimas que demuestran mi dolor y enojo—. Pudiste divorciarte y casarte con mami para vivir con nosotras como una familia aunque no tuviéramos dinero, pero preferiste consumirte en tu venganza. No me elegiste a mí. Elegiste el dinero.
—No, no princesa, eso no es cierto. Hubo un momento en el que tu madre me convenció de dejarlo todo e irme con ustedes a otro lugar y formar una familia, pero Helena...
—¿Helena qué? —Baja su mirada— Habla papi, no la defiendas después de todo lo que te hizo.
—Helena me obligó a quedarme a su lado, me amenazó con refundirme tras las rejas por la muerte de Raúl, si eso pasaba ustedes se quedarían solas y desprotegidas, ella podía hacerles daño a tu madre y a tí. Ella tenía las pruebas porque fue ella quien me lo pidió.
—¿Qué? ¿Te pidió que lo asesinaras? ¿Y por qué lo hiciste?
—No exactamente, ella quería evitar el escándalo que Raúl provocaría y me pidió que lo detuviera. En ese entonces estaba muy enamorado y no quería perder a Marcos. Lo amaba. Yo no quería que Raúl muriera cuando averié los frenos, la bolsa de aire lo evitaría, pero no conté que no funcionaría.
—Después de eso, conocí a tu madre y cuando naciste tú, te convertiste en mi luz, en lo mejor que me pudo pasar y te amé mucho princesa, te amo. —Limpia las lágrimas que corren por mi mejilla— Perdóname hija. Perdona a tu padre —No respondo, pero lo abrazo.
—Ya debo irme, Papi. Espero que de verdad estés arrepentido y cambies, mami y yo te estaremos esperando. Te prometo que en cuanto me gradúe de abogada dedicaré la mayor parte de mi tiempo para reducir tu pena y sacarte de aquí.
—Hija.
—Adiós papi. Te quiero.
—Y yo a ti mi princesa, te prometo que lo haré.
🌻🌻🌻🌻🌻🌻
Dos días después de esa visita, empaqué algunas cosas y tomé un vuelo para ir a ver a Yuli y a los niños.
Confieso que estoy nerviosa porque sé que esta vez Aron está ahí, tengo miedo de verlo, las cosas entre él y yo no es que estén mal, pero tampoco, bien.
Llego al pueblo un poco más de las tres de la tarde, voy al hotel para dejar mis cosas, ducharme y vestirme adecuadamente para la ocasión. Me visto con el vestido blanco que mami me regaló y cuando ya estoy lista, tomo los regalos y camino hasta la casa de los Miller, no está muy lejos del hotel, aunque la verdad esa no es la razón, solo intento demorar un poco más. Al llegar, Yulissa y Eva me esperan afuera, cosa que me sorprende. Mientras estuve en España, ellas y yo hablamos casi todos los días, nos hicimos amigas. Estoy agradecida con Yulissa porque sé muy bien que a ella le debo el lugar que tengo ahora en la familia Grimaldy.
—¿Ahora son brujas o qué? —Bromeo.
—Por supuesto, acaso no ves el hechizo de hermosura que tenemos encima. —presume Eva. —Las bellas. —Rio.
—Si, veo.
—Hola Lu, —Yulissa se acerca para saludarme con un cálido abrazo. También Eva.
ingresamos a la casa para ir al patio trasero. Detengo mis pasos al ver que están todos y voltean a verme, incluyendo a Aron, su mirada logra ponerme nerviosa, pero la de Sarah me hace sentir avergonzada.
Paso saliva y me dirijo a dónde se encuentran los niños tratando de zafarme de la incomoda situación. Le entrego a cada uno el regalo que les traje, las más felices son las gemelas; son hermosas esas pequeñas y con esos vestidos de tutu se ven aún más preciosas.
Eva me llama y paso a la mesa con mis nervios al cien, Sarah y su esposo están sentados al lado de Marcos con su pequeña hija de dos o tal vez tres meses en brazos, aún no me atrevo a mirarla a los ojos sin sentir culpa y vergüenza por lo que le hizo mi padre. Sé que no soy culpable, pero el saber que fue alguien querido quien la lastimó, te hace sentir como si tu lo hubieras hecho.
Tomo asiento en una esquina y saludo con un simple, buenas tardes que responden. Alissa se levanta y me saluda con un abrazo de bienvenida. No presto mucha atención , todos hablan de cosas hasta que Eva nos sirve la comida y el vino. Bebo todo el contenido de mi copa y le pido que me sirva otra que bebo también, ahora me dieron ganas de ir baño, me levanto y entro a la casa para buscar uno, y en cuanto lo encuentro me meto a vaciar mi vejiga, me tomo mi tiempo y al salir me percato de alguien de espadas a la puerta, mi corazón palpita rápido al reconocer la silueta del hombre. Se da la vuelta al sentir mi presencia y me sonrie.
—Hola mi Lu. —Mi cuerpo entero tiembla y mi lengua se enreda, ni siquiera puedo responder.
¡Mierda! Todo este tiempo y aún tiene el poder de hacerme temblar y de erizar mi piel solo con el sonido de su voz.
—Hola. —Logro pronunciar.
—¿Como estás?
—Bien.
¡Que tonta! Ni siquiera eres capaz de decir algo inteligente.
—Eso veo, yo... Andrés nos quiere a todos en la mesa y, vine a buscarte. ¿Vamos?
—Eh, si. —Respondo en medio de mis nervios y camino hacia la mesa para ubicarnos de nuevo en nuestros lugares.
Esperamos unos minutos y pronto llega el momento de las palabras del señor Miller, nos colocamos de pie para escucharlo.
—Buenas noches a todos, quiero darles las gracias por estar aquí, hoy es una doble celebración. El cumpleaños de mis hermosas princesas y... gracias por acompañarnos en esta nueva aventura. Agradezco a Marcos y a mi esposa por ayudarme con mi más grande sueño, el cual hoy se hace realidad. Es un gran honor y motivo de felicidad para mí anunciarles que, El CENTRO MEDICO HOP, abre sus puertas mañana para dar la mejor atención a todos sus pacientes. La clínica también contará con un área para aquellos que no pueden costear un tratamiento o una simple consulta. Mi querida esposa se encargara de manejar eso, así que pobres de todos aquellos que intenten engañarla. —Ninguno de nosotros puede contener la risa—. Bueno, no los aburro más, disfruten y en un rato comen pastel, diviertanse —Un fuerte aplauso se escucha de parte de los miembros de esta gran familia, luego pasamos a cantarle a las gemelas el cumpleaños feliz para partir y comer el ponqué.
Después de eso la música suena con poco volumen claro y con nada de bebidas, bueno una que otra, pero sin exceder porque ahora hay muchos niños corriendo por todo el lugar y aunque hayan tres niñeras aquí hay que ser precavidos.
—Ven Lu, bailemos. —Aron toms mi mano y me lleva a la sala donde ya están Yuli bailando con Marcos, Eva con Andrés, Elly con Óscar, Karina con Carlos, Alissa con Jacobo y la otra pareja no la recuerdo bien, creo que es Hannah.
Coloca su mano en mi cintura y yo la mía en su hombro—. Te ves hermosa hoy.
—Siempre me veo hermosa Aron. —Alardeo.
—Pues hoy te ves mucho más. —Me quedo en silencio y desvio mi mirada—. ¡Oye!, esta debería ser la parte dónde dices que también me veo guapo y muy sexy. —Sonrio.
—No alimentaré tu ego, ya está lo suficientemente alto como para que lo eleve más —Sus ojos pasan a mis labios y yo hago lo mismo. Moría de ganas por besarlos de nuevo.
—¿Qué esperas para hacerlo? —Me pregunta.
—¿Qué cosa? —pregunto perdida.
—Besarme.
—Yo no... —Me sonrojo.
—Lo siento Lu, siento haber tardado. — dice y luego me besa tomándome por sorpresa, pero correspondo deseosa.
Extrañaba esto.
El bullicio de los otros hace que nos separamos, me siento avergonzada por haber olvidado que teníamos público, mis mejillas deben estar rojísimas de la pena mientras que Aron rie.
—¡Que pena Aron! —digo.
—Vámonos de aquí. —Me toma de la mano para dirigirnos a la salida de la casa
—¡No vayan a venir tarde!. —Grita Eva.
—Esos no van a volver. —Añade Alissa.
Una vez afuera de la casa detengo mis pasos.
—¡Espera Aron!.
—Lu, no dejaré que te vayas. Perdón por no haberte buscado antes.
—Aron...
—No digas nada, démonos otra oportunidad, esta vez porque así lo queremos tú y yo, sin nadie que interfiera, solo porque te amo y me amas.
—Me encantaría, pero tengo miedo. No puedo olvidar lo que sucedió, que mi padr...
—Tú no tienes la culpa de nada, no eres culpable de los actos de tu padre, por favor Lu, olvida el pasado y trata de empezar de nuevo, conmigo. —Mis ojos se llenan de lágrimas, sé que tiene razón, pero en el fondo tengo miedo de que un día me lo eche en cara.
—Un día me lo reprocharás, cada vez que nos enojemos Aron, ¿Qué pasa si no funciona? ¿Y si lo arruinamos? ¿Qué... —Soy silenciada con un beso ardiente. Mi mente se desconecta y solo me dejo llevar.
—Ya no pongas más excusas, lo deseas tanto como yo, Lu, lo sé, lo veo y lo siento —Miro a sus hermosos ojos y comprendo que de nuevo tiene razón.
Lo quiero, quiero esto de nuevo, quiero estar con él, quiero intentarlo. Tomo su rostro y lo atraigo a mi boca.
Nos besamos bajo la luz de la luna una y otra vez mientras caminamos a no sé dónde, no me importa mientras él esté conmigo.
Lo amo, Aron Grimaldy es y será hasta que deje de respirar, mi primer y único gran amor.
Último extra.
Gracias a todos por el apoyo.
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