8.
🌷YULISSA🌷
6 meses después...
—Listo, muchas gracias Elly por ayudarme.
—No es nada cariño, nos quedó hermosa.
—Bellísima, sin duda hicimos un buen trabajo —digo muy orgullosa del resultado obtenido al decorar nuestra habitación. Mía y de mi hijo.
Estoy muy contenta porque hasta ahora las cosas han marchado bien, abrí mi propio restaurante con el dinero de la venta de mi casa. El lugar no es muy grande, pero es digno de visitar, invertí todo el dinero y mi fe en este lugar, así que no me quedó de otra que adecuar una habitación aquí mismo, en la parte de atrás del restaurante. Llevo viviendo aquí 3 meses y puedo decir que es bastante cómodo.
Hoy Elly vino a ayudarme a organizar las cositas de mi bebé, su cunita, su ropita, todas las cositas que le he comprado poco a poco y las que me han obsequiado. Después de un arduo trabajo, por fin hemos terminado.
Desde pequeña siempre me gustó mucho cocinar y soñé con ser una gran chef algún día, ahora gracias a mi restaurante puedo demostrar mis dotes en la cocina, hasta el momento ha funcionado de maravilla, el lugar siempre está lleno y los clientes se van satisfechos con mis platillos. Gracias a eso mi hijo y yo tenemos lo que necesitamos para vivir cómodamente.
Estoy más emocionada porque en una semana Eva vendrá a ayudarme, con mi enorme barriga se me dificulta un poco todo este ajetreo.
Cuando le propuse que trabajara conmigo pensé que no aceptaría, mi sorpresa fue enorme cuando sin pensarlo aceptó, dijo que mejor ser mesera en mi restaurante que ser mesera en esa cafetería donde trabajaba ahora, dudé de su respuesta por lo cuál la acosé mucho hasta que me dijo que la habían despedido hace algunos meses y ahora trabajaba de mesera en un restaurante dónde no le pagaban bien por no hacerlo tiempo completo. Mi amiga va a la universidad y necesita dinero para los gastos que le exige, su mamá solo puede costear la pensión y ella trata de ayudarla con los gastos lo más que puede. Me indigna muchísimo que la gente sea tan aprovechada y ventajosa, con más razón creo que ella debe venirse conmigo.
Eva ha estado para mí en las buenas y en las malas, es justo que ahora que puedo ayudarla lo haga, no le ofrezco un gran sueldo, pero si uno digno y que se le ayudara mucho. En cuanto mi pequeño restaurante empiece a dar los resultados deseados, le pagaré todo lo de ley.
Pensando en ella decido llamarla para preguntar cómo va con lo suyo, solo un timbrazo y escucho su voz.
—Yuli bella. ¿Cómo va esa panza?
—Hola Eva, enorme, tu ahijado es un comelón.
—Si claro, cúlpalo a él de tu desorden alimenticio.
—¿Cómo estás Eva?
—Muy bien Yuli bella, ya no preocupes, además... Estoy empacando mis maletas y alistando todo para el viaje. —dice eso último con mucha emoción.
—Me alegra, no sabes lo ansiosa que estoy por verte ¿Y tú mamá, la convenciste para que venga contigo?
—No, ella prefiere quedarse aquí, dice que ama su trabajo y que acá está toda su vida.
—¡Ay que pena!, ahora me siento mal por quitarle a su bebita.
—Ja -ja- ja ¡que graciosa! No me llames bebita. 'Federica' .
—Te odio, perra. Me las pagarás.
—Ay si, tu empezaste. No te preocupes, mamá está feliz de que vaya a ayudarte, no te sientas mal. Te manda saludes y muchos besos pasa el príncipe.
—Bueno, entonces te espero la próxima semana, voy a contar los días con ansias, cuídate mucho y también mis saludos para Ester.
—Ok, pronto nos veremos, después de tanto tiempo amiga. ¡Te extraño! Ya quiero ver lo redonda que estás.
—¡Jodete! —río y ella se burla más.
Me despido de mi amiga y me dispongo a preparar algo de comer para Elly y para mí, últimamente solo quiero comer y dormir, me costará mucho perder todos estos kilos que he subido y los que faltan.
—Cariño, debes pasarme la receta de esto, está delicioso. —Me pide Elly con la boca llena. Pasa bocado y me mira sonriente—. Quiero prepararlo para Oscar.
—¿Óscar? —pregunto picarona.
—Ajá, lo conocí hace poco en el supermercado, hemos salido un par de veces y lo invité a cenar mañana.
—La cosa va enserio entonces.
—Espero que si porque la verdad es que me gusta mucho, mucho. No sabes Yuli, lo difícil que ha sido no arrastrarlo hasta mi cama. Anoche me manosee pensando en él.
—¡Elly!
—Ay cariño no te espantes, es normal hacer ese tipo de cosas. ¿O qué? ¿Me vas a decir que nunca lo has hecho? —La miro apenada, pero asiento cubriendo mi rostro y ella se ríe. —¿Todavía lo haces? —quito mis manos de mi cara para poder verla.
—Lo hice unas cuantas veces, ya no.
—Búscate un novio Yulissa.
—Con esta panzota ¿Quién se va a fijar en mí? Y tampoco quiero, ni me interesa conocer a nadie, no por ahora. Mi único hombre, es mi hijo.
—Está bien cariño, solo bromeaba. Bueno, ya me voy. Mi antojo me llama. —Me enseña su teléfono, el nombre de Óscar está en pantalla.
Elly toma sus llaves y sale apurada, de verdad me da gusto por ella, ojalá Óscar la sepa valorar.
🌷🌷🌷🌷🌷🌷
Otro día en la que mi rutina empieza de nuevo, organizar que los
ingredientes para el menú de hoy estén completos, la cocinera, los meseros, en fin, que todo marche a la perfección.
Mi trabajo toma mucho de mi tiempo y me gusta porque me mantiene ocupada y alejada de mis pensamientos. Me hace olvidar mi vida, mi casa y del hecho de que no puedo visitar la tumba de mis padres, ponerle sus flores favoritas cada mes y sobretodo, hace que deje de pensar en él.
A veces lo recuerdo, las cosas buenas que viví con él y...
¿Se acordará de mí?
¿Qué estará haciendo?
¿Buscándome ?
No, claro que no.
Seguramente él...
No, no, no, no. Yulissa. Ya aleja esos pensamientos, olvídate de él y mejor sigue con tu trabajo.
Me regaño mentalmente y continuo con mis labores.
Igual que todos los días la jornada laboral me deja exhausta, es tarde y todos ya se habían ido a sus casas. Cierro todo y enciendo las alarmas, reviso que todo esté en su sitio, apago las luces y voy a mi habitación. Tomo un baño rápido, coloco mi pijama y me acuesto a descansar. Agarro el libro sobre maternidad que compré hace unos días y continuo en la página en la que quedé anoche, disfruto la lectura hasta que siento mis ojos pesados, al cerrarlos lo veo de pie junto a la cuna de mi hijo, me sonríe y entonces reacciono, solo fue una ilusión producto de mi imaginación, de nuevo Marcos ocupa en mis pensamientos nocturnos.
¿Por qué simplemente no me olvido de él y ya?
¿Por qué no puedo odiarlo?
Miro a mi alrededor, la soledad es mi única compañera por las noches y ahora que lo vi, me siento sola. La deores9me gana, las lágrimas brotan sin darme cuenta y las limpio. Ha pasado tiempo y aún no me acostumbro a estar sin él, lo extraño, extraño dormir con él, extraño sus besos, extraño las escapadas para vernos en el cuartito de la universidad, extraño su beso de buenos días cuando se quedaba a dormir, extraño sus caricias y a todo él, extraño a ese Marcos que me hizo muy feliz. Me gustaría que estuviera conmigo ahora, acobijándome en su pecho hasta que me quede dormida, pero no está.
—¿Por qué cambiaste tanto Marcos? —Me pregunto una y otra vez.
No Yulissa, no cambió, siempre fue así y por lo enamorada que estabas, nunca lo viste.
Contigo se aplicó el dicho.
El amor es ciego.
Me dije, lloro de decepción, de rabia conmigo hasta que sin darme cuenta, me quedo dormida.
Gracias por tu apoyo.
Bendiciones.
🤩😘😘
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top