43.

Capitulo dedicado a: las nuevas lectoras y seguidoras de la historia. Muchas gracias por el apoyo.
BiancaSand0 yudys0301

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🌷 YULISSA 🌷

Vine temprano al trabajo porque quería despejarme un poco y de paso mirar como iba todo por acá. Al parecer todo funciona bien y Carlos ha hecho un buen trabajo.

Podrá sin mí.

Eva llegó una hora después para ponerse al día con las cuentas y ahora trabaja muy concentrada en eso.

—¿Nada que te responde?

—No, debe estar molesto conmigo —contesto con nostalgia.

—O, muy ocupado con eso de que tiene que arreglar las cochinadas que hizo su padre.

—Puede ser —digo no muy segura de eso.

La puerta se abre y las risas de Carlos y Karina son lo primero que se escucha. Sus sonrisas se apagan cuando nos ven aquí.

—Hola, no sabía que ya estaban aquí. ¿Qué tal sus vocaciones? —pregunta carlos observando a Eva.

—Llegamos ayer. —Le respondo.

—La pasamos súper genial. —Contesta Eva con una gran sonrisa, el brillo se nota en sus ojos.

Carlos se acerca para saludarnos con un beso en la mejilla, primero a mí y luego a Eva. Arrastra dos sillas, le pasa una a Karina para que se siente y la otra la usa él

—Te ves radiante y feliz Eva. —comenta Karina que no ha quitado su mirada de Eva.

¿El sexto sentido?

No sé, pero tiene una sonrisa que no es normal en ella.

—Eso es porque lo estoy. —responde con un suspiro.

—Se nota, no tienes ni que decirlo, supongo que son los efectos del amor.

—Supones bien Karina. —Eva mira su celular en cuanto suena un mensaje, recoge sus cosas y se levanta—. Bueno, muy rica la plática y todo, pero ya me voy porque la causa de todo eso que dices, está afuera esperándome —Se despide de mí y señala mi teléfono. —Sigue intentado. —Susurra.

—Eva ¿Me regalas 5 minutos? Tengo que hablar contigo de algo importante —Le pide Carlos ganándose nuestras miradas.  Carlos se levanta y se acerca a ella.

—¿Puede ser más tarde?, Andrés está afuera y no quiero hacerlo esperar.

—No tardaré, serán solo unos minutos. —Parece dudarlo porque mira a Karina que también la mira a ella.

—De acuerdo, pero que sea rápido. — Salen juntos de la oficina dejándome con mucha curiosidad.

¿Que será eso tan importante que no puede esperar y decirlo aquí?

Karina me mira en busca de una respuesta y yo levanto mis hombros para hacerle saber que tampoco sé nada.

Tomo mi teléfono y por enésima vez marco el número de Marcos y no responde. Intento escribir un mensaje, pero una llamada de Elly me interrumpe.

—Hola Elly, ¿Cómo te va?

Muy bien Yuli, te llamaba para avisarte que la fiesta es el sábado, así que ni se te ocurra faltar o voy a enojarme contigo. 

—Elly, no es necesario, de verdad. Además mi cumpleaños ya pasó.

Ningún pasó, la fiesta se hace y punto, así que ve pensando que te vas a poner. Adios cariño. —Cuelga sin déjame hablar más.

🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷

No puedo creer que Elly me haya convencido para ir a la fiesta de cumpleaños, bueno, prácticamente me comprometió.  Aquí estoy ahora escogiendo mi atuendo, ella dijo que sería informal y que llevara todo lo de mi pequeño porque amaneceríamos bailando y tomando, la verdad no quiero salir, pero tampoco hacerle un desplante después del esfuerzo que hizo para la fiesta.

Después de mirar y mirar mi closet, por fin elijo algo oscuro, pero no tanto, con algo transparencia.

Me miro al espejo y me siento satisfecha con el resultado, me veo bien y aunque parezco feliz, la verdad es que sigo angustiada o más bien desilusionada porque Marcos no se digna a responder mis llamadas, ni siquiera las devuelve. Decido esperar unos días para volver a intentarlo y hoy, dedicarme a disfrutar de mi fiesta, después de todo es en honor a mí y... ¿Por qué no embriagarme un poco ?

En verdad lo necesito.

Tomo mis cosas, las de mi hijo y nos vamos a casa de Elly. 

La puerta está abierta y en cuanto la cruzo me quedo alucinada con lo que mis ojos ven, toda la sala está decorada. Hay globos por todos lados, un cartel con feliz cumpleaños y debajo un retrato mío que estoy segura, es obra de Kenneth.

La mesa, todo está muy bonito. También hay una pista de baile.

Si que Elly se tomó en serio lo de bailar.

Óscar me recibe con un fuerte abrazo y Elly igual, ella toma a mi pequeño en brazos para consentirlo y Carlos aprovecha para felicitarme también, al igual que Karina. Me pregunto que tipo de relación tienen esos dos  porque  Eva me contó que Carlos le reclamó el hecho de que estuviera saliendo con Andrés, e incluso le dijo que sí lo dejaba, talvez accedería tener algo más formal con ella, gracias a Dios mi amiga se negó.

Nos sentamos y empezamos a
Charlar de mi supuestas vacaciones y por supuesto les hablé de lo vivido en la hacienda, de mi mini fiesta de cumpleaños y lo bien que la pasamos ahí, olvidando al padre de Marcos.

—Hola familia, ya llegamos. —La voz de Eva se escucha fuerte. Los pequeños vienen muy sonrientes con un regalo cada uno en sus manos. Corren hasta aquí para entregarlos, me levanto y les agradezco con un beso a cada uno por tan lindo gesto, en especial a Andrés por ponerse en esas. Diez minutos más tarde aparecen Kenneth, Hanna, Jacobo y dos de los meseros, los saludo y también agradezco el que hayan venido, luego voy hasta Kenneth, le sonrío, lo abrazo y le doy un beso en la mejilla por tan hermoso regalo.

—Gracias, está hermoso. —digo aún abrazados.

—Porque tú estás en el. —Me sonrojo y el ríe.

Una hora más tarde todos disfrutábamos de la velada, la música un poco adecuada para los niños y las bebidas igual. En cuanto ellos se duerman la rumba va a empezar, dijo Elly. Antes de venir nos había dicho sobre no dejarlos dormir en la tarde y cancelarlos en el parque para que caigan rendidos temprano y acostarlos en la habitación que especialmente para ellos, incluso contrató una niñera para que los cuide.

Vuelvo a la realidad cuándo Eva menciona que tiene una sorpresa para mí, pero aún no llega. No sé que es, pero ya estoy ansiosa por saber de qué se trata. La intriga me invade al verla mirar su teléfono y teclear, supongo que con quién trae mi sorpresa.

Me encantan las sorpresas.

Entre charla y charla se nos olvidó el asunto hasta que el timbre de la puerta suena y ella se levanta.

—¡Llegó, llegó! —grita emocionada y sale corriendo a abrir la puerta.

Cuando regresa mi sonrisa se borra y frunzo mi ceño confundida.

¿Un payaso?¿Esa es mi sorpresa?, la estúpida sabe bien que los detesto. Tuve un trauma de niña con uno de ellos.

—¿Es enserio Eva?. —La fulmino con la mirada.

—Siiiiiii, y estoy segura Yuli que te va a encantar. Dejo de llamarme Eva si no. —dice aplaudiendo.

—Pues ve diciéndole a todos que te llamen Petronila Tiburcia de ahora en adelante. —Todos sueltan una carcajada y ella bufa.

—Mejir me coloco el Federica. —Quiero sacarle el dedo de en medio, pero me abstengo por los niños.

Hablando de ellos , son los que están más contentos con el payaso, sus ojitos brillan de felicidad y mi pequeño está concentrado observándolo. El estúpido payaso se acerca a mí y retrocedo un par de pasos.

—Espera amiguita, sonríe para mí y te mostraré un truco. —Habla con su voz fingida el estúpido payaso—.  ¿Te gustan los perros? —Asiento seria—. Bien, haré uno para tí. —Saca un globo y empieza a manosearlo para hacer un perro que jamás sale. Ríe como edtupido , busca en su bolsa de colores y saca tres globos ya armados y se los pasa a los niños, por supuesto ellos lo reciben gustosos. Luego toma unas pelotas y las lanza al aire, supongo que para hacer malabares, pero las deja caer todas.

—¿Qué clase de payaso contrataste? — Cuestiono enojada—, además ¿Por qué se te ocurrió traerlo?, Hello, 23 no 6 ¿Ok? —La muy estúpida se burla.

—¡Ay Yuli!, ya me lo agradecerás, aunque sea un idiota. —Recalca el idiota—. Sé muy bien que te encantará amiga —Me guiña un ojo. Los demas se miran entre sí un poco confundidos al igual que yo.

El estúpido payaso sigue con sus tonterías, ruedo los ojos y me doy la vuelta para irme a sentar, pero me toma de la mano y no me lo permite. Saca una caja pequeña de su traje y la extiende hacía mí.

—Es para tí hermosa. Abrelo y si te gusta mi regalo, tú me darás un beso justo aquí. —Señala sus labios.

—¿Qué?. Claro que no, ni en tus sueños. —protesto.

—¡Anda bonita! Tómalo, o ¿Tienes miedo? —Arrugo mis ojos y tomo la estúpida caja de mala gana. La destapo y miro en el fondo, hay un sobre y una cajita más pequeñita.

Primero tomo el sobre y me doy cuenta que tiene algo dentro, parece un juego de llaves, lo abro para darle la vuelta y dejarlas caer en mi mano. Las levanto para que todos las vean. Luego saco el papel y me dispongo a leer,  son unas escrituras de una casa a mi nombre, mis ojos se empiezan a humedecer al leer la dirección; es ela misma de la que una vez fue mía y tuve que vender.

¿Eva la compró para mí?
Por eso repetía que me encantaría.

Tiene sentido, ella vendió su casa y dijo que compraría una pero... La observo y al igual que yo, tiene sus ojos rojos, pero con una gran sonrisa, devuelvo mi mirada al payaso que me hace señas para que tome la cajita, lo hago despacio para ver su contenido, entonces ya no puedo contener mis lágrimas y lloro al ver el crucifijo de mamá, ese mismo que vendí para pagar la hipoteca de la casa junto con otras cosas de valor y no perderla cuando mis padres murieron, recuerdo que fue muy duro porque casi me quedé sin nada y tuve buscar dos trabajos.  Limpio mis lágrimas y voy hasta Eva para agradecerle, pero entonces recuerdo que jamás le hablé sobre eso, solo se lo dije a una persona y fue porque me vio llorar por el.

Devuelvo mi vista hacia el payaso para preguntar cómo lo supo, entonces se quita sus feos y grandes lentes, mi corazón palpita rápido y mi sonrisa se extiende al ver sus hermosos ojos azules miráeme. Sin pensarlo dos veces me abalanzo sobre él y lo beso sin importar que todos me observan, supongo que confundidos, con excepción de Eva que desde un principio sabía bien quién era.

—¿Cómo es qué...? —pregunto al separarnos.

—Tú la vendiste por mi culpa, así que la recuperé para tí. Y el crucifijo lo compré al día siguiente que te vi llorar por el. ¡Perdón por no habértelo dado antes!.

—No importa, lo hiciste ahora.

—Yuli, Eva me llamo y me contó lo que pasó con mamá. Aunque primero me dijo hasta de lo que me iba a morir. — Las risas se escucharon.

—Ahí está pintada Eva. —Dice Óscar aún riendo.

—Yuli, hablé con ella y...

—Marcos no... —Coloca su dedo en mi boca.

—Y no pude hacerla entrar en razón. — Bajo mi mirada decepcionada—, por eso he decidido aceptar tú propuesta.

—¿¡Que!? ¿Y tus negocios, y la compañía?

—Tía Sarah se encargará de eso, yo solo tendré que asistir a las reuniones importantes, también usaré el internet. —Sonrío dichosa—. Solo te pediré que por favor me des uno, o dos meses para ayudarla, ya hablé con la Junta directiva y ellos quieren que ella vea a un psicólogo y aun médico durante dos meses para asegurarse, ya sabes.

—Ella está bien. —Afirmo.

—Si, pero ellos prefieren estar seguros, sé que tía Sarah demostrará eso en menos tiempo. ¿Me esperarás? —Lo beso de nuevo.

—Por supuesto que si, te esperé por dos años sin tener la certeza de que vendrías por mi, ¿Por qué no lo haría ahora que la tengo?, además Marcos, te esperaría por siempre —Sonrie y me besa. Al separarnos me abraza y acomodo mi cabeza en su pecho, los aplausos y el grito de Eva me hacen separarme y mirarlos sonriente, en especial a Elly que tiene sus ojos aguados también. Vuelvo a los brazos de Marcos, no me importa que me miren porque estoy muy feliz.

—¡Que lindo es el amor!. En verdad los felicito. —Me separo rápido de Marcos al reconocer la voz , miro a Sarah en el rincón limpiándose una lágrima, mis ojos y mi boca se abren de la impresión.

—Guau. —pronuncio con incredulidad .

Realmente se ve hermosa, nada que ver con la mujer pálida y demacrada que dejé en la ciudad hace una semana.

Miro al otro lado y allí están también Aron y Alissa sonrientes, les hago seña con las manos para que se acerquen y los abrazo, luego Sarah se une a nosotros.

—Feliz cumpleaños Yulissa —Los tres me felicitaron.

—Gracias, aunque eso ya pasó.

—Es con cariño para ti Yuli, espero te guste —Alisa me entregó un regalo.

Aron se acerca a Marcos y le pasa un morral, que toma y va con Elly, le dice algo y ella asiente. Le pasa a mi pequeño que está en sus brazos y el lo recibe, le da un beso y un lo abraza con cariño.

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Después de haberlos presentado uno a uno, Elly nos pide que pasemos a la mesa para cenar y partir la torta, mientras sirve la comida, Marcos aprovecha para cambiarse y limpiarse el maquillaje de payaso.

Después de la cena y de comer y de comer la torta, los niños empezaron a cerrar sus ojitos del sueño y del cansancio. Eva y yo los llevamos a la habitación que Elly les preparó para que descansaran bien.

En cuanto bajamos, Elly coloca la música, saca el vino y las botellas de vodka para nosotros.

Al parecer hablaba en serio y si no embriagaremos.

Bailamos, cantamos, tomamos ,con excepción de Aron y Alissa claro. La verdad nos estamos divertimos mucho esta noche.

Un cumpleaños no cumpleaños que no olvidaré.

Mientras bailo con Marcos un merengue de Eddy Herrera, me pillo un par de veces a Kenneth echándole miraditas a Sarah, ella le sonrie cada vez que lo hace. La verdad es que se ve muy sexy con ese vestido escotado y si lo pienso bien, Kenneth dijo tener 30 años, si saco cuentas por la edad de los chicos, Sarah debe tener unos 32 o 33, no es mucho la diferencia, además ¿Acaso eso importa?

No, claro que no.

Luego miro a Eva y Andrés bailando muy a gusto y pegaditos, de vez en cuando se dan sus besitos, lo que me dice que no tardaran en perderse por ahí, en cambio Carlos y Karina parecen enojados y creo que es por el hecho de que él no quita sus ojos de Eva.

La verdad no lo comprendo.

—Amor, ¿Qué piensas?

—En que aún no me creo que estés aquí y que pronto estarás con nosotros. Estoy muy feliz y no sabes cuánto. Pensé que ya no estaríamos juntos y que...

—Shhhh, no lo digas. Fue mi culpa lo que pasó, debí pelear por ustedes desde el principio, cuidar de ti en la mansión y sobre todo; protegerte de mamá — Acaricia mi mejilla—. Lo siento amor — Sonrío y lo abrazo.

—Te amo Marcos Grimaldy, desde el primer día que te vi, no sé que te vi, pero lo hago y no puedes imaginar cuánto.

—Y yo te amo a tí. —Susurra cerca de mi oído—. Siento no decirlo antes, pero sabes como soy con esas cosas —Lloré, pero esta vez mis lágrimas eran de felicidad. —¿Sabes Yuli? Nunca te di las Gracias por luchar por nuestro hijo, ahora entiendo que sin duda alguna. Mateo, fue la mejor decisión que pudiste tomar. ¡Gracias!.

Por fin el hombre que amo y yo seríamos felices aquí en este pueblo.

Ahora estoy segura de eso.

FIN.

Muchas gracias a todos.
Aquí termina esta historia, espero les haya gustado.

Mil gracias y bendiciones.

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