💥 Marcos 💥

Abro mis ojos lentamente al sentir los rayos del sol en mi rostro. Mi cuerpo se siente pesado y mi cabeza un poco hueca.

Este lugar es muy frio y siento dolor en los huesos. Mi padre me trajo aqui hace...  no sé, he perdido la noción del tiempo. Tampoco  sé que ha sucedido allá afuera, lo peor es que ni siquiera sé dónde estoy.

Cuando desperté después de ese golpe en la cabeza, me agarré a golpes con dos tipos que estaban aquí, después de eso mi padre dio instrucciones de mantenerme sedado, sin visitas de nadie y ser atendido únicamente por personal masculino. Me conoce bien y sabe que seduciría a cualquier mujer que entrara aquí.

En cualquier momento vendrá el tipo que me inyecta, a sedarme de nuevo. Bueno, aunque ahora lo hace cuando me pongo agresivo, así que hoy me portaré muy bien, necesito estar lúcido para conseguir la manera de largarme de aquí.

La puerta se abre y... hablando del rey de Roma y es él justo el que asoma su narisota, viene muy sonriente el día de hoy, de seguro ya recibió el pago por mantenerme aquí.

—Hola Marcos, ¿Cómo te sientes hoy? —Quiero decirle que se metiera su saludo por el cul... Pero debo ser gentil.

—Muy bien, creo que los golpes que me diste ayer y eso que me inyectaste después, me sentaron bien.

—Ósea que a aprendiste la lección. ¡Buen chico!

—Sé cuando debo comportarme —Carcajea.

—Eso me alegra mucho, y como estoy de buen humor porque mi cuenta se llenó con dinero. Te dejaré disfrutar de la mañana y del desayuno. Lo que quieras comer, pídelo.

—Que amable, no he comido bien estos días y quisiera un tamal, pan y un poco de chocolate caliente si no es mucha molestia —Le sonrio.

—Hum, no es saludable para ti, especialmente por tu condición, pero haré una excepción. Ya pido que te lo traigan. —toma su teléfono y hace que lo pidan a un restaurante porque aquí no hay.

—Gracias Salomón. Eres muy generoso y yo un malcriado.

—Hoy estás siendo un buen chico. —Se levanta y se va.

30 minutos más tarde aparece con el desayuno con todo lo que pedí.

La verdad es que si tengo mucha hambre, pero no quiero comerlo. No me inyectó, pero ¿Qué tal si colocó el sedante en la comida?

—¿No vas a comer? Mira que lo mandé a traer para ti. —Voy a responder cuando la puerta se abre y una chica entra, se ve agitada, seguramente por correr.

—¿Usted qué hace aquí? —dice Salomón molesto—. Sabe que está  rotundamente prohibido el ingreso del personal femenino a esta habitación. —regaña.

—Disculpe Doctor, pero tiene una llamada urgente de larga distancia, se, se trata de su madre. Libia me pidió que viniera por usted porque no responde su celular. —Su respiración aún está agitada, coloca su mano en pecho y absorbe todo el aire que puede.

Esta es una oportunidad que aprovecharé.

Aviento la bandeja con el desayuno al suelo haciendo un gran desastre.

—¿Pero que? —Se queja Salomón.

—¡Ouch!, lo siento, se me cayó, todavía estoy medio dormido por los trancasos que me dieron ayer, me tienen un poco tonto.

—Yo lo recojo doctor, usted vaya y atienda su llamada —Lo piensa unos segundos.

—Limpia rápido y sal de aquí, y no le hables, te lo prohíbo —Le ordena y sale de la habitación.

La chica sale con él, regresa después de unos minutos con un recogedor y una pequeña escobilla. Empieza a recoger el desastre y yo aprovecho que estamos solos.

—Hola princesa, disculpa por ponerte en estas. ¿Eres nueva? No te había visto por aquí.

—No, y no me hable o seré otra desempleada más de esta ciudad.

—No lo harán, hablaré maravillas de tí, y dime ¿Cómo te llamas? No eres de por aquí¿Cierto? Tienes un tipo de belleza de otro lugar.

—No te diré.

—¡Qué agresividad! Entre más bonitas más agresivas, pero así me gustan. —Le sonrio y la miro con coquetería.

—¿Estás coqueteándome para conseguir algo?, Si es así olvídalo. No eres el primero que lo intenta —Rio.

—Además de hermosa, muy lista, "peligrosa combinación". Me atrapaste, pero no miento cuando digo que eres hermosa.

—¡Si claro!

—¿Crees que no lo eres?

—Claro que no, pero no soy tonta y tú tratas de seducirme para que haga algo por ti.

—Solo quiero una llamada. No tardaré lo prometo —Uso mi mirada y mi sonrisa más seductora—. ¿Un mensaje entonces?, ¡vamos! No seas así, es para mi abuela, la pobre debe estar muy triste porque no estuve en su cumpleaños y tampoco no me dejaron llamarla. Me siento muy mal por eso, ella es muy importante para mí.

—No lo sé, no quiero problemas, además, ¿Cómo sé que no mientes?

—Por supuesto que no hermosa, si quieres hazlo tú, envía PUKALIIJA, con k y doble i, al número 34455567, por favor —Frunce su ceño al escucharme—. Es indígena, mi abuelo lo era y se la decía a mi abuela para decirle que la amaba, ella sabrá que soy yo y me perdonará —Pongo mi mirada de cachorrito mientras sus ojos me observan conmovida.

—Muy listo —dice sacando el teléfono de su bolsillo—. ¿Cómo dijiste que era el número? —Se lo repito y cuando voy a repetir decir la palabra, el doctor entra.

La chica se asusta y se voltea para guardar su teléfono.

—¿Todavía está aquí?

—Ya terminé y ya me voy doctor —Toma las cosas de aseo, la bolsa con la basura y sale corriendo.

—¿De que hablaban? —pregunta.

—De nada, tienes tú personal muy bien entrenado —Sonrie y saca una jeringa del bolsillo de su bata y me la enseña.

—Lo siento, pero el señor Grimaldy está aquí y tengo que hacerlo. No puede verte despierto.

Un enfermero entra, me sujeta y el doctor intenta inyectarme, forcejeo haciéndolo difícil. En ese instante la puerta se abre y la voz de mi padre resuena en la habitación. Salomón esconde la jeringa en su bolsillo y me mira con ojos de súplica. Le doy una sonrisa de medio lado, cierro los ojos haciendole saber que lo ayudaré.

No por él, sino por mi. Si papá me ve despierto él mismo me inyectará el sedante y no quiero dormir más.

Ya le cobraré el favor que le estoy haciendo.

—¿Puede escucharme?.

—No señor, dormido como siempre que viene.

—Largo —ordena imponente, se sienta a mi lado.

—Hola hijo. ¿Te están tratando bien?, oh claro que sí, pago para eso. ¿Sabes hijo? Tú madre estuvo muy preocupada por tú recaída en las drogas y por eso estuvo de acuerdo que te internara en la mejor clínica de rehabilitación en Europa, al igual que tú prometida. —Miente, sé que no he salido del país y esta no es la mejor clínica—. Si, ahora ella está muy feliz porque aceptaste casarte con Roxana. Mañana  hará una rueda prensa para informar a los medios tú compromiso matrimonial con ella.

¿Qué? ,¡no!. Yulissa lo verá y... ¡Mierda!

»Tú madre y tú prometida esperan que te recuperes pronto y vuelvas a casa —Carcajea—. Lástima que no volverás aún, tengo otros planes para tí, pero no te los diré. Será una sorpresa.

Me sento frustrado e impotente. Quiero golpearlo y salir corriendo de aquí, pero sé que sería en vano, apenas abra esa puerta me detendrán, sin contar que su perro faldero está afuera de esta habitación. No lo deja solo jamás.

Papá ¿por qué?  ¿Por qué me haces esto?

Toda mi vida he querido complacerte, he hecho todo lo que has querido para que estés orgulloso de mí, pero no lo consigo. Siempre hay algo que te avergüenza o decepciona. Me he preguntado el por qué,cada maldito día que he estado aquí y no encuentro una respuesta que justifique su comportamiento.

¿Ambición? ¿Codicia?, No lo sé.

¿Por qué hacer esto?. Es un Grimaldy, tiene una gran reputación, el abuelo no le dejó nada, pero igual vivirá lleno de lujos, no pasará necesidades y...

El sonido de su teléfono me saca de mis preguntas, papá se levanta y sale de la habitación. Me levanto y camino hasta la puerta para escuchar si menciona algo que me de una pista de dónde estoy. Debo tener un plan B por si la chica no envío el mensaje para Andrés.

—¿Qué averiguaste? ¿Dónde estuvo Marcos todo este tiempo? —Se queda en silencio un rato, supongo que escucha a la persona del otro lado de la línea —¿Qué? ¿Estás seguro?. Maldita perra nos engañó. Deshazte de ellos, incluyendo al doctorcito ese de pacotilla por traicionarnos. Tienes tres días para hacerlo —Otra vez se queda en silencio— No me jodas, has hecho cosas peores y ahora me sales con que no puedes encargarte de un niño de un año. Esa mujer está sola con un niño pequeño y en un pueblo, joder —Siento sus pasos, me separo de la puerta y corro a la cama.

Papá se acerca y toma mi rostro con fuerza.

—Eres un imbécil Marcos, no puedes hacer nada bien. Te dejaste engañar por esa mujerzuela. Odio cuando te comportas como él. —Me suelta y sale furioso de la habitación. .

¿Él? ¿De quien habla?

No entiendo nada.

¿De qué mujer habla? ¿Quién es ese niño de quién se quiere deshacer y por qué?

Ahora estoy más confundido.

💥💥💥💥💥💥

Son más de las 4:00 de la mañana y no he podido dormir pensando en lo que me dijo papá y sobre ese pequeño, no entiendo que tiene que ver en esto.

No puede ser un Grimaldy porque papá dijo que tenía un año, Aron no puede ser el padre, solo tiene 17 años, Alissa ha estado en ese convento dónde papá la ingresó desde que tiene 13 y yo me hice la vasectomía hace más de un año, así que no comprendo nada.

Decido no pensar más en eso ni en nada, pero mi mente me lleva a ella, a Yulissa, ella debe estar molesta conmigo porque no la llamé como prometí y quizá piense que la abandoné de nuevo. En cuanto vea las noticias se hará ideas y me odiará.

No, ella es incapaz de odiar.

Recuerdo todos los momentos que ella y yo vivimos juntos antes que todo esto sucediera hasta que el sueño por fin se apodera de mí y pronto mis ojos se cierran cansados.

💥💥💥💥💥💥💥

No sé cuánto tiempo llevo dormido, pero la voz de alguien llamándome me desperta.

Abro lentamente mis ojos y veo una silueta borrosa enfrente de mí. Froto mis ojos para divisarlo mejor y saber quién me habla.

—Marcos —Escucho de nuevo—. ¿Estás bien? ¿Me escuchas? Marcos.

Esa voz.

Los ojos me pesan, no he dormido nada y al parecer no desean abrirse. Intento abrirlos una vez más, parpadeo varias veces y la imagen empieza a formarse, entonces lo veo sonreír, el alivio llega a mi y no puedo contener las lágrimas, sonrio de la felicidad que me produce al verlo.

¡Que no sea un sueño por favor!.

Que en realidad esté despierto y esto esté pasando.

—Andrés —Logro pronunciar.

—Si, soy tu puto Amor. —Rie.

—Bastardo hijo de puta, no sabes cuanto te amo, maldito —Lo abrazo

—Lo sé, ahora larguémonos de aquí antes de que nos atrapen.

Hola, queridos lectores
Gracias por llegar hasta aquí y acompañarme en esta historia que pronto llegará a su fin.

El Próximo capítulo será narrado por Andrés.

Muchas bendiciones para ustedes.

Les adelanto que muchas verdades saldrán a la luz y sus dudas serán resueltas en los próximos capítulos.

Gracias