33.

💥 MARCOS 💥

Estoy enojado con papá porque no me permitió ver a Alissa, cuando llegué a casa ya estaba dormida, según mamá le habían dado un calmante y en la mañana cuando volví ya se la había llevado al convento. Casi me peleé con él.

Ya estamos aquí en el aeropuerto el dorado esperando el llamado, los niños están inquietos y me río al ver a Andrés tratando de controlarlos. Reviso mi teléfono al sentirlo vibrar, es un mensaje de mamá avisando que cayó por las escaleras y quiere que vaya.

—Andres, tengo que ir a casa de mamá, pasó algo y debo verla, vete tranquilo.con los niños y nos vemos allá. —Busco las llaves del departamento que renté allá y se la doy—Te envío la dirección, chao.

—Marcos, ¿Que pasó?

—Te explico más tarde, debo irme ya. —digo. Salgo corriendo, detengo un taxi.

Llego a la mansión Grimaldy asustado, al entrar mamá está sentada en la sala de estar con una copa de vino y leyendo una revista.

—Mamá, ¿Cómo estás? —La observo cuidadosamente y entonces me percato que está perfectamente bien.

—Hijo mío, era la única manera de que vinieras. Hay un asunto importante que debes atender.

—Madre. —Beso su frente—. Te dije
que me tomaría unas vacaciones, no debiste mentir para impedirlo ¿Cuál es ese asunto importante?

—Ven, hay alguien que quiero que conozcas. —Toma mi mano y me lleva al estudio—. Hijo, ella es Roxana, es hija de Fernando James.

—Mucho gusto Roxana —Extiendo mi mano hacia la mujer, usa un vestido negro hasta las rodillas, el cabello en una coleta alta y los labios pintados de rojo, muy rojos—. Marcos —Digo en cuanto la toma.

—El gusto es mío Marcos —Sonrie.

—Bueno, yo los dejo para que se conozcan mejor. —dice mamá y sale del estudio.

—Mi padre está interesado en invertir en tu proyecto Marcos, dice que es prometedor. Ya habló con tus padres y, solo faltas tú.

—Me alegra saber eso, pero yo no estoy a cargo de el, mi padre tomó el control cuando yo no pude hacerlo más. No sé por qué querría tu padre mi consentimiento. —Sonrío—. Roxana, me dio mucho gusto conocerte, pero ya debo irme. —Doy la vuelta y salgo del estudio en busca de mamá, la conozco bien y sé que trama algo. Solo espero que no sea lo que creo.

—Marcos ¿Dejaste sola a Roxana?

—Tengo que irme ya.

—¿A dónde vas ahora?

—Iré a hacer algo importante para mí y no sé cuanto tiempo me tarde, te llamaré para que no te preocupes.

—No puedes irte hijo y hacerle ese desplante a Roxana, ella no va a esperar tanto.

—¿Esperar qué? —No responde—. Madre, espero que no estés planeando enredarme con ella porque de una vez te digo que no lo haré.

—Pero hijo. Es una muy buena oportunidad para nosotros, su padre está dispuesto a invertir una fuerte cantidad de dinero en tú proyecto, no necesitaríamos más inversionistas y en poco tiempo recuperariamos todo lo que perdimos por culpa de Martina y su marido. La compañía volvería a ser la misma y todos nuestros problemas...

—No madre, no aceptaré un matrimonio arreglado de nuevo. Así que sacate esas ideas de la cabeza. No los necesitamos, un par de inversionistas más y en dos o tres años la compañía se recuperará. Además cuando cumpla los 30 podré usar el dinero que el abuelo me dejó y pienso usarlo para apoyar la compañía.

—Fernando y tu padre ya firmaron el contrato para la inversión, en un par de días hará el desembolso a la compañía —Se acerca a mí—. Roxana está interesada en tí y fernando espera un compromiso entre ustedes.

—Ese no es mi problema, además; Ella está loca madre.

—Solo sufre de esquizofrenia hijo.

—¡No!, No me casaré con ella. Esta vez seré yo quien elija, y será a quién yo quiera, no ustedes —digo y camino a la salida.

—Si pones un pie fuera de esta casa te quito todo Marcos. Es enserio, sabes que no amenazo en vano —Me rio.

—Ya no puedes manipularme con eso madre, cuando cumpla 30 tendré mi propio dinero. Esperaré.

—¿Qué harás los cinco años que te faltan?

—Trabajar —Carcajea.

—¿Crees que vivirás con un suélducho?, Vamos hijo, estás acostumbrado a la buena vida, no podrás sobrevivir ni una semana —Me da la espalda—. Hoy mismo cancelo tus tarjetas y pongo en venta el departamento donde vives, el auto y todo lo demás. Adiós lujos Marcos.

—Hazlo, quitarme todo, aún así no cederé, todo lo que hice una vez fue para que se sintieran orgullosos de mí, pero nada les importa. Así que no. Haz lo que quieras. —Doy la vuelta y salgo de casa.

Estoy enojado, no permitiré que arruinen mi vida de nuevo. Me subo a mi auto y voy a ver a George , el abogado que trabajó para el abuelo.

Igual, ya perdí mi vuelo.

Paso directo a su oficina en cuanto llego al bufete, su secretaría me deja seguir sin anunciarme.

—Hola Marcos, ¡Qué sorpresa verte por acá! —El hombre se levanta para saludarme.

—George, ¿Cuánto tiempo sin verte?.

—Si, ha pasado mucho. Siéntate por favor Marcos.

—George, vine por un asunto que me interesa y tú me puedes ayudar.

—¿Cuál es ese asunto?

—Necesito que me digas si hay algo que pueda hacer para recibir mi herencia antes de que cumpla los 30. ¿Es posible?

—Claro, solo debes presentar el acta de nacimiento de tu primogénito y podrás disponer de su patrimonio hasta que sea mayor de edad, y... la herencia no es tuya Marcos, es de tu hijo. —Frunzo mi ceño, eso me cayó como un balde de agua fría.

—¿Qué? ¿Cómo que no? mi abuelo me heredó todo, bueno la mitad, me lo dijo, me enseñó el testamento George, yo lo vi y mis padres también.

—Marcos, tu abuelo cambió su testamento dos días antes de morir y en la lectura se les informó a los presentes sobre el cambio, tú no estuviste porque recuerdo que estabas enfermo en el hospital y como eras menor de edad, tú padre fue en tú representación, él lo sabe.

No entendía nada.

—Tú, Alissa y Aron solo son albaceas de sus futuros hijos, con la diferencia de que tú primogénito tendrá la mitad. Si por alguna razón no pueden, entonces el otro padre será quien lo haga

—A ver si entendí, si tengo un hijo y si me pasa algo, o me declaran incompetente¿La madre de mi hijo o hija sería el dueño de la fortuna Grimaldy?

—Asi es.

Quedé en shock con esa información, ¿Por qué papá no me dijo nada de esto?. ¿Por qué el abuelo decidió cambiar su testamento a último momento?

Tengo muchas preguntas en mi cabeza, debo averiguar. Me levanto y salgo de la oficina, recuesto mi espalda en la puerta, me dejo caer a suelo con las manos en la cabeza y cierro mis ojos en frustración.

—No puede ser cierto, no tengo ni tendré nada, un hijo mio es el dueño de la mitad de la fortuna Grimaldy, no yo. —pronuncio en voz alta.

—¿Qué dices? Ahora entiendo, ese es el motivo. — Escucho la voz de Martina, abro mis ojos y me levanto al verla frente a mi.

—¿Qué dices? ¿De que hablas? No entiendo.

—Marcos, necesito hablar contigo, por favor.

—¿De qué? —Espeto.

—Te diré los motivos que tuve para hacer lo que hice, pero aquí no. Vamos a otro lado. No te niegues por favor.

Por alguna razón sus lágrimas me conmueven y acepto.

Espero a Martina unos minutos mientras habla con George. Supongo que de su herencia, ya tiene una hija.

Decidimos ir a mi departamento porque Martina quiere privacidad, parece temerosa.

—¡Habla!. ¿Qué es eso que quieres decirme? —Me siento en el sofá y ella enfrente de mí.

—Marcos quiero explicarte lo que en verdad sucedió con Marcelo.

—No me interesa.

—Déjame continuar por favor, no me interrumpas.

—Al grano Martina, no tengo tiempo. —Sus rodeos empiezan a desesperarme.

—Le pedí a Marcelo que esperara a que los niños nacieran para separarme de tí y mientras eso sucedía nos seguimos viendo hasta que tú padre nos descubrió.

—Espera ¿Qué? ¿Papá sabía de tú amorío con Marcelo?

—Si Marcos, y me amenazó con hacerlo público a menos que... —tomó aire—, a menos que te convenciera de hacerte la vasectomía. Por eso insistí tanto con eso.

—¡Mientes! ¿Por qué papá te pediría algo así?

—Es la verdad, en ese momento no sabía por qué y no se lo pregunté, yo solo quería evitar un escándalo, mi padre no me lo hubiera perdonado jamás. —Sus ojos se llenan de lágrimas—. Marcos, sé que pensaste que te dejé porque no podías embarazarme de nuevo pronto, y que no quise esperar a que revertieras la vasectomía porque quería mi dinero, pero no fue así. Yo simplemente quise acabar con una farza y buscar mi felicidad con el hombre que amaba y de paso tú también con Yulissa —Abro mis ojos en cuanto la nombra porque jamás le hablé de ella.

—¿Cómo sabes de Yulissa?

—Solías mencionarla algunas veces mientras dormías —Me quedo en silencio observándola —Dime algo Marcos ¿Por qué no has revertido la vaceptomia?

—No deseo hacerlo —respondo.

—¿Por qué?

—No te importa Martina, ya deja de hacer preguntas estúpidas. —Me altero.

—Responde por favor, quiero que entiendas por qué tu padre me obligó a convencerte de hacerte la va...

—Perdí a tres hijos Martina y entendí que mi destino era no ser padre porque soy un asco. Papá tiene razón en decir que... —Me detengo al entender su punto, me siento estúpido y la culpa me invade..

—¿Lo ves ahora Marcos?, tú otro hijo tampoco llegó a nacer ¿Verdad? —Niego—. De seguro fue por causa de tu padr...

—No, yo lo hice, no él —Una lágrima corrie por mi mejilla al recordar a Yulissa suplicar—. Yo ayudé a mat...

—Te manipuló Marcos, te utilizó para deshacerse de ese pequeño igual que lo hizo con los nuestros.

—¿Qué? ¿Cómo?

—Lo escuché Marcos, escuché cuando le decía a alguien por teléfono que había dañado los frenos de mi auto, por eso no funcionaron y nuestros hijos murieron en ese accidente —revela mientras llora.

—Eso no es cierto, papá no sería capaz de hacer algo así Martina.

—Lo es, y ahora lo entiendo —Limpia sus lágrimas—. Él jamás permitirá que un hijo tuyo nazca Marcos, porque eso significaría quedarse sin nada. No tengo pruebas para demostrar que causó la muerte de nuestros hijos, tú padre es muy astuto. Jamás pude denunciarlo y menos cuando tú tío intervino.

—¿Tío Ramón?

—Si y ahora estoy segura que si hubiera esperado a que te operaras y me hubiera embarazado de nuevo, ese bebé tampoco hubiera nacido. Él se hubiera encargado de evitarlo.

—Eso no puede ser cierto, tal vez malinterpretaste las cosas Martina.

—Nicolas y Nia eran mis hijos, y yo los amaba, me duele no haber podido hacerles justicia porque tú tío intervino en la denuncia, y tú padre nos amenazó a todos nosotros. Por eso hicimos que Grimaldy group Cayera. —Llora mientras habla—. Secuestró a mi hermanita Marcos y por eso dejamos todo así.

—Martina dime por favor que me estás jodiendo. —Se acerca y me entrega una nota y la leo .

Cuídala bien, los accidentes pasan a menudo.

—Esa nota llegó con un ramo de flores el día que Sofía nació. Estoy segura que fue tú padre, era una amenaza para que no hablara, pero ahora que sé sus verdaderos motivos me atreví a contarte todo porque quiero justicia para mis hijos, nuestros hijos. Confío en que lo harás —Dicho eso toma su bolso y sale de mi departamento.

!Esto no puede ser cierto!

Tomo las llaves de mi auto y me voy de nuevo a la mansión, tardo solo 15 minutos en llegar, me estaciono y entonces veo a papá bajar de su auto. Salgo furioso a enfrentarlo, debe explicarme muchas cosas.

—Papá —Bajo de mi auto y lo intercepto. ¿Es cierto que provocaste el accidente dónde murieron mis hijos?

—¿Estás drogándote otra vez? —pregunta con su aire de superioridad y prepotencia.

—Martina me lo acaba de decir, ella...

—¿Y le vas a creer a esa perra qué te puso los cuernos? No sé cómo estás seguro de que esos mocosos eran tuyos. —Lo golpeo con toda la furia que tengo dentro.

—No los llames así. —Intento golpearlo de nuevo, pero su perro faldero me lo impide.

Ha sido su guardaespaldas desde que tengo memoria.  El imbécil me golpea en el estómago mientras otro que no sé de dónde salió me sostiene por detrás.

—Golpéalo más —Ordena mi padre.

—Hazlo tú, no seas cobarde. ¿O es qué solo te metes con niños? —Hace una seña y luego siento un golpe fuerte en la nuca con un objeto que supongo, era un arma. Es tan fuerte que pierdo el conocimiento.

Todo se vuelve oscuridad.

Gracias por leer.

Últimos capítulos...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top