20.
🌷YULISSA🌷
Mi mente está algo confundida.
¿Escuché bien?
¿En verdad se estaba disculpando conmigo?
No dije nada a sus palabras y solo me limité a estar en sus brazos, me sentía tan tranquila y serena que no me percaté del momento en que todo acabó.
Su olor es tan embriagante que todo lo que quiero en este momento es quedarme así con él. Ni siquiera sé cuanto tiempo ha pasado y no me importa. No pienso ni razono.
Me separé de Marcos al sentirme observada y no me equivoco, apenas levanto mi mirada me encontró con tres pares de ojos observándome y un par de ellos me apuñalan. Eva está enojada conmigo y la comprendo, hasta puedo ver lo que me decían sus ojos.
¿Qué rayos te pasa Yulissa? ¿Ya se te olvidó todo lo que te hizo?
Y la verdad es que en lo último que pude pensar, fue en eso.
-¿Qué haces aquí Marcos? Creo que es mejor que te vayas. -digo sintiéndome avergonzada y estúpida.
-Vine a verte y no me iré hasta hablar contigo.
-Vete, no tenemos nada de que hablar, todo quedó claro entre nosotros.
-¡Yulissa! Es hora de irnos. -interfiere Eva con tono grosero. Se acerca a nosotros y detrás de ella, Elly y Carlos.
-Si, ya voy. -Estoy incomoda-. Adiós Marcos.
-No, no te vayas, dame unos minutos, quiero hablar contigo ¿Si?
-Emm, yo...
-¡No!, ella no tiene nada que hablar contigo, así que lárgate por dónde viniste Marcos.
-¿Qué pasa? ¿Quién es él? -pregunta Carlos a la defensiva ante la actitud de Eva. Me quedo observándolo sin atreverme a responder.
-Nadie que valga la pena, es solo un malnacido, un desgraciado con quién tuvimos la mala suerte de toparnos un día. -Toma mi mano y prácticamente me arrastra a la salida.
Subimos al auto que Carlos alquiló, él conduce, Eva está a su lado Y Elly atrás conmigo. El ambiente está tenso en tenso, las miradas están en mí
-Niñas, ¿Quieren comer algo? Yo las invito. -dice Elly trata do alivianar en ambiente.
-No Tía, vámonos a casa para que puedas descansar.
-Está bien cariño, tu también debes hacerlo. Recuerda que me tienes a mí y que no estás sola.
-Lo sé tía, sé que tú, Yuli, Óscar y Carlos estarán conmigo porque son mi familia, y también mi ahijado precioso. Aunque hay una a quien quiero golpear por idiota.
Eso último entiendo bien que es para mí.
-No tienes derecho a decirme así. -respondo enojada, aunque te ha razón.
-Claro, pero cuando Marcos...
-Eva, ¡ya!
-a ver, me van a explicar que es lo que sucede ¿Quién es Marcos? -pregunta Carlos.
-Es el idiota de quién te hablé aquel día... es el padre de Mateo.
¡Chismosa!
Carlos me mira por el retrovisor Y Elly coloca su mano en mi hombro.
-Si, lo es.
-Ok, entiendo que entonces las cosas con él no terminaron bien, pero ¿Y Mateo? ¿No vendrá con nosotros a verlo? -pregunta de nuevo Carlos.
-No.
-Anda, cuentales por qué.
-No vendrá porque no lo sabe, Marcos no sabe de Mateo.
-Cariño, ¿Por qué le ocultaste algo así? Es su padre y tiene derecho a saber.
Eva se ríe con burla y me enojo, tengo ganas de mechonearla. Aparto mi cara y me pego a la ventana, ellos entienden que no quiero hablar y dejan de hacer preguntas.
En cuanto el auto se detiene, soy la primera en bajar, aunque tengo que esperar a que Eva abra la puerta. Una vez lo hace entro y voy hacia las escaleras.
-Voy a arriba a darme una ducha y a descansar, mañana nos espera un largo viaje. -digo.
-¿Una ducha? ¿Es todo lo que dirás? -Cuestiona Eva molesta.
-Si, no tengo nada más que decir, Eva.
-¿Qué diablos hacía Marcos en el cementerio? ¿Lo citaste? Por eso estaban abrazaditos. ¡Qué ternura!
-Cariño, ya déjala. Yulissa tendrá sus razones para...
-Ustedes no saben la historia, estoy segura que supieran, me apoyarían. ¿Por qué no les cuentas Yulissa?. Cuéntales que ese hijo de puta quiso...
-¡Ya basta Eva! -La interrumpo y bajo las escaleras furiosa-. ¡Es suficiente! Entiendo que estés enojada, pero eso no te da derecho a meterte en mis asuntos. ¿Entiendes?
-Claro, eso dices ahora, pero cuando llorabas por ese imbécil, si que lo era ¿No? -Me quedo callada porque ella tiene razón-. ¿Qué te dijo ese idiota? Dos palabritas y mira nada más cómo estás. ¿Dejarás que te pinte pajaritos en el aire otra vez?. ¡Contesta! no te quedes callada.
-Eva yo...
-¿Tú qué? ¡Por Dios Yulissa!, te estás comportando como una estúpida, ese hombre te hizo daño, te lastimó, te humilló y pisoteo a su antojo, se metió con lo más sagrado para tí, te lo recuerdo por sí ya lo olvidaste. Y, viene ahora, se aparece después de todo este tiempo con su carita de yo no fui y tú lo recibes gustosa y feliz, como si nunca hubiese pasado nada.
-Eso no es cierto Eva, tú no sabes nada.
-Ah no. No sé nada ¿Y lo que vi qué? ¿Acaso no estaban abrazaditos como una parejita feliz? Y si no sé nada entonces dímelo, explícame -Nuevamente no dije nada-. Habla ¡Maldita sea!
-Yo... Si, tienes razón, soy una imbécil, una masoquista, o lo que quieras, pero ¿Qué hago? Si después de todo este tiempo y de lo que me hizo, no puedo odiarlo. No logro sacarlo de mi corazón, porque simple y sencillamente, todavía lo amo, lo sabes. A pesar de todo yo todavía lo amo. Soy mujer de un solo amor, ¿Qué le vamos a hacer? -confieso, mis lágrimas salen al no poderlas contener, subo las escaleras de nuevo, solo que esta vez lo hago corriendo.
Me tiro en la cama de la habitación dónde me estoy quedando y dejo salir mi llanto. Siento el peso de alguien sentarse en la cama, alzo la mirada y veo a Carlos justo ahí, observándome. Me siento y de inmediato me abraza.
-Tranquila Yuli, sea lo que sea que decidas yo te apoyo, no te preocupes por Eva, yo me encargo.
-Gracias, sé que debes tener muchas preguntas, pero ahora no. Prometo explicarte después.
-Está bien, descansa. Yo tengo una fiera que calmar. -Sonrio ante su comentario, me da un beso en la frente y se marcha.
Puede que no me guste lo que Carlos hace con Eva porque sé que la lastima, y eso me enoja pero, es un buen tipo.
Me siento triste y lo único que puede animarme es mi pequeño, así que tomo mi celular para marcarle a Óscar por video llamada, dos timbrazos y tengo la carita de mi hijo en la pantalla. Verlo sonreír me hace sentir más feliz que cuando al hablarle lo escucho llamarme mamá.
-Hola amor -Óscar lo sostiene en sus piernas.
-Yulissa, que bueno que llamaste, alguien aquí estaba extrañándote. -Sonrío.
-Hola Óscar, ¿Cómo te va con él?
-Muy bien, es todo un angelito. Excepto cuando es hora de dormir, ya sabes, su canción en mi voz al parecer no le agrada -río apenada.
-¿Extrañaste a mami mi amor? -Hago pucheros y mi pequeño mueve sus manitas y piernitas en respuesta-. Óscar, muchas gracias por cuidar de mi pequeño, me siento avergonzada contigo porque no pudiste venir por quedarte con él. Deberías estar aquí con Elly.
-No te preocupes, para mí es todo un gusto cuidar a este angelito, además Elly y yo hablamos por teléfono a cada momento y estoy tranquilo porque sé que ustedes están con ella, y con Carlos, que para eso lo envíe, para que las cuide y les haga compañía.
¿Lo envío? Creí que había venido a darle apoyo a mi amiga.
-De verdad muchas Gracias Oscar -miro a mi pequeño-. Anda bebé, mándale un beso a mami. -Mi rostro se llena de ternura al ver a mi hijo con su trompita estirada enviándome un beso, se acerca mucho a la pantalla y yo hago lo mismo-. Muac, Mami te ama mucho mi amor. -Me despido y corto la llamada.
Ya mañana te tendré en mis brazos de nuevo mi amor.
Te amo mucho hijo mío.
Muchas gracias por leer.
😘😘😘
(14-08-23)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top