"Yo te conozco"

Claire caminaba con nerviosismo y algo de emoción a su nueva escuela, su tía, Xister, la llevaba hasta la salida del bosque.

—Bueno pelos de muñeca, te dejo aquí.— Dijo Xister soltando a Claire de la mano. —Ahí nos vemos, que no se te haga sorpresa que te gusten las mujeres, parte de tus tías y madres.—
Claire rió.

—Ya sabre la razón del porque entonces.— Bromeó ligeramente. —Adiós tía Xister, nos vemos.—

Claire siguió con su camino por la ciudad, pronto llegó a la escuela donde por primera vez, estudiaría, subió los escalones y cuando menos se lo espero, ya estaba dentro.

—B-bien... Sigamos.— Susurró al sentir algunas miradas de extrañeza posarse sobre ella, Claire suspiró temblorosamente y siguió su camino hacía la dirección, tocó la puerta.

Miss Grace se levantó y la abrió, cuando vió a la menor sonrió suavemente.

—Bienvenida Claire, pasa.— Grace se hizo a un lado y Claire paso, Miss Grace se sentó y le hizo una seña a Claire para que lo haga, lo cual ella obedeció al instante. —Bien, como sabrás, es tu primer día en la escuela, espero lo disfrutes, tengo que darte algunos datos, como tú salón, casillero y tu horario, espero y tengas cuadernos.—

—Si Miss Grace.— La directora asintió y sacó una hoja de papel de tamaño pequeño y un papelito.

—En el papelito viene tu aula, en el papel viene tu horario y el número de tu casillero es el cinco doce.— Claire asintió y se levantó. —Y también, ten cuidado Claire, ciertos alumnos suelen ser problemáticos, espero y tengas suerte en los exámenes y sobre todo, que disfrutes estudiar aquí.—

—Gracias Miss Grace ¡Bonito día y salúdame a Anova!— La del moño salió de la dirección, Miss Grace se despidió con la mano y se sentó ¿Le tuvo que haber dicho de Alice? Si, ahora se arrepentía, pero cuando tuviera la oportunidad se lo diría, para que tuviera más cuidado.

Claire camino hacía su casillero, lo abrió y guardo sus libros y cuadernos, sacó el horario para ver qué clase tocaba.

Lenguaje

Sacó el cuaderno de la clase que le correspondía
y fue al salón donde tocaba su clase, se asomó por la ventana y vió que la maestra aún no estaba, Claire suspiró aliviada y entró, sintió nervios al sentir muchas miradas posarse en ellas, le decepcionó al saber que los tres chicos que la molestaron antes de que entrará a la escuela.

a mirada divagó en todas las mesas que habían y encontró espacio donde había un chico con dos plumas en la cabeza y una chica sin rostro y con un patito de hule en su cabeza, Claire camino ahí y se sentó en el asiento libre de ahí, sintió las dos miradas de los jóvenes posarse en ella.

—¡Oh! ¿Eres nueva cierto?— Inquirió el joven con una sonrisa amable. —Me llamo Engel si te lo preguntas, un gusto.— Claire miro al chico y también sonrió.

—Soy Claire, un gusto también.— La chica hecha de burbujas la miro y sus ojos brillaron de emoción.

—¡Un gusto! Soy Bubble.— La de burbujas extendió su mano, Claire sonrió suavemente y también extendió su mano, estrechando ambas manos, justo, llegó la maestra, la cual tenía unos cuernos de venado y su vestido blanco ligeramente rasgado.

—Buenos días alumnos, empezemos con la clase.— Expresó la maestra con una sonrisa amigable pero a la vez siniestra, una alumna con apariencia de conejo levantó la mano.

—Oye Miss Thavel, una duda.— Petunia bajo la mano. —¿Porqué tiene una venda alrededor de su costado?—

—Uh... Eso, no es importante, Petunia.—Miss Thavel camino hacia su escritorio y se sentó, leyó unos papeles. —Al parecer tenemos una alumna nueva, Claire, pasa al frente.— Thavel levantó la vista para deducir cual era la niña nueva, la del moño se levantó y paso al frente.

Es ella.

¿Es la hija de la tipa que mató?

Recordaba cuando iba de regreso a su hogar, con su forma más humana, su cuerpo lleno de heridas y su rodilla con dos hoyos, gracias al poste de calle y la cazadora inexpresiva.

Recordaba el dolor tan punzante que sentía en su costado por las cuchilladas del poste, el dolor de las balas al atravesarla y quemar su piel.

Cuando Thavel volvió a la realidad, notó que ya la menor estaba sentada y los alumnos la veían fijamente, ella sonrió nerviosamente y se levantó.

—Bueno... La mayoría debe saber ingles y francés ¿Cierto?— Inquirió Thavel. —Pasaremos al italiano, el idioma italiano es algo parecido al español y francés.— Y con eso, dió inicio a su clase.

La siguiente hora de Claire, fue artes, lo cual, no fue tan sorprendente, solo dibujaron y anotaron un pequeño dictado de Miss Sasha y con eso, salieron al receso.

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El horario escolar terminó, Miss Thavel manejaba a su casa más rápido de lo normal, quería ir a su casa urgentemente, aparte de descansar, la herida de su costado punzaba dolorosamente y más al ver a la hija y sobrina de Connor y Aiden, le daba rabia verla ¡Le enojaba tenerla de estudiante!

Pero ¿Porqué? Si era la culpa de Thavel por arrebatarles a Kaatie, pero el problema.

Thavel no iba a aceptar su error.

La maestra de lenguaje abrió el cerrojo de su casa y entró, fue a su habitación y se cambió de ropa a una más cómoda, fue a su habitación con un marcador rojo.

Llegó y miro su pizarrón, destapó el plumón rojo y dibujo una gran X en un boceto sencillo que parecía ser Claire.

—El poste ese y la loca de las armas me dañaron mucho y sabes algo Claire, no me arrepiento de matar a Kaatie.— Susurró para si misma con una sonrisa siniestra. —Alguien tiene que pagar los daños ¿No, Claire?—

Thavel soltó una risita, dejó el marcador y fue al baño, cambio la venda y miro su herida, la cual estaba de un color casi negro.

—Creo que se me va a infectar...— Susurró Thavel, tocó la herida y soltó un gemido de dolor, la volvió a cubrir con una venda limpia.

Así terminó su día, cenó un café y se fue a dormir.

Aunque, tenía ciertos planes para la menor.

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