"Desesperación"

La pierna de Kaatie se movía desesperadamente, apartó la mirada de la computadora y miro hacía el reloj.

—Cinco minutos... Cinco minutos...— susurró la chica, ella descansó sus dedos por unos segundos antes de volver a escribir en el teclado.

Últimamente, su trabajo se había vuelto complicado: Su jefe le ponía más carga, trabajaba diez horas seguidas, le pedía horas extras que no eran pagadas y lo peor, que ese viejo le coqueteaba a su compañera de al lado.

—Listo... Ya son las siete y yo me voy.— Susurró para si misma, cerrando la lap en el proceso y acomodando su escritorio, el jefe se asomó y dejo de hablar con la compañera de Kaatie para acercarse a ella.

—¡Oye Kaatie!— Habló el con esa sonrisa hipócrita en su rostro, Kaatie miro atrás y fingió una sonrisa, aunque se notaba que estaba molesta.

—¿S-si jefe?— Preguntó entre dientes, aguantando las ganas que tenía de golpearlo en ese mismo momento, claro, no podía por obvias razones.

—Quiero que-...—

—Si, si, horas extras.— Se apresuró a decir Kaatie, volviendo a caminar a su asiento y prender de nuevo la computadora. —Horas extras, horas extras ello, horas extras aquello...— El jefe simplemente arqueó una ceja de confusión por el comportamiento reciente que había tenido su empleada, pero no le dió importancia ¿Qué le iba a importar?

Kaatie escribía en el teclado con aburrimiento, sus párpados se empezaban a sentir más pesados que nunca, miro el reloj, esperanzada de que ya la dejen ir.

10:30 pm

Finalmente, su jefe le mandó mensaje de que ya se podía ir, Kaatie se levantó, salió de la oficina y se fue del edificio para ir al bosque.

Últimamente, llegaba a las dos de la mañana al hogar, como odiaba su trabajo, pero lo necesitaba para pagar la luz, agua, gas e internet, sorprendentemente necesitan todo ello.
También, las apariciones de nuevas bestias se hacían más visibles, pero no eran tan peligrosas como Fen, gracias a Dios que Kaatie era amiga de ella. No solo los monstruos eran peligrosos, también humanos, como Aiden y Xister, que era los que conocía hasta entonces.

Kaatie caminaba en un tramo oscuro del bosque, era demasiado aterrador, pero a la peli-blanca no le daba miedo, a menos no ahora... En ese momento se sentía vigilada por alguien.

No fue hasta que escuchó un gruñido, Kaatie sin pensarlo, salió corriendo sin mirar atrás, escuchó como la criatura la perseguía, pero se detuvo.

Llegó a la cabaña y miro el reloj de la pared.

2:41 am

Kaatie llegó a su habitación, se quitó la ropa de trabajo y se puso ropa para dormir, se tumbó a la cama y cerró los ojos para dormir.

Y eso no era el único día que sufría eso, si no era del diario, solo los fines de semana se libraba ¿Pero para que? Si de igual manera el jefe le pedía ayuda esos días.

Definitivamente necesitaba un descanso.

"Virus"

Claire llegó a la cabaña después de haber salido con Anova, saludo a Aiden y a Connor para ir a su habitación, alimento a Moe Moe y se tumbó en su cama, miro al gato con una sonrisa, actualmente, Moe Moe llevaba con ella desde los nueve años, hasta los trece años, en ese plazo de tiempo ella lo amaba y Moe Moe también.

La castaña revisaba su teléfono, nada en especial, hasta que una pestaña apareció, la de moño lima, confundida, la abrió.

¡Hola! Si vez esto, abre el link
¡Ya me cansé de estar atrapada!

Claire miro el link que había al final, dudo un momento.

No lo iba hacer ¿Porqué confiar en una página rara? ¿Y si tenía virus o algo? Claire apagó su teléfono y salió afuera de su habitación.

—Oye, niña.— Claire miro a Connor, el cual estaba sentando en el sillón, le señalo una canasta que contenía galletas y pan. —Dice Kaatie que se lo mandarán a Xister y Fen.—

—Si tío Connor.— dijo la de moño lima, agarró la canasta y salió afuera de la cabaña, tapó su rostro ya que el fuerte sol del verano la impacto, siguió su camino hacía la parte inferior derecha del bosque, directo a la iglesia donde vivían sus tías.

Finalmente llegó y tocó la puerta, esperando pacientemente respuesta.

Nadie contesto.

Era raro, siempre sus tias estaban ahí, al menos que hayan salido, Claire no sabía que hacer, ella miro a todos lados y notó que la iglesia tenía ventanas, dejo la canasta de galletas en la puerta y corrió a una ventana.
No tardó en subir, miro adentro y efectivamente, no hay nadie.

Claire empujó la ventana, pero esa se forzaba a no abrirse. La castaña se estiró a un árbol cerca y tomó una rama delgada pero resistente, la pasó por el minúsculo espacio e intento quitar la madera con suaves empujones.

Lo logró, la madera cayó al suelo y Claire entró por la ventana, al parecer la técnica que le había enseñado Xister funcionaba, llegó a las puertas y las abrió en par en par, tomó la canasta de galletas y pan y las colocó en la mesa.

Acomodó las galletas junto la biblia de Xister, la copa de vino sucia, las drogas, alcohol de Xister y huesos de las víctimas de Fen.

Claire volvió a tomar la madera, para colocarla de nuevo en la ventana y salió por las puertas, cerrando de nuevo la iglesia.

Claire llegó de nuevo a la cabaña y fue a su habitación, tomó su teléfono para ver si había algo nuevo.

Definitivamente había algo nuevo, cincuenta páginas abiertas, la castaña empezó a eliminarlas, cada una contenía mensajes diferentes y el mismo link.

"¡Deja de ignorame y abre el link!"

"¡Abre el jodido link para que sea libre!"

"¡Hola! ¿Estás ahí? Eso espero, abre el link
y te dejare de molestar"

"¡Abre el link Claire! Por favor :("

¿Cómo lo que sea que le este mandando mensajes sabe su nombre? La de moño lima se desesperó, pero si lo abría ¿La dejaría en paz? Eso esperaba.

Al momento en que su dedo tocó el link, un escalofrío recorrió su columna al ver como alguien salía.

—¿¡Qué tal perra?!— Exclamó, la de moño lima se espantó y tiró su teléfono a la cama. —¡Lo siento! Solo quería sorprenderte.—

—¿¡Q-quién eres y que haces en mi teléfono?!—

—Oh cierto, se me olvidó presentarme.— la persona agarró la página de notas de Claire y empezó a escribir.

"¡Soy Agheta :)! Probablemente estuve
atrapada hace siete años entre el internet después  de que una tipa albina
me encerrada aquí adentro.
Soy un virus, pero no hago daño
¡Lo juro :)! 
¿En qué te podré ayudar estando aquí?
Bueno, podré recargar la energía de
tu teléfono, también te puedo hacer
sentir mejor si no lo estás, sirvo como
un protector de virus malos
¡Así que soy buena >:)!
¡besitos en el uiuiui!

—¿Qué caraj-...—

—Si lo se ¿Fascinante no?— Agheta acomodó su pelo que tenía manchas de colores: rojas, azules y amarillas. Al parecer el virus le gustaba ver la confusión grande de Claire.

—¿Porqué lo escribiste y no me lo dijiste?—

—Quería hacerlo más extravagante.— dijo Agheta, lo último en un toque más agudo.

—Uh... ¿Bueno está bien?— Claire parecía confundida por el hecho de tener a alguien en su teléfono y que hablaba. —¿Serás una amistad para mí?—

—¿¡Una amistad para ti?!— Exclamó Agheta, terminando de comer la comida de un anuncio, una pestaña se abrió, eran de esas que Claire usaba para dibujar, Agheta apareció ahí e hizo un corazón. —¡Claro que seré tu amistad, tu mejor amistad incluso! Tu me libraste y estoy agradecida por eso.— Agheta se sentó en el borde de la pestaña abierta.

Definitivamente todo se ha vuelto muy extraño, pero lindo ¿Podía suponer Claire?

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