2. 𝓓𝓮𝓼𝓽𝓻ú𝔂𝓮𝓶𝓮 - 𝓐𝓭á𝓹𝓽𝓪𝓶𝓮
♥ﮩ٨ـﮩﮩ٨ـﮩﮩ мαтє (мíяαмє) ﮩﮩـ٨ﮩﮩـ٨ﮩ♥
Acéptame como soy; Prepárame para ti...
El silencio después del toque fue de menos de 10 segundos un fuerte "adelante", con una voz tan ronca y tosca le erizo la piel; un vago recuerdo de una voz así lo inundo de imágenes de unos años atrás y reciente a sus emociones por la situación que estaba viviendo lo irritaron ante el recuerdo, tenía años de no volver a pensar en ese rostro en específico, uno que le llenada de coraje y desespero, esos malditos ojos caoba que lo seguían hasta en las pesadillas, esas lágrimas y esos gritos de dolor; malditos pensamientos de mierda sobre quien sea que fuera su nombre y su última amenaza recibida "Un día me vengare de ti y mis lagrimas las vas a pagar con sangre", se adentró a la oficina que más bien era una biblioteca personal y cerró la puerta quedando de frente a su comprador; su vista, su respiración, sus pensamientos, su odio todo se fue a la mierda cuando los ojos que no lo veían, el cuerpo que no se giraba a recibirlo y el silencio que lo recibió, lo golpeo tan hondo en los recuerdos que por un momento todo su sistema colapso pero no fue el único, el comprador también abrió los ojos tan grande como su impresión lo abordo y su boca no hizo más sonidos después de eso.
Después de la vida en la universidad, Jeon no volvió a amenazar a nadie más. Era producto de las incontables veces que Yoongi habló con él para decirle que ninguna de las agresiones de su padre debía ser motivo para sobajar a las personas que lo rodeaban y lo transmitían odio; por lo que no tuvo que volver a pelear, ni gritar, ni golpear, ni amenazar, pero eso no quería decir que no supiera hacerlo. Su cuerpo, muchos músculos más arriba que los demás, lo imponía sin siquiera esforzarse, pero igual que la última vez, nunca sería suficiente para él.
¿De dónde te creció la necesidad de joderme la existencia después de tanto tiempo, eh?, maldito imbécil de mierda. Tae estaba acostado en el escritorio con los papeles regados en el piso y Jeon amenazando con encajar un cortapapeles en la garganta.
—Vete a la mierda, imbécil; de saber que eras tú, no hubiera pedido nada...
—No te creo; dime, con todo ese dinero tuyo, ¿a quién conoces de la empresa? —Dime, ¿quién te dijo que estaba allí? —El objeto afilado hizo presión en su garganta y sintió lo caliente y espeso del líquido hemático en su piel. Una vez más estaba sangrando, por nada más y nada menos que su bullying.
— Yo... ¡¡¡JEON!!! —Tae cerró los ojos gritando su nombre y ese grito dio justo en un recuerdo tambaleante en Kook, la misma desesperación y miedo en los mismos ojos y luego Yoongi diciendo que no tenía la culpa de sus golpes de la infancia; lo soltó abruptamente y se dirigió a la puerta mientras el castaño se recuperaba y tapaba su herida en el cuello. —No sabía que eras tú; de saberlo, ¿crees que me arriesgaría a ponerme en peligro? —Jeon giró a verlo y se pasmó al escuchar sus palabras. Él no era un jodido delincuente; no entendía por qué la mayoría de personas se expresaban así de él, o por lo menos las que lo conocían desde chico. Trágicamente, Kim era el que más lo conocía, aunque no quisiera.
—No me importa qué hagan, consigue un puto reemplazo antes de que tengas que sacarme de la cárcel por asesino... —Colgó la llamada de golpe y empezó a caminar por la oficina.
—Debería cancelarlo; la persona que mandaron no es la que quería. Ya sé que yo di especificación, pero realmente no lo es; no pienso pagar tanto por nada, ¡maldición! —Colgó la llamada y se dejó caer en la gran silla mientras escuchaba los pasos de Jeon al frente suyo caminar de un lado a otro.
—Así que realmente no sabías que era yo, ¿eh? Muy bien, como no pienso devolver el dinero, mi dinero, voy a quedarme a hacer el trabajo que pediste. No importa qué o cómo, simplemente voy a tomar el pedido; lo voy a dejar tan satisfecho para que no exista queja alguna y después me iré sin voltear atrás.
—¿Qué te hace pensar que yo voy a pagar una deuda tan alta por ti? ¡Diez veces tu valor! Ja, perder tres centavos incluso es mucho para ti. Jeon endureció su rostro y Tae no se perdió la amenaza latente en esos orbes oscuros: "Voy a arruinarte". —Pero en vista de que tengo tu culo en mis manos, te aconsejo que des el servicio como lo pedí o realmente será cuestión de minutos para ver cómo esa empresa desaparece con toda su gente dentro.
El silencio entre los dos fue tan deprimente que por mucho tiempo la mirada intensa de ambos no desistió hasta que Jeon suavizó su entrecejo y sus expresiones fueron tan tranquilas como en un principio. Su cuerpo se relajó mucho y su voz fue tres tonos más baja que en un principio.
—Bien; mi nombre es Jeon JungKook; tengo 20 años de edad. Estaré a su servicio durante un mes a partir de hoy. Le entrego los papeles de su pedido donde voy a pedir que ponga su firma en cada hoja y la guarde hasta el día en que su renta termine; durante este tiempo lo único que no puede pedirme es agredir o ir en contra de otra persona, tampoco puede desistir de mis servicios hasta el día en que terminen y no puedo quedarme tanto tiempo en un solo lugar, por lo que voy a pedirle que me dé órdenes claras de qué hacer para no quedarme en casa.
—No pienso cargar con otro guardaespaldas en el auto ni pienso tener una falda que me siga a todos lados... La sonrisa de suficiencia en Tae floreció cuando Jeon se sintió agredido por el comentario de la falda; por lo que no se quedaría así nada más.
—Bien, señor Kim; le aconsejo que a más tardar el valor de mi persona esté en la cuenta bancaria de mi empresa o nos veremos en un tribunal; con permiso... —Dio una reverencia corta y se giró a la puerta. Tae ni siquiera lo pensó; por alguna razón pudo dejar que se fuera y pagar el dinero que perfectamente tiene. Sin embargo, su voz salió antes de que su cerebro terminara.
—De acuerdo, Jeon; tomaré el servicio con todo y ese maldito contrato. —Firmo cada hoja y después lo llevo a su caja fuerte, todo a la vista de Jeon, que se quedó inexpresivo pero atento.
—Ahora debo saber a dónde y cómo tengo que ir; el qué debo hacer y el cómo es cuestión mía y lo haré cuando sepa o sienta que debo actuar; por lo que, si no tiene inconveniente, voy a hacer unas preguntas al azar. —La mano de Tae lo invitó a sentarse y, una vez los dos sentados, al escritorio empezó un juego de preguntas que nunca esperó recibir; o mejor dicho, no pensaba contestárselas a él.
—Su vida sexual es regular, nula o excesiva. Tae se puso rojo de solo escucharlo; la última vez que tuvo sexo fue hace más de dos años.
—nula... —Su voz salió como un chillido entre dientes, cosa que hizo a Jeon inclinarse al frente, poniendo la oreja de frente a su comprador.
—Como "Nula"; perdón, señor Kim, pero realmente no lo escucho...
—¡¡¡Con un carajo es Nula!!! —Jeon se quedó en silencio y continuó con el cuestionario.
—¿Padece usted algún síndrome o alteración que provoque malformación, alergias o embarazos? Bueno, omita lo último; es una pregunta retórica para mujeres.
—¡La padezco! ¡Sí! —Jeon se quedó perplejo ante las palabras; lo miró para que continuara con sus palabras.
—Soy muy fértil y, según los médicos, podría ser embarazado en caso de que me dejara o fuera pasivo.
Los engranajes de Jeon en su cabeza hicieron un ruido infernal en su sistema; ¿en caso de serlo? Entonces no lo es. Entonces, ¿quién sería el activo y quién, el pasivo? Un escalofrío recorrió su espalda y se movió con desespero en la silla.
—Tendremos que hacer un análisis sobre eso y mandarlo a la empresa; por último, ¿es pasivo o activo? —Y se preparó para decirle que era un placer trabajar con el hombre más rico de Corea, pero que él jamás sería el pasivo, cuando la puerta fue tocada tres veces.
—¡Adelante! —La mujer entró haciendo una reverencia.
—Joven amo, el desayuno está listo; ¡joven Jeon, su recámara está lista!
—Señor Jeon, pasemos a la mesa. El día de hoy vamos a trabajar en la corporación, por lo que voy a pedir que use un traje formal; mis damas estarán esperando por usted para otorgarle lo que necesite en la comodidad de mi casa.
Jeon se sintió como esa mujer de las novelas que llega a una casa y el hombre de dinero y poder le otorga todo a cambio de su cuerpo; no podía estar en más problemas si es que tenía que ser pasivo; nunca lo había hecho y, sinceramente no era su objetivo desbloqueado recientemente.
—Entonces, ¿qué...? "No"... —Tae silencio abrupto mientras iba a preguntar algo; apenas iba a contestarle de malas cuando se fue de golpe su intención. Giró la vista a donde estaba la de Tae, que miraba a la señora que servía el desayuno. —Entonces no...
—Dígame, señor Jeon.
—Oh Dios, ¡no! Así no funciona. Ya que vamos a vivir juntos un mes entero y voy a estar acompañándote en muchas situaciones, deberías llamarme por mi nombre o un seudónimo propio de nosotros...
—¿Así que entonces pasamos a eso ya? —Los dos seguían comiendo, mirándose de vez en cuando a los ojos.
—Para la empresa es claro que necesita de un compañero que esté para usted las 24 horas del día y que realice todo tipo de actividades que implican su acompañamiento. Cada semana tengo que llevarlo a una sesión psicológica a la empresa con la intención de que no tengamos daños colaterales de la interacción.
—¿Algo así como un lugar donde tirar la basura sentimental que se genera? Me siento inspirado, necesito ir y decirle a la psicóloga que tiene un cretino por empleado. —Jeon soltó el tenedor, pero no el cuchillo y, con una sonrisa suficiente, miró a Tae.
—Ahora que lo pienso, debería ir por una sesión ahora mismo; no creo que pase mucho antes de cometer homicidio. —Una mano de Tae se levantó como saludando a alguien, como callando la palabra y después sonrió como nunca lo había visto hacerlo; tanto fue el impacto que cuando escuchó sus palabras no supo reaccionar.
—Recuerda que ya no estamos en bachillerato, Jeon, ¡y mira esos bonitos botones rojos en tu ropa! Estoy seguro de que suena interesante cómo te ves bajo la mira de... —Su persona se vio rodeada de láseres de armas fuera de la casa, todos sus guardias apuntando a su persona; sintió un escalofrío, pero no dijo nada.
A cretino: Será mejor que te apresures o me iré solo; ya voy tarde.
A Pequeña Molestia: Lo siento en verdad, los trajes no me van ☹.
A Cretino: Pff, apenas te das cuenta por la gran m...
Taehyung estaba a punto de irse a la empresa él solo, es decir, iba super temprano y tenía como dos horas antes de iniciar la jornada, pero porque tenía que esperar para empezar. El simple hecho de saber que tenía una suerte muy mala desde que estaba pequeño le hizo querer destruir todo, para empezar porque ahora volvía a encontrarse con Jeon, porque tenía que ser él.
Su cabeza era un enredo de pensamientos desde temprano y apenas eran las primeras horas, no podía saber que será de su siguiente mes, suspiro dejándose vencer por sus interminables pensamientos sobre jeon, cuando lo vio salir de casa, la boca se le seco y un suspiro enorme abandono su pecho y es que Jeon era un maldito en todo el sentido de la palabra pero desde que lo recuerda como capitán del equipo de futbol era el más guapo y el más sobresaliente por esas marcadas abdominales y fuertes quijadas que le hacían soñar hasta al más aplicado de la clase, en esta ocasión el perfecto traje ceñido al cuerpo de jeon lo hacía verse tan elegante y varonil que tae pensó que lejos de ser un error, era un premio el tenerlo como acompañante, forzado porque no iba a perder millones por un capricho y jeon no iba a regresar el dinero que gano con este trabajo, su campo de visión se vio interferido por un dedo que siguió hasta posarse en el pecho del menor y subió hasta su cara, acto que los ojos de tae siguieron silenciosamente, hasta encontrarse de frente los ojos del azabache.
—¡Mi cara está justo aquí, joven amo! —sonrió engreído.
—Discúlpame, solo identifico la cara de personas con alto IQ y personalidad.
—Pff, si sigues hablando de esa forma, no te aseguro un final íntegro.
El auto se detuvo en el café donde normalmente Tae compraba un latte frío con poco café y leche. Se bajó del auto y detrás Jeon también lo hizo. Apenas iba a tomar la puerta cuando Jeon se adelantó y Tae se quedó pasmado por la acción.
—¡Qué estás haciendo! —Ese simple acto le puso rojas las mejillas.
—Te dije que las cosas funcionan a mi manera; no sé qué clase de novios has tenido en toda tu existencia, pero ya que voy a tomar el papel de uno por este mes, permíteme tratarte como mi trabajo lo pide; incluso si no leíste las pequeñas letras del contrato, yo sí las tengo aprendidas y dentro de ellas está el comportarse como tal con el comprador, ¡por favor! —Su mano en señal de paso, Taehyung suspiró y entró a la cafetería siendo visto por todo mundo. El silencio era incómodo. Tae no pidió un novio, pero en vista de que no leyó las reglas, supuso que era cierto lo que el azabache decía. Se adentró en la gran barra y pidió el café que regularmente pedía.
—¿Vas a tomar algo? —Jeon dejó de observar a la recepcionista que se insinuaba con la mirada, cosa que no pasó desapercibida por Tae.
—¡Te importa! Tengo un poco de prisa... —La chica parpadeó y corrió a hacer el café.
—Parece que tenemos serios problemas con los celos, ¿no?
—Me da lo mismo lo que hagas; yo solo tengo prisa en llegar a mi oficina.
Una media sonrisa en los labios de Jeon se formó y suspiró en respuesta. El querer tomar café se esfumó después de ver la mala cara de Tae por esa simple simulación de atracción. Jeon tenía una novia y a su gusto era la única que existía para él y eso iba en contra de lo que su trabajo le pedía, pero no esperaba tener ningún sentimiento hacia Tae después de todo.
—¿Tu trabajo te permite tener una "relación" así? —Kook giró a verlo confundido y sin entender.
—¿Así?
—Quiero decir, se supone que vas a acompañarme y a darme lo que yo pida, eso dice el contrato, pero ¿tienes una relación aparte de todo esto? ¿Eres casado o estás en una relación?
—Oh, bueno, si ahora que lo mencionas, tengo a alguien, pero los reglamentos sobre la empresa son estrictos, así que ella no se mete para nada en mi trabajo.
Jeon paso la mañana de esos tres días igual, anotando en cada una de las oportunidades lo que Tae hacía, a donde iba, con quien hablaba, quienes estaban a su alrededor y es que ellos realmente no tenían temas de conversación por lo que se dedicaban miradas rencorosas y uno que otro comentario malicioso encaminado a joder la estabilidad del otro, pero jeon podía jurar que era el tipo de jefe que hubiera querido si trabajara en una corporación administrativa, tae era atento y dedicado en su trabajo y como dueño al frente de todo lo que tenía parecía que era un pequeño de visita en la empresa y no el empresario que todo mundo quería conocer y entablar una seria conversación sobre las cosas que no le llamaban a tae.
—Joven amo, el auto está listo; el señor Kim lo espera para el almuerzo.
—Jeon, aparte de tus músculos y trabajo como modelo CK, ¿qué más sabes hacer?
—Pues en realidad no mucho, ¿por qué?
—Porque tenemos mucho tiempo juntos y realmente el que estés en la oficina o detrás de mí todo el tiempo no me parece buena opción para ti, así que tienes alguna profesión que quieras desempeñar.
—No en realidad, es decir, yo quería estudiar algo relacionado con las artes, pero... —El recuerdo de sus padres y la vida antes de MATES la abordó de repente; su rostro se endureció y una pesadez la adornó.
—¡Ya veo! Necesito salir a hacer un negocio importante; necesito que te quedes aquí. Ya sé que el contrato dice otra cosa, pero es mejor que no vayas. Cuando regrese, iremos a comer juntos.
—Yo...
—Más tarde vendrá mi asistente con algunos papeles que debes llenar; hablaremos de eso en la comida, ¿sí?
Suga: ¿Y ahora qué carajos, Jeon?
Kokoro: Si te digo, no me lo vas a creer: mi instinto asesino de prepa regresó.
Suga: ¡Explícame!
Kokoro: Estoy saliendo con el hombre más rico de Corea.
Suga: ¿Quién carajo es el hombre más rico de Corea? ¡ ¿Ese hombre?! ¡No entiendo! ¿Y Alana?
Kokoro: ¿En serio eres el mejor abogado de Corea? Tengo que diferir.
Suga: Chúpamela...
Kokoro: "Sí, también te mando besos".
Taehyung no se sentía seguro de su persona y no porque no fuera guapo, sino porque cuando contrató el servicio de MATES no esperaba que fuera a ser el hombre que más inseguridades le causó a su persona, siempre haciendo un hincapié en que prefería follarse a una piedra antes que a "alguien tan desabrido como un nerd" y cosas que aún hoy en día no tenían sentido, pero ese era el motivo que, a pesar de no tener sentido en Tae, daba mucho sentido; o alguna cosa, por así decirlo.
Unido a eso, estos tres días, lejos de estar menos estresado, estaba más que otras veces y eso solo era culpa del hombre que se veía jodidamente bien en trajes ajustados y que en algún tiempo de juventud fue el único hombre que llamó su atención, aunque la atención sobre su persona fue solo para infringir dolor.
De lo poco que había hablado estos días con Jeon, se dio cuenta de que no había terminado la universidad y que vivía solo, que sí tenía una pareja y que seguramente había hecho este trabajo incontables veces, así que, una vez que su persona atravesó la puerta de regreso a su oficina, se dejó caer en la silla de su escritorio y cerró los ojos; apenas estaba por decirle a Jeon que dejara de mirarlo como si tuviera un pene en la frente cuando el teléfono sonó.
—Bogum eres tú, ¿ahora mismo? —Su mirada en Jeon, que movía su lengua dentro de su mejilla, se cercioraba de que no tuviera interés en la llamada que estaba teniendo. —No puedo, estoy ocupado.
Después de eso, ni siquiera pudo colgar cuando la puerta se abrió y Bogum, el mismo que hablaba por teléfono, colgó la llamada y se quedó mirando a ambos hombres dentro. El disgusto que Tae sintió se vio opacado por el inquietante silencio de los tres.
—Entonces, ¿estás ocupado para no contestarme mensajes ni llamadas?
—Cálmate, no he tenido tiempo últimamente de hablar con nadie, he estado ocupado.
—¿Ocupado con este maniquí mal vestido? —Jungkook siempre trataba de mediar la situación, después de una exhaustiva terapia con Moran y Suga; aunque este hombre estaba siendo muy grosero, si lo admitía.
—Bogum, por favor, pasemos a la sala de juntas a charlar esto... —Pero el movimiento de Bogum fue tan rápido que cuando se dio cuenta, las palabras se estancaron en la boca de Tae; su mano lo tomó por la barbilla, obligándolo a mirarlo mientras Jungkook se quedó atónito por el movimiento repentino.
—¿Crees que después de que me has evitado meses voy a dejar pasar esto? ¿Qué te da derecho de tenerme como estúpido tras de ti...?
—¡Suéltalo! —Su voz fue clara y con un tono medio, pero su cuerpo irradiaba ira pura; sus manos estaban pegadas a sus piernas y Tae pudo notar cierta molestia en su persona.
—¡Tú no te metas!
—¡Te dije que sueltes a mi novio! —La cara de Tae y Bogum se descompuso en una impresión inquietante.
Tae jamás se vio inmiscuido en un problema amoroso, nunca se había peleado por él y tampoco habían llegado a decirle esas palabras de amor de novela que tanto le gustaban; es decir, se imaginaba mil situaciones con algún hombre de su interés, pero jamás pensó que sería lo más vergonzoso y difícil de pasar ahora que los dos hombres se veían como si el odio del mundo los hubiera poseído. Bogum soltó a Tae y se paró de frente a Jeon; ninguno hizo más que verse mientras los hombres de Tae entraban uno tras otro en la oficina.
—Bogum vete por favor; no vuelvas a irrumpir de esa manera en mi oficina.
—¿Cómo es que este hombre es tu novio si apenas unos meses atrás estabas conmigo?
—¡Ha! eso, yo... —Jeon se pasó a su lado y lo tomó de la cintura con una posesión tan irradiante en sus manos y persona que incluso Tae sintió un escalofrío en su piel.
—Tenemos poco tiempo saliendo y apreciaría que no vinieras a verlo de nuevo; no me gustaría saber que mi novio tiene estos encuentros tan repentinos con sus EX- novios.
Bogum salió de allí con una mirada de odio hacia los dos hombres; acto seguido, todos los hombres de negro salieron cerrando la puerta. El miedo que Tae sintió en ese momento aumentó: el hombre que tantas veces le dio dolor y fuertes sangrados ahora mismo tenía sus manos en su cadera y lo apretaba a su fuerte pecho y eso lo hizo tener un desequilibrio en su persona. Jeon jamás lo tocaría de esa forma porque, desde que lo recordaba, le tenía asco a su cuerpo y siempre hizo ademán de disgusto por él.
—¿Qué estás haciendo? —Lo aventó por los hombros, separándose; su corazón estaba al límite, pero no sabía si era de atracción o coraje.
—¿Que se supone? ¿Debía dejar que te golpeara o te tocara de esa forma?
—Solo me tocó la cara; no me estaba agrediendo... —De repente los gritos aumentaron.
—Si solo hubiera sido eso, no estarías tan asustado ahora mismo.
—Es mejor que terminar con la nariz sangrando y el labio roto por el imbécil futbolista...
Las palabras salieron sin medida y cuando logro darse cuenta ya era muy tarde, Jeon hizo una mueca de molestia y vergüenza, los dos se miraron en silencio y cuando kook camino a la puerta solo pudo escuchar su nombre pero no se detuvo, necesitaba aire fresco, ese lugar lo estaba asfixiando, después de todo él tenia razón, nadie en mucho tiempo le había recordado que un tiempo abuso de su fuerza física y que tae solo por un golpe involuntario en su rostro se llevo la peor parte de los golpes que su padre le dio; porque así como tae era vulnerable a jeon; él lo era con su padre y no le gustaba verse vulnerable; salió a fumar... un acto que tenia años de no hacer, pero en esta ocasión apenas eran tres días y su inquietud ya era el limite para él.
La semana fue tan difícil como lidiar con una bomba que no sabía en qué momento iba a estallar. Tenía que tomar sus propios métodos para hacer a su forma a ese hombre que a simple vista era duro y rencoroso, pero realmente estaba tan solo como él pudo notarlo. Era el último en irse de la empresa, llegaba a casa a cenar y luego a dormir; la rutina era tan monótona que Jeon se preguntó si realmente Bogum en algún momento llegó a hacer que rompiera esa rutina y sonriera con las cosas que le gustaban.
Una semana difícil, sin duda. El viernes por la mañana acompaño a Tae a una rueda de prensa. Salió de allí tan asqueado de tanta gente y a la vista de tantas cámaras fotográficas que tuvo que dejar que los guardaespaldas lo guiaran por la inmensa masa de fotógrafos y reporteros, todos preguntando lo mismo: "¿Quién es usted?". "¿Por qué está con el señor Kim? "¿En qué trabaja?" "¿Son novios?".
Por la noche estaba en una tienda comprando suero cuando la televisión llenó de fotos de él y Tae los noticieros. Suspiró cansado. ¿Se supone que así se ve la vida de una persona que está en medios televisivos? Una mierda, Tae solo le dijo que iban a estar a los ojos de unas cuantas cámaras, que no contestara nada, pero se sentía realmente cansado de eso, no entendía cómo Tae mantenía una sonrisa ante las cámaras.
Pero lo que realmente jodió todo fue el viernes; cuando Taehyung y Jeon bajaron a un restaurante que recién había abierto sus puertas a los comensales, Tae reservó porque tenía muchas invitaciones para ir, así que el desayuno fue para vista de Jeon el peor en mucho tiempo, de hecho, el peor desde que su padre lo golpeó una última vez.
—¿Qué vas a pedir de desayunar? —esa pregunta se sentía como las mil palabras después de aquella discusión en la oficina; las cosas no estaban bien entre ellos, pero mediar la situación era la principal prioridad si querían que ¡su dinero! el de ambos no se perdiera a lo estúpido.
—Lo que sea está bien; de todas maneras, no tengo mucha hambre. —La carta de Tae golpeó la mesa, provocando que los meseros se miraran unos a otros sin entender si era una acción para ellos o para el hombre enfrente de Tae.
—No vinimos tan lejos para que comas lo que sea o digas que no tienes hambre, así que empieza a escoger algo de la puta carta y come.
Jungkook se replanteó hacer lo mismo y contestar igual; mientras pensaba en levantarse y aventar la mesa, la carta la cerro con fuerza y tomo los bordes de la mesa levantándose, pero solo se perdió en la pareja detrás de Tae.
𓂀 𝑜𝑜 𝑜𝑜 𝑜𝑜 𝓂𝒾𝓈𝓈𝒟𝓀𝓋 𝑜𝑜 𝑜𝑜 𝑜𝑜 𓂀
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