Capitulo 03

Se encontraba lavando sus dientes en el baño compartido en el momento en que su celular sonó por quinta vez en la mañana.
Sus ojos por poco podían abrirse.
El móvil no había dejado de sonar en toda la noche así que no pudo dormir mucho más que la noche anterior a esa. No sabía que era peor si el aparato electrónico o sus recientes pesadillas. De momento el primero se estaba llevando la medalla de oro. Podría haberlo apagado o silenciado pero era fiel creyente de que si recurría a eso no podría estar ahí si hubiera una emergencia, después de todo para eso está ¿no? Para las emergencias. Quizás por ese mismo pensamiento era inevitable el sentirse hipócrita al estar usando su celular para cosas como para las que lo estaba usando: aplicaciones de citas. Lo que no entendía es por qué aún no había desinstalado la app. Podría decirse que la razón era que no quería que Mina se sintiera mal viendo que no apreciaba su ayuda al intentar conseguirle un poco de diversión, pero la realidad era que su curiosidad había ido en aumento y, para qué engañarse, también su autoestima. Al fin y al cabo la razón por la cual estaba sonando el celular es porque a alguien le había gustado. Eso sí que lo hacía sentirse un poco más confiado y a gusto...o , bueno, dejando de lado lo de los hombres mayores en ropa interior.
Esa es otra cosa que no entendía, el que le aparecieran hombres. Creía haber puesto que estaba interesado en las mujeres, entonces ¿por qué seguían saliendo chicos? ¿era posible cambiar esa opción?

Escupió la pasta de dientes en el lavamanos y se enjuagó la boca. Tomó la toalla de manos y mientras se secaba los labios tomó el celular para intentar averiguar cómo hacer aquello que había pensado. En la pantalla aparecieron un par de personas, una y otra a las que fue viendo y dando click a la X. No sabía si estaba listo aún para dar algún corazón a alguien, aunque de todas formas aún nadie había llamado demasiado su atención.
Mientras Izuku seguía centrado en su celular Bakugou pasó por la puerta sin prestar mucha atención a lo que este hacía.

—¡K-Kacchan!—Le saludó, al fin dándose cuenta de su presencia. —Buenos días.

Bakugou no devolvió el saludo.
El menor colocó apenado el celular rápidamente sobre la mesada del baño, boca abajo, intentando ocultar lo que estaba haciendo. Bajó su mirada y siguió con lo suyo al notar que no recibiría una respuesta. Mientras, por su lado, Bakugou se disponía a lavar su rostro y secarlo.
El celular que descansaba sobre la mesada comenzó a sonar nuevamente, esta vez llamando la atención de Katsuki quien a medida que sentía una nueva notificación se enojaba aún más.

—¡Ya silencia eso, mierda!—Exclamó, ya harto.

—¡Ah, lo siento, Kacchan!

Midoriya tomó el móvil y rechazando por un momento sus creencias lo puso en vibrador, mientras Bakugou sólo se disponía a observarlo.

—¿Desde cuándo las ratas como tú son tan solicitadas?

—Oh, esto... no es nada—Comentó, apenado. No iba a decirle la razón por la que sonaba el celular, eso si que sería vergonzoso y más aún sabiendo lo que opinaría Katsuki al respecto.

—¿Ha? No quieras engañarme, pequeña mierda, esa no es una cara de nada—Dijo dejando de lado la toalla con la que se había secado el rostro y dirigiendo ahora una mirada fulminante a Izuku.

—¡Lo prometo, no es nada de lo que piensas!

—¿De lo que pienso? ¿Y eso qué quiere decir, Deku, maldito?—Sus pasos se emprendieron en dirección a Izuku quién tomó su celular contra su pecho en el momento en el que Bakugou llevó su agarre hasta su camisa.

Justo en aquel momento se oyeron unas risas acercándose por la puerta. Seguido de eso Kirishima y Kaminari entraron por la misma.

—Ya me parecía que había mucho ruido, con que eran ustedes dos—Comentó Kiri.

—¡Callate!—Largó Bakugou

—Buenos días.

—Buenos días, Midoriya—Le devolvió el saludo Kirishima mientras se acercaba a Katsuki.

El colorado apartó la mano del rubio del agarre de la camisa de Deku mientras Kaminari pasaba su brazo sobre los hombros del más bajo de ellos.

—Vamos, bro, es temprano para andar molestando al pobre—Dijo Eijiro mientras Denki asentía a cada una de sus palabras.

Bakugou apartó la mano de Kirishima con un pequeño gruñido y regresó a recoger su cepillo y continuar con su higiene.

—¿Qué tienes ahí?—Los ojos del rubio se habían posado curiosamente en lo que llevaba Izuku en manos.

—Oh, e-esto es...

—¡A ver!

—¡Ah, Kaminari-kun, esper-

Antes de que pudiera reaccionar las manos de Denki tomaron el poco protegido celular de entre sus manos, observando sin pena alguna lo que había en la pantalla de este.

—Woh, ¡yo tengo esta! ¿A que es una maravilla eh?

—¿Eh?

—¿Qué cosa?—El ahora curioso era Eijiro, quien se acercaba a ambos para poder ver de qué hablaban.

—Es la aplicación de citas que te mostré ayer, también la tiene. Te dije que estaba de moda, todos la usan.

Tras oír aquello Bakugou detuvo la mano con la que se encontraba cepillando sus dientes, aunque rápidamente siguió con aquello. Sus ojos observaron a través del espejo, con su entrecejo fruncido, a las tres personas que se encontraban a unos pasos de él.

—¿También la tienes, Kaminari?—preguntó Izuku.

—Claro, conseguí una cita con esto. Aunque me dejó plantado, hehe.

Izuku rió levemente. De un momento a otro el temor de que vieran la aplicación que había sentido hacía un segundo se había disipado. Aunque claro, ellos eran este tipo de personas, no juzgarían a alguien por algo tan tonto y menos si es algo de moda que en sí causa curiosidad a cualquiera.
Bakugou por su parte terminó con sus cosas y tomó su vaso, su cepillo y su toalla, encaminandose ahora a la salida del baño.

—Oh, Bakugou, ¿ya terminaste?—Preguntó Kaminari. —Nos vemos por allá.

Lo ignoró.

—Adiós, Kacchan—Saludó también Deku con delicadeza.

Tampoco contestó, pero eso sí que no pudo ignorarlo.
Sus pasos se alejaron por el pasillo hasta que al fin dejó de oírlos hablar.

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