CAPITULO V


        Isla la Sima del Torturador......

        Escondidos tras unas rocas , sin llevar armaduras para que el metal no brille por los rayos del sol , y este no los delate ante los centinelas , Jaime Lannister y el capitán thirosi Belises observan las defensas de los piratas .
Antes de lanzarse a la batalla , el almirante Calaxis quería saber a lo que se iba a enfrentar .
        Tras ellos , dos soldados tyrosi vigilan los alrededores , por si se acercan piratas .
         Su galera se había acercado por el otro lado de la isla , en la noche a  un alcantilado , llegando el grupo  a la orilla con la ayuda de un bote . Esa galera se había alejado de la isla .
Volvería la noche siguiente , para recogerlos .
         En la ensenada , se ven cuarenta navíos entre galeras y dromones .

       - Esos son piratas Isenos . Además de las ballistas y catapultas que tienen en los  navíos , también han colocado otras en la empalizada -  va señalando Belises .

         Según lo ve Jaime , piensa ( Esa  empalizada no es gran cosa . Con unos golpes de hacha , la echas abajo . El problema va a ser el foso cubierto con  estacas . Quién lidera a estos piratas sabe lo que se hace , ante un ataque por mar ) y sonríe .

        - Pero ha cometido un error . Espera un ataque por mar , no por tierra - comenta Jaime con una sonrisa .

        - Algo no encaja . Los piratas solo luchan si saben que tienen las de ganar . Sino , prefieren huir . Esto parece una ratonera - niega con la cabeza Belises .

        - Deben contar con más defensas . Hay que seguir explorando - deduce Jaime .

          Ambos se ponen en marcha ,  intentando hacer el menor ruido posible . Bordeando el refugio pirata caminan por un bosque , mirando a todos lados .
        Después , el cuarteto asciende por una colina . Para entonces , el refugio pirata quedaba oculto . A su derecha , Jaime solo ve el paisaje de parte de la isla . A su izquierda , oía el fragor del mar . Sentía la brisa y el olor del mar .
         Al oír el ruido cerca de unos matorrales , los cuatro hombres se paran , y desenvainan sus espadas .
Pero de esos matorrales no salieron piratas , sino una familia de jabalís , para alivio de los cuatro .

         - Es irónico . Si fuéramos de caza , no los habríamos encontrado tan fácilmente - dice Jaime con tono alegre .

          - Sigamos . Y recemos a los dioses por no ser nosotros la presa - dice Belises .

        ( Siempre en tensión . Siempre serio . Y aún así , prefiero tenerlo a mi lado en un combate ) piensa Jaime .

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        Transcurre más tiempo , en el cuál , cruzaron una llanura con yerba que les permitió ver el azul del mar , pero al estar en una zona despejada , no se quedaron mirando , sino que  corrieron hasta llegar al pie de la siguiente colina .
        Se detuvieron por un tiempo , sentándose en la yerba , entre las rocas , para recobrar el aliento , beber agua y comer . Habían llevado queso , tiras de jamón y galletas de avena .
        Nada de carne o pescado , pues no sé podis hacer fuego . El humo podría verse desde lejos , y tenían que pasar desapercibidos .
        
        - Seguiremos explorando la costa de la isla , hasta hacernos una idea de la fuerza de los Isenos - decide el capitán Belises .

        - Y luego subir a esa montaña - señala Jaime - Por si hay una columna enemiga en el interior acampado .

         El capitán Belises asiente . Al terminar el descanso , subieron por una ladera , la colina . Una vez arriba,
oyeron una risotada , y unas voces . Los cuatro se agachan . Jaime con el corazón latiendo a gran velocidad ante la posibilidad de tener que luchar , lleva su mano derecha a la empuñadura de la espada , y la izquierda hacia el mango del puñal .
         Pero esas voces no se acercaban a ellos . Jaime mira a Belises , y este hace un gesto a sus dos soldados , y se mueve hacia las voces . Jaime le sigue.
         Al acercarse en silencio , Jaime ve cuatro piratas en la cima de la colina .
Estos miraban al mar . Se notaba que era un grupo de vigías .
        Volvieron sobre sus pasos , en silencio para no atraer la atención de los piratas . Una vez estaron lejos , Jaime le dice en voz baja .

        - Si los piratas tienen vigías por la colinas de la isla ....

        - Verán acercarse a la flota - termina por él , el capitán Belises .

         - Sigo pensando que la parte de atrás del escondite pirata es su parte más débil - comenta Jaime .

         - Si . El problema será llevar al ejército , son que se enteren los piratas Isenos - replica Belises .

        - Pues matemos a los vigías - decide Jaime .

       
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        Descubrieron una pequeña flota pirata de una quincena de galeras ,  fondeada en otra ensenada .
         Cerca , en una pequeña llanura a la que subían a ella por un sendero ,  los piratas habían montado un caótico campamento de tiendas de tela .
         ( No tienen defensas . No esperan un ataque por tierra ) piensa Jaime .
        Belises cogió el papel , donde estaba trazado el mapa de la isla , y coloco en el un redondo , con una pluma mojada en un tintero que saco de su zurrón .
        También colocó una X , señalando el puesto de vigías .

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        La noche había llegado . Sacaron el bote del escondite , y lo arrastraron hacia la orilla . Los cuatro hombres se subieron a él , y sin importar el status y condición social , remaron primero en silencio .
        Esto hizo que el avance entre las olas fuera lento , y el esfuerzo fuera mayor . Y todo con el miedo en los corazones de ser descubiertos .

        - Se acerca una galera - aviso en voz baja uno de los soldados tyrosi .

        - Viene por babor . Creo que es pirata , pues todavía estamos muy cerca de la isla , y está lleva los faros encendidos - deduce el capitán Belises

        - Qué hacemos ? - pregunta Jaime.

        - Quedarnos quietos . Por el rumbo que llevan , nos van a pasar de largo . Así que nos tumbaremos en el bote , no haremos ruido y rezaremos a los dioses , para que no vean el bote en la oscuridad de la noche - decide Belises .

         Así lo hicieron . Jaime reza en silencio como los otros tres hombres , al Dios guerrero . Reza , para que no tenga que entrar en combate ,  pues sabe que por muy bueno que sea con la espada , estando acompañado por solo tres hombres , no puede hacer frente a unos sesenta piratas , en el mejor de los casos .
         Así que contiene el aliento . Oye demasiado cerca el chocar de los remos sobre el agua de la galera pirata , sumergiéndose para luego ascender en el aire . Gira su cabeza , para con un ojo ver .
         Sólo ve la parte superior de dos mástiles . Siente debido al miedo  , que el corazón le va a salir del pecho .
No se había sentido así , desde que cruzó espadas con el bandido que era conocido como el caballero sonriente . El Gregor Clegane de aquel entonces .
         Un bandido que pertenecía a la Hermandad del Bosque Real . Después de aquello , el mismísimo Arthur Dayne , la Espada del Amanecer, caballero de la Guardia Real , le armo caballero , en recompensa por su valor en combate .
         Los remos se alejaron , y Jaime lanzó un suspiro de alivio . No fue el único .

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        Unas horas después , la galera que los recogió , se reunió con la flota .
        A bordo del Estrella del Mar , se reunieron con el almirante Calaxis . Este escucha con atención a Jaime y Belises , y de vez en cuando mira el pequeño mapa que llevo el capitán , y lo compara con el mapa más grande que tiene extendido sobre la mesa .

         - Me parece interesante el ataque por tierra . Pero este tendría que ser contra el pequeño campamento .  La flota atacará la ensenada mayor - decide el almirante .

         - Antes de desembarcar , tendrá que tomar o destruir los navios . Y en ellos , hay gente capturada sirviendo como remeros - le dice Jaime .

         - Soy consciente de ello . Pero no voy a arriesgar navíos de la flota y hombres para rescatar a esa gente . La orden es , destruir la flota pirata . Sin barcos , los piratas dejan de ser una amenaza - le dice Calaxis .

         ( Sabe que entre esos esclavos pueden haber tyrosi , como pasó cuando abordamos aquella galera pirata , y aún así no parece que le importe . Sólo quiere obtener la victoria con las menos bajas posibles )
         Viendo que no podía hacerle cambiar de opinión , Jaime solicita lo siguiente .

        - Quiero participar en el ataque al campamento . Si me da el mando , libero a los esclavos , y obtendrá las galeras .

        El almirante al oír esa propuesta , sonríe .

         - Tiene usted buen corazón , o está obligado por su idea de lo que tiene que ser un caballero ? Da igual .
Su propuesta me gusta . Así se hará - asiente el almirante .

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        En la siguiente noche , la flota de Tyrosh se había dividido en dos . La mayor parte de los barcos se fueron con el almirante Calaxis . La otra , se quedó al mando de su segundo , el comandante Orys Bortegar .
         Está , donde se haya Jaime se fue acercando a la isla , sin encender los faros . Una vez cerca , se echaron los botes , y hombres armados , con ropas oscuras y con chalecos de cuero descendieron a ellos , entre ellos , estaba Jaime . Aún con ropa de cuero y guantes , sentía el frío de la noche .
        Entre esos hombres , había arqueros . A Jaime no le gustaban los arqueros . Consideraba el uso del arco , como una desventaja desleal , frente a un guerrero con espada . Para Jaime , era en los combates con lanza y espada donde los hombres podían mostrar su valía como guerreros , y su valor .  Aunque comprendía la  importancia de los arqueros en los asedios .
        De nuevo , todos se pusieron a remar en dirección a la isla . Una silueta negra que se erigía por encima del mar , a penas iluminada por las estrellas , y por pequeñas luces  procedentes de la propia isla .
         ( Los centinelas han encendido hogueras para calentarse . Nos lo están poniendo fácil ) piensa Jaime .
        En el cielo nocturno , había media luna .
         Cuando el bote choco con la tierra sumergida , Jaime salto del bote y sus botas chocaron con el agua . Está salpicó , y las gotas llegaron a sus pantalones .
         Sin perder tiempo en esconder los botes , Jaime y su grupo fue hacia el primer puesto de vigilancia pirata .
El otro grupo comandado por el capitán Belises se alejaba , como sombras furtivas en la noche , yendo a por el otro puesto .
       Subiendo en total oscuridad por la colina , Jaime  tantea el suelo con las suelas para evitar tropezar y caer .
        Poco a poco , sus ojos se van acostumbrando a la oscuridad , hasta el punto de poder distinguir formas , con lo que el avance le resultó más cómodo .
         Era la primera vez , que iba a luchar por la noche . Al acercarse , le llega el olor a faisán frito . Le entró hambre .
          Se acerca junto con los hombres bajo su mando en silencio . Allí ve , a cuatro hombres iluminados por la hoguera . Reían , bebían y comían .
          Aunque no le gustaba lo que iba a pasar a continuación , recordó que si uno de ellos , hacia sonar el cuerno , todo el plan se vendría abajo . Hizo la señal . Los arqueros tensaron los arcos , y arrojaron flechas . Gemidos de dolor . Los cuatro hombres caen al suelo muertos , con tres flechas clavadas en cada uno .
         Después de que los arqueros eliminarán en silencio y de forma efectiva los dos puestos de centinelas ,   Jaime ordena , mientras se dirige a la hoguera .

         - Hacer la señal .

         Mientras un soldado tyrosi enciende el pequeño farol que lleva consigo , para que se vea la luz desde la flota , e inicien el desembarco , Jaime coge el espetón , y probó el trozo de faisán .

         - Hum ! No está nada mal ! Eres un buen cocinero - le dice Jaime al cadáver del pirata .

        

         
        

         

       

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