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Tina salió de aquella clase pocos minutos después para irse a la que le correspondía, seguía pensando en lo que le dijo Amelia, era una locura y tenía miedo de que la descubran y la lleven a un centro psiquiátrico. No quería eso, debía pensar en otra forma de deshacerse de ella sin la necesidad de derramamiento de sangre pero, ¿qué podría hacer? no era una asesina, ya pensaría en algo para deshacerse de Amaya.
Al llegar a su clase se sentó en uno de los últimos asientos, aún no había casi nadie por lo que podía ir pensando en varias ideas para quitarse de en medio a su rival. Mientras pensaba, vio entrar a la chica rubia y sentarse en su lugar, a Tina se le vino una idea en mente; podría ser cercana a ella y hacerle la vida imposible para que no se le declare a su amado. No necesitaría matarla e impediría su declaración de amor.
Tina: -Se acerca a ella- Hola, ¿te importaría si me siento a tu lado? soy Tina. -Dijo aparentando ser amable con ella-
Amaya:No hay problema, me llamo Amaya. Encantada de conocerte. -Dijo sonriendo-
Tina: -Se sienta a su lado y ve que saca dos bentos- ¿Todo eso es para ti?
Amaya: -Niega- No, necesito uno para un amigo. -Se sonrojó levemente-
Tina:Oh, ¿es para tu novio?
Amaya: -Se sorprende mirándola sonrojándose mucho poniéndose nerviosa- ¡No! -Se apena por el grito bajando la mirada- L-lo siento...él no es mi novio pero me gusta mucho.
Tina:Que lindo. *No sabes lo que te espera maldita rubia* ¿Cocinas bien?
Amaya:No, no realmente. Pero lo hice con amor, estoy segura que sabrá bien. -Dijo con confianza en su voz-
Tina:Si, claro, con amor...
La profesora llega y la clase comienza. Todos ponían atención a la clase y anotaban todo lo que ponía en la pizarra. Después de una hora la clase terminó y la profesora ordenó que fueran a cambiarse para educación física, Tina mintió sobre que no se sentía bien preguntándole si podía faltar a su siguiente clase a lo que la profesora, de mala gana, le dijo que hiciera lo que quisiera y se fue. Los demás se fueron y Tina aprovecharía aquel momento para sabotear el almuerzo entre Amaya y Sergio pero primero debía conseguir lo que necesitaba, entonces, pasando por la enfermería vio un pequeño bote con el nombre de Emetic siendo un medicamento que estimula el vomito, eso la ayudaría pero primero debía hacer que se fuera la enfermera ya que de lo contrario la descubriría y la regañaría así que debía tener cuidado. En eso escucha pasos y ve a una chica bajar las escaleras por lo que la empuja haciendo que gritara alertando así a la enfermera para salir a ayudarla, rápidamente Tina entra para robar el botecito y salir sin que la vean e irse a otro lado donde llega al patio trasero donde había un cobertizo donde se guardaban los utensilios de jardinería como una sierra mecánica circular y productos anti-plagas. Viendo ambas cosas se le vino a la mente un pensamiento perturbador. Lo único que le impedía acercarse y tomarlos eran aquellas chicas que andaban cerca, afortunadamente para ella, un gatito se acercó a Tina siendo adorable por lo que tuvo una idea siendo distraerlas con el gatito para así tomar ambas cosas de jardinería.
Así pasó, su plan había funcionando logrando entrar en el cobertizo tomando el producto anti-plaga y, aunque pensó en tomar la sierra pensando en lo divertido que sería despedazarla, no lo hizo y se fue del lugar antes de que descubran que estuvo allí. Regresó a su clase y aprovechó que no había nadie para ponerle el Emetic al bento de Sergio y un poquito del producto anti-plaga para el de Amaya, no la mataría pero si haría parecer que tuvo una intoxicación alimenticia. Al terminar, devolvió todo en su lugar como si nada hubiera pasado, estaba muy emocionada por ver la cara que pondría su rival cuando pruebe la comida, se estaría retorciendo del dolor de tripa y estaría muy mal y su amado no aceptaría más su comida. De tan solo imaginarlo la hacía tan feliz y su amado príncipe sería solo suyo. Al terminar aquella hora, volvieron por sus almuerzos para irse a comer, Amaya no sospechó nada y se fue a la azotea para verse con Sergio y darle su bento mientras que Tina los miraba escondida. Tal como lo había planeado, Sergio se fue corriendo a vomitar y Amaya comenzó a ponerse mal, empezó a toser sin parar y sentía que le faltaba el aire. Tina observaba todo con una mirada psicópata disfrutando de verla sufrir para después fingir preocupación por ella y ayudarla para llevarla a la enfermería. Si seguía así, antes del viernes estaría fuera de su camino aunque no sería la única, habrían más rivales que lo querían pero lo sabría en aquella semana.....
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