CAPITULO 7 - Bala pérdida

- Emma -entra Maggie a la celda.

Me separo de Carl y me acerco a Maggie.

-Necesitamos hablar, es sobre Beth.

Al oír esas palabras, mi corazón se acelera y un nudo se forma en mi garganta.

Carraspeo, e imposto mi voz.

- ¿Está bien? -las palabras apenas lograban salir de mis labios.

Ella, muy seria, tan solo se quedó callada ante mi pregunta.

- Será mejor que hables con mi padre, te lo explicará mejor -dijo haciéndome señas para que la siguiera.

- ¿Quieres que te acompañe? -dijo Carl, apoyado en el marco de la entrada de su celda.

- Mejor quédate y cuida a Judith -dije volteándome y encontrándome con su mirada.

Él asintió y entró a la celda.

Dirigí mi vista de nuevo hacia Maggie y nos dispusimos a ir a la celda de Hershel.

[...]

Llegamos a la celda, primeramente entró Maggie, y luego la seguí.

El ambiente de allí adentro era muy tenso, y pesado.

Lo primero que observe fue a Beth, pálida como la nieve, descansando sobre la vieja y deteriorada cama. Su brazo, estaba vendado y alrededor de este había pequeñas gotas de sangre seca por la cama.

Un escalofrío invadió mis huesos, recorriendo todo mi cuerpo.

Hershel tosió, llamando mi atención y quitándome de mis pensamientos.

- ¿Cómo está? -dije en un tono desesperado.

Hershel miró Maggie y luego a mí.

- Te seré sincero. Perdió mucha sangre. Necesitamos una transfusión, y pronto. Ahora, ella se encuentra en un estado de shock, si continúa así, el cerebro dejará de recibir oxígeno, y caerá en un paro cardiorrespiratorio

- Ve al grano -insistí.

Él hizo una leve pausa y trago saliva
-Si ella sigue así, morirá -soltó en un hilo de voz.

Mi corazón se detuvo al oír esas palabras, y mis ojos sólo podían concentrarse en Beth.
Un fuerte zumbido ensordecedor atacaba a mis oidos. Me costaba mucho, demasiado, respirar.

No puedo imaginar mi vida si ella muriese.
No, no la puedo imaginar porque eso no sucederá, no lo permitiré.

- Encontraremos a alguien con su mismo tipo de sangre, iré a buscar donantes. -decía rápidamente- Toma la mía si es necesario, no importa, toma toda la que quieras -exclamaba mientras me remangaba mi blusa- Sólo quiero que la salves -gritaba con dificultad, debido a mi acelerada respiración.

- ¡Emma, Emma! -me tomo Maggie por los hombros- Ese no es el problema.

- ¿Y entonces, qué es, por qué no hacemos nada para ayudarla? -gritaba mientras lágrimas caían sin parar de mis ojos.

- No tenemos los elementos necesarios para hacer la transfusión -dijo Hershel, serio.

- Cerca de aquí hay un hospital de ancianos. Alli deben haber los elementos que necesitamos. -dijo Maggie en un intento de calmarme en vano.

- ¿Y que hacemos aún aquí? -grité.

- No podemos ir ahora, es muy tarde, ya oscureció, es peligroso. -dijo Maggie intentando convencerme.

- Maggie, si esperamos, ella podrá morir, además, es tu hermana, ¿Acaso quieres que muera?

- No, no quiero, pero tampoco quiero que muchos arriesguen su vida. Tenemos tiempo, ella podrá aguantar hasta el amanecer.

- ¿Y que pasa si no aguanta? ¿Y si muere?

Ella tan solo se quedo en silencio.

- Iré yo sola, y regresaré con los elementos que necesita Hershel.

- No, no irás.

- No fue una pregunta, lo haré. No permitiré que Beth muera, no mientras pueda evitarlo. -espeté.

- Es muy peligroso -insistió Maggie.

- ¿Entonces qué? ¿Me quedo aquí a aguardar su muerte? ¿Me rindo sin siquiera haberlo intentado? Dime, si tu fueses la que necesitarás ayuda, Beth no hubiese dudado ni un momento en ayudarte, a pesar de estar en juego su vida, ella se arriesgaría a ayudarte. Ella lo haría, y lo sabes, ¿por qué tú no? -grité furiosa.

Se quedó en silencio, tiesa como una piedra.

Ya que todo indicaba que no iba a cambiar de opinión, decidí ir en busca de los elementos sola. Volteé, dispuesta a salir de la celda, y a unos pasos de la puerta escucho:

- Está bien. -dijo Maggie rendida- Buscaré a voluntarios que nos acompañen -exclamó- Papá, ¿puedes dar a Emma la lista de las cosas que necesitas?

Hershel asintió y Maggie salió apresurada de la celda.

[...]

Estábamos en el patio delantero, preparándonos para la búsqueda.

Se ofrecieron de voluntarios Daryl y un muchacho joven, cuyo nombre es Norman.

Estaba guardando mis cuchillos en mi cinturón, cuando alguien se acerca por detrás.

- Iré con ustedes -volteé y vi a Carl.

- No es necesario, ya estamos muchos.

- Iré con ustedes -dijo, con una voz firme. Nada parecia hacerlo cambiar de parecer.

No quiero que vaya con nosotros. Esta era una búsqueda muy peligrosa, y no quiero que le suceda nada. Es ir a un hospital, que no sabemos si esta invadido por caminantes, en medio de la oscura noche. No estoy segura de lograr sobrevivir en esta búsqueda, pero, si de algo lo estoy, es que no quiero que le suceda algo a Carl.

Una idea cruzó por mi mente.

- ¿Y ya se lo preguntaste a tu padre? -dije arqueando una ceja, sonriendo.

Tal vez yo no lo pueda detener, pero su padre es el unico que podrá, nunca permitirá que él vaya a una búsqueda tan peligrosa.

Una sonrisa victoriosa se dibujo en su rostro.

- Ya lo tengo todo cubierto -dijo marchándose.

Visualize a lo lejos a Rick y luego a Carl, aproximándose a este.

Carl dijo algo a su padre y este instantáneamente negó furioso con la cabeza.

Una sonrisa se asomó en mi rostro.

Algo me llama la atención entre la discusión de ellos. Rick ya no está furioso, y Carl esta sonriendo. Veo como Carl le susurra algo a Rick, este me mira, sonríe, vuelve su vista a Carl, y asiente.

OH NO.

Carl se acerca con una sonrisa de oreja a oreja.

- Te lo dije, lo tengo todo cubierto -dijo chocandome el hombro, y dirigiéndose hasta el coche con el que iremos al hospital.

¿Pero que le pasa a este? ¿Por qué quiere ir con nosotros? ¿Que tiene de divertido ir a una búsqueda suicida?

Rodeé los ojos y me subí al coche.

[...]

Llegamos al hospital. No había caminantes por el lugar.

- ¡Reúnanse! -exclamó Daryl- Ya saben el plan, nos colocamos en forma circular, protegiendo la espalda del otro, buscamos lo que necesitamos y nos largamos de aquí. -dirigió su mirada hacia el hospital- Y no importa lo que suceda, no se separen -nos alertó a todos y cada uno de nosotros.

Formamos el círculo, tal y cómo nos lo había dicho Daryl y nos dirigimos a la entrada.

Daryl abrió la puerta de una patada, y aguardó a que algún caminante apareciera.

- Despejado.

Entramos y había un largo pasillo, con muchas puertas. La débil luz de la luna atravesaba los ventanales. Todo parecía tan tranquilo.
Pero no lo era.

Algo nos sobresalto.

Se escuchaban gruñidos de varios caminantes. Eran fuertes pero no se los veía.

- Algo los esta deteniendo -dijo Maggie.

- Tenemos que salir de aquí -dijo, desesperado, Norman.

- No, no lo haremos. No sin los materiales que necesita Hershel -dije firme.

- Pero hay caminantes, y por lo que se escucha, son varios -insistió Norman- Tenemos que marcharnos.

Cobarde.

- ¡NO LO HAREMOS! -grité furiosa, no tan fuerte como para no atraer a ningún caminante.

- Oigan, tranquilos, no griten -dijo Daryl tratando de calmarnos- No nos iremos de aquí, no sin antes haber encontrado los elementos -llevo su vista hasta mí- No saldremos de aquí sin ellos.

Norman bufó y yo solté un fuerte suspiro.

- Está bien, nos dividiremos en grupos. Maggie, ¿tu sabes lo que hay que buscar, no?

Ella asintió.

- Y tu Emma ¿también lo sabes?

Asentí.

-Entonces, tú -señaló a Maggie- irás conmigo. Y tú -me señaló a mi- irás con Norman y tu pequeño novio.

Carl soltó una leve risa y bajo la cabeza. Yo no pude evitar sonrojarme, agradezco estar a oscuras así nadie lo notaba.

- Busquen los elementos rápido, y recuerden, no se separen -dijo Daryl remarcando lentamente las últimas palabras.

Nos dividimos en los grupos correspondientes y fuimos por el pasillo, no sin antes haber fulminado a Daryl con la mirada.

- Hey miren -dijo Carl.

Con la luz de su linterna señalaba un letrero en la puerta.

"FARMACIA/PRIMEROS AUXILIOS"

- Entremos -dije.

Carl abrió la puerta y apuntó con su arma.
Un caminante aparecio entre la penumbra. Carl sacó rápidamente su cuchillo y lo mató. Aguardamos unos segundos más, por si volvía a aparecer otro de ellos.

Nada.

Entramos y quite la lista que me había dado Hershel, con los materiales que necesitaba.

• Aguja
• Recipiente de solución
• Tubo flexible
• Respirador artificial manual

- Ten, busca estos -dije pasandole la pequeña lista a Carl.

Él la tomó y se dirigió hacia unos estantes repletos de medicamentos.

- Norman, tu harás... ¿Norman?

Lo busqué por la habitación y no estaba.

- ¿Norman? ¡Donde estas!

Oigo unos frascos caer al suelo. Si no me equivoco provienen de un escritorio ubicado al otro lado de la habitación. Preparo mi cuchillo y me acerco a este, lenta y cautelosamente.

Visualizo una silueta entre la oscuridad. Me aproximo a esta y en un abrir y cerrar de ojos mi cuchillo se sitúa sobre su cuello.

- ¡Por favor no me mates! -rogaba aquella voz, muy conocida.

- ¿Norman?

Retiré el cuchillo de su cuello, y este se volteó. Estaba temblando, pero no debido a la alta temperatura del lugar, su rostro estaba pálido, estaba asustado.

- ¿Qué haces aquí? Se supone que no nos separemos -dije molesta.

- Es que... yo... -respondió nervioso.

- ¿Tienes miedo? -pregunté en tono burlon.

- ¿Yo? ¿Miedo? ¡JA! ¿Acaso crees que tengo 5 años? -respondió irónico

Rodeé los ojos.

- ¿Entonces que hacías aquí escondido?

- Estaba... ¿buscando los elementos? -respondió inseguro.

Arqueé una ceja.

No le tomé importancia a lo que respondió y fuimos a ayudar a Carl con los elementos que aún faltaban.

- Tú vigilaras la entrada -ordené a Norman- Si vez algo, grita.

Este asintió y fue a su puesto.

Me dirigí al lugar donde se localizaba Carl.

- ¿Encontraste algo? -dije colocandome a su lado.

- Tan sólo me falta el recipiente de solución -dijo señalandome los elementos que ya había encontrado, guardados en su mochila.

Me dispuse a buscar el único elemento faltante. Nos quedamos unos minutos en silencio.

- Me pregunto como hiciste para que tu padre te dejará venir -dije rompiendo el silencio.

- Un caballero nunca revela sus secretos -dijo con un tono elegante.

Solté una leve risa.

- Pero si tú no tienes nada de caballero -me burle.

Coloco su mano en su pecho y puso una pose de "como de atreves" haciéndose del ofendido.
No pude evitar soltar una risa.

- Bueno, pero ya en serio, ¿Cómo lo convenciste? -insistí a mi anterior pregunta.

- Bueno -apoyo su cuerpo por la pared- Que tipo de caballero sería si permitiese que una bella chica fuese sola, sin protección, a una misión tan peligrosa -se poso de nuevo por sus pies acercándose a mi- Él lo comprendió y me dejo venir.

Un ligero calor invadió mis mejillas. Estas se tornaron de un color rojizo, que ni la oscuridad podría opacarlas.

Carl lo notó y una dulce sonrisa se dibujo en su rostro.

- No necesito protección, puedo cuidarme yo sola -dije cruzandome de brazos.

- Se que puedes, pero me siento más seguro si lo hago yo mismo -dijo acercándose más a mi.

Nos encontrábamos a escasos centímetros. Mi piel se erizaba por la cercanía de nuestros cuerpos. Podía sentir su fuerte respiración. Carl bajo su mirada hasta mis labios y luego la subió, encontrándome con sus hermosos ojos azules.
Su rostro fue acercándose más al mío. Nuestros labios se rozaban, colocó su mano en mi mejilla.

- ¡Carl! ¡Emma! -grita Norman desesperado.

Nos sobresaltamos ante su fuerte grito. Miré a Carl, estaba sonrojado. Rápidamente inclino su cabeza abajo.

- Iré a ver que sucede -sugerí.

- ¿Segura..? Puedo ir...

- ¡Chicos! -gritó más fuerte Norman.

- Segura -dije y corrí junto a Norman.

Eso si que fue incómodo.

- ¿Qué sucede? -digo con la voz entre cortada debido a mi agitada respiración.

- ¡Caminantes! -grita señalandome a un grupo de 5 caminantes aproximándose hacia nosotros.

Baje mi mano hasta mi cinturón para tomar mi cuchillo.

- Ven, ayúdame -le ordeno acercándome hacia el grupo de caminantes.

Ya a unos pasos alejados de él, notó que no me sigue.

- Hey, ¿Qué haces? ¡Ven! -exclamé en tono mandatario.

Él negaba con la cabeza.

De repente su rostro refleja terror como si hubiese visto el mismísimo infierno, y, temblando, me señala por detrás mío.

Volteo y un caminante se encontraba a unos pocos centímetros de mí. Rápidamente clavo mi cuchillo en su pútrido craneo.
Los demás caminantes se estaban aproximando y no iba a poder matarlos yo sola. Dos de ellos estaban a unos metros de mí.

- Mierda, ¿quieres ayudarme? -grito.

Este quita su arma y apunta hacia los putrefactos. Corro lo más rápido hacia él.

- Hey, no. ¿Qué haces? No uses tu arma, el ruido atraerá a más de ellos.
-dije en un intento en vano de quitar su arma de sus manos- Utilicemos los cuchillos. Podemos contra ellos.

Este hizo caso omiso a mis súplicas y seguía firme en su posición. Quitó el seguro de su arma y apuntó a los caminantes.

Debido a que ignoró todas mis súplicas no me quedó de otra que intentar quitarle el arma.
Tomé su mano e intenté hacer que soltase el arma.

- Hey, ¡Basta! -me gritó.

- Suelta la maldita arma -grité.

- ¡Sueltame tú! -gritó más fuerte.

Forcejeé su mano, para que soltase el arma. Este me empujó haciendo que cayese al suelo. Rápidamente me levanté y lo golpeé en el rostro, este tiró el arma y con sus manos se cubrió el rostro. Tome el arma que yacía en el suelo, pero tan pronto como la agarro, las manos de Norman luchan contra las mías, para poder adueñarse del arma.

Los gruñidos de los caminantes se aproximaban más y más.

- ¿Qué es todo este alboroto? -aparece Carl gritándonos molesto.

Y todo sucede tan rápido.

En medio de nuestra tonta pelea, debido a nuestros forcejeos, la bala sale disparada del arma, impactando contra el pecho de Carl. Este, cae inconsciente al suelo.

- ¡CARL!

Corro velozmente junto a él, y me arrodillo, colocando su cabeza sobre mis muslos.

No reacciona.

- Emma, tenemos compañía -susurra Norman.

_______________________________________

¡HOLA!
¿CÓMO ESTAN?
¿LES GUSTO EL CAPÍTULO?
¿Quien mas odia a Norman? \(•.•)/
Dejen sus comentarios e.e

#FRASEDELDIA
"CUANDO ESTÉS POR RENDIRTE, RECUERDA EL MOTIVO POR EL QUÉ EMPEZASTE"

NO OLVIDES DEJARME TU VOTO ☆
GRACIAS POR LEERME *3*
XOXO

PD: Emma en multimedia ^.^

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top