Capítulo 16 - Amigos
[N/A: Hola! Bueno, aqui va la continuación del cap 14, asi que posiblemente lo tengan que releer para recordar algunas cosas :)]
Me siento al borde de la cama y abrazo mis piernas. Mis parpados me pesan, no lograba conciliar el sueño. Solo podía pensar en Carl, en la discusión que tuvimos hace unas horas.
- ¿Carl?... Carl... di algo por favor -le pedí.
Él tenía sus ojos abiertos como platos, con una mirada atónita en ellos. Movía la cabeza de un lado a otro, sin poder creer lo que le había dicho. Estaba muy desconcertado. Luego de unos minutos, regresó su mirada en mí. Intentaba decir algo, pero su boca le temblaba, así que solo bajo la cabeza, tomó a Judith y se fue.
Quise detenerlo, pero tenía que dejarlo ir. Recibir una noticia así, de golpe, requiere de su tiempo para procesarla.
Me siento muy frustada, no por tomar la decisión de contarselo a Carl, sino más bien por sus consecuencias, ahora sé que él no me volverá a mirar de la misma manera, dudo que vuelva a confiar en mí o incluso que vuelva a hablarme...
Creo que lo perdí...
Me quedo con la mirada perdida, clavada en la pared que tengo en frente. No puedo dormir, no tengo nada por hacer y no quiero pensar. Lo único que me queda es mirarla hasta que el sueño me alcance. Siento el correr de las horas pero el sueño no aparece, cambio de posición varias veces pero ninguna me resulta cómoda. Sigo así, hasta que un rayo de luz atraviesa mi ventana. Ya amaneció.
Salgo de mi celda casi arrastrándome. Mis pies se sienten como bolsas de papas. No tengo energías, anoche no pude cerrar los ojos siquiera cinco minutos sin pensar en Carl. Ahora solo quiero comer y olvidarme de todo por un minuto.
Al llegar al patio delantero tomo unas manzanas que estaban sobre una mesa y examino el resto del lugar. A lo lejos veo a Mika sentada junto los cultivos. Decido hacerle compañía, sé que ella me hará olvidar de mis problemas aunque sea por unos momentos.
- Hola -digo sonriente al llegar junto a ella. Me siento a su lado.
- Hola -dice mostrando todos sus dientes- ¿Te sientes bien? -me pregunta observando atentamente mi cara-, tus ojos están rojos.
- Hum... si -digo insegura. Froto mis ojos con mis manos y parpadeo varias veces-. No dormí nada ayer -tomo una manzana- ¿Quieres? -intento cambiar de tema.
Ella asiente y la come.
Tomo la otra manzana y dirijo mi vista al frente, veo a Lizzie en la valla. Corría de un lado para otro, mientras reía a todo pulmón. Un caminante, del otro lado de la valla, la perseguía.
- ¿Que esta haciendo? -pregunto, dando un mordisco a la fruta.
- Esta jugando con "sus amigos" -dice haciendo comillas con sus dedos-. Al parecer prefiere estar con los muertos que con su propia hermana -suspira y hace una mueca triste.
- Oye -empujo delicadamente su hombro-, no digas eso. Lizzie siempre te preferirá a ti -le regalo una media sonrisa-. Además, no te librarás de mí tan fácil -le guiño.
Ella ríe y dirige su mirada a su hermana e inmediatamente su mueca se torna triste.
Odiaba verla así.
- ¿Tienes hambre? -pregunto con ánimos-, porque yo siento que mi estómago se está comiendo a si mismo.
Ella suelta una pequeña risa y asiente.
Observo los cultivos y logro reconocer uno de ellos, me levanto, tomó algunos de sus frutos y vuelvo a mi lugar de antes.
- ¿Conoces la quinoa? -pregunto mientras como algunas semillas.
Ella niega.
- Ten, pruebalos -coloco algunas semillas en su mano-. No son deliciosos, pero ayudan mucho a sastifacer el hambre -meto el resto de las semillas en mi boca.
Con desconfianza, toma una semilla y la come. Apenas la traga, arruga su nariz y cierra sus ojos haciendo una mueca de asco.
Por un momento veo el rostro de Mia en el de ella y un recuerdo aparece:
- ¡Vamos Mia! ¡Alli va el avión! -dije moviendo en círculos la cuchara con pure de manzana- ¡Abre la boca! -abrí mi boca para que ella imitara mi acción.
Ella la abrió y metí la cuchara dejando la comida en su boca. La saboreó por unos segundos pero luego la escupió. Arrugó su pequeña nariz y cerró sus ojos, negando con la cabeza varias veces. Reí ante esto.
- Parece que el pure no es lo tuyo... -limpié su boca-, bueno, lo comeré yo -dije y terminé el pote lleno de pure.
- Me recuerdas mucho a alguien... -digo sonriéndole- No sobrevivió -me adelanto a decir. Mi sonrisa desaparece.
Ella nota mi tristeza, se acerca a mí y me abraza.
Adoro a esta niña.
Escucho unos pasos y me separo del abrazo. Levanto la vista y veo a Lizzie quien alegremente saluda.
- ¡Hola! -dice.
- ¡Hola! -respondo. Volteo hacia Mika, quien parecía algo molesta- ¿Que hacías por allá? -digo señalando la valla.
- Estaba jugando con mi amigo -responde-, su nombre es Jeremy.
- ¿Tu amigo? -enarco mi ceja- Sabes que es un caminante ¿No?
- Ellos son iguales a nosotros -su voz sonaba algo molesta-. No quieren hacernos daño, solo quieren ser nuestros amigos -concluye impaciente.
- ¿Te das cuenta de lo que estas diciendo? -pregunto irónica-. Ellos son una plaga, por su culpa el mundo se fue a la... -Carol me mata si me escucha decir groserías frente a las niñas- ya sabes.
Lizzie me mira molesta y volteo hacia Mika, quien avergonzada, baja la cabeza.
- Sé que piensas que ellos son malos -dice Lizzie señalando la valla donde hay un par de ellos-, pero no es así -tragó saliva-. He venido todas las noches aquí y Jeremy nunca trató de hacerme daño.
- Aguarda... ¿Haz venido todas las noches aquí? -pregunto. Ella asiente-. ¿Quién está a cargo de ustedes? -esta vez la pregunta iba para ambas.
- Carol dijo que nos cuidaría -responde triste Mika-, pero hace tiempo que no la vemos.
Me quedo un momento pensando.
Podría cuidarlas; sé que no podré ocupar el lugar de "madre substituta" pero soy lo único que les queda. Perdieron a su padre y Carol era la única que se ofreció a cuidarlas, pero desapareció. Además, no me atrevería dejar sola a Mika, sé que no podrá defenderse sola allí afuera; y Lizzie, necesita ayuda, el estado en que se encuentra es peligroso, si sigue así en cualquier momento uno de sus "amigos" la devorará.
- Yo me haré cargo de ustedes -digo llamando la atención de ambas-. Sé que no seré la mejor, pero haré todo lo posible para protegerlas.
Mika sonríe y me abraza.
- No necesitamos a una niñera -dice Lizzie con un tono de superioridad.
- Si, la necesitan -me levanto del suelo-, y tú -la señalo- tienes prohibido volver a salir de noche.
- Tú no eres mi padre -se cruza de brazos.
- No, no lo soy, pero soy lo único que les queda. Así que obedece -esta vez mi tono de voz era más alto- y aléjate de esa valla.
Ella bufa y se marcha molesta hacia la prisión.
- Ya se le pasará -dice Mika mirando alejarse a su hermana.
Le sonrío y me agacho.
- ¿Por qué no vas a jugar con los demás? -digo señalando con la vista a unos niños saltando la soga. Ella asiente y va corriendo junto a ellos.
Regreso mi mirada hacia la prisión. Habían muy pocas personas, más de la mitad de ellos desaparecieron. Nadie sabe nada sobre los desaparecidos, o al menos yo no sé nada, pero estoy segura de que alguien sí, y puede explicarmelo.
Recorro toda la prisión buscando al rubio, pero no lo encuentro, entré a su celda como tres veces pero no estaba allí. Decido acercarme hasta el portón de salida, donde Michonne hacia guardia en el mirador.
- ¡Michonne! -grito fuerte ya que ella estaba muy alto- ¿Haz visto a Jake?
- ¡Si! -responde gritando- Salió hace unas horas.
- Gracias -respondo.
Bufo algo triste y regreso hacia el comedor de la prisión. Me siento en una de las sillas y aguardo la llegada del rubio.
El ruido del portón abrirse me despierta de mis pensamientos. Observo hacia allí y veo a Jake entrar. Rápidamente tomo mi linterna y voy corriendo molesta hacia él.
- ¿¡Donde estuviste!? -le grito apenas llego junto a él. Mi respiración esta agitada-. ¿Por que te apareces ahora? Desapareces en la mañana y llegas como si nada ahora, de noche. ¿Donde estabas? -vuelvo a preguntar furiosa.
- No lo encontré -dice con la voz entre cortada.
- ¿No lo encontraste...? ¿A quién?
- Mi papá -se le escapa un gemido-, mi papá, no está, desapareció. Ayer salió para buscar municiones y nunca regresó -sus lágrimas comienzan a salir- ¡No está! ¡No está! -repite desesperado, estaba temblando. Lo abrazo y coloco su cabeza en mi hombro-, no lo encontré... -susurra para luego estallar en lágrimas.
Lo llevo hasta su celda. Ninguno cruzamos palabras en todo el camino, él esta ahogado en sus pensamientos, preocupado por su padre, mientras yo, preocupada por él. Al llegar a su celda, lo ayudo a acomodar sus armas, y lo acompaño hasta que se queda dormido. Salgo sigilosamente de allí.
Fabuloso, dos noches seguidas sin dormir.
Sé que son más de media noche por la posición de la luna que observo a través de la ventana de mi habitación. Por suerte, esta vez si estoy cansada y sé que podre conciliar el sueño. Pero apenas me siento en mi cama, escucho un ruido de afuera. Tomo mi cuchillo y salgo de mi celda, los ruidos provenían de la celda de al lado. Sostengo más fuerte mi cuchillo y entro a la otra celda.
- Lizzie ¿Que haces? -pregunto al verla meter algunas cosas en su mochila. Ella coloca un dedo en su boca en forma de silencio para que no hiciera ruido y señala a su hermana, que estaba durmiendo en la cama de al lado. Le hago señas con la cabeza para que salga de la celda.
- ¿Que haces? -vuelvo a preguntar en un tono de voz baja, una vez que ambas estamos fuera de la celda.
- Me preparaba para visitar a Jeremy -dice acomodando su mochila.
- Te dije que no podías ir -la regaño.
- Y yo te dije que tú no eres mi padre, tú no puedes decirme que hacer -responde.
- ¿Cuándo entenderás que son peligrosos? -susurro molesta- Ellos matan gente.
- Los vivos también matan gente -aprieta sus labios-. Nosotros no somos diferentes a ellos. Ellos siguen siendo personas... ¿Por qué nadie puede verlo? Ellos siguen siendo humanos.
Cansada, suspiro pesado y me dirijo a mi celda. Siento los pasos lentos de Lizzie tras de mí.
- Mira -me siento exhausta en mi cama-, sé que no soy tu padre, y sé que nunca podre serlo. Pero, solo quiero que comprendas, que lo que te digo, es porque te quiero y no quiero que te suceda nada -suspiro y la miro a sus ojos-, sé que debes estar pasando por un momento difícil y que tal vez no quieras que nadie se acerque a ti, pero tu hermana esta sufriendo, ella te necesita, ella te ama, pero siente que tú no a ella. Y de lo que estoy segura, es que ninguna de nosotras quiere verla triste -trago saliva-. Solo te pido que me escuches, yo solo quiero protegerte, no sé que sería de mí si te pierdo, si Mika te pierde... -niego con la cabeza-.
Un silencio se hace presente, solo se escuchan los suspiros por parte de Lizzie. Luego de unos minutos, lágrimas comienzan a brotar de sus ojos.
- Te pido que te quedes. No salgas afuera, quédate aquí, donde estas segura -paso mi lengua por mis labios- ...quédate -insisto.
Lizzie se acerca sollozando y me rodea con sus brazos, le correspondo el abrazo. Ya no aguantaba más el cansancio, y a Lizzie se la notaba cansada también. Me acuesto en mi cama, mientras Lizzie se dirigía de nuevo a su celda, pero antes la llamé.
Necesito asegurarme que pase la noche aquí dentro de la prisión.
Sin decir nada, con mi mano doy leves palmadas al colchón ofreciéndole un lugar a Lizzie. Ella lo acepta y se acuesta junto a mí.
- Te quiero Emma... -susurra antes de caer en un profundo sueño.
Siento el colchón hundirse y abro lentamente mis ojos. Veo a Lizzie sentada en el borde de la cama.
- ¿Ya amaneció? -pregunto adormilada. Ella asiente con una sonrisa- ¿Tan rápido? -me quejo.
Ella se levanta y se coloca sus botas.
- Voy a despertar a Mika -se acerca a la puerta de la celda-, nos vemos para desayunar -se despide y sale de la celda.
Me siento lentamente en la cama y me desperezo. Siento mis párpados pesados, aún sigo cansada. De todas maneras me levanto y me dirijo al patio delantero. Me acerco hasta un balde lleno de agua fría y me limpio la cara, eso me ayuda a despertar del todo.
Observo el jardín y veo a Carl ayudando a su papá con los cultivos. Estaba parado, en una pose tan sexy que podría ir y violarlo allí y ahora mismo.
Wow, controlate Emma. Solo son tus hormonas hablando. Controla esas hormonas.
Sacudo mi cabeza, intentando borrar ese pensamiento de mi mente y tomo aire.
Debo hablar con él.
Me acerco hasta el lugar donde se encontraba. Estaba apunto de hablarle hasta que él voltea y me mira a los ojos. En ese instante mi legua se congela.
- ¿Ocurre algo? -pregunta neutro.
- Yo-o -la voz me temblaba. Trago saliva y carraspeo-. No -contesto segura-. Solo quería que hablemos.
- Ahora no puedo -dice y voltea continuando lo que estaba haciendo.
- Carl, por favor, solo te pido que me escuches.
Él voltea de nuevo hacia mí, pero cuando abre la boca para decir algo, el ruido de un fusil lo detiene. Volteamos hacia la dirección de donde provino el ruido, y nos quedamos estupefactos al ver la escena.
- Mierda, tú no -escucho susurrar a Rick.
***
¡HOLA!
Antes que nada, espero que hayan recibido de maravilla al año nuevo.
Lamento tardar en subir los capítulos. Seré sincera con ustedes, tengo muchos problemas familiares; me peleo mucho con mis padres, no me llevo bien con mi hermano... es un desastre. Pero, desde el fondo de mi corazón, estoy muy agradecida con ustedes; escribir para ustedes me hace muy feliz, me hace olvidarme de mis problemas aunque sea por unos momentos. Y ni que decir cuando veo sus votos, o leo sus comentarios, en serio me ayudan mucho❤.
En fin, espero que la hayan pasado excelente... y que sus deseos se hagan realidad este año :)
Gracias por leerme!
PD: Jake en multimedia
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top