Hace 4 meses

Clavé el cuchillo en el craneo del mutante, mientras que con el otro brazo acomodaba mejor a Mia, y la sujetaba aún más fuerte. Quité el cuchillo, que se había atorado en el cráneo del mutante, con ayuda de mi pierna y subí rápidamente las escaleras. Entré a la primera habitación que encontré y cerré la puerta por detrás de mí. Solté un largo suspiro mientras echaba todo mi peso sobre la puerta, deslizándome sobre ella, hasta tocar el frío suelo.

Bajé mi mirada y observé a Mia, atrapada entre mis brazos. Sonreía inocentemente, sin entender el peligro de la situación en la que nos encontrábamos.

Me reincorporé, y deje a Mia sobre la cama. Ella hizo un puchero para que la volviera a alzar, entonces le di su peluche que tanto amaba, para calmarla. Y lo logré.

Solté otro largo suspiro.

- Bien... Hay como veinte mutantes abajo, recorriendo esta casa, amenazando con matarnos -me decía a mí misma mientras caminaba de un lado para otro en la habitación- ¿Cómo mierda lograron entrar? Ni idea... ¿Cómo mierda sacarlos de aquí? -hice una pausa, seguido de un suspiro.

No lo sé.

No puedo combatir con esa cantidad de mutantes.
Primero: Porque solo estoy yo. Uno contra veinte es muy injusto.
Segundo: Casi ya no me quedan municiones en mi arma, y solo un cuchillo no me bastará.
Tercero: Mia.

No la puedo dejar aquí sola. La comerán. Pero tampoco la puedo llevar conmigo, es muy peligroso. Ni siquiera sé si lograré salir de esta sola, no me imagino poder salir de aquí con una pequeña carga.

Ahg, mierda.
Mierda y más mierda.

Volteé la cabeza y vi a Mia. Estaba riéndose, tal vez de mí. De una chica loca hablando sola. Me reiría con ella, si no fuese por los mutantes de allí abajo.

Esta bien, ya concéntrate Emma.
¿Que haremos?
¿Cómo saldremos de aquí?
¿Cómo los evadiremos, sin terminar siendo su cena?

Preguntas que rondaban en mi mente, sin respuesta alguna.

Un fuerte golpe me quita de mis pensamientos. Si no me equivoco, era de un objeto pesado que cayó en el suelo. Posiblemente el gran reloj de pie que se encuentra en el nivel de abajo, cerca de las escaleras. Era el objeto pesado más cercano que se encontraba.

Oh no, eso significa que están cerca.

<<Ya no te queda tiempo, debes alejarlos, debes salvar a Mia>>

Ella tiene que vivir.

Debe sobrevivir.

Bufé y tomé a Mia. La deje sobre una manta que se hallaba en el suelo.

- Hey... Cariño -me coloqué de cuclillas, frente a ella. Lleve una mano hacia su cabeza, y la acariciaba- Mami tiene que irse -esbocé una débil sonrisa- prometeme que te quedaras aquí. ¿Si? -peine su corto cabello castaño. Tenia el mismo color que el mío, solo que el de ella era de un tono más rubio- Volveré. Te lo prometo.

Ella levantó su cabeza, dirigiendo sus azules ojos a mi rostro, sonriéndome con toda la inocencia del mundo, irradiando felicidad. Ajena de todo lo malo que esta sucediendo.

Le di un beso en la frente y me reincorporé. Observé la habitación una vez más; tenía que hacerla más segura, por si no volvía. No permitiría que Mia fuera carnada de esos mounstros.

En la habitación había una ventana, que está lo suficiente alta para que Mia no la alcance. También habían dos puertas, una que dirigía a otra habitación y la otra, por la que entramos. Trabé una de las puertas con una silla. Un diminuto dato que había olvidado sobre Mia es que ella sabe abrir las puertas. Aún no camina muy bien que digamos, pero sabe pararse, lo cual le permite alcanzar las manijas de las puertas y abrirlas.

Gracias a esto se me hizo mucho más difícil cuidarla.

Sonreí ante este vago recuerdo, y acomodé mejor la silla, asegurándola.
Le dí una leve palmada y me dirigí a la otra puerta, en la que hace unos minutos había estado apoyada. Sitúe mi mano sobre la manija de esta, y miré por última vez a Mia.

- Te quiero cariño -le susurré con una sonrisa y salí rápidamente de allí, antes de que me arrepienta.

Tomé una silla que se encontraba en el pasillo, y la utilicé como traba para la puerta, como lo había hecho con la otra. La aseguré y solté un fuerte suspiro.

- ¿Y ahora que?

Quité el cuchillo de mi cinturón y lo sujeté fuertemente en mi mano. Daba lentos y pequeños pasos hacia la escalera, evitando hacer cualquier ruido posible. Cuando llegué a esta, coloqué mi mano sobre el barandal (pasamanos) de este, y visualicé a un caminante tratando de subir, mientras los otros se iban acercando para imitar su acción.

Debo apresurarme.

Me alejé lentamente de allí, y sentí una capa de suciedad en mi mano, la acerqué hasta mi rostro para verla mejor, porque la luna ya había aparecido y digamos que casi no iluminaba, y esta estaba llena de polvo. La sacudí por mi pantalón, y pizcas del polvo saltaron, invadiendo mi aire, haciéndome estornudar.

Rápidamente me tapé la boca, pero ya era tarde, ya había captado la atención de los caminantes.

<<Excelente Emma>>

Y he aquí mi conciencia ayudándome con sus sarcásticos comentarios.

Maldecí por lo bajo, mientras cerraba fuertemente los ojos.

Desearía que todo esto fuera un sueño.

<<Mejor muévete, ¿O quieres que ellos suban y se coman a Mia?>>

Abrí mis ojos con rudeza, sujeté con aún más fuerza mi cuchillo, y corrí hacia las escaleras. Aún había un espacio sin ser invadido por los caminantes en el cual podría escapar; era el izquierdo. Me senté sobre el barandal izquierdo, y me deslicé sobre este hasta llegar al suelo.

- Oigan ¡Por aquí! -grité llamando la atención de todos los caminantes.

Los que estaban intentando subir al segundo nivel, cesaron su acción, y cambiaron de dirección para seguirme. Algunos de ellos cayeron sobre otros.

Solté una leve risa ante esto.

Hasta en momentos horribles, no puedo evitar reír.

Corría rápidamente hacia el lugar donde se encontraba la salida, pero para llegar allí primero debía pasar por un pasillo.
Caminaba lentamente por este, con mi cuchillo apuntando, lista para atacar, cuando una silueta se aparece a lo lejos del pasillo. Al parecer, el de un caminante. Preparo mi cuchillo para clavarselo, mientras este se iba acercando. Sus pasos se hacían más rapidos, y sus pisadas aún más fuertes, cosa que resultaba extraña de parte de un caminante. Cuando se sitúa a unos centímetros de mí, intento clavarle mi cuchillo, pero no lo logro, porque esa silueta me toma de la muñeca, y luego me empuja haciéndome caer al suelo.

Entre la penumbra, veo como se escapa, entrando a una habitación.

- ¿Pero que mier...-

No consigo terminar mi frase porque un caminante se me aparece. Gracias a mis reflejos, le enterré velozmente el cuchillo en la cabeza, y me reincorporé.

Corrí hasta la puerta de salida, la cuál estaba abierta, mientras de mis labios salían fuertes y potentes gritos, para llamar la atención de todos los caminantes. Cuando un gran grupo de ellos se acercó a unos metros de mí, empecé a correr.

<<Y ahora ¿Cuál es el plan?>>

No lo sé.

***
💕👽Hola mis aliens👽💕

¿Cómo se encuentran?
Yo sentada :P

Okno.

He vuelto de mi viaje \(^-^)/
Nunca más los abandonaré 👫

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#FRASEDELDIA
"Un verdadero guerrero no es quien gana, sino quien vuelve a la guerra sin miedo"

LOS QUIERO MUCHO 😻

(💩Amo este emoji💩)

(LOS UNICORNIOS EXISTEN ⊙０⊙)

#LOS QUE VOTAN SON ZUKHULENTOS.

Gracias por leerme.