Entre a la casa de Eddy, asustado, demasiado asustado, cerre la puerta colocandome de espalda en ella mientras mi respiración seguía agitada.

—¿Qué sucede? —Cuestionó Eddy —Pareces asustado.
—Estoy asustado.
—¿Qué hay afuera? —Me quito de la puerta abriéndola y observando hacía afuera —¿Es Arnald? —Me miró y sus ojos estaban abiertos como un platillo.
—¿Quién? —Cuestione.
—Mira —Me agarro del brazo para que observe a Arnald.
—¿Crees que sea su mamá? —Cuestione.
—Se supone que estaba... muerta —Su mirada era confundida.

¿La mamá de Arnald esta viva?

¿Cómo puede estar pasando esto?

—Aún no lo creo —Entramos a casa —No importa, ¿Qué haremos? —Se acercó a mi.
—Dijiste que venga —Me aleje de el.
—Cierto.
—¿Cómo era antes? Me refiero a mi —Tenia que preguntarlo.

Tenía que saberlo.
Quería saberlo.

—Eras un chico... alegre —Se levantó tomándome del brazo.

¿Alegre? No recuerdo haber estado alegre, bueno... solo cuando el estaba a mi lado.

—¿Alegre? —Sonreí.
—Y hermoso.
—Te creo —Reí.

Entramos a su habitación.

—Ven aquí —Dijo mientras sacaba varias cosaa de una caja algo vieja.
—¿Qué hay ahí? —Me senté a su lado, intentando lograr ver que había —¿Soy yo? —Reí tapando mi boca.
—Sí, estabas distraído —Rio.

Y si, eran fotos de mi.

Recuerdo el día que nos conocimos, ¿Porqué tuvo que tomarme una foto sin conocerme?  Que loco.

—¿Cuándo la tomaste? —La tome en mis manos.
—El día que te conocí, de hecho, antes de conocerte —Me la quito —Te veías hermoso —Sonrio mirandome.
—Sigo viéndome hermoso —Pegue mis labios a los suyos.

Hizo una pausa.

—Lo eres Asher —Pego su frente a la mía y acaricie su mejilla.

Nos separamos después de un rato.

Seguí revisando las fotos que teníamos, en algunas salíamos juntos y otras eran mías en las que salía distraído.

—¿Este era yo? —Tome una foto algo antigua.
—Me la diste tu —La tomo sujetandola de la otra esquina de la foto —Este era el antiguo Asher Arce —Revolvió mi cabello con sus dedos —No entiendo porque pintas te tu cabello —Sonrio.
—Yo tampoco —Susurre.

Claro que sabía el porque y estoy seguro que Eddy también lo sabía.

—Recuerdo esta foto —Reí y el igual.

Era una de las que había tomado en estos días, cuando el intentaba hacer volver al antiguo Asher.

—La tomaste hace unos días, obvio la recuerdas —Siguió riendo.
—Tienes razón —Me levante de la cama, donde estabamos viendo las fotos.
—Aún no he terminado tu sesión.
—¿Qué sesión? —Reí.
—Para que recuerdes —Mi sonrisa se desvaneció.
—Seguimos después —Termine saliendo de la habitación.

Baje hasta la sala y me senté en la mesa de la cocina.

Indignación.

Era lo que venía a mi mente, era lo único que de cruzaba por ella, era lo único que sentía en esos momentos.
Eddy no merece que le mienta, pero quiero estar a su lado.

Arnald seria capaz de hacer sufrir a Eddy, aviso o amenaza... no lo se, pero estoy seguro de lo que es capaz, y si... tengo miedo.

Apoye mis brazos encima de la mesa, agarraba mi cabeza con ambas manos, intentando hallar respuesta a todo, respuesta a como debo actuar ahora, a lo que debo hacer, porque realmente no se que hacer.

—¿Asher? —Oí a Eddy venir cerca de mi —¿Estas bien? —Estaba tan cerca de mi.
—Sí, lo estoy.
—¿Necesitas algo? ¿Un beso? Algo, lo que sea —Sonrio mirandome.
—Quítate —Reí.
—Eres demasiado bipolar —Se sentó a mi lado.
—¿Porqué? —Frunci los labios.
—Hace un rato querías besarme y ahora no.
—Si quiero —Me acerqué a el.
—No, ahora no —Me detuvo.
—No, ahora no —Imite. Ambos estallamos de risa.
—Me gustaba cuando hacías eso con la maestra —Siguió riendo —Ah cierto, no recuerdas —Paro de reír.
—Eso no es chistoso —Creí que había parado de reír, pero no, seguía riendo.
—Sigue, sigue —Estuve a punto de hacerle cosquillas.

Sonó el timbre.

—¡Arnald! —Grito Eddy.
—Callate, no lo invoques.

Fui hasta la puerta, antes de abrirla lo pensé, de hecho no lo pensé, abri sin dudar.

Mi mirada fue algo extraña, al ver a esta persona parada en la puerta.

Mientras que sus ojos se abrieron como un platillo al verme.

—¿Qué... —Ambos al mismo tiempo, pare y ella siguió —¿Qué haces aquí? —Cuestionó algo dudosa.
—¿Qué haces tu aquí? —Cuestione algo confundido.
—Soy... —Eddy Interrumpio.

Los ojos de el se abrieron cuando voltee verlo.

—Eddy —Su tono de voz bajo.
—¿Rosy? —Se acerco.
—Eddy —Corrió hacía el, lo abrazo, el correspondió.

No tenía idea de lo que está pasando.

—No creí verte más —Susurró ella cerca de él —Pero estas aquí —Sonrio.
—Rosy —Una lágrima rodaba en su mejilla.

Una lágrima corría por la mía.

—Estas aquí —Susurró el pegando sus labios a los suyos.

Me sentía confundido, me sentía hecho pedazos.

—Lo salve de la muerte un día  —Ella me miró —¿Lo conoces? —Cuestionó.

Si, ella es la chica que me ayudó el día que recupere mis recuerdos.

Supongo que Eddy olvido que yo estaba presente, su mirada lo decía todo.

—Asher —Susurró.

Mi corazón estaba destruido.

—Soy Asher —Me acerqué a darle la mano a ella —Amigo de Eddy —Sonreí falsamente.
—No sabia que eran amigos —Estrecho mi mano.
—¿Quién eres tu? —Cuestione.
—La novia de Eddy —Respondió agarrando su mano, el agarro la suya.
—¿Enserio? —Sonreí —Me da gusto, los dejo solos, así podrán hablar —Me despedí.

Cerré la puerta de un solo golpe.