4:20 am. Sonaba el teléfono.

—¿Quién puede llamar a esta hora?— Dije quejándome mientras el teléfono seguía sonando.
—¿Hola?—Escuché un susurro.
—¿Asher? ¿Eres de la familia Arce?
—Si, ¿Quién habla?—Respondí.
—Hablamos del hospital del Norte de la ciudad, tus padres están aqui ¿Podrías venir? Necesitamos donación de sangre.
—¿Mis padres? ¿Qué pasó con ellos?—Dije nervioso.
—Solo tienes que venir urgente — Colgó el teléfono, tirandolo.

Colgaron el teléfono, fui corriendo hasta mi habitación por mi celular a llamar a mis padres para saber sí era cierto, por casualidad ellos no contestaron, eso me hizo preocupar y empecé a creer en quién llamó por teléfono, me sentía desesperado pero sabía que tenía que calmarme, mis hermanos no podían enterarse de que iba a salir, solo eran unos niños se preocuparian saber que algo le sucedió a mamá y papá.

Fui por un abrigo y baje las escaleras, llevaba ropa adecuada para salir, no usaba pijama para dormir.
Abrí la puerta y al ver la calle sólida sin ningún movimiento empecé a correr, no podía esperar un carro a esas horas porque era seguro que nadie pasaría, iba por la esquina de la tercera cuadra y oí la voz de alguien llamandome por mi nombre.

—¿Asher? —Escuchaba su voz cerca de mi —No tienes porque seguir.
—¿De qué hablas? ¿Quién eres? —Dije mirando por todo el lugar.
—Sólo entra a la casa de la puerta azul si quieres ver a tus padres —Dijo una voz gruesa, era tan gruesa que podía sentir el miedo recorriendo atreves de mi cuerpo.

Corrí hasta la puerta, antes de entrar lo pensé, tal vez podía ser una broma o tal vez era verdad, pero de alguna manera ya estaba dentro del juego.

—¿Mamá? —Dije llamando, abrí el portón y entre mirando hacía el suelo, habia manchas de sangre en el, levanté mis ojos y vi a mis padres en el piso de rodillas, con sus ojos vendados.

—¿Decidiste entrar Asher —Dijo aquella persona.
—¿Mamá? ¿Papá?  —Me acerqué a ellos.
—¡¿Asher?! —Escuché a mamá desesperada.
—¿Porqué estan aquí? —quite la venda de mamá.

Cuando quite la venda vi los dos orificios de sus ojos, se los habían quitado, me heche hacia atrás y tropecé con alguien; un hombre vestido de blanco, su camisa estaba llena de sangre, me levanté asustado, mi corazón latía y sentía que se cortaba mi respiración.

—¿Qui-quién eres? —Pregunte  —¿Porqué le has hecho esto a mamá?
—¿Crees que solo a ella?—Dijo sonriendo.

Fui hasta donde estaba papá, quite su venda y sus ojos no estaban, senti mis lágrimas en mi mejilla, mis dedos estaban manchados de sangre.

—¿Crees qué es buena idea que también saqué tus ojos? —Dijo sacando un cuchillo de la manga de su camisa.
—Solo déjanos ir —Dije con miedo, di un paso atrás.
—¡PARA! Si no lo haces tus padres mueren —Dijo acercándose.
—Asher, vete de aquí, protege a tus hermanos —Dijo mamá desesperada.
— Mamá no, no puedo solo -Dije desesperado.
—Asher... pudiste con todo el maltrato que recibias de mi durante todos estos años, eres fuerte, puedes cuidarlos.
—Papá... —Me heche a llorar al piso cayendo de rodillas —Te amo y siempre lo hice, a ti y a mamá —Dije llorando.

Papá siempre me golpeaba porque yo siempre trataba de ir más allá de todo, por ser diferente a los otros chicos, a mis hermanos, pero era mi papá y después de todo lo amaba.

—¡Vete Asher! —Gritó mamá.

Di un pasó atras y el asesinó venía por mi, el paró cuando estaba frente de mi, dio la vuelta y clavó el cuchillo a mamá en su cuello.

—¡MAMÁ! —Exclame gritando y llorando —¡Mamá no!
—No te gustará que haga lo mismo con tu padre —Dijo acercándose a el.
—Déjanos ir por favor —Le suplicaba a el.
—Te irás, al infierno —Sonrió, sonrió de manera psicópata.

Sacó el cuchillo del cuello de mamá y lo paso alocadamente por el cuello de mi papá, logrando matarlo, me sentí un idiota por no haber hecho nada y solo tratar de huir.

—No debiste meterte con mis padres —Dije en un tono débil dirigiéndome hacía el, agarré un cuchillo y lo pase por su cara, haciendo una herida en su mejilla.

—Vas a morir —Me agarró por el cuello y me lanzó al piso, provocó un fuerte golpe en mi cabeza, puso su zapato en mi cuello, pisando fuerte, aún tenia el cuchillo en mi mano, con fuerza lo clavé en su pierna, el gritó de dolor.

—¡¿Qué has hecho maldito?! —Dijo tirándose al piso.

Logre levantarme pero resbale con la sangre que estaba derramada, el se aprovechó y logró levantarse, mientras yo estaba en el piso, se acercó a mi, antes de que el cometa algún corte en mi cuello, clavé mi cuchillo en su pie, el cayó de espalda soltando su cuchillo, sus débiles piernas no permitian que pueda caminar, se arrastraba por el suelo arrinconandose a la pared gritando de dolor, me acercaba lentamente a el y vi las luces encendidas de la casa de al frente, al parecer alguien había escuchado todos los gritos, eso era un aviso que tenía que matarlo rápido quería hacerlo, quería disfrutarlo.

—Dije. Que no debias. Meterte con mis padres —Susurre a su oído pausadamente.

Clave el cuchillo en su cabeza con furia mientras gritaba de dolor por las muertes de mis padres, el cerró sus ojos, parecía que había muerto pero se que aún podía sentir el dolor, no podía sacar el cuchillo de su cabeza, estaba atorado, agarré el cuchillo con el que mis padres fueron asesinados me acerqué y lo clave en su rostro una y otra vez sin parar, ya no quedaba nada todo su rostro estaba desfigurado, sabía que había acabado, me heche al suelo a llorar mientras me bañaba en sangre, mi rostro estaba lleno de sangre, abraze a mamá y papá, cerré mis ojos, alguien entro, era un señor, agarró el cuchillo y se resbaló manchando de sangre su pijama, la policía llegó, alguien debió haberlos llamado, entraron y lo vieron a el con el cuchillo lleno de sangre, lo culparon por todo, yo quería decir la verdad, lo iba hacer pero pensé en mis hermanos, en mamá y papá, sabía que no debía así que corte con la punta del cuchillo mis brazos y mis mejillas mientras la policía se llevaban al "culpable", llegó la ambulancia y recogió los cuerpos de mis padres, me ayudaron a levantarme del pisó, cuando desperte, había una luz blanca que cegaba mis ojos.