Estaba en el espejo mirando mi rostro; mi piel blanca, mi cabello rojo resaltaban mis grandes ojos azules, todos decían que eran hermosos, a todos les gustaban.

Fui por un tinte para cabello, seguro mamá tenía en su habitación, por sorpresa habían varios pero escogí el negro así que pinte mi cabello de negro, si mamá hubiese estado en ese momento no le hubiese gustado para nada verme con el cabello pintado, deje que mi cabello se secara, era demasiado liso no hacía falta alisarlo, deje que cubriera mi frente, una parte de mis cejas rojizas se podían ver, se veía extraño, pero me gustaba.

Mi familia era de dinero, no iba hacerme falta nada ahora que estaba solo, aunque no tenía idea de como un chico de 17 años iba a manejar su vida a partir de ahora.

No crei que un mes pase tan rápido pero era así como pasaba, era el último día del mes y al siguiente empezaba mi último año escolar, creía que iba a ser algo difícil y realmente lo fue.

La alarma sonaba a la siguiente mañana; 5 am.
Pero no era necesario, ya estaba despierto horas antes, tenía ansias, nervios por ir y conocer un nuevo lugar por socializar con diferentes personas, mamá era quien se encargaba de mi uniforme, desayuno y algunas otras cosas más pero esta vez me tocaba hacer absolutamente todo.

El colegio estaba a tres cuadras de mi casa así que decidí que sería bueno caminar todos los días cuando vaya y regresé del colegio, agarré mi maleta, cerré la puerta, metí las manos en mis bolsillos y empecé a caminar, tenía algo de miedo por lo que había pasado con el asesinó que mate y eso provocaba que mi mirada se centre en el piso, pensaba en mi familia en lo feliz que me hubiese sentido que ellos me vean culminar mi último año.

Al llegar a la última cuadra me preguntaba si debía entrar o no, tal vez nada iba a resultar bien pero quería intentarlo, levanté mi mirada y vi lo grande y asombroso que se veía mi nuevo colegio, habían muchos chicos y chicas de diferentes aspectos, grupos y parejas de amigos en cada esquina, yo estaba solo, no sabía que hacer así que me sente en el césped a esperar la hora de salida o a esperar a que alguien me hable, jugaba con el césped hasta que vi a alguien acercándose, me levanté algo nervioso, era un chico, un chico venía hacía mi.

—Hola ¿Acaso ya te vas? —Dijo el.
—No, no, sólo que —Dije nervioso.
—¿Eres nuevo aquí, verdad?
—Sí —Respondí mirando al piso, a el no le importó y se fue seguro le aburrí.

Realmente me gustaría hablarle, lástima que había caído en hola.

¡NO SE EN QUE MOMENTO SE PERDIERON MIS GANAS DE CONOCER A ALGUIEN!

Entramos al pasillo para ir al salón y vi que el iba delante de mi, acelere mis pasos para llegar hacía el.

—¡Hey! —Exclame arcecandome, el dio la vuelta —Soy Asher ¿Y tú? —Dije poniéndome a su lado.
—Creí que no hablabas, un gusto soy Eddy Miller —Dijo él.

Me paré en la puerta de mi salón, el igual.

—¿También vas en esta clase? —Pregunté.
—Supongo que sí.
—¿No estas seguro?
—Nunca lo estoy —Dijo el siguiendo y dejándome atrás.

Fue a saludar a sus amigos si que eran muchos amigos, al parecer el era un chico popular en el colegio, me senté en el último asiento ya que eran los únicos que quedaban, vi a Eddy venir hacía mi asiento pero en realidad venía a sentarse a mi lado, no por mí sino por el hecho de no habían mas lugares.

—¿Te han dicho que tus ojos perturban? —Dijo Eddy mirándome.
—A todos les gustan —Respondí.
—A mi no —Dijo riendo.
—No tienen que gustarte, no eres nadie para mi —Dije mientras recostaba mi cabeza en el asiento.
—Me gusta como tu cabello cubre tu frente —Levanté mi cabeza del asiento y miré a Eddy —De verdad me gusta.

No tenía idea de porque había dicho eso, pero vamos, esto es raro.

—Hice todo esto antes de entrar —Respondí.
—¿Eh? ¿Cambiaste tu aspecto? —Preguntó.
— Si, quería mostrarme diferente —Dije sacando mi móvil —Así me veía antes —Le mostré una foto mía.
—Mi mamá se hubiese vuelto loca si hubiese visto que me cambié de color de cabello —Dijo el riendo.
—La mía también —Respondí bajando mi mirada.
—Pero aún así lo hiciste, tu mamá no di... —El no termino su frase, lo interrumpi.
—Mis padres murieron hace 1 mes —Dije devolviendo mi mirada a sus ojos.
—Mis padres murieron hace tres años en un accidente —Respondió el.

¿Tres años? Increíble, el sabía como manejar todo el dolor, esperaba que yo también lo logrará.