-¿Qué sucede? -Su maldita voz estaba en mi oído.
-Dejame en paz Arnald -Avise mientras iba dirección a mi casa.
-Acaso se termino... -Interrumpi.
-¿Qué parte de que me dejes en paz no entiendes? -Di la vuelta sujetando mi cabeza con ambas manos, di pasos hacia el, quería romper su rostro, levante mi mano para golpearlo.
-¿Qué crees que harás? -Su mamá estaba adelante de mi, en un segundo estaba ahí -Deja a mi hijo -Dio un golpe en mi mejilla, agache mi mirada y al instante volví a levantarla -¿Quien te crees? Cuestionó.
-¿Realmente me pregunta eso a mi? ¿Sabe que clase de hijo tiene?-Vi su mano venir a mi rostro una vez más -No crea que volverá a tocarme -Mencione mientras sujetaba su brazo, dio un suspiro de ira.
-Claro que puedo -Arnald venia hacia mí con una cuerda. Su mamá igual.

¿Qué podría pasar?

Todo... De Arnald espero lo peor del mundo.

Di pasos hacia atrás, ellos sabían que iba a escapar, aceleraron su paso, acelere el mio, di la vuelta y me heche a correr.

¿Era buena idea esconderme en casa?

Claro que no.

Mis brazos se movían con la velocidad de mis piernas, pero estaba cansado, sentí una mano sujetando mi camisa, era Arnald, pare de correr, seria inútil escapar, agache mi cabeza una vez más, no la levante.

-¿Creíste que ibas a escapar? Jamás podrás hacerlo -Susurro -Camina.

Me tenía sujetado de la parte trasera de mi camisa, el filo de un cuchillo apuntaba mi espalda.

-¡Mamá! -Grito Arnald -Esta aquí.

Era un callejón oscuro pero había algo que lo iluminaba, estaban jugando con fuego.

-Atalo -Ordenó Arnald.

Empecé a desesperarme preguntando que iba a suceder.

-Acercalo al fuego -Ordenó la mamá de Arnald, había terminado de atarme.
-Ven, camina.

Sentía el calor del fuego en mi rostro, ardía. Mi cuerpo ardía.

-Sigue -Dijo Arnald.
-Estas loco -Mencione casi llorando.
-Lo estoy.

Oí pasos venir hacia mi.

Oí un auto venir hacia mi, su ruido era tan agudo.

-¿Mamá? -Se acercó Arnald -¿Qué suce...

El auto golpeó a la mamá de Arnald dejando sangre por todo el lugar, salpicó en mi rostro.

-¡Mamá! -Grito Arnald mientras iba hacia ella -Mamá...

Su cabeza estaba hecho trizas, una de las llantas paso por encima de ella, todo era un desastre, los gritos de Arnald eran mucho más fuerte que el ruido del auto.

El auto estaba estrellado en la pared del callejón, el conductor parecía muerto, las luces de las casas de alrededor empezaron a encenderse, ¿que iba a suceder ahora?

-Todo es tu culpa -Se acercaba Arnald a mi -Me quitaste a mi mamá -Estaba mucho más cerca, saco una pistola de su chaqueta y apunto a mi cabeza -Todo es tu culpa -Corrían sus lágrimas por su mejilla, vi su dedo apretando el gatillo, pero se detuvo al escuchar la sirena de la policía.

Abrió sus ojos como un platillo, bajo su arma y huyó.

¿Estar solo en esta escena me iba a declarar culpable?

No tengo salida.

Vi el faro del auto de la policía venir por el callejón, esta se detuvo en mi rostro.

Las personas salían de sus casas a ver lo que había sucedido.

Los ojos de los policías se abrían como platillos, sus miradas estaban en el acto, por sus mentes pasaba que el culpable era yo.

Pero estaba atado, ¿Porque creerían que fui yo?

-¿Qué has hecho? -Cuestionó un policía dirigiendo su mirada a mi, se acercaba a mi.

Creían que el culpable era yo.

Mis lágrimas empezaron a correr por mi rostro.

-No es mi culpa, no es mi culpa -Repetía mientras daba pasos hacia atrás -¡No es mi culpa! -Grite.
-¿Vas a negar que fuiste tu? -Cuestionó el policía -Esta claro que si -Agarro mis muñecas para esposarme.

Todas las miradas estaban en mi aún así intentaban ocultarse de mi.

-Entra -Dijo el policía cuando estaba en la puerta del auto.
-¿Por qué están convencidos que fui yo? -Cuestione antes de entrar.
-Eres el único sospechoso hasta ahora, si das tus declaraciones podrías estar libre -Mencionó el policía cerrando la puerta -¿Crees que tus padres te perdonarán esto? -Cuestionó mirándome.
-Están muertos -Apoye mi cabeza en la ventana del auto.
-Lo siento -Mencionó en un bajo tono.
-¿Tienes hermanos?
-Están muertos -Me miró una vez más dando un suspiro.
-¿Tienes a alguien?
-¿A alguien? -Eddy, paso por mi mente -Creía que tenia a Eddy -Mencione -Pero ahora ya no -Susurre como si estuviese hablando conmigo mismo.
-¿Quién es el?
-No lo se.
-¿Cómo no vas a saber?
-¿Puede creer que me engaño? -Dije algo enojado mirándolo - Todo era mentira, por eso no se quien es el.
-¿Cual es tu nombre?
-Asher, Asher Arce.
-¿Asher? -Dijo algo sorprendido -Eres el chico del asesinato -Dijo el policía -Mi nombre es Ali.
-Genial -Mencione.

Llegamos a la comisaría, baje del auto, Ali me tomo del brazo, no tenía idea a donde me llevaría, hasta que me fije que estaba en la sala de declaraciones.

Un hombre algo gordo me esperaba sentado.

-Sere breve -Mencionó apoyando sus brazos a la mesa que estaba en la habitación -¿Por qué lo hiciste?

Un silencio se apoderó de mi, ¿Debería decir la verdad? Si la decía no me creerían... pero ¿y si me creen? Arnald seria el culpable de todo pero si hiciera eso, el confesará lo que hice con su padre... entonces eso haría verme como un culpable.