Final Parte 2
Seokjin
—Mete la cabeza pareces un perro en el auto.
Jimin venia con los brazos abiertos sintiendo la brisa del viento mientras conducía, se le notaba de buen humor, Taehyung se había quedado con las chicas, además les reforcé la seguridad, nadie entraría ni saldría de esa casa hasta que yo volviera.
—¿NO ESTAS EMOCIONADO? — se metió al auto, golpeando el piso del coche con los pies —tenia tiempo sin que sintiera esta adrenalina, teníamos tiempo sin salir de cacería juntos, es como en nuestros inicios, cuando todos nos subestimaban, cuando comenzamos a mancharnos de sangre, para recuperar algo de tranquilidad.
—Quiero decir que será la ultima vez y me volver un hombre de negocios regresando, la verdad quiero mantenerme tranquilo y estar con Nara.
—Descuida disfrutare esto si es la ultima vez a tu lado, te mereces a esa niña, es fabulosa, además me agradan, a Tae también —tomo un caramelo de la guantera —es una de las razones porque hago esto gratis, ellas son de la familia ahora y debemos protegerlas.
—Gracias, solo recuerda que el viejo es mío.
—Si, sí, me divertiré con los demás no te preocupes.
Habíamos dejado que Kento bajara la guardia, nos la pasamos fuera del país mostrándole donde estábamos, incluso lo dejamos acercarse lo suficiente a la rutina de las chicas, en este momento el piensa que podrá tenerlas en cualquier momento. Las presas confiadas son mis favoritas.
Dejamos el auto estacionado mas o menos aun kilometro de nuestro objetivo, me aliste los arneses con las pistolas y el cinturón con algunos cartuchos extras, traía mis guantes tácticos y mi chuchillo favorito. La vestimenta negra no puede faltar, tenia tiempo sin usar pantalones tipo cargo, los botines y esas playeras negras pegadas al cuerpo.
—¿Te he dicho la erección que me provoca verte vestido así?
—Muchas veces, pero usa esa puta energía para la misión.
—Llegando a casa dejare que Tae me destroce el culo —lame sus pistolas con los ojos brillantes de emoción —rápido, ya quiero regresar.
El camina dando saltitos hacia nuestro destino, cuando estamos a unos cuantos metros de la casa, no logro verlo, pues su agilidad y habilidad para meterse a los lugares siempre me han parecido impresionantes, escucho un leve sonido del silbido del silenciador, yo enciendo un cigarrillo mientras veo como se abren las puertas principales.
—Oh, no esperaba visitas a estas horas me agarro en mis peores fachas.
Su rostro tenia algunas gotas de sangre, casi se podía ver que combinaban con el brillo de sus ojos.
—Iré por mi premio, te dejo lo demás.
Me desplace por los pasillos de la casa, se escuchaba que estaba hablando por teléfono, su japones se escuchaba tan furioso, logre mirar que lanzo su teléfono contra la pared.
—No debería de ser tan temperamental, no vivirá mucho tiempo de seguir así.
—¡Tu! —se hizo hacia atrás —¡Guardias! ¡Guardias!
Entraron dos hombres armados, los cuales asesine apenas entraron a la habitación.
—Shh, Shhh, no grite.
—Tengo más seguridad, te detendrán.
Jimin entro con un cuerpo totalmente destrozado lo dejo en el suelo y se paro con las manos en la cintura algo indignado.
—¿En verdad? Que terrible es tu seguridad, son mierda, no me dieron nada de pelea, ESO PASA CUANDO MATAMOS GENTE RICA.
Froto su rostro con las pistolas en las manos, estaba por hacer una rabieta.
—Tranquilízate.
—Es posiblemente la ultima vez que matemos juntos y esto fue muy sencillo.
—Jimin debes controlarte, sabes que no todos son entrenados igual, no es algo que podamos manejar a nuestro antojo.
Kento quería aprovechar nuestra platica, pero le dispare al tobillo.
—En un momento estoy contigo —me acerque a Jimin y le palmee la cabeza —hiciste un buen trabajo.
Escuchamos el ruido de Tranquilízate pasos hacia nosotros, Jimin se emociono de nuevo y salió, la risa llenaba el lugar, junto con el sonido de disparos y algunos gritos.
—Bueno, es momento de irnos, aquí no es el lugar que morirás.
—¿Qué?
Le di un golpe con el arma en el rostro, lo que lo hizo caer inconsciente. Horas más tarde estábamos en mi lugar especial.
—Hacías tanto no veníamos aquí.
Jimin se sienta en un escritorio comiendo una enorme bolsa de frituras.
—Hace mucho tiempo, no teníamos un invitado tan especial —poco a poco fue abriendo los ojos, pero estaba amordazado y atado de manos —ya despertó.
—Buenas noches lindura.
Sus ojos se abrieron de par en par, al verse totalmente desnudo con las manos encima de su cabeza, trato de moverse pero la más ligera variación lo hacia tirar de sus muñecas hacia arriba.
—Ya que estamos aquí, debemos conocernos mejor querido suegro —fume un poco mientras me apoyaba en el mismo escritorio que estaba Jimin — debo decirle a que me dedico, bueno —moví las manos —me dedicaba, actualmente soy un empresario, así como usted.
Tome un pequeño control para encender un monitor tras de nosotros, se mostraron algunas gráficas, el las analizo y después me miro tratando de decir algo, Jimin salto del escritorio para quitarle la mordaza.
—Tu maldito bastardo, esas son mis empresas.
—Corrección, ya no serán sus empresas, mañana se dará a conocer todos los fraudes que hacía, las malas inversiones que tenía, además del maltrato a algunas de las empleadas.
Jimin apretó sus mejillas —¿No te da gusto que te iras al extranjero huyendo de todo esto? —se colgó de sus hombros haciendo que Kento diera un pequeño grito de dolor —ups, perdón.
—¿Tu hiciste todo esto?
—Me gustaría tener todo el crédito, pero tuve un poco de ayuda, tuve que cobrar algunos favores, pero créame que su hija los vale —moví otro botón y mostré un video que se grababa en vivo —ahora suegro, deje le explico que hacía para vivir.
Tome un cuchillo largo, verifique su filo y se lo acerque al rostro.
—La gente me contrataba para emplear venganzas, amo, en verdad amo —di un pequeño corte —como se escapa la vida de un cuerpo de manera lenta, mi especialidad es el dolor, un dolor que te mata de a poco, que se disfruta, y para usted reservé algo especial.
Soy un hombre que le gusta lo clásico, además a mi mujer le prometí que le haría diez veces mas daño de lo que él le hizo, por esas sesenta y dos cicatrices, decidí usar "los mil cortes" un arte que se adapta a lo que busco. Solo que en el corte trecientos, casi se me muere.
Jimin me tuvo que ayudar a reanimarlo, se supone que en los últimos cortes debo de ser cuidadoso.
—Ya máteme —escupió sangre —por favor máteme.
—¿Por favor? ¿POR FAVOR? —le corte un dedo —quiero preguntarle algo. Las veces que Nara le rogo que no la dañara ¿Le hizo caso alguna vez?
—Lo siento, lo siento, ya no la molestare más, desapareceré, pero por favor, máteme.
—Hace una hora pedía que lo liberaras, como cambia la vida —Jimin me muestra el reloj en el teléfono —prometiste volver en setenta y dos horas.
—Es verdad, ¿Cuántos cortes llevamos?
—Casi setecientos, creo que con ese ultimo dedo los completamos.
Mire el suelo lleno de sangre, la espalda de la basura no era solo carne viva, sus piernas estaban mutiladas hasta la mitad, no tenia un ojo, y su mano derecha solo era un muñón.
—Debo regresar con mi mujer — le corte el cuello —desángrate hasta morir, tu cuerpo se pudrirá aquí, igual nadie te extrañara.
—¿Puedo manejar?
—No.
Jimin se quedo dormido a medio camino, yo estaba ansioso por llegar. Siento que debí pedir más tiempo para torturar a ese animal, pero prometí volver pronto y no debo hacerla esperar. Apenas estacione el auto, Nara salió corriendo de la casa, tendré que reprender a los de seguridad.
—Seokjin.
Corrió a abrazarme, la tome entre los brazos, se aferro a mi cintura con sus piernas, le pase mis armas a Jimin mientras sostenía a Nara con una mano.
—¿Reiko?
—Dormida
—Iré a ver a mi precioso doctor, tengan linda noche.
Jimin se fue directo a su habitación, yo me llevé a Nara a la nuestra, su cabeza estaba metida en mi cuello y su cuerpo temblaba un poco, me senté con ella en la cama, se acomodo para seguir abrazada de mí, traía un camisón corto de seda que se deslizaba tan bien contra su cuerpo.
—Déjame darme una ducha, mi aroma no es el mejor en este momento —pero se pego mas a mi sin querer soltarme —linda.
—No he dormido nada en estos días, mis niveles de ansiedad están por lo alto, lo único que me calma es tenerte cerca, debes responsabilizarte por hacerme adicta a ti.
—Lo hago —le quite el cabello del oído —desnúdame, para irnos a la tina.
Se levanto y nos fuimos hacia el baño, ella me quito la camisa, para pasar a mi pantalón mientras la tina se llenaba, su mirada estaba en mí, sus ojos recorrían mis tatuajes y abdomen, supongo que buscaba algún indicio de herida nueva, es una falta de confianza de su parte.
—Estoy bien—tomé sus manos y las recorrí por mi cuerpo —Ni un rasguño.
—Entra a la tina —obedecí y entre dejando que el agua me relajara bastante, ella se desnudo y entro —Jimin se veía muy feliz.
—Las razones no son algo que debas saber.
Se acomodo y empezó a mojar mi cabello, para lavarlo con cuidado, sus manos eran delicadas en todo lo que hacía, deje que me lavara a su antojo, me sentía demasiado bien en este momento, sé que hablara cuando se sienta lista, su conciencia debe de estarla dominando en este momento, sabe que si llegue así de tranquilo es porque su padre ya no esta con vida.
—Jin.
—Dime.
—¿Acabo?
Tome sus manos para besarlas, sentía que contenía la respiración, mi vista se enfoco en sus preciosos ojos.
—Termino cariño, eres libre, totalmente libre.
El llanto se acumulo en sus ojos y comenzó a llorar cubriéndose el rostro, la abrace, pero su llanto dejo de ser tan intenso al poco tiempo.
—Gracias, en verdad Jin, mil gracias.
—Bésame Nara.
Sus labios se acercaron lento a los míos, con un nuevo "gracias" me beso, comenzó haciéndolo lento, después su lengua entro en mi boca, solo fue cuestión de que se moviera un poco para que mi erección entrara en ella, pero no fue del sexo que estoy acostumbrado, fue lento, no había palabras solo nuestros besos entre los jadeos, debo admitir que esto también me gusta, todo de ella me gusta.
Las noticias al día siguiente no fue sorpresa para nadie, Reiko no pregunto nada al respecto, Nara no hablo mas del tema, aunque la pequeña era claro que sabia que su padre no había huido, ella estaba también feliz de saber que su hermana y ella tendrían una vida mucho más tranquila.
Dos años después...
—No y es una respuesta definitiva.
—No es justo Seokjin, dijiste que si mis calificaciones no bajaban, me dejarías ir.
—Nunca me dijiste que irías sola, además se muy bien que ese tipo Heesung estará tras de ti todo el tiempo.
—¡Nara! —corrió hacia la cocina donde ella estaba —¡Hermana!
—¿Qué sucede?
—Seokjin no me deja ir al acampado de la escuela, él lo prometió.
—Los adolescentes de hoy en día son unos hormonales.
Nara se rio mientras terminaba de decorar un pastel enorme, dejo la manga pastelera para mirarnos a ambos.
—Se lo prometiste, Reiko es la mejor de sus clases de defensa personal, Jimin en contra de mi voluntad la ha enseñado a usar una navaja, ella estará bien.
—Si ese adolescente le pone una mano encima le cortare la mano se lo advierto.
—Si lo hace será porque yo lo deje —salió de la cocina victoriosa.
—¡Tienes quince años!
—Jin —Nara se me quedo mirando de manera molesta, pero no me ganara —deja de pelear con ella, no es algo que puedas evitar, esta creciendo, solo debemos de cuidarla sin amenazar a quien se le acerque.
—No puedo evitarlo, son mías, no dejaría que nadie las lastime —me abrazo como pudo ya que su vientre ya comenzaba a ser algo abultado.
—Si le rompen el corazón, estaremos para ella —le acaricie su abdomen —además podemos romperle algunos dedos a quien se lo haga.
Me agache para besar su vientre —Tu madre se ha vuelto un ser malvado, pero esta bien, quiere decir que nadie podrá dañarte tampoco pequeña.
—En cuanto nazca ella, deben de buscar el varón, nos llenamos de mujeres en esta casa y cada vez me siento mas hormonal —Jimin llega sentándose en la barra de la cocina —Jin se esta volviendo un blandengue también.
—Deberías de pensar en mudarte, eres demasiado molesto en ocasiones.
—A Nara y Reiko les agrado, así que no está a discusión.
—Además es quien hace las entregas —se acerco al pastel —ya esta listo, este es el último antes de que me tome la licencia por maternidad.
—Bien iré a dejar esto, regreso para la comida.
Jimin salió de la cocina y yo me quede a solas con Nara, ella me tomo de la mano para acercarse a mí.
—¿En verdad quieres mas hombres en la casa?
—Soy feliz como estoy, adoro a mis chicas, además tenemos otras cuatro oportunidades de tener un pequeño Seokjin.
—No creo poder con tanto.
—Se que puedes.
—Pervertido.
Me beso mordiendo mi labio. Creo que seria mejor quedarnos con solo una niña, entre mas niños estén por la casa, menos sexo tendré, es una difícil decisión.
Obtuvimos venganza!!! Me siento feliz con el resultado, ¿Llenaremos de JInsitos a Nara?
las amito mucho, besistos en la cola
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