Cicatrices

Seokjin.

—No debiste meterte, ¡ERA MIO!

Jimin venia furioso, pues le había quitado una presa, nos habían contratado para asesinar a una célula criminal central, teníamos libertad de hacerlo, pues nos habían pagado por debajo del agua los de la policía local, nosotros haríamos el trabajo mientras ellos cubrían las huellas. Pero Jimin en ocasiones entra en un frenesí que no puede controlar, se vuelve un maniático, es de los pocos que aun le gusta usar armas cortas para deshacerse de sus objetivos, pero ahora estuvieron a punto de dispararle directamente en la cabeza, el solo extendió sus brazos esperando la bala, la cual solo le roso un hombro.

—¿TUYO? —lo golpee de la manera mas fuerte que pude en el rostro —eres un maldito imbécil.

—No iba a morir.

—Claro que no, eso no pasara mientras yo este contigo.

Taehyung nos recibió en la sala de estar con su maletín, le arroje a Jimin al suelo para que lo revisara.

—Ve que no se desangre.

—¿Cómo termino así? —la voz de Tae era de preocupación —Minnie muerto no me sirves de nada.

Jimin le acaricio el rostro.

—Tranquilo amor, estoy bien.

Cayo inconsciente.

—Jimin…

—Estará bien, lo acabo de noquear, solo concéntrate en tratarlo.

—Tu también estas herido.

—No lo estaría si tu novio me hiciera caso, pero mis heridas son leves, iré por el botiquín a mi habitación.

—En cuanto termine con él, iré a tu habitación.

—Solo llévame analgésicos, estaré bien por lo demás.

Subí a mi cuarto, esperando no haber despertado a nuestras invitadas, el trabajo nos tomaría solo un par de horas, pero terminamos llegando casi al amanecer. Me empecé a quitar la camisa negra dañada, miré los cortes en mi abdomen y costillas, no habían sido profundos, pero si ardían como el infierno. Me serví un vaso de whisky el cual bebi de golpe, sintiendo el ardor en las heridas en mis labios y mejillas, fui a poner el agua de mi bañera, necesitaba quitarme toda la suciedad de encima.

Escuche que tocaron la puerta, Taehyung siempre la toca desde una vez que me encontró con una chica en la habitación en una posición algo comprometedora, pero cuando abrí la puerta de la habitación no era él.

—Nara.

—Taehyung me pidió traerte esto —bostezo un poco mientras se tallaba los ojos un poco adormilada — ¡POR DIOS! ¿QUE TE PASO?

Sus ojos vieron mis heridas con asombro tenia el cuerpo lleno de sangre en algunas partes.

—¿Tu botiquín?

—Tranquila, me daré un baño primero necesito limpiarme.

—¿Quieres que te ponga el analgésico de una vez?

—¿Sabes inyectar?

—Yo sola me pongo mis anticonceptivos desde que empecé a tener la regla, así que tuve que aprender.

Entro a la habitación, dejando las cosas en la mesita junto a la botella de whisky, miro el vaso y negó con la cabeza.

—¿Cuánto bebiste? Creo que esto no se debe de mezclar con alcohol, tendré que preguntarle a Tae…

En dos pasos ya estaba frente de ella tomándola por la cintura para besarla, no puede venir a mi habitación con solo una camisa siendo tan jodidamente adorable y sexy.

—¿Qué haces despierta? —hable sobre sus labios pegándola a la pared.

—Tuve una noche difícil —volví a rozar mis labios con los de ella —me tope a Taehyung en el pasillo mientras iba por agua.

—Vete a descansar me encargo yo de los analgésicos —di un par de besos mas —anda que mi control no es muy bueno en estos momentos.

Me separe de ella para irme a la bañera.

—¿Qué pasa si no deseo que se controle?

—Mala elección pequeña Nara.

La alce en brazos y ella se aferro a mi cintura con las piernas, la metí al baño conmigo, no podía dejar de besarla, sentir su tibia piel contra la mía era el mas dulce placer, como pude me quite el pantalón y así entramos ambos a la bañera.

El agua se derramo un poco, la camisa se pego a su cuerpo como una segunda piel, pude notar como se endurecieron sus pezones por el contacto del agua.

—Necesito limpiarme antes de tocarte.

—¿Puedo ayudarte? —sus enormes ojos analizaron mi rostro, yo estaba derretido por ella.

Le pase la esponja, ella tomo un poco de jabón y empezó a frotarlo por mi pecho, cuando llego a la primer herida fue cuidadosa, se mordió el labio para concentrarse y yo ya estaba empalmado, ella lo noto, ya que se acomodo un poco mas sobre mi.

—¿No te incomoda nada de esto? —moví su cabello hacia atrás —te debes de hacer una idea de mis heridas.

—Si me molesta, pero no me siento incomoda, no me asustas —bajo su mano por mi pecho y su cuerpo quiso moverse un poco para frotarse —es extraño, me atraes, siento que mi vientre se calienta con solo tenerte cerca —movió un poco mas la cadera —tal vez estoy dañada.

—Creo que si lo estas —mordí su barbilla empezando a bajar por la piel enrojecida, parecía que no le dolía el tacto, así que bese un poco mas, hasta llegar a su escote —y no me interesa repararte, eres tan perfecta para mi, que de ser posible quiero arruinarte mas, con tal de que seas solo mía.

—Entonces, arruíname, destrúyeme, déjame hundirme contigo.

Recuerdo que dije algo de ir lento con ella, pero al demonio, acaba de darme luz verte de llevarla al infierno conmigo.

—Levanta las caderas.

En cuanto obedeció logre liberar mi erección debajo del agua, moví la ropa que estorbaba para poder entrar en ella, sentir sus pliegues en la punta de mi miembro casi me hace terminar, nunca había estado tan ansioso por entrar en una mujer, la acomode para en la entrada.

—Baja lento.

Unió su frente con la mía sujetando mi rostro para bajar despacio, su cuerpo tembló ante el primer contacto de la punta en su interior, trago saliva y después bajo un poco mas, se tenso al principio y después la tomo toda de un golpe, se quedo quieta un momento.

—¿Estas bien?

—Es muy grande.

Sonreí orgulloso, se abrazo a mi para moverse cada vez mas rápido, el primer gemido me hizo cerrar los ojos, se escucho tan delicioso que la ayude a moverse mas rápido, su interior cada vez se contraía mas. Me estaba siendo muy complicado soportar mas el correrme, apretaba tanto que parecía querer asfixiarlo.

—Seokjin —susurro en mi oído —también serás mi primer orgasmo.

Se tenso y empezó a correrse con un gemido seguido de varios jadeos entre cortados, no logre salirme antes de correrme también, me vacié totalmente dentro de ella, recargue mi cuerpo en la parte trasera de la bañera frotándome el rostro algo molesto, ella se recostó en mi pecho.

—Perdona no quería terminar dentro.

—¿No lo haces a menudo con tus mujeres?

—En primera, no tengo mujeres y en segunda, jamás lo hago sin preservativo.

—¿Entonces hice algo mal? No entiendo mucho de esto.

Me reí con ironía, me acomode para mirarla a los ojos.

—Nara, lo único que hiciste mal es darme permiso para estar contigo, ahora no podre dejarte tranquila —levante su mentón —Te llevo doce años Nara, y soy un monstruo.

—Nada de eso importa, tu me gustas pero ¿Qué te puede ofrecer alguien como yo? ¿Qué te interesa de mi?

La bese de nuevo volviendo a endurecerme dentro de ella, sus manos se aferraron a mis brazos.

—¿Qué me interesa de ti? Todo Nara, para mi el sexo, es un plus.

Jadeo contra mis labios y de nuevo empezó a moverse.

—Si el sexo no es tan importante para ti — cerro sus ojos continuando con el Vaivén —compláceme a mi y muéstrame que es lo que se debe de sentir —en verdad me va a matar —no me voy a romper, no me voy a asustar,  quiero más primeras veces contigo.

La volví a besar, quite su camisa para por fin sentir su piel contra la piel, mi baño era literalmente una piscina, el piso estaba lleno de agua por nuestros movimientos dentro del agua,  sus gemidos son el sonido más armonioso del mundo, y aunque todo era muy lento la manera en que me apretaba dentro de ella, como trataba de amoldarse al tamaño era jodidamente delicioso.

—Seokjin.

Jadeo y volvió a tener otro orgasmo, la acompañe enseguida, ya no me interesó el durar un poco más, ya es mía.

—¿Estás bien?

—Me siento mareada —sonrió —pero me gusta la sensación.

—Terminemos de bañarnos antes de que me ponga duro de nuevo.

Asintió y nos duchamos después juntos. Cuando salimos del baño ella se encargó de curar mis heridas, además de colocarme la inyección para el dolor, aunque hace unos momentos atrás no me dolía nada.

—¿Quieres algo para desayunar?

—Tengo personal para eso, duerme un poco conmigo, tenemos que llevar más tarde a Reiko a su día de campo.

—Debo ir por ropa a mi casa, no me puedo andar solo en tus camisas.

—Tienes razón, mandaré a traer ropa para ti, pero ven a la cama conmigo, no lo voy a repetir.

Nara.

Mi cuerpo se siente como si hubiera dormido días, tenía años sin dormir así, sin soñar nada, solo disfrutando de la calidez de la cama, y ahora de unos brazos.

Empecé a abrir los ojos, asustada por la luz del día, pero no me levanté de manera brusca pues dos pequeños ojos me veían desde la base de la cama.

—Buenos días, hermanita —me sonrió.

—Dios, ya debe ser tarde.

Intente moverme pero un brazo me jalo de la cintura.

—¿Cómo puedes dormir con los ronquidos de Oppa? —ella ya estaba vestida con un vestido de manga larga y traía una capucha de orejas de conejo —es temprano aún, darán las nueve de la mañana.

—Entonces es hora de levantarse —la voz gruesa de Jin me hizo estremecer —buenos días Rei.

—¿Ya eres novio de mi hermana?

—¡Reiko!

—Solo confirmo, aunque no necesito una respuesta, los espero abajo, tu ropa está en la silla.

Salió de la habitación y yo tenía metido el rostro entre mis manos.

—¿Sucede algo?

—Nada.

Seguía sin poder mirarlo, desde la vez que me beso, mi cuerpo reaccionaba de manera diferente cuando pensaba en él. Y ahora que me pongo a pensar lo que hicimos en la tina toda la vergüenza que puede caber en mi cuerpo está presente en mi rostro. Quiero culpar al sueño húmedo que tuve después de la pesadilla de anoche.

Pero fue verlo con ese aspecto salvaje, su cuerpo está tonificado sus hombros anchos que terminan con una cintura pequeña, cada músculos de su abdomen está tan duro como una roca y su mirada era amenazadora, ambos brazos los lleva cubiertos de tatuajes hasta la palma, sentí una humedad terrible más cuando me observo cómo si deseara devorarme. Y lo hizo.

—Nara, mírame.

Quite mis manos lentamente, él acercó su rostro al mío. Dejando un pequeño beso.

—Espero no estés sintiendo culpa por lo de ayer, porque ni por asomo es el inicio de todo lo que planeo hacerte.

¿Cómo se siente un infarto? Creo que estoy teniendo uno.

—Vístete antes de que comience ahora.

Paso al baño y yo tomé mis cosas de la silla, está ropa no era mía, pero estaba nueva y era de mi talla. Era un vestido, pero salir con uno no era algo que me gustará hacer.

Siempre me acostumbré a andar con pantalón por dos cosas, las marcas que hacía mi padre no se notaban, y evitaba sentir otro tipo de miradas sobre de mi.

Mi cuerpo está tan lleno de marcas que a veces me da inseguridad verme al espejo, pienso en ellas y me da un escalofrío. La piel aún roja por la quemadura no era lo más sobresaliente en esa área, tenía algunas cicatrices, que si bien no son las peores, se notan bastantes.

Me mire al espejo mientras me ponía el vestido colorido, los botones los llevaba al frente empecé a abrocharlos mirando las marcas de mis piernas una mueca junto con un suspiro. Delinee una de las cicatrices. Seokjin apareció detrás de mi sujetando mi mano.

—¿Puedo usar un pantalón?

—¿No te gusto el vestido?

—Es hermoso, pero —mire hacia abajo —no creo que sea para mí.

—El único problema que yo veo con este vestido es que te vez hermosa y asesinare a quien te observe.

Con Seokjin no me molestaba tanto en cubrir las marcas, pero ayer sentí que me paralizada cuando quitó la camisa, su mirada no cambio, se volvió incluso más pasional.

—Tengo demasiadas cicatrices.

Me abrazo pasando sus manos por mi abdomen, hasta que sus dedos delinearon las marcas de la piel, su dureza atacó mi espalda.

—Yo te veo y siento perfecta —separo mis piernas metiendo sus dedos apretando mis muslos —¿Sientes diferente?

—No.

—Mírate de nuevo.

El reflejo de sus ojos me hizo dejar de respirar, su enorme mano me hizo relamerme los labios cuando acaricio mi cuello, subió hasta apretar mis mejillas y girar mi cabeza.

—Si alguna vez dudas de lo hermosa que eres —me giro y alzo en brazos para ponerme contra el espejo —solo recuerda que solo tu puedes ponerse así de duro, con solo mirarme.

Ya no recordaba que fue lo que inicio esto cuando volvió a besarme de manera salvaje.





Siento que los capítulos me quedan algo largo, pero luego vienen ustedes y los leen en cinco minutos y se me pasa

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