1. Primer día

El chico rubio se despertaba para la escuela su piel era un tono neutro y sus hermosos ojos verdes con esa sonrisa encantadora. Sus labios con forma de corazón, pequeños y su estatura baja le daban un aspecto tierno y adorable.

Era delgado y muy atractivo, se vistió con unos pantalones marinos, camisa azul claro, corbata roja y zapatos negros. Por último se colocó el saco azul marino. Listo para la universidad, era su segundo año, pero lo cursaría en la universidad Wu Son Gui en Corea.

El chico era canadiense, pero sus padres se mudaron a Japón por un trabajo de negocios, finalmente se cambiaron a Corea para dar más enriquecimiento a los estudios de su único hijo: Lloyd.

En Japón existían grandes universidades pero al entrar a la gran escuela, su hijo fue molestado por ser un chico con gran coeficiente intelectual, aparte de sus gustos musicales. Ahí era mejor visto escuchar a Shinee o TVXQ, que escuchar a "5 Seconds Of Summer".

–¡Ya vete Lloyd, llegaras tarde! –la señora Misaco, madre de Lloyd, le gritaba al pequeño.

–Ya voy madre –Lloyd bajó las escaleras y comió rápido su desayuno –Adiós madre –le dio un beso en la mejilla y luego salió colgando su mochila en un solo hombro.

Caminó a instituto, no era muy lejos, así que saco su iPod, se puso los audífonos para escuchar la canción "Don't stop" de 5sos a todo volumen.

Había llegado temprano así que se sentó en la última banca de la fila que se sitúa frente al escritorio del profesor, el lugar era muy apartado y desde donde estaba, no alcanzaba a vislumbrar muy bien el pizarrón, se recorrió dos lugares al frente para tener la ventana de un lado y poder hacer sus apuntes bien, el cielo aclarándose y los pájaros volando tal como en una película de princesas. Lloyd no pudo evitar la risa, sacó un cuaderno y empezó a escribir: su diario personal.

Después de unos momentos se percató de que alguien le hacía señas para que lo mirara. Se quitó los audífonos, un chico castaño estaba frente a él. Sus ojos azules resaltaban con su tono de piel medio bronceada, con una sonrisa de medio lado.

–¡Hey¡ ¿Escuchas 5 Seconds of Summer? –dijo el castaño, Lloyd viró los ojos. Ya varios vecinos le habían ido a tocar la puerta para que bajara el volumen de su música, que por cierto tenía en volumen "5", ya que ahí solo se escuchaba a la "Generación de chicas" y a "Super Junior".

–Si, ¡¿tienes algún problema?! –respondió con brusquedad, se cruzó de brazos y se recargó en la banca.

–No, es sólo que... –el chico se intimidó con su mirada, desde lejos parecía tan tierno. Lloyd lo interrumpió.

–Solo que aquí escuchan chinos y no respetan tus gustos musicales, gracias ya me lo han recalcado en la cara muchas veces –molesto se colocó de nuevo sus audífonos y miró hacia la ventana.

"I drove by all the places

We used to hang out getting wasted

I thought about our last kiss

How it felt, the way you tasted..."

Empezó a tararear Lloyd aún abrumado, el chico castaño se sentó frente a él, sonriendo. Lloyd, al mirar al frente, se encontró con una mirada algo siniestra del chico castaño, y combinado con esa sonrisa podría jurar que tenía al gato sonriente de Alice Madness Returns frente a él. Viró los ojos y se quitó los audífonos.

–Qué demonios es lo que quieres ¿no deje claro que odio tu compañía?

–Ese es el punto, todos odian mi compañía, pero debo hacer lo mejor que puedo para agradarte –sonrió más.

–¿Puedes dejar de sonreír? Me das miedo.

–Soy Jay, vivo a dos calles de la escuela, soy "el payaso" de la clase.

Lloyd aminoró su expresión y contestó.

–Soy Lloyd, me mudé a corea por mis estudios.

–Oh ya veo ¿por eso tanta agresividad?

–¡¿Qué?!... No... Es que... ¡Aish! –se tiró a la paleta de la banca –Es complicado –dijo apenas haciéndose oír entre la banca. Jay rió un poco.

–Te entiendo, me dicen lo mismo, pero mi carácter es fuerte. A mi también me gusta "cinco segundos para el verano", por eso te pregunté.

–¿En serio? –los ojos de Lloyd brillaron milisegundos. Jay asintió. Lloyd se volvió a tirar a la banca –Que idiota, perdón por comportarme así.

El castaño rió.

–Créeme, yo era igual o peor que tú, luego aprendí a controlarme... o eso creo.

A lo lejos se veían dos chicos, uno de ellos llegó a darle un golpe muy fuerte a Jay, quién se estrelló contra la banca de Lloyd.

–Mucho gusto idiota –rió al ver como su amigo se sobaba la sien.

–Que gusto verte, cuanta amabilidad –dijo sarcástico. Lloyd se aguantaba la risa, pero no resistiría mucho.

–Deberías dejar de hacer eso, lo harás más idiota –rieron juntos los chicos y Lloyd se les unió disimuladamente.

–¡No ven que hago un amigo! –dijo Jay haciendo como si estuviese molesto.

–Ya vas, ¿cómo te llamas? –dijo el más alto de los cuatro.

–Soy Lloyd, soy canadiense pero vine a corea a terminar mis estudios.

–¿Tienen el mismo nivel académico corea que Canadá?

–No lo sé, desde que mis padres se mudaron a Japón no recuerdo Canadá, de hecho no he visto Canadá más que en fotos.

–Genial canadiense, yo soy Cole y él es Zane, somos amigos de Jay si no te habías dado cuenta –sonrió, Lloyd se perdió en su sonrisa.

El chico Cole, era un chico demasiado alto, comparado con los demás parecían Hobbit's. Su cabello era negro, sus ojos en un tono como pardo y miel y su piel era un tono más oscuro que el suyo, tenía las mangas de la camisa dobladas hasta el codo, se veía que tenía una buena condición física por sus muslos marcados, su cabello medio revuelto y el flequillo que le caía a los ojos le daban un aspecto sexy.

El chico Zane era el segundo más alto, aunque se notaba la obvia diferencia de tamaños entre él y Cole, su cabello rubio bien peinado y unos ojos entre azul y blanco, pero más blancos, su piel tenía casi el mismo tono que el de Lloyd, solo que más pálida. Ambos chicos se sentaron, Cole a un lado de Lloyd y Zane delante de Cole, a un lado de Jay. Jay se paró casi saltando.

–¡¡SII!! ¡¡Ahora somos los mosqueteros!!.

–Mosquetontos querrás decir –una voz algo suave pero gruesa hizo que Jay agachara la cabeza y se sentara rápido –Así está mejor –sonrió de lado algo macabramente. Era un chico más alto que Cole -o eso pensó Lloyd al verlo- con unos ojos rojizos brillantes y piel extremadamente pálida. Su cabello era café, pero muy oscuro, su cabello estaba más que revuelto pero eso le daba un toque sensual.

–¡¡Cállate mierda!! –soltó Cole volteándose a mirarlo.

–Mmm... Veo que el chiquillo no puede defenderse solo, tiene que ir su nana a defenderlo ¿Desde cuando eres un conejillo de indias? Que yo recuerde eras de alto nivel social.

–Eso no te incumbe.

–Claro que si compañero, invaden mi kinesfera.

–Tu kinesfera está muy lejos de la mía idiota –se acercaron peligrosamente, faltaban al menos 15 centímetros para que sus rostros se juntaran, ambos mirándose a los ojos, con miradas desafiantes. Ambos estaban parados bien, así que Lloyd comprobó que eran de la mima estatura.

–Basta chicos, quiero que vuelvan a sus asientos, ahora –dijo un profesor muy enojado, al entrar y ver a dos estudiantes a punto de golpearse.

–Vamos Kai –dijo una chica detrás de él. Pero ninguno de los dos cedió, parecía como una guerra de miradas, ambos esperaban que el contrario cediera para poder ganar ellos, pero como ninguno lo hizo, Zane fue a apartarlos.

–Ya es suficiente –ambos se lanzaron miradas asesinas y al mismo tiempo apartaron al mirada, cada uno a su asiento correspondiente.

La clase fue incómoda para Lloyd, no pudo concentrarse bien porque su mente lo atormentó cada segundo, con imágenes de él chico "Kai" sonriéndole. Cuando volteaba a verlo, lo miraba platicando con una chica de pelo negro y con fleco corto, su piel era un tanto clara, algo parecida a la de Lloyd, y sus ojos eran negros, tanto como su cabello. Aquellos dos se veían tan felices juntos que por un momento Lloyd pensó que eran novios.

–Joven Garmadon, pase al pizarrón para hacer la ecuación –Lloyd se sorprendió, él mismo sabía que no puso atención a la clase y el profesor también lo había notado. Se escucharon risas cuando se levantó tímidamente con la cabeza gacha. Tomó el plumón y miró el pizarrón mentalizando los cálculos y por supuesto, tranquilizándose. Se acercó al pizarrón y escribió un único resultado "0".

–Está mal joven Lloyd, ¿que no pone atención? –dijo el profesor.

–Es correcto profesor –Kai había hablado.

–¿Por qué sería correcto un cero? –Lloyd se volvió lentamente y le dijo al profesor.

–Porque son números negativos profesor, no existe ningún resultado posible más que... –Lloyd fue interrumpido.

–Cero... Eso es todo, es cero –dijo el chico de ojos rojizos mirando fijamente al rubio.

Nadie dijo nada, Lloyd se fue a sentar rápido pero notó una mirada molesta de Cole, decidió pasarla por alto y se dirigió a su lugar, inmediatamente dio la campana Cole voló de su asiento, Lloyd guardó sus cosas con tranquilidad y luego al mirar a los lados se percató de que no había nadie en el salón y eso le asustó. Cuando estaba saliendo un brazo lo detuvo. Se volvió rápido para encontrarse con un chico demasiado alto, poco a poco fue mirando hacia arriba donde se encontró con la fría mirada de Kai.

–¿Eres el nuevo verdad? –al no escuchar una respuesta decidió continuar –Debes entender que ser débil aquí te hace vulnerable, compórtate como un chico malo y restregarle sus cosas en la cara al profesor.

–Pero me expulsarían y tarde mucho en tener este lugar –Kai sonrió.

–¿Siempre eres así?

–¿Así como?

–Tan ingenuo –Kai acorraló a Lloyd en la pared, cerca en la puerta del aula.

–Mmm... A-a veces –respondió Lloyd tímido, sus mejillas se tiñeron ligeramente de rojo.

Kai sonrió de lado y luego salió del aula, dejando a un sonrojado y confundido Lloyd.

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