Hitoshi miró con una sonrisa mientras Eri corría hacia los brazos de Aizawa, "¡Papá Zawa!"

"Hola Eri. ¿Tuviste un buen día?" Aizawa le dedicó una suave sonrisa y se volvió hacia Hitoshi, "¿Algún problema?"

"Hoy no." informó Hitoshi. "Solo los paparazzi de siempre".

"¡No te preocupes papá, Hitoshi me cuida muy bien!" Eri sonrió. 

"Bien." Aizawa asintió con satisfacción y alborotó su cabello. ¿Por qué no vas a prepararte para ir a la cama? Necesito hablar con Shinso por un minuto".

Eri asintió y volvió corriendo a su habitación. Aizawa le hizo un gesto a Hitoshi para que lo siguiera y lo llevó a la cocina. Hitoshi se sentó en la mesa mientras Aizawa les servía café a ambos y dejaba las tazas sobre la mesa. 

"Entonces, ¿de qué querías hablar conmigo?" Hitoshi preguntó después de un momento. "Espero no estar reprobando tu clase".

Aizawa lo miró cansado, "A diferencia de algunos de tus compañeros de clase, en realidad estás bien con tus calificaciones, asumiendo que sigues haciendo tu tarea. No, se trata de una pasantía".

Hitoshi frunció el ceño, "¿Pasantía? Pensé que habíamos dejado de hacerlo desde... bueno, desde que Hawks cambió de bando".

"Me he estado demorando, pero técnicamente todos los programas aún están en su lugar". dijo Aizawa. "Nezu obviamente nunca los suspendió y todos los estudiantes de último año han tenido la opción de permanecer en sus lugares de trabajo, suponiendo que los héroes con los que trabajaban no se jubilaran. Hice que algunos héroes se acercaran".

"¿Quiénes son los héroes?" Hitoshi preguntó. 

Aizawa mantuvo contacto visual, "Las Wild Wild Pussycats".

"Las…" Hitoshi parpadeó. "Pensé que se retiraron después del campo de entrenamiento".

Aizawa suspiró, "Tomaron un permiso de ausencia, pero no se retiraron por completo. Con la excepción de Ragdoll, todos ellos han estado realizando pequeñas misiones aquí y allá. Nada importante, pero lo suficiente para calificar como héroes activos".

"¿Pero por qué recomendarme?" preguntó Hitoshi. "Si solo querían un estudiante, Tsu o tal vez incluso Kirishima..."

"Preguntaron por ti específicamente". dijo Aizawa. "Tampoco tiene ningún sentido para mí, porque tienes razón. Tus estilos de lucha no coinciden y, objetivamente, muchos de tus compañeros de clase podrían aprender más de ellos que tú. Dicho esto, lo más probable es que haya una razón".

Hitoshi asintió, "Y quieres que averigüe qué es".

"Exactamente." Aizawa sacó una carpeta. "Aquí está el papeleo si quieres firmar. Estoy dispuesto a aprobar una experiencia de pasantía corta, solo una semana. Eso debería ser suficiente para tener una idea de por qué te quieren y luego podemos extenderlo si quieres más tiempo".

Hitoshi miró la carpeta que Aizawa había deslizado sobre la mesa y asintió. Parecía que pasaría parte de las tardes y noches con las Pussycats, pero aún estaría presente durante el día para las clases y justo después de la escuela si necesitaba cuidar de Eri, "Está bien. No hace falta decir que esto es bastante incompleto, así que ¿hay algo que deba tener en cuenta?"

"Has tenido tres compañeros de clase que cambiaron al lado de los villanos". Aizawa dijo seriamente. "Ya deberías conocer las señales a estas alturas".

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Mitsuki no estaba segura de en qué se había convertido su vida y tampoco estaba segura de si se suponía que debía estar feliz por eso o no, lo cual era preocupante porque estaba contenta. Claro, estaba más cerca de Inko que nunca y Rei se había metido en su pequeño grupo como si siempre hubiera estado destinada a estar allí, pero su hijo todavía estaba en el viento. Se suponía que ella era la que cuidaba a Katsuki y se aseguraba de que estuviera a salvo, pero, de nuevo, se suponía que él era un buen chico que quería ser un héroe, no un villano que parecía disfrutar lastimando a la gente y huía antes de incluso programar su cita en la corte. A veces se sentía tan culpable por él que se le revolvía el estómago y el hecho de que las cosas estuvieran empeorando en casa no las hacía mejores. Sabía que era porque Masaru se sentía tan culpable y enojado como ella, pero deseaba que él la mirara a veces. Ni siquiera tenían que hablar, ella solo quería que él estuviera allí, no solo físicamente, sino emocionalmente, pero eso no había sucedido desde antes de que Katsuki se descarrilara, por lo que no se hacía ilusiones. 

Probablemente era esa soledad constante lo que la hacía volver a tomar el té con Inko y Rei al menos tres veces a la semana, a pesar de que Inko debería odiarla y Rei probablemente estaba un poco loca. Si no tenía a su marido ni a su hijo, en quién mejor confiar que en otras mujeres, en otras madres, que entendían exactamente por lo que estaba pasando. Llegó un poco tarde hoy, no es que hayan fijado una hora oficialmente, pero sabía que Rei e Inko ya estarían allí, así que se apresuró un poco mientras recorría los ahora familiares pasillos del hospital.

Solo dio un golpe de cortesía antes de abrir las puertas de la habitación de Rei, solo para congelarse en seco cuando se quedó boquiabierta. Rei e Inko estaban allí, por supuesto, así como una mujer que no reconoció que probablemente era una enfermera, pero Mitsuki no la estaba mirando. No, no podía apartar los ojos del joven que estaba de pie a los pies de la cama. Estaba de espaldas a ella, pero Mitsuki aún podía ver claramente su cabello rubio que sobresalía en todas direcciones como si hubiera sido golpeado por una explosión, "¿K-Katsuki?"

"¿Quién?" El joven se dio la vuelta, con una mirada confundida en su rostro, y Mitsuki se desinfló tanto de decepción como de alivio cuando se dio cuenta de que no era su hijo. 

"Oh, lo siento." Mitsuki forzó una risa. "Yo, eh, pensé que eras otra persona".

Inko la miró con simpatía cuando Rei comenzó a presentar a los recién llegados, "Mitsuki, sé que estás familiarizada con Touya y Shouto, pero no creo que hayas conocido a sus hermanos. Estos dos son Natuso y Fuyumi, mis hijos del medio".

Natsuo sonrió, "Encantado de conocerte".

Mitsuki dio una sonrisa cansada. Por supuesto, este no era su hijo, era demasiado educado, sin mencionar que era un poco más alto y de un tono más claro de rubio. Ella no sabía lo que había estado pensando de todos modos. No había forma de que el personal del hospital permitiera que un asesino entrara aquí, y Katsuki ni siquiera sabía que ella había estado viniendo aquí, suponiendo que le importara lo suficiente como para visitarla. Probablemente ni siquiera quería verla, pero la verdadera pregunta era si ella realmente quería verlo.

"Natsuo y Fuyumi han estado trabajando para finalmente sacarme de aquí". Rei suspiró y se estiró. "Tengo que admitir que va a ser bueno no ser más rehén del fantasma de Enji".

"Nunca deberías haber tenido que estar aquí en primer lugar". Natsuki se quejó. "Deberías haberte dejado salir cuando papá murió, o al menos cuando se hizo público lo que nos hizo. ¡Nunca fue tu culpa que estuvieras aquí en primer lugar!"

"Bueno, eso es lo que sucede cuando actúas orgulloso de tus hijos que son villanos". Reprendió Fuyumi.

"¿Pero vas a salir?" Preguntó Inko. "¡Eso es maravilloso!"

"Bueno, todavía tengo que ir a terapia dos veces por semana". Rei admitió. "Pero es ambulatorio, por lo que finalmente puedo regresar a casa y estar con mi familia nuevamente".

"Bueno, no toda tu familia." Dijo Fuyumi. "Nunca volveremos a ser una familia completa y feliz, no desde que Touya y Shouto mataron…"

"Oh, ese barco zarpó mucho antes de que esos dos se unieran a la liga y lo sabes". Espetó Natsuo. "Estoy bastante seguro de que zarpó desde la primera vez que papá golpeó a uno de nosotros, si no cuando decidió casarse con una peculiaridad en lugar de una mujer".

"¡Natsuo!" Fuyumi jadeó. 

"No, tiene razón". Rei interrumpió con firmeza. "Yo también tuve parte en el abuso, Fuyumi, no finjas que no lo hice".

La habitación cayó en un silencio incómodo y Mitsuki decidió romper el silencio, "Entonces... uh, ¿tienes algún plan para, bueno, después de este lugar?"

Rei tarareó pensativamente "Bueno, me gustaría hacer algo bueno, tal vez compensar algo de la miseria que he causado".

"Mamá…" intentó Natsuo, pero Fuyumi lo interrumpió antes de que pudiera continuar.

"Creo que es una gran idea". Ella sonrió. "Sé que mis estudiantes han estado luchando con todo, y hay muchas organizaciones de voluntarios que están buscando personas en este momento".

"Creo que sería una idea maravillosa". Inko estuvo de acuerdo. "¿Qué piensas, Mitsuki?"

Mitsuki miró entre ellos y se encogió de hombros, "Será más interesante que estas cuatro paredes, eso es seguro".

Y si compensaba algo del daño que Katsuki había hecho, entonces, ¿cómo podría realmente decir que no?

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