Cece miró los archivos que Aizawa le había enviado y se preguntó si había fijado el precio de su soborno demasiado bajo. Diez cajas de alcohol parecían significativas en ese momento, pero honestamente, era un milagro que más de estos mocosos no se hubieran derrumbado ya. Entre los estudiantes que abandonaron la escuela y se convirtieron en villanos, Uraraka se esforzaba demasiado y lo que sea que estuviera pasando con Bakugo, iba a traer mucho trabajo para ella, incluso pensando en rascar la superficie de todos sus problemas.

Ella no quería culpar a Aizawa o Hound Dog por dejar que las cosas se pusieran tan mal, porque Aizawa tenía demasiado en su plato y Hound Dog nunca debería haber sido asignado a una escuela completa en primer lugar, pero ¿en serio? ¡¿Cómo es que nadie se había dado cuenta de que traer ayuda psicológica adicional podría ser un poco necesario?!

Ya se había reunido con algunos de ellos, pero no estaba muy segura de qué esperar del siguiente. Claro, Ejiro Kirishima podría parecer un niño del sol perfectamente feliz, pero en su experiencia, nadie sonreía tan brillantemente a menos que lo estuvieran usando como una máscara. Había que pensar en sus años de secundaria, así como en un incidente con Katsuki Bakugo que Aizawa había marcado con un círculo rojo en su expediente. 

Tres paredes era impresionante, eso seguro. 

Sonó un golpe en la puerta y Cece se apresuró a tomar un saludable trago de la botella más cercana antes de guardarla en el cajón, "¡Pasa!"

"¿Señorita Cece?" Kirishima asomó la cabeza vacilante. "¿Estoy la habitación correcta?"

"Si no, entonces ambos estamos en el lugar equivocado". Cece levantó una ceja. "Tú eres Kirishima. Aizawa te dijo cuál es nuestro objetivo hoy, ¿verdad?"

"Básicamente es solo consejo, ¿verdad?" Kirishima se frotó la nuca y se sentó. "Bueno, quiero decir, lo llamó lecciones privadas de resiliencia emocional, pero eres psicóloga, así que es más o menos una terapia, ¿verdad?"

"Sí." Cece tiró del archivo hacia ella. "¿Entonces? ¿Por dónde quieres empezar?"

"Bueno, realmente no creo que necesite terapia…" Comenzó Kirishima.

"Todo el mundo necesita terapia". Cece interrumpió. "Mira, solo porque no te estés destrozando dramáticamente no significa que seas el pináculo de la salud mental. La mayoría de los seres humanos son una veintena de mecanismos de afrontamiento malsanos envueltos en una gabardina, y tu clase tiene suficientes traumas como para convertir el Sahera en una selva tropical, así que sí. Necesitas terapia".

Los ojos de Kirishima estaban muy abiertos y se reclinó en su silla en un pobre intento de escapar, "Uh, Aizawa no estaba mintiendo cuando dijo que eras franca".

"Con mi peculiaridad, andarme por las ramas es más problemático de lo que vale". Cece hizo clic en su bolígrafo. "¿Entonces? Leí que tuviste una pelea con uno de tus amigos".

"Bakugo no es un amigo". Kirishima escupió. 

"¿Oh?" Cece sonrió. "Estamos llegando a las cosas jugosas desde el principio, bien por mí. ¿Te importaría decirme por qué el odio?"

Kirishima la miró con incredulidad, "¡¿No lo sabes?!"

"Si lo supiera, te lo estaría restregando en la cara, no preguntando". Cece dijo irónicamente. "Ahora, ¿necesitas que repita la pregunta o podemos seguir adelante?"

Kirishima miró al suelo durante un largo momento antes de responder "Bakugo fue a la escuela con Mastermind".

Cece parpadeó, "Eso es jugoso".

"Él es una gran parte de la razón por la que Mastermind resultó como lo hizo". Kirishima resopló. "Y lo peor es que ni siquiera lo negó. Cuando lo confronté al respecto, básicamente me dio la sensación de que lo haría de nuevo. Yo solo... no puedo ser amigo de un matón. No, no seré amigo de un matón. Ese tipo de comportamiento simplemente no es varonil, ¿sabes?"

"Depende del hombre, pero entiendo lo que estás buscando". Cece se rindió y sacó la botella de licor de su cajón. "Así que Bakugo era un matón, así que rompiste".

Kirishima miró el alcohol con recelo, pero no hizo ningún comentario al respecto, "Sí. Así es más o menos cómo sucedió".

"Con mucha más violencia y rompimiento de muros, me dijeron, pero entiendo la idea básica". Cece tomó un trago. "Y te sentiste traicionado por eso".

"¡Nos mintió!" insistió Kirishima. "Él… ¡Pensé que se suponía que todos éramos héroes, pero resulta que no es mejor que Todoroki, o Mastermind, o cualquiera de ellos! ¡Simplemente le gusta lastimar a la gente y no puedo ser amigo de alguien así!"

"No estoy cuestionando tu decisión de terminar la amistad". Cece levantó las manos en señal de rendición. "Quiero decir, si fuera yo, ¡también me habría deshecho de él! Pero una traición como esa realmente puede arruinarte, chico. ¿Cómo van tus otras relaciones?"

"¿Q-qué?" Kirishima se apartó un poco. "¡Bien! ¿Por qué?"

Cece solo lo miró, "Voy a describir algo y tú me dices si te suena familiar, ¿de acuerdo? Descubriste que Bakugo era un idiota, probablemente podrías haberlo descubierto antes, pero más vale tarde que nunca, excepto que ahora estás dudando de todos los demás. ¿Quién más ha estado ocultando su verdadera naturaleza y has estado demasiado ciego para verlo? ¿Qué pasa si todos te han estado mintiendo y es solo cuestión de tiempo antes de que todos te traicionen también? ¿Algo de eso te suena?"

"Yo…" Kirishima frunció el ceño. "No estoy seguro de que debas beber en el trabajo".

Cece puso los ojos en blanco, "Eso es un sí. Y, por cierto, el alcohol me está ayudando a bajar el tono. Considérate afortunado."

Kirishima frunció el ceño, "No creo que tenga suerte. Si tuviera suerte, habría conseguido un mejor mejor amigo".

"Probablemente." Cece estuvo de acuerdo. "Pero no lo hiciste, ¿y ahora qué? No quiero decirte qué hacer, pero ¿de verdad crees que vas a ser feliz adivinando cada una de las relaciones que tienes a partir de ahora, solo porque un niño decidió ser un idiota y mentir al respecto?"

"No." Kirishima suspiró. "Quiero confiar en la gente, realmente quiero, ¡pero es difícil!"

"Luego comience con algo pequeño y avance hacia arriba". dijo Cece. "¿Hay alguien en quien sea fácil confiar o que se sienta seguro?"

"Quiero decir que está Mina…" tarareó Kirishima. "Pero eso se siente como si estuviera haciendo trampa. La conozco desde hace más tiempo, así que si estuviera mintiendo, me habría dado cuenta. Eso realmente no me ayuda a confiar en la gente".

"¿En serio?" preguntó Cece. "¿En serio no crees que ser amigo de Mina requiere confianza, solo porque la conoces desde hace más tiempo? Usted tiene mucho que aprender."

"Oh…" Kirishima se frotó la cicatriz sobre su ojo. "¿Entonces crees que debería trabajar para ser mejor amigo de Mina?"

Cece asintió, "Empiece donde se sienta seguro, luego pase a cosas que se sientan más peligrosas a medida que gane habilidades y confianza. Ahora, ¿crees que Eraser me daría otra botella de whisky o tendría que lidiar con sus problemas también?"

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"Quiero ayudar a la gente." 

Las manos de Eri estaban cerradas en puños a sus costados mientras miraba a Shouta después de la cena. En serio, ¿por qué no podía ser una niña normal y pedir helado? Oh cierto, trauma. 

Él suspiró, "Cariño, tienes siete años".

"¡Pero papá Zawa!" Eri hizo un puchero obstinadamente. "¡Es ilógico esperar hasta que sea grande para hacer feliz a la gente!"

Maldito sea este niño, usando su propia lógica en su contra "También es ilógico esperar que ayudes a la gente cuando eres pequeña".

"¡Pero yo quiero!" Eri insistió. "¡Simplemente no sé cómo!"

Shouta resopló, "Bien. ¿Qué quieres hacer? Hagamos una lluvia de ideas".

Eri pensó por un minuto "Bueno, Mastermind me ayudó, pero los villanos lastiman a las personas, así que no quiero ser un villano".

"Me alegro." Shouta dijo secamente. "Entonces, ¿eso significa que quieres ser un héroe?"

Eri frunció el ceño, "No. Los héroes también lastiman a las personas".

Shouta deseó haber sido un poco mayor cuando se dio cuenta de eso, pero con el mundo en el que vivían, era inevitable, "Sí. A veces lo hacen. ¿Entonces?"

"Entonces…" Eri pensó mucho. "Siempre dices que el mundo es gris, ¿verdad?"

Shouta asintió, "Hay mucho más en la vida que blanco y negro".

"Pero la gente no ve todo el color". dijo Eri. "Quiero ayudar a las personas a ver todos los tonos de gris, para que no tengamos que ser solo héroes y villanos cuando ambos lastiman a las personas".

Shouta parpadeó, "Eri, creo que es muy injusto que un niño me supere en filosofía".

Eri soltó una risita y Shouta sonrió amablemente. Había tenido que crecer demasiado rápido, pero estaba aprendiendo a crecer más allá de eso. Había vivido tanto con los villanos como con los héroes, así que si había alguien que podía ayudar a llevar a la sociedad al gris, era Eri. Mastermind la había salvado, por lo que ningún villano sería lo suficientemente estúpido como para tratar de armarla, y Eraserhead la estaba criando, por lo que solo los completos idiotas del lado del héroe pensarían que era inteligente convertirse en enemigo de su papá, lo cual significaba que, a diferencia de sus estudiantes, ella probablemente podría estar en el ojo público sin convertirse en un objetivo irresistible, y cuando un niño tierno hablaba, la mayoría de las veces, la gente escuchaba. Ella quería ayudar a la gente y si él quería criarla para que fuera fuerte e independiente, era ilógico no apoyar ese objetivo. 

Con suerte, ella no era tan tímida ante la cámara como él.

Shouta dejó escapar un sonido entre un suspiro y un gemido, "Ugh, no puedo creer que esté a punto de sugerir esto, pero lo que estás describiendo casi suena como activismo. ¿Qué piensas de la política?"

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