Esta vez, uno de los akumas de Hawk Moth había logrado herirlo. Una cortada en su pierna izquierda era testigo de ello y joder ¡cómo ardía y a la vez dolía!  

Marion logró saltar con esfuerzo hacia le ventana de su recamara para luego cojear hasta dentro antes de que su transformación desapareciera por completo.Iba a desplomarse en la cama para descansar cuando el grito desesperado de su madre lo alteró. 

 -¡No puede hacernos esto Alcalde!- 

 ¿Alcalde? ¿El papá de la rubia malcriada estaba en su casa? 

 Bajó desesperadamente sin impotarle taparse su corte en la pierna o lavarse por lo sucio que estaba. Sólo quería llegar a lado de su madre y comprender lo que estaba pasando.Justo cuando se situó a espaldas de su madre pudo ver a Chloé Bourgeois sentada en uno de sus sillones mirándolo con diversión.Marion le hizo una mueca para luego ignorarla y hablar. 

 -¿Se puede saber qué le hace a mi madre, Alcalde?- 

 El muchacho lanzó el comentario en un tono calmado pero que a la vez podía haber sonado como una advertencia de que estaba dispuesto a interceder si la situación ameritaba. 

 -Tus padres tienen una deuda conmigo jovencito. Y las deudas deben pagarse. No vas a creer que fue cosa de suerte que la Panadería Dupain-Cheng se extendiera a nivel naciobal sólo por mérito de tus padres. Me deben como mínimo unos cuatro grandes- 

 El muchacho se quedó mudo y sólo pudo voltear para encarar a su padre y a su madre que no paraban de llorar arrepentidos por confiar en la "amabilidad " de André Bourgueois. 

 -Así que el sacrificio en este negocio familiar fue una mentira...- 

 Apretó los puños indignado aún cuando Sabine fue a rodearlo con sus brazos para que pudiera llorar con ellos. Y así fue, aunque a vista del Alcalde y su princesa fueron dos lágrimas únicamente que mojaron las mejillas del héroe de París,su alma era un total diluvio de impotencia. Y más cuando su mundo se vino totalmente de cabeza con el susurro de Tom,su padre.

 -Debes servirle hijo, o tu madre y yo pasaremos en presión por diez años. Igual nosotros le serviremos al pez gordo- 

 Marion frunció el ceño claramente confundido pero Chloé respondió por su padre.

 -Quiere decir Panadero que ya que no pueden pagarle a mi papi. Deberán complacernos si no quieren que mandemos abajo todo su esfuerzo en producir su asqueroso pan rancio- 

 Marión se soltó de su madre y se acercó a toda velocidad a la hija del alcalde encarándola y aguantando las ganas de gritarle.

 -Deberías valorar el trabajo de otros. Ya que no todos tragan oro. Maldita princesa- 

 -Cuida como me tratas panadero de quinta. Prácticamente seré tu dueña por dos años y si yo te digo algo, tú obedeces mi amor- 

El azabache sintió una ligera descarga eléctrica en su cuerpo al ser llamado "mi amor" por la rubia pero decidió ignorarlo. Por el contrario sólo hizo una reverencia con cierta sorna. 

 -Ve y prepara tus maletas muchacho. Desde ahora vivirás con nosotros en nuestro amado Hotel. A las órdenes de mi pequeña. Con tus padres tenemos otros tratos. Ellos saben que el 60% de sus ganancias son mías ahora- 

-¿60%? ¿Cómo vamos a vivir ahora si te llevas casi todo?- 

 -Ese ya no es nuestro problema niño-

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El viaje en limosina hacia el Hotel, fue demasiado tranquilo para su alivio. Al menos el Infierno no ardería por esos minutos. 

Sin embargo no tenía tanta suerte cuando escuchó a Pascal anunciar el típico "Hemos llegado"

 Marion rogó a Dios que le diera paciencia para no asesinar a la rubia que reía divertida a su lado.Cargó su equipaje hasta el piso donde se encontraba la recamara de reina Chloé. 

Ella le indicó con el dedo una habitación ,que más bien parecía un cuarto de limpieza por lo pequeña que se veía la puerta, para que se instalara.Eso hizo con prisa y se alegró de que al menos su recamara tenga todo lo necesario: una cama pequeña, una mesa de noche con unos stans con algunos libros que se veían entretenidos, y una ventana para poder escapar y ser Lordbug con más tranquilidad.

 -Panaderoooooo...¡Te dije rápido!- 

 Dejó su maleta en medio de la recamara y corrió a la habitación de la princesa. La encontró ya cambiada, su cabello estaba suelto y la hacía verse increíblemente llamativa. Le gustaba verla así la verdad. Aunque más tarde luego de mirar por unos minutos su rostro pudo percatarse de la fina tela que la cubría como blusa y los cortos shorts ajustados que usaba. 

 Dios, quiso encogerse ante esas curvas pero por suerte tanta experiencia siendo Lordbug le había enseñado a ser prudente y mostrarse sereno y frío.

 -Diga usted, Reina Malvada- 

 La rubia señaló enojada por ese apodo hacia la pila de libros que estaba en su cama. 

 -Mi tarea bueno para nada- 

 Marion se encaminó hacia la cama para tomar uno de sus cuadernos y empezar por matemáticas. Tan concentrado estaba en problemas con derivadas parciales que no tomó en cuenta cuando Chloé se paró frente a él. 

Minutos màs tarde notò la pose reveladora que la princesa le daba. Se apoyaba con las manos en sus propias piernas para poder observar la facilidad con la que el resolvía el problema,

Problema el cuál ahora tenía una pequeña raya de tinta de pluma ante los nervios del héroe de tener en frente suyo a la misma reina de los avernos mostrándole lo redondos y lindos pechos que tenía a través de su escote. 

 Esto hizo enfurecer al chico después, ya que la rubia no se alejaba al pasar los minutos. Por lo que este se volteó en la cama para evitarla y volver al ejercicio no sin antes comentarle.

 -Lo siento Bourgueois no tengo tiempo para ver cosas indeseables si quieres que termine tu tarea- 

 La rubia ardió en furia para triturarlo con su mirada diciendo-Esto es sólo el principio, Marion, Y pobre de ti que abras la boca-

-La reina no siempre obtiene lo que quiere, Chlo-

El azabache sonriò divertido aùn de espaldas. Pero eso cambiò cuando los finos dedos de la abeja reina lo tomaron por el mentòn obligándolo a encararla 

-La reina siempre obtiene lo que quiere, que un panadero de quinta como tù no vea el dìa ni la hora no es mi problema-

Marion por su parte la observò con tristeza negando.

-Una reina a la que le ponen el mundo a sus pies nunca sabrà lo que es que la amen realmente. Sòlo te adoraràn por tus millones, màs no se atreverìan a ver tu verdadera esencia. Me apiado de tu mala suerte Bourgueois-

-Y yo de la tuya panadero, ahora càllate y termina mi tarea que la limpieza es lo pròximo de tu lista esta noche-

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Adelanto del prox. cap n.n 

El azabache por primera vez en su vida estaba descontrolado, ni siquiera Tikki podía hacerlo entrar en razón muy a pesar de que la pequeña criaturita intentaba por todos los medios calmarlo sin exponerse a ser vista por la rubia. 

Chloè por su parte ignoraba esas voz chillona que no tenìa procedencia, puesto que estaba màs enfocada en liberar el fuerte agarre sobre su muñeca izquierda. Ese panadero la estaba lastimàndo pero al juzgar por el rostro rojo de furia de èl. En ese momento no era consciente y ella sabìa que en el fondo se lo merecìa por lo que acababa de hacer.

-¡Por què eres tan malditamente inconsciente y malvada! ¿No te basta el infierno que me haces pasar a cada hora?-

-Marion...panadero...fue sòlo una foto...-

-Te odio...-

-Me amaràs como todos, te lo juro-

La reina con esfuerzo se soltò de su agarre y saliò de la pequeña recamara del azabache, dejando a un Marion llorando de rabia y a una Tikki muy  molesta abrazando a su portador.