Mash había tomado una poción por accidente que hacía que tuviera orejas y cola de gato... y digamos que ya los tenía.

Ahora mismo el gatito no mágico se encontraba en celo, sus uñas arañaban la alfombra y emitía pequeños sonidos de necesidad. Además también estaba sonrojado y sudado pues por el celo.

Rayne miraba con su clásica cara seria. Estaba analizando la situación ya que no sabe nada de gatos y pensaba en como podría manejarlo, porque si fuese un conejo con gusto lo manejaría.

-Con mi poco conocimiento de gatos, la única manera para calmarlo es mimarlo, creo- dijo Rayne mientras se acercaba a él y se agachó para estar a su lado y el pobre de Mash estaba todo celoso.

El visionario divino, al verlo en ese estado, sintió lo vulnerable que estaba el contrario, todo frágil y débil. Pusó su mano en el cabello de Mash, en medio de sus orejas de gato, y comenzó a acariciarlo suavemente mientras sentía la suavidad de la cabellera del otro.
No obstante Mash sintió la mano del contrario sobre su cabello y no pudo evitar cerrar los ojos del placer.

Rayne sintió como el contrario empezó a ronronear, su ronroneo era fuerte por decirlo así y Mash se acercaba cada vez más a él para recibir mucho más cariño. Obviamente el visionario sagrado le dió más cariño, esta vez acariciando detrás de sus orejas y hacía que el cabeza de hongo se relajase más, y quizas podríamos decir que hasta se estremecía de placer. Luego comenzó a sobar su larga cola de gato que obviamente se sentía suavecita.

El menor estaba apegado al cuerpo del mayor, claramente no quería que ese cariño se termine y entonces procedió a frotar su cabeza contra el hombro del contrario todavía con los ojos cerrados. El visionario divino le dió un beso suave en la frente de Mash mientras seguia sobando su cola, después su mano fue a su espalda para agasajarlo suavemente, se sentía calentito en ese lugar.

Poco a poco el de cabellera negruzca se fue calmando y luego quedó en el suelo dormido; ya tranquilo y libre de su celo. Rayne lo miraba con una leve sonrisa que denotaba cariño por él y estaba feliz de que Mash se haya liberado de ese estado que lo hacía ver tan vulnerable... aunque en sí, el visionario sagrado sabía que el celo del contrario no acabo hasta ahí, ya que sabe que el celo de los gatos dura entre 6 y 12 días... así que en esas cantidades de días se verá dando cariños y mimos a un hermoso gatito no mágico.

Lo más cortito que hice nwn (446 palabras)

Y obviamente un saludo a esta persona hermosa y fiel owo
En fin, nos vemos en el siguiente capitulo de estos dos cachondos. Se los ama😻 y cahusitoo (les regala 🍪 y 🥛)