Unilateral
Kimetsu no Yaiba no me pertenece-
-Prohibido copiar.
-Dedicado a todos los que leen esta historia, muchas gracias.
Advertencias:
-Temas fuertes-
-Gracias a todos por su paciencia.
-Ooc-
-AU-
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Sanemi no era una persona callada, al contrario tenia una lengua bastante afilada a la hora de hablar, al igual que una naturaleza impulsiva y agresiva, misma que le llevaba a tener roces con algunos de sus semejantes. Sin embargo, Kyojuro Rengoku no lo vió de esa manera, él creía firmemente que Genya podía infiltrarse exitosamente en la mansión Kibutsuji, aun así; Himejima Gyomei afirmó que él de hebras blancas no pensaba igual que ellos, lo mejor que podían hacer era darle su espacio para que este se calmara y poder tener una conversación más civilizada por decirlo de algún modo.
-Las ordenes de Kagaya-sama son absolutas- las palabras de Gyomei resonaron dentro de su cabeza.
Si era un hecho que nada de lo que fuera a decir haría cambiar de opinión al patrón, joder no era un retrasado que necesitaba que le repitieran las cosas dos veces.
Pero...
¿Por qué entre varios de los seleccionados Genya tenía que ser uno de ellos?.
¿Por qué no eligieron a Muichiro?.
Para alguien con habilidades y destrezas como las suyas, aquello era pan comido, pero él condenado sufrió de una fractura muy grave días antes y si su memoria no le fallaba él hermano gemelo de este les recordó que Muzan ya los conocía debido a que uno de sus parientes era un gran socio comercial, por lo que quedaban descartados al igual que Kyojuro, quien en algún momento se ofreció voluntariamente a ir en su lugar. Mitsuri se conmovió de dicha acción declarando que no conocía a persona mas valiente y noble que él futuro sucesor de la familia Rengoku, pero Iguro les recalcó que la familia Tokito como Rengoku era muy conocidas, por lo que ellos no podían pasar desapercibidos al pertenecer a familias muy reconocidas. Lo mejor era elegir a alguien que pudiera mantener un perfil bajo, es ahí donde entraba Genya.
-Ya lo sé, maldita sea-
No era que subestimara a su hermano, es más reconoce que Genya se esforzó para estar donde esta, sin embargo todos los que alguna vez intentaron infiltrarse en esa asquerosa lugar perecieron en el intento. Kyojuro afirmo que las cosas no eran así, tanto Yushiro como su madre demostraron ese hecho. Él de hebras verdes sobrevivió por su intelecto. La madre de Kyojuro lo hizo porque corrió con suerte y que Tanjiro decidió ayudarla, sin contar que sus familiares no se rindieron hasta dar con ella, pero a diferencia de los afortunados Genya no gozaba de esos privilegios. Ellos solo se tenían el uno al otro. Era él único que podía velar por su bienestar. Decidió romper las reglas e ir en su lugar sin medir las consecuencias. No importaba si Genya lo odiara por decidir por él, podía vivir con eso, mientras él estuviera vivo, nada seria en vano.
¿Todo para que?.
Para nada, todo porque la puta vida se encargo de escupirle en la cara cuando se entero de que a la muy condenada hija de Muzan se le ocurrió ir tras su hermano.
-¡Mierda!- exclamó con rabia contenida, a la vez que golpeaba la pared que había a su lado, escuchó unos pasos acercándose. En ese momento quería estar solo. No quería lidiar con las estúpidas ordenes del imbécil de cuatro ojos. Ni con él engreído de rostro inexpresivo, menos con él mujeriego que hasta ese entonces no tenia noticias sobre su hermano menor. ¿Dónde estaba Iguro y la tonta de Mitsuri?. No logro averiguar nada desde que estaba encerrado en esa puñetera celda... De nos ser que... ellos estén muertos, era una posibilidad a fin de cuentas. Si fuera así; el imbécil del Doctor ya habría dicho algo... es mas puede que Uzui sepa algo y haya encontrado los medios para decírselo a Oyakata-sama, eso explicaría el porque no tenia noticias sobre su hermano o puede que esos dos decidieran confabular en su contra, con el fin de volverlo mas loco de la que ya estaba. -¡Puta, mierda!- grito con fuerza, estar encerrado esta sacando lo peor de él, tanto así que Nezuko no se sorprendió en verlo en ese estado, es más sus quejas se escuchaban hasta el otro lado.
-¿Terminaste?- cuestionó la peli negra cerrando la puerta tras de si observando en silencio el desastre que hizo en su ausencia. Sanemi se dedicaba a fulminarla con la mirada, había una gran mezcla de emociones en su expresión que podía describir cada una a la perfección. -¿Por qué luces tan molesto?- tanteo.
-Lárgate- advirtió.
Se estaba controlando más de habitual por el bien del plan.
-Ahora que lo pienso, luces molesto, es mas me atrevería a decir que estas enojado- sus emociones de su rostro lo delataban como un vil criminal, muy similar a Akaza, ambos compartían esos rasgos .¿Quién lo diría?. -¿Qué te hizo llegar a ese estado?. Espera, ya sé. Te enteraste que ordené que trajeran a tu hermano- ironizó. -No me decido si debería convertirlo en mi mascota o ejecutarlo en el proceso, la verdad me habría gustado que me escucharás primero y q....
Cinco.
Cuatro.
Tres.
Dos.
Uno.
Bastaron cinco segundos para que él reaccionara ante su provocación. Su conocida poca paciencia apareció y es que Nezuko no entendía como el ambiente había cambiado de uno ligero a un mas hostil. La persona que tenía en frente la hermana de Tanjiro desprendía un aire peligroso y cruel. Fue tan así que por unos instantes ella no lo reconoció y soltó un quejido de dolor cuando su cuerpo cayo al suelo. El cuerpo de él era más grande como peligroso, fue tanto así que por unos imperceptibles segundos sintió miedo al comprender que él albino no estaba bajo su control y es que nunca llego a pensar que él se atrevería a atacarla. Con dos manos alrededor de su cuello. Sus pupilas grises desprendían un enorme peligro que amenazaba con destruir todo lo que estaba a su alcance.
El lazo que intentó formar con él, siempre fue unilateral.
-No dejaré que te atrevas a tocarle un solo cabello con esas asquerosas manos- prometió para sí mismo, solo tenía que ejercer un poco más de fuerza y podría terminar con todo lo que ella representaba, mas algo lo detuvo. Imágenes de ellos conociéndose, mostrándose a la defensiva y ocultando aperturas que revelarían una que otra debilidad. Silencios cómodos a la vez que ella apoyaba su cabeza en su pecho susurrando cosas que no llega a entender porque ella siempre ha puesto una barrera que nunca llegaría a atravesar por el bien de ambos. Conversaciones sin rumbo alguno. Diversos hematomas creados por los intrusos que no se sienten cómodos con su presencia y pequeñas manos que se deslizan con cuidado por las variadas heridas, suaves al contacto y peligrosas al momento de arrebatar vidas, todo es tan confuso que... ni él mismo se entendía.
-¿Por qué te detienes?- dijo mientras elevaba su cuello a la vez que sus manos se deslizaban a su alrededor, ahorcarla no requería de mucha ciencia, por lo su mirada llego a suavizarse. ¿Por qué le permitiría a Sanemi acabar con su vida y no a Kanae?. Simple. Él de las cicatrices lo hacía por proteger a su hermano, ella sabia mejor que nadie lo que significaba perder a alguien y sentir la impotencia de no haber hecho nada en su momento era cada vez mas asfixiante, en cuanto a Kanae no sabia lo que tramaba, esa era la verdad. -Hace unos segundos querías matarme, ¿que te detiene?- dijo sin apartar su mirada sobre la de él.
-¿Qué carajos te pasa?-
-No debería ser yo quien te haga esa pregunta- encaró con molestia. -Lo primero que hago es venir a verte y tu te lanzas a ahorcarme-
-Fuiste tu quien comenzó esto- recalcó con molestia. -¿Qué mierda significa que ahora iras tras Genya?-
-Ah, era eso- notó como el albino fruncia el ceño con molestia. -Muchos dicen que ordene tal cosa, pero no es así, es increíble como ese rumor se extiende por todos lados- si y solo había una persona que haría tal cosa con tal de joder mas existencia. -Si tanto querías saber, lo menos que podías hacer era preguntar-
-¿Por qué debería confiar en la hermana de un asqueroso traidor?-
-¿Por que no me matas y luego me dices si lo que dice el resto es verdad?- desafía con arrogancia. -Tanto quieres proteger a tu hermano entonces que te detiene-
-Tsk- ojalá supiera la respuesta. Ni él mismo se entendía. Maldita sea.
-Se que puedo morir en este momento, no me molesta morir en tus manos-
-Te has vuelto loca, Nezuko-
-Si, estoy loca. ¿Por qué alguien como tú podría confiar en mi?. ¿Es más que se yo de perder a un hermano?. Nada absolutamente nada. Solo tu puedes entender que ese dolor o me equivoco. Solo tu tienes derecho a escuchar sus reproches en cada pesadilla, mientras te sientes cada día mas miserable-
-¿Sí quiera hiciste algo para que confíe en tí?- esa fue la gota que derramó el vaso.
Quería decirle que si no fuera por ella Yushiro le habría dejado morir luego de que Ume decidió hacer de las suyas a sus espaldas. Quería decirle que se preocupaba por él. Quería decirle que era una de las pocas personas que le inspiraba confianza además de Inosuke. Quería decirle que Giyuu no estaba contento con su presencia tanto así que deseaba que ella fuera quien se deshiciera de él lo antes posible.
-Es cierto- sujeto su mano, en la que le faltaba dos dedos, lentamente observó sus otras cicatrices en su cuerpo. -Nunca hice nada por ti-
-Mocosa yo... - aprovechó en verlo en ese estado y comenzó a empujarlo, no pudo hacer mucho, su fuerza la superaba con creces. -Si es todo lo que vas a decir, apártate, pesas mucho- no quería estar en ese lugar, prefería mil veces volver al calabozo de donde la saco Kanae, es mas no debió salir. De ser posible habría preferido cruzarse con Giyuu en el camino, que estar en una situación como esa.
-Dejaste en claro que no confías en mi-
-Al igual que tú-
-Bien-
-Bien-
No muy lejos de ahí, un peli verde veía con satisfacción una de sus mas recientes creaciones. Tenía que reconocer que de no ser por los esfuerzos de Shinobu como de Kanae, ni siquiera el solo podría llegar a ese resultado, por lo que vería la manera de hacer llegar una muestra de la droga a Tamayo. Era posible que la susodicha desconfiara de él, es mas le daría la razón, pero todo tenia un propósito.
Salvarla de una eventual masacre.
-Sobre los antídotos-
Cierto, no se encontraba solo.
Se enfrasco tanto en si, que por unos momentos olvido que él mujeriego estaba con él por esa razón.
-Tercer cajón a la derecha-señalo el mueble, siguiendo las indicaciones guardo los antídotos, mientras observaba el extenso laboratorio, a la vez que curioseaba los libros que estaban a su alcance, Yushiro agradeció que él ninja no hablara más de dos idiomas, de lo contrario habría podido descifrar el rumbo de sus futuras investigaciones. En fin. -¿Alguna novedad?-
-Llegaron tres cartas- le paso cada una. La primera era de Obanai. La segunda provenía de Mitsuri. La última era de Kyojuro. -¿Qué prefieres?. ¿Las buenas noticias o la malas?-
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