Obsesión

Kimetsu no Yaiba no me pertenece.
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Advertencias:
-Temas fuertes-
-Ooc-
-AU-
-Letra cursiva son pensamientos.
....._.....= Salto de escenario.

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Una peli negra corría tan rápido como podía, a la vez maldecía el haber salido esa mañana con una ropa algo ligera aun cuando Makomo le había advertido que ese día llovería.

Por supuesto ignoro la advertencia de la muchacha, quien en ese momento se estaría burlando de su situación junto a Sabito y como si no fuera suficiente su mala suerte una ráfaga de viento termino por hacer volar el paraguas que traía consigo y que ahora termino en algún lugar de toda la residencia Kibutsuji.

Lo que la lleva a frotar sus manos a sus brazos intentando entrar en calor.

Por unos segundos permanece en esa posición, hasta que cae en cuenta que no era la única en ese lugar.

Entonces...

Siente esa penetrante mirada sobre su espalda, acompañada de un asqueroso como desagradable escalofrió, esto sucedía cuando él estaba cerca.

《Maldijo su mala suerte》.

-Eres muy ruidosa- menciona de brazos cruzados y la espalda apoyada en la pared, llevaba un buen rato en esa posición.

《Admirandola en silencio》.

-Y tú como siempre, un amargado- contesta sin mirarlo a la cara, al que ahora es su prometido.

-¿Mal día?-

-Era un buen día hasta que tuve la desgracia de escuchar tu voz-

-¿Tú nueva mascota te causa problemas?- ignoró su comentario

Ume le contó que recientemente le había cortado dos dedos a la nueva mascota de Nezuko, solo por mero capricho.

Asumió que su prometida se desharía del regalo de Muzan, más no fue así, cuando él mismo se la cruzo en el pasillo.

Nezuko iba acompañada de Aoi, ambas cargaban unas gasas, medicinas y desinfectantes.

Nadie sabe con exactitud lo que sucede en esas cuatro paredes a excepción de los involucrados.

Sanemi luce mas hostil, cada vez que se ven. Él primero porque no tiene opción, literalmente esta encerrado en una celda en contra de su voluntad, mientras que él favorito de Muzan saca sus conclusiones propias con lo que ve y sobra decir.

《¿Qué es lo que Nezuko ve en él?》

La respuesta que él busca nunca llega a ser oída. La peli negra nunca se lo dirá por voluntad propia, sabe de sobra lo terca que puede ser su media hermana cuando se lo propone.

La conclusión a la que llega es que la naturaleza humana de por si, es complicada. Por un lado, él tiene su lado serio e indiferente y por el otro esta ese lado posesivo y obsesivo que muchas personas de esa familia poseen.

《Unos son mas expresivos que otro》

Como él caso de Douma con Shinobu.

En cuanto a él, podría decirse que compartía demasiadas similitudes con Muzan.

《Otros mas aterradores, tal como Muzan y Kotoha》

No muchos lo saben, pero él patriarca de la familia se caso con la madre de Inosuke, cuando estos eran demasiado jóvenes y para colocar la cereza del pastel. Fue escuchar a la misma Kotoha confesar entre lagrimas que su adorado Inosuke no era mas un producto de una relación incesto.

Muzan y Kotoha venían de los mismos padres, pero se criaron en diferentes lugares por diversas circunstancias.

Se volvieron a encontrar años mas tarde, cuando Kotoha escapaba de los compradores de esclavos. Muzan la rescató y la madre de Inosuke se enamoró locamente del que ella llamaría su salvador.

Muzan se encargó de seducirla lo suficiente para que años mas tarde, descubra su vida no era otra cosa mas, que una triste comedia.

Inosuke crecería con severos traumas más adelante, en los que Kotoha no soportaría el ver el rostro de su único hijo, por ello él muchacho siempre cargaba consigo mismo la máscara de jabalí, y es que cuando Inosuke no usaba la dichosa su adorada madre perdía el control de si misma.

-Maldigo la hora en la que te dí la vida, Inosuke Kibutsuji- gritaba entre el dolor y la rabia, que lentamente la consumian.

Dolia pensar que el causante del sufrimiento de su amada madre no era otro, que él mismo.

Por ello, optó por esconder su rostro con una máscara de jabali, era la única manera que encontro, para protegerse entre si.

-Mi querido Inosuke...-

La enfurecida Kotoha Kibutsuji se convertía en la mujer mas dulce y amorosa de todas, cuando él mas joven de los hijos de Muzan no mostraba su cara.

Precisamente eso era lo que Giyuu buscaba en Nezuko.

《Quiere que la muchacha pierda la poca cordura que todavía conserva y se entregue de una vez por todas a él》

《Quiere marcarla de todas las maneras posibles》

《Quiere follarla sin control》

《Quiere verla retorcida por el placer que él le otorga》

《Quiere que lo llame a él y solo a él》

《Quiere oír su nombre escapando de sus labios, mientras la embiste las veces que sean necesarias》

《Quiere verla tan fuera de sí》

《Quiere que su unión refuerce ese lazo que ella anhela romper》

《Quiere ser una marca tan profunda que su existencia, jamás sea olvidada》

《Quiere que aquel niño que lo llama papá y que aparece en sus sueños sea real》.

《Quiere...

《Y quiere...

《Un sin fin de deseos, que anhela cumplir...》

-Créeme, que mi mascota me causa menos problemas que tú sola presencia- interrumpe sus fantasías como delirios.

-Me haz dicho cosas peores- susurra muy cerca de su oído y anticipando que las acciones que tomaría la muchacha, la detiene.

-Suéltame- exige de inmediato.

-Créeme Nezuko, que mientras más te alejas, mi obsesión contigo crece- susurra muy cerca de su oído.

-Giyuu, no estoy jugando- amenaza al sentir que este se acerca mas de la cuenta.

-Tampoco lo hago- ignora su advertencia, mientras presiona y sujeta con mas fuerza su muñeca izquierda que antes, su media hermana se esfuerza para no dejar escapar un gemido de dolor, a la vez que él más alto  se deleita del aroma que desprende su perfume. -Pero, tienes una extraña manía de sacarme de mis casillas-

-No sabes cuanto me duele- ironiza.

-No sabes como ansió que llegue la  boda- contrataca.

-Eso esta por verse-

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