S.I.E.T.E
Jimin abre la puerta de su departamento y, como todos los días, es su pequeño gato bélico el que le recibe, se agacha y le coge en brazos, bajo la atenta mirada del peli-negro, que no ha podido evitar fijarse en el culo del más bajo al agacharse, justo a la altura de su polla.
JungKook reprime un gemido cuando nota su hombría endurecerse y se recrimina mentalmente que solo haya necesitado ver ese culo redondeado y abultado para ponerse duro.
—Entra.— invita Jimin y JungKook asiente, siguiéndole hasta el salón.— Te presento a Gukie, es un mimoso.— bromea, el gato ronronea contra su camisa en busca de caricias.
—Ya lo veo. —JungKook se sienta junto al castaño en el sofá.—¿Te importa si me quito la máscara?— Jimin no entiende por qué le ha preguntado eso.
—El otro día te la quitaste sin pedir permiso, ¿por qué lo haces ahora?
—El otro día estábamos en mi coche, no en tu casa.— responde intentando ahogar una pequeña risa.
—Adelante aquí puedes quitártela siempre que quieras.— Jimin suelta un momento a su gato, para quitarse la suya propia, igual que JungKook.
—Mucho mejor.— JungKook suspira alegre de poder ver de manera correcta, sin nada que le pueda limitar la vista, de poder respirar sin sentir su propio aliento contra la máscara y de poder mantener en su rango de visión el rostro descubierto de Jimin.
—Y tanto, por cierto, ¿puedes explicarme qué te ha pasado para estar tan vendado?— JungKook aparta la mirada y se replantea, otra vez, si debe decirle la verdad o modificarla un poco.
—Son los castigos que se imponen a los policías que no cumplen con su trabajo,— comienza y, cuando mira al más bajo, se da cuenta de que su expresión ha caído por completo.—no les dije nada sobre ti ni lo de tu máscara, tan solo que había un civil herido y me hice cargo de él.
—Son unos brutos.— declara sin vergüenza alguna.— Podrían haberte cortado alguna vena, ¡o incluso algo peor!
—No te preocupes, aunque el que nos castiga es un sádico de mierda sabe dónde cortar y dónde no hacerlo, además, conmigo es bastante menos... ¿cómo decirlo?...— JungKook se para en mitad de la narración e intenta encontrar la palabra que explique un poco mejor su relación con ese sádico.—digamos que no se ofusca tanto conmigo, le he visto ya tantas veces que se cree que es mi amigo.— Jimin abre los ojos completamente sorprendido.
—¿Estás loco?— el peli-negro niega con la cabeza y se apoya sobre el sofá, dejando escapar un pequeño gruñido de dolor, su espalda duele como el infierno y no es capaz de ocultarlo mucho más tiempo.—¿Estás bien?—Jimin se ha preocupado y no duda en acercarse a JungKook e intentar quitarle la camiseta para comprobar que todo está bien.
—La espalda me está matando.— respira hondo pero el dolor solo se intensifica más y, de un momento para otro nota como su espalda comienza a humedecerse con un líquido caliente y un poco más espeso que el agua, Jimin le levanta del sofá y se fija en su espalda, que ahora yace de color rojo, cosa que le asusta bastante.— Llama a mi hermana, por favor.— suplica el más alto, que comienza a sentir los efectos por la pérdida de sangre.
La puerta es llamada con fuerza y Jimin se apresura a abrir, olvidándose por completo de que no lleva la máscara y de que, tal vez, algún vecino le haya visto.
So Yeon entra corriendo en el salón, donde ve a su hermano mayor bocabajo, no tiene la camisa puesta ni tampoco las vendas, en su lugar tiene una toalla mojada en agua fría para intentar parar la hemorragia.
—¿Qué ha pasado?— la chica se sienta junto a JungKook y le observa el rostro, ha tardado poco en llegar, pero ahora le debe una a un antiguo amigo de la infancia por haberla llevado hasta allí; aun así el rostro de JungKook está más pálido que de costumbre, bajo sus ojos se pueden distinguir dos grandes ojeras completamente moradas, sus labios están resecos y su respiración es profunda pero demasiado lenta.
—Estábamos hablando, se ha apoyado en el sofá y de repente... ha empezado a sangrar.— su hermana se asusta, no puede creer que haya sido solo por eso.
—Jimin, tráeme aguja, hilo, más toallas y si tienes alguna venda, mejor.— Jimin asiente y agradece haber tenido la idea de hacerse un pequeño botiquín hace unos años.
Jimin corre por el pasillo hasta el baño, se deja caer de golpe al suelo y abre el pequeño armario blanco que hay bajo el lavamanos, donde tiene ocultos varios se sus mayores secretos, como una SIG-Sauer junto a varios cargadores. Prefiere no mirar el arma, no la ha usado nunca pero siempre que sale en busca de respuestas la lleva encima y, por suerte, nunca a necesitado usarla.
Agarra con sus dos manos el pesado botiquín de color verde oscuro y lo saca de su escondite, lo lleva hasta el salón y lo abre, impresionando a la chica, que puede ver vendas, esparadrapo, alcohol, agujas, hilo, tijeras, pinzas y muchas más cosas que suelen necesitar en los hospitales.
Jimin espera que ella no haga preguntas, no sabría como responderlas. Observa cómo la chica quita la toalla ensangrentada, ya ha visto antes las múltiples heridas de la espalda del peli-negro pero, a pesar de ello, se sorprende al ver cómo la hemorragia una vez a terminado deja completamente a la vista tres cortes profundos cerca de su columna.
Las heridas son de un color rosa que no da buena señal, al rededor la piel tiene una mezcla de colores entre el morado y el amarillo pero esos cortes no es lo único que destaca en la mirada de Jimin. JungKook tiene una gran cicatriz que cruza desde la unión entre su hombro y su cuello derecho hasta quedar debajo de su omóplato izquierdo.
Es una cicatriz profunda y llamativa que le hipnotiza, quiere saber si esa cicatriz también fue un castigo por su trabajo, igual que la pequeña cicatriz de su pómulo izquierdo y, aunque ambas le hacen aun más atractivo a los ojos de Jimin, espera que la de su pómulo fuese por un accidente siendo más pequeño.
So Yeon toma el hilo y la aguja, sus manos no tiemblan al meter el fino hilo por la pequeña ranura de la aguja, por desgracia para ambos hermanos no es la primera vez que algo así sucede, aunque sí es la primera vez que hay un testigo de la maltratada sociedad en la que se encuentran siendo que ni los que defienden y cuidan a los ciudadanos se salvan.
JungKook se queja por lo bajo al sentir la aguja atravesar su piel y se maldice por no haberle pedido antes a Jimin que le durmiese la zona con hielo, si lo hubiese hecho los siguientes quince minutos, en los que su hermana se encarga de coser los tres cortes, hubiesen sido mucho más soportables.
—Ya está.— dice la más pequeña, que limpia rápidamente todo lo que ha usado y lo guarda con cuidado en el botiquín, dejándolo a su lado.—Siento mucho las molestias, Jimin.— el castaño niega.
—No hay problema. — sonríe y se escucha como el silencio a hecho aparición en el salón de esa casa, no es incómodo pero si está repleto de dudas que hacen que el ambiente resulte más pesado.
—Jeon JungKook.— So Yeon mira a su hermano, que responde con un sonido adorable en respuesta. —Deberías haber pedido el día libre, tus heridas aún están abiertas y necesitan reposo, igual que tú.— le regaña.
—Necesite o no reposo no voy a descansar.— responde el peli-negro, que se sienta con dificultad en el sofá, coge la venda que le ofrece su hermana y comienza a enrollarla alrededor de su torso.
En ese momento Jimin puede apreciar los definidos músculos de JungKook, su eight-pack formado y la "V" que marca su cadera en un suave, delicado y caliente movimiento.
Aprecia la vista del marcado cuerpo del peli-negro hasta que lo mejor es cubierto con la venda y, solo en ese momento, se da cuenta de que se ha quedado mirándole como si fuese un dulce caramelo que llevarse a la boca.
—Voy a preparar un poco de café.— avisa y sale del salón, dejando a ambos hermanos hablar unos minutos a solas, no va a mentir le gustaría saber de qué comienzan a hablar cuando sale del salón pero no quiere meterse en temas que no le incumben y, si alguno de los dos quisiese contárselo, lo harían.
Mientras espera a que el café se haga se pregunta cómo será el cuerpo desnudo al completo de Jeon, sus piernas se marcan en todos los pantalones que usa por lo que están bien definidas y musculadas, le da curiosidad saber qué tan suaves son su piel y su cabello azabache, quiere comprobar si sus finos labios son tan dulces como aparentan y, poco a poco, Jimin cae en unos pensamientos que no se espera.
"¿Será bueno en la cama?"- se pregunta mentalmente.-"Con el cuerpo que se carga..."— no termina de pensar la frase. El café está hecho.
Lo sirve en tres tazas que coloca en una bandeja, junto a un brick de leche y azúcar moreno. Entra en el salón y ve cómo ambos hermanos parecen discutir sobre algo importante.
—Entiéndelo JungKook.— dice la chica.—Si sigues así acabarás enfermando y yo no puedo con todo sola, te necesito aquí.— el rostro de JungKook se vuelve serio y, apoyando una mano sobre la cabeza de la menor, habla.
—No me enfermaré.— asegura.—Me alimento bien, me cuido y procuro mantenerme sano pero, como tu has dicho, no puedes con todo sola.— So Yeon niega con la cabeza.
—Sí que puedo solo... solo tengo que organizar bien mi tiempo.
—Tienes dieciocho años, — Jimin no quiere seguir escuchando pero es incapaz de avisar de su llegada.—deberías estar de fiesta y divirtiéndote con tus amigas, no cuidando de nuestra madre, trabajando y curando mis heridas.— cuando JungKook nombra a su madre algo dentro de Jimin se rompe.
No es capaz de recordar su rostro y tampoco tiene fotografías, solo le queda el recuerdo borroso de alguien con sus mismas facciones pues, mientras él es idéntico a su madre, o eso es lo que le dice su padre, su hermano es idéntico al padre.
Por un momento siente envidia de ambos por tener a su madre junto a ellos pero la forma en la que han hablado de ella... no tiene un buen presentimiento sobre lo que ha escuchado; al final da un paso dentro del salón y ambos hermanos le ven, callándose de golpe y mirándose entre sí.
A los hermanos Jeon nunca les ha gustado compartir sus problemas con desconocidos, nunca han podido confiar en nadie que no fuesen ellos y su madre que, por el momento, poco puede hacer, no pudieron confiar ni si quiera en su padre, culpable de que JungKook haga lo que hace diariamente.
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Hola mis personitas!
Hasta aquí el maratón de hoy :-) .
Espero que os esté gustando, si es así no os olvidéis de votar y comentar!
Nos leemos en el próximo mis personitas!
Darkest_Light_Soul.
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