Capítulo 8. Escapada.

- Dime, ¿también planeaste que me enamorara aún más de ti? - Esto desconcentró lo suficiente al moreno como para que Katsuki invirtiera posiciones, lo cual debido al golpe en su espalda Izuku cerró los ojos.- Si tanto querías reírte, lo has conseguido. - Una lágrima cayó sobre su mejilla. Katsuki se sentía totalmente dolido.

- Ah, Kachan. - Antes de que dijera algo más, una voz avisaba a través del auricular de que todo había terminado.

- Izuchan, lo conseguimos, ¿por cierto de verdad es ese Bakugou Katsuki?, no puedo creer que ironman esté llorando.

- ¿ Ironman? - Dejó perplejo a Izuku. Katsuki lo miro de igual forma, Eso, solo había una persona que lo llamaría así.

- Mei, bastarda, ¡ cómo es posible que estés implicada! - Le quitó el auricular a Izuku y se lo colocó él. - Maldita perra malagradecida, que demonios haces colaborando con Deku. -

- Estoooooo. Bueno pues verás - Terminó contándole de manera breve cual había sido su función.

- ¿ Es así?, ya veo, si quiero respuestas voy a tener que conseguirlas de otro. - Miraba bastante enfadado aún al moreno quien aún estaba debajo suya. - Una cosa más, dile a mi jefe que me tomo un par de días libres. -

- Si, claro. Yo se lo digo. - "Sigue siendo igual de intenso que siempre" pensaba la chica. Ahora tendría que informar a su superior, eso también sería un dolor en el culo.

- En cuanto a ti, Deku, vienes conmigo y espero que no haya quejas. -

- Ehhhh, en cuanto a eso, va a tener que esperar. Tengo que rellenar un informe. - Una risa nerviosa acompañaba a la frase.

- Supongo que tienes razón, entonces... - con esa corta pausa una sensación fría recorrió la espalda de Izuku, Algo muy malo estaba a punto de ocurrir.- no te importará que te lo haga aquí mismo. Voy a sacarte las explicaciones rápido, así podemos ir a escribir los informes que quieras. - Se veía totalmente molesto. El otro por su parte estaba asustado pensando en lo que sufriría su cuerpo. Sin avisar Katsuki comenzó a tocar su parte baja.

- ¡ Espera Kachan, está bien!, tú ganas. - Desesperado terminó accediendo. Además que era mejor aquello a que lo pillaran allí arriba. En ese instante la puerta se abrió, y apareció uno de los altos mandos de la policía. Era uno de los jefes de Katsuki con el que no coincidía nunca, cosa que no era de extrañar ya que la rama del gobierno para la que trabajaban era bastante amplia.

- ¡ Tú, bastardo quítale las manos de encima!, eso o prefieres que te meta en una celda. - El rubio obedeció soltando un tch de su boca.

- Ya para papá, después de todo esto es también tu culpa. Deberías haberte apresurado un poco más y no hubiera pasado. - ¿Papá?, Kasuki no entendía nada. - Por cierto a partir de hoy me cojo un par de días libres. - Dijo mientras se levantaba y marchaba. - ¿ Vienes Kachan? -

- ¡ Queeeeeé!, no, espera hijo. - Se quedó atrás y llorando. En cuanto a esos días de vacaciones se refiere...

Tras volver al apartamento, Izuku contó lo ocurrido cuando joven. Al parecer la persona a la que había noqueado en la habitación, estaba obsesionado con él desde muy temprana edad, pero nunca había conseguido nada ya que Katsuki había estado a su lado.

Las notas que este recibió, eran enviadas por su jefe y a la vez padre de Izuku, que ya se había percatado del interés amoroso del rubio por su hijo, y no iba a permitir que su lindo pequeño fuera devorado por ese punk malhablado. También le contó el por qué de las heridas y vendas. Había comenzado a entrenar en secreto para proteger a los demás a su alrededor, por ello debía hacerlo primero consigo mismo.

Después de toda esa explicación, se hizo lo suficientemente tarde como para ir a la cama, cosa que hicieron juntos. Terminaron toda la noche abrazados.

Onsens de Hakone

- Por fin llegamos, esto es genial. -

- Costó reservarlo, pero merece la pena. -

- ¿ Has venido antes Kachan? -

- Si, una vez con mis padres, pero fue muy relajante. -

- Ya veo. - Sonreía melancólico, hablar así con su amigo de la infancia y ahora amante, lo hacía feliz.

- Qué pasa Deku, si te quedas en las nubes no nos podremos llevar el equipaje a la habitación, y me muero de hambre.

- Cierto, ja, ja, ja, yo también. - Entraron al lugar y se dirigieron a su habitación guiados por uno de sus empleados. Poco después les sirvieron la comida en la misma. Degustaron deliciosos manjares, no había quejas por parte de la pareja. Una vez terminaron, entraron a las aguas termales que se encontraban en la misma habitación. Estas contaban con unas vistas maravillosas de la naturaleza, pero era bastante privado. Solo algunas habitaciones contaban con esta particularidad.

Mientras Izuku se relajaba disfrutando de las vistas, Katsuki había ido a pedir sake y algo de picar para acompañar. Tenía pensamientos de disfrutarlo mientras tomaba el baño. Cuando llegó vio a su lindo pecoso que parecía divertirse jugando con el móvil. Entró al agua dejando a un lado las cosas, y abrazó por detrás a su pecoso. Besó su espalda y observó que tanto lo entretenía. Una conversación con fotos de Kuroba y Kudo. Se veían felices juntos con un paisaje nevado a la espalda.

- Bueno creo ya has prestado suficiente atención a otros, ahora que tal si nos relajamos y tomamos algo. - Arrebata el móvil de sus manos y lo alejaba. No quería que nada ni nadie interrumpiera su tiempo juntos.

- Jooo, tan solo estaba preguntando como les iba. Además, tenemos mucho tiempo. -

- Si, tienes razón. - Alargó el brazo y tomó una de las pequeñas botellas para servir un poco de sake en dos copas, una para él y la otra para Izuku. Después se la pasó para que bebiera. El sabor era dulce, tal y como al moreno le gustaba, no había pedido uno muy fuerte para que este pudiera disfrutarlo.

Tras tomarse la copa cambiaron de posición. Katsuki se sentó a disfrutar las vistas de frente, mientras el otro se puso a su lado apoyando su espalada sobre él. Respiró hondo, era tan relajante.

- Oye Deku, qué tal si me cuentas un poco de tus días de estudiante, quiero saberlo todo. -

- Bueno... tengo una idea, que tal si hacemos un juego. -

- A qué te refieres, y qué clase de juego. -

- Preguntas por turnos, quien lo haya hecho bebe y explica. -

- De acuerdo, eso suena divertido. - Comenzaron con las preguntas, tonterías sin importancia para empezar, pero pronto entrarían en terreno espinoso. Era el turno de Izuku.

- Vale, vale me toca. Tuve mi primera vez en la universidad. - Ambos bebieron.

- ¿ Con qué bastardo estuviste Deku?, - no podía hacer nada, pero aun así le daba rabia. Alguien más lo había tenido.

- Ah, no, primero explica tú. El último me ha tocado a mi. -

- Esta bien, la verdad es que no me acuerdo. Me emborraché tanto pensando en cierto jugador que lo único que se, es que me levanté en el cuarto de un hotel. - El otro reía intentando aguantarse las ganas de dar una carcajada. - De qué te ríes maldito Deku, acaso lo tuyo fue mejor. -

- No te enfades, es solo que es divertido ya que mi primera vez fue con cierto borracho... -

- ¿Qué?, espera, espera. Qué intentas decir. -

- Tú no lo recordarás, pero lo cierto es que coincidimos en el lugar donde nos graduábamos. No estoy seguro del por qué, yo solo viajé un poco y tú estabas allí. Sin embargo, no fue hasta que me marchaba que fui capaz de verte, ibas tan borracho que algunas de las chicas intentaban llevarte con ellas. Así que me acerqué y les pedí amablemente que te soltaran, te llevé a un hotel cercano para que pudieras dormir, pero parece que tenías otras intenciones. -

- Espera, espera, y cómo no me dijiste nada hasta ahora . -

- Bueno, iba a contactarte al día siguiente, pero mi acosador me encontró y no pude. Tenía miedo de lo que pudiera hacerte. -

- Bueno y como fue que te puse las manos encima si estaba tan borracho. -

- Oh, parece que te echaron algo en la bebida, las chicas son temibles. Te querían a toda costa. La cosa es que parece que me reconociste por un momento, porque en lo que a ti respecta no me dejarías ir según decías. No te hagas una idea equivocada, estaba feliz. - Sonreía dulcemente mientras observaba el atardecer.

- Si nada de eso hubiera pasado. - posó su cabeza sobre el hombro de Izuku. - Ojalá pudiera volver atrás y deshacerme de esos bastardos que se entrometieron. - Tras eso tan solo levantó su cabeza giró la del otro y se besaron. Esa noche disfrutaron plenamente el uno del otro, amándose una y otra vez , y cayendo dormidos uno sobre el otro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top