Capítulo 5 . Pasión desenfrenada

- Si no lo quieres, más vale que me empujes y te defiendas, Deku. - Decía susurrando, lo suficientemente alto como para que fuera audible para el mencionado, pero no para los que estaban tras la puerta. Tras eso comenzó a besarlo de nuevo.

- Espera... - Lo separaba jadeando . - no deberíamos hacer esto aquí. Además, yo... - antes de que continuara, Katsuki puso sus manos en la cara de este y lo volvió a besar. Izuku tocó su mano en señal de apartarlo, pero el otro no cesaba, todo lo contrario, profundizaba aún más el beso. Al final cedió y se dejó llevar. Cuando el rubio se separó para tomar aire, el moreno puso sus brazos alrededor del cuello de este uniendo sus labios de nuevo. Esto hizo sonreír a Katsuki, quien lo abrazó de la cintura bajando posteriormente sus manos hasta el trasero, y guiándolo poco a poco hacia atrás sin dejar de besarlo, lo llevó hasta el tocador en el que lo sentó.

Se separaron, ambos necesitaban aire. Mientras Izuku jadeaba, Katsuki observaba su cara. Su expresión de lascivia no tenía comparación. Tragó saliva.

- ¿Qué ocurre, no vas a continuar? - Decía Izuku colocando uno de los dedos del otro entre sus dientes para jugar con el mismo.

- Pensaba tomarlo con calma, pero más te vale no quejarte luego. - Reía ante tal provocación. Todas aquellas veces que había tenido relaciones, o se había masturbado pensando en él, no se podían comparar a la excitación que sentía con el auténtico. Su imaginación se quedaba corta. Empezó a desvestirlo lentamente, no quería romper su ropa y que este tuviera alguna queja cuando volviera en si. Mediante iba bajando la ropa, comenzaron a bajar los besos y mordiscos, que si es cierto que no dolían, pero hacían delirar de placer al otro. De esta forma recorrió el camino desde su cuello hasta sus pezones, pasando por acariciar sus hombros mientras quitaba su camisa.

El calor era cada vez mayor, tanto que mientras el rubio jugaba con sus pezones, tuvo que tapar un poco su boca para que su respiración no fuera oída. Esto divertía al rubio, ver con su lindo Deku le daba aquellas expresiones, era increíble. No importaba nada más, no iba a dejar que olvidara todo aquello fácilmente. Continuó bajando hasta besar su abdomen, lo cual provocaba que temblara. Izuku quitó su mano de su boca y con ella levantó la barbilla del otro, dejando atrás su dedo índice para arrastrar al anterior hasta la altura de su boca y así volverlo a besar.

- Tó - ca - me... -

- ¿Acaso tu novio te ha enseñado esto? - Preguntaba un poco molesto, Izuku solo rio observándolo, posó uno de sus dedos sobre su labio inferior.

- ¿De verdad sigues pensando en eso?, deberías saber que al igual que yo, él también está jugando en este momento. -

- Así que... jugando, si es así hagámoslo más divertido. - "solo un juego", pensaba mientras perdía la paciencia. Lo había echo disfrutar, ahora le tocaría al otro complacerlo. "Después de esto ya veremos quien es un juego, maldito Deku", se proponía para si mismo. No iba a ser el único que sufriera eso lo tenía claro, y si tenía que volverlo adicto a esa droga que le daba llamada placer, que así fuera.

Lo agarró de la muñeca, lo bajó de un tirón y lo colocó mirando al espejo. Terminó de quitar su camisa y desbrochó sus pantalones mientras besaba y mordía su espalda y nuca. Observó como Izuku bajaba la mirada, ya perdía las fuerzas, así que sujetó su cara haciendo que mirara su reflejo en el espejo.

- Mira cuan pervertido eres, Deku, seguro que nadie más te ha visto en este estado. Me pregunto que dirían tus fans y tu acosador si te vieran así. - El nombrado en lugar de avergonzarse, sonrió y lo miró a través del reflejo.

- Tienes razón, soy un pervertido, pero tú también, o me dirás que lo que llevas ahí es una pistola. -

- Tienes agallas, Deku. - Tras esto se acabaron los intercambios de palabras. Bajó los pantalones de Izuku y comenzó a lamer su entrada. Izuku se estremeció. Lo sorprendió repentinamente por lo que gimió en voz alta, pero por suerte pudo contenerse.
- Espe-ra, - casi no podía articular palabra. - si sigues... - Iba a correrse.
- Tan solo hazlo. - este seguía lamiendo mientras el otro se contenia. Entre tanto llamaron a la puerta.
- Señor Midorilla, ¿se encuentra bien? - "Mierda" pensaron al unísono. - Señor Midorilla, responda por favor. -

- Está en el baño, ¿es urgente? - preguntaba Katsuki mientras tapaba la boca del mencionado y sonreía para acariciar su miembro. Midorilla se sorprendió y no pudo hacer otra cosa que sentir el toque que las grandes manos de Katsuki, que dejaba su mente en blanco.

- No, es solo que quería saber si necesitaba algo. -

- Nada, ahora puedes marcharte, en caso contrario ya avisaremos. - Sin una palabra más, el hombre se marchó, dejando a los dos seguir a lo suyo y por fin poder quitar la mano de la boca del moreno. A los pocos minutos de masturbarlo, Katsuki notó como un líquido comenzaba a brotar del pene del otro. En ese momento paró, y se acercó a su oído para susurrarle. - Dime, ¿ lo quieres? - dijo mientras rozaba su miembro cerca de la entrada de Izuku. Este lo apartó un momento, se vistió y recogió sus cosas. Katsuki lo miró sorprendido, ¿ qué ocurría?, ¿ ahí se acababa su diversión?.

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