Capítulo 2.1 Recuerdos lejanos.
Echando la vista atrás, ¿ cuándo nos hablamos por última vez?
Escuela media.
La relación entre ambos no es tan buena como en su infancia, sin embargo Katsuki nunca llegó a abusar de Izuku, tan solo era temperamental con todo el mundo. Sus compañeros no eran una piña, alguno hacía bromas crueles, pero en ningún momento se propasaron hasta el punto de que el pecoso se traumara.
- Oye Deku, si no te das prisa te quitaré los apuntes.
- Kachan, no por favor, ya sabes que ayer falté a clases y los necesito, además eres el que más completo los tiene. -
- Cuantas veces te he dicho que dejes de llamarme Kachan, maldito Deku. - Le molestaba que siguiera nombrándolo por el mismo mote infantil que cuando eran niños.
- Pues para tú de llamarme Deku y entonces, te llamaré por el nombre que desees. - Respondía mientras seguía copiando a toda prisa, terminando justo en el momento en que el rubio le arrebató la libreta.
- Jódete Deku, no pienso volver a hacerte el favor, así que búscate la vida, enano. - Suspiró cansado mientras se marchaba. Aunque ya no eran tan amigos como antaño, aun seguían hablando normalmente. Siempre había tenido un carácter bastante explosivo, pero últimamente se había vuelto aún peor. Y bueno no lo culparía, de echo, lo describiría como lindo para quienes me entiendan, puesto que su mal humor se debía a los celos, celos que sentía cada vez que Izuku se interesaba por alguien más, entablaba una conversación, o elogiaba a algún compañero. Para hacernos una idea, si hipotéticamente hablando el tuviera el poder de crear explosiones, habría carbonizado a cualquiera de esas personas.
El día terminó sin ningún percance. Cuando Katsuki fue a cambiar sus zapatos, encontró una carta en su casillero, carta que contenía una amenaza. "¡Que demonios!", es lo que pensaba. El mensaje era claro: " Conozco tus sentimientos, pero apártate de Izuku o acabaré contigo". Alguien sabía su secreto, no parecía una broma, y la letra era un tanto rara. No haría caso a esa mierda, o eso pensaba, sino fuera por lo que días después ocurriría.
Al día siguiente, tan solo le dieron ganas de comer con Deku, así que lo arrastró a la azotea para que estuvieran solos. Midorilla se extrañó un poco, pero no le dio mayor importancia. Pensó que su compañero quería pasar tiempo con él, nada más.
- Oye, Kachan, cómo llevas el tema 2 de - comenzó a preguntarle con normalidad sobre las asignaturas, el otro simplemente respondía sin ira. Era relajante estar cerca de su persona querida, aunque no lo admitiría. Por un lado quería contarle el por qué de su comportamiento, pero por otro, no quería que la relación que había entre ellos se volviera aún más rara. "¿Qué pasaría si Deku me rechazara?, ¿y si ya tiene a alguien que realmente le guste?", estas y otras preguntas rondaban su cabeza. Era un cacao y una mierda tanta preocupación, pero no podía evitarlo. Tenía miedo, eso lo hacía enojar aun más.
- Kachan, Ka-chann - un molesto pecoso llamaba la atención del rubio sacándolo de su ensoñación
- Qué, -
- Te estaba preguntando si tenías planes para el finde que viene. -
- ¿Eh?-
- Ya lo debes saber, pero se estrena la peli que querías ver.-
- Oh, eso . - Un tanto sorprendido, aun su cabeza no reaccionaba.
- Entonces, ¿vendrás?. - Sonreía emocionado. "Lindo" pensaba el rubio, en ese momento se maldijo por ser un cobarde y no arrebatarle un beso. Suspiró y simplemente se tumbó apoyando su cabeza en las piernas del otro cerrando sus ojos.
- Si, allí estaré. Ahora déjame descansar un poco. - Notó como Izuku reía y posaba una mano sobre el pelo de este acariciándolo. No era la primera vez que lo hacía, al parecer lo tranquilizaba y Katsuki no le negaría aquello. Era una de las pocas cosas que podía hacer para sentir su toque sin que pareciera extraño.
De nuevo a la hora de la salida, encontró en su casillero otra carta. Otra vez la misma letra, la misma frase. Esto lo cabreaba, estrujó el papel y lo metió en su mochila a toda prisa, justo a tiempo para que nadie lo viera.
- Hasta mañana Bakugou. - Se despedía uno tras otro sus compañeros. Sin querer pensarlo más, tan solo volvió a casa.
A diario las notas se repetían, no importaba quién las estuviera escribiendo, solo quería darle una patada al cabrón de mierda por la broma. Y de esta forma, por fin terminó la semana. Por fin podría estar tranquilo al menos dos días, y disfrutar de la "cita" con Izuku.
El día no podría ser más perfecto, el sol salió, los pájaros cantaban. Se encontraron por la mañana, el moreno estaba totalmente emocionado ya que esperaba mucho de la película, y mientras tanto Katsuki lo observaba con una sonrisa de satisfacción. Realmente estaba feliz de estar a solas con él.
Llegaron al cine, y cuando iban a entrar algo extraño sucedió, de repente una llamada al teléfono de Deku, ¿ quién era ahora?, con lo bien que iba todo, quién coño molestaba de repente. Bakugou volteó a mirar al otro, cuando vio su cara, observó que su rostro era de total preocupación.
- Oye Deku, qué ocurre. - El mencionado se sorprendió, y colgó la llamada.
- Lo siento Kachan, tengo que irme. - Su preocupación no cesó ni un segundo. Se dispuso a marcharse, pero el rubio lo detuvo agarrándolo del brazo.
- Lo siento, mi culo. Qué demonios ocurre, sino me lo dices no voy a dejarte ir. -
- No tengo tiempo para explicarlo, me marcho, suéltame. -
- Está bien, sino me lo vas a decir voy contigo. - El moreno se veía totalmente asustado por esto, sin embargo, sabía de la cabezonería de Kachan por lo que lo permitió. Corrieron hasta llegar a una fábrica abandonada no muy lejos de donde se encontraban. Allí tenían secuestrada a una de sus compañeras que estaba atada de brazos y rodeada por varios tipos.
- Te lo advertimos, te dijimos que te alejaras de él, pero no hiciste caso. Ahora ella pagará las consecuencias. -
- ¡Bastardos! , así que erais vosotros todo este tiempo.... - Katsuki estaba verdaderamente cabreado. Cómo podían jugar tan sucio. Si es cierto que ella no era la más allegada a él, pero era una compañera.
- Kachan - susurraba el moreno mientras se sorprendía por lo que salía de la boca del anterior.
- Así que en vez de venir directos, usáis esta porquería de táctica. Sois unos auténticos bastardos. - Su mirada llena de furia lo decía todo. Sin embargo, antes de que pudiera siquiera dar un paso, apareció un encapuchado. ¿De dónde demonios había salido ese tío?
- Más te vale no dar un paso en falso, - dijo tranquilamente mientras sujetaba un arma apuntando a la cabeza del que parecía el jefe. - eso, sino quieres que te convierta en un colador. Tú eliges. - En ese instante todos esos bastardos como los había llamado Bakugou, levantaron las manos al percatarse de que este no estaba solo. - Bien señorita, es hora de que vuelva a casa con sus padres. - Su sonrisa parecía amable, lo suficiente como para que la chica confiara, y también como para calmar a los dos jóvenes implicados.
Al parecer la chica había sido seguida durante un par de semanas, pero no contactada hasta días antes, que coincidía con el comienzo del acoso hacia Katsuki, de lo cual nada contó a Izuku. No quería que él se involucrara con todo aquello, así que se lo ocultó.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top