Las cosas habían resultado un completo caos, se habían llevado a Iris, y ahora Leslie era culpado por asesinar a su abuelo, las cosas no tenían mucho sentido pero mi padre había prometido encargarse de los asuntos y aunque confiaba en él no podía decir mucho de Leslie, sabía que tendía a ser algo imprudente en estos casos por lo que tuve que fingir estar cansada para volver a casa, fuera lo fuera que había sucedido sabía que Leslie iría tras los documentos.
Salí de la habitación con cuidado cuando mi se quedó dormida, me dirigí a mi habitación y tomé los documentos para marcharme pero un ruido me distrajo, provenían de mi habitación por lo que con cautela de acerque para ver a Leslie, se veía tan angustiado y sabía muy bien el porqué.

—Leslie, ¿que sucede? —mi voz lo sobresalto giro para verme de pie en la entrada de la habitación.

—No es nada, yo solo...

—Buscabas esto—mencioné mostrándole los documentos, él se levante pero yo retrocedi —¿Que sucede, Leslie?

—No...

—No me mientas. Vi como se llevaron a Iris. ¿Que sucede Leslie? Y dime la verdad.

Estaba furiosa, ya no podía continuar en la ignorancia, habían asesinado a alguien y se habían llevado a Iris no quería que le pasara lo mismo o algo peor, no podía seguir así.

—Necesito que me des esos documentos, solo así recuperaremos a Iris.

—¿Que sucede Leslie? ¿Por qué se llevaron a Iris?

—No lose. No se porque hacen esto, lo único que se es que si doy esos papeles tendré a Iris de vuelta.

Mencionó pero yo observe esos documentos, más que una propiedad tenían una gran suma de dinero, esto podían utilizarlo para inculparlo por un gran fraude, esto no podía seguir así. Me aferre a ellos mientras negaba.

—Se lo que son Leslie, lo vi. Jamás te entregarán a Iris, esto es un engaño.

—Lose pero aún así estoy dispuesto a correr el riesgo.

—Pueden matarte.

—Lo único que me importa en este momento es mi hermana.

Y yo no podía privar le algo así, si algo sucedió por no haberlo intento me culparia toda mi vida, Iris no sólo era la hermana pequeña de mi novio, ella también es mi familia por lo que resignada y con lágrimas en los ojos le entregue los documentos.

—Te amo.

—No lo digas como si no fueses a volver nunca.

—Te amo, Blythe Prince.

Acuno su rostro entre sus manos para besar mis labios con cierta ferocidad, tenía un cierto sabor salado debido a mis lágrimas, sentía su cuerpo temblar por el miedo, podría sentir como su deseo por aferrarse a mi para no marcharme pero también su compresión al dejarme ir, puesto que fui yo quien deshizo el beso para entregarme los papeles por completo.

—También te amo, Leslie Shuster.

Y con aquellas últimas palabras se marchó dejándome un gran vacío.
Lo mire por un par de segundos antes de mirar aquel viejo retrato de mi familia y aunque sabía que esto me traía problemas fui detrás de él.
No lo dejaria solo, no esta vez.