Capítulo 27
Escuche el sonido retumbar de la puerta de mi habitación, alguien tocaba sin parar con fuerza haciendome gruñir mientras cubria mi rostro con mi almohada.
—De acuerdo Prince, ya basta de esto—escuche gritar a Les—. Sal ahora mismo o llamare a tus padres.
—¿Y como piensas hacerlo?—le rete mientras quitaba la almohada de mi rostro.
—Te recuerdo que tu hermano me dio su tarjeta de presentacion la ultima vez.
Me recordo antes de guardar silencio. Ahora mismo en verdad queria lanzar una maldición pero sabia que no tendria caso, me levante de la cama para ir y abrile la puerta.
—Ya, de acuerdo. Solo no les llames.
—Lavate esa cara de asco que tienes y ponte por lo menos algo de ropa desente, tienes clases en quince minutos.
—Tu también.
—Pero yo ya estoy vestido con algo que no es mi pijama— dijo antes de darse la media vuelta, cerré la puerta con fuerza antes de lanzarme nuevamente en la cama, creo que comenzaba a sentir cierta añoranza por el Les que no decía nada.
Me levante de la cama para evitar escucharlo gritar mientras tocaba con fuerza la puerta de mi cuarto, abri uno de mis ultimos cajones y me coloque mi ropa deportiva antes de ir y lavarme mi rostro con algo de agua, ate mi cabello sin cepillar con una liga y sali de la habitación con mi mochila arrastrando.
—Les, una tipa rara salio de la habitación de Blythe—hablo Iris con cierta sorpresa.
—Esa tipa rara es Prince. ¿A donde vas?
—A la universidad—respondí obvia.
—¿En ropa deportiva?
—No es contra las reglas—me limite a responder antes de salir del departamento. Mire al señor Díaz que estaba enfrente de la puerta de su departamento fumando, escupio algo de humo antes de mirarme de pies a cabeza.
—Vaya—dijo antes de introducir el cigarrillo entre sus labios.
—¿Vaya?—pregunte confusa. Lo mire escupir nuevamente algo de humo antes de apagarlo en el suelo para despues pisarlo.
—Vaya—repitio antes de entrar a su departamento. Mire al hombre un tanto confusa y es que esa simple palabra en verdad que me había hecho meditar, ¿que trataba de decirme?
—Buen dia Blythe, ¿fuiste a correr?—pregunto Felicity mientras llegaba con una bolsa del mercado entre manos.
—No, ire a la universidad.
—Vaya—repitio aquellas palabras con el mismo tono de voz que su esposo mientras introducía las llaves en la puerta de su departamento—. ¡Y tu Díaz, ni creas que no me di cuenta del cigarrillo que tiraste al suelo! ¡Sal y levantalo!
Grito antes de cerrar la puerta y aunque era consiente de que aquella palabras eran dirigidas a su esposo, aquellas ultimas palabras se sentia que iban mas bien para mi. Sali del departamento mientras soltaba un largo bostezo, mire a un motociclista que se retiro su casco mientras soltaba una maldición, mire su largo cabello plateado al igual que sus tantas perforaciones en su labio y nariz.
—Oye chica—se giro la motociclista dejando a relucir su tatuaje de espinaz sobre su cuello—¿conoces a Les Shuster?
—Depende, ¿quien pregunta?
—Eso es un si. ¿Quien eres tu chica deportiva?
—¿Por que tanto el interes?—pregunte un tanto a la defensiva a lo cual la chica sonrió.
—¿Eres su nueva amante?—interrogo y no pude evitar hacer una mueca—. Tomare ese gesto como un no.
—Shuster esta muy ocupado, asi que ni creas que podras verlo.
—Para no ser su amante suenas como una.
—Solo te digo los hechos.
—Como sea, solamente queria un compañero de copas.
—¿A las 8 de la mañana?
—Nunca es temprano para una copa cuando se tiene el corazón roto—hablo mientras llevaba su mano hacia su pecho con cierta tristeza.
—Yo te acompaño.
—Sin ofender deportista pero no tienes ni la pinta de bebedora, es mas dudo que tomes algo de alcohol.
—Te doy la razón pero tambien tengo el corazón roto.
—Amiga, ambas nos meteremos la mejor borrachera de nuestra vida. Espero que estes preparada para estupideces y malas decisiones.
—Que mas da, que sean bienvenidas.
—Huy creo que tu estas mas grave que yo. Andando chica deportiva.
—Soy Blythe—dije mientras subia a la parte trasera de su motocicleta.
—Sam—respondio mientras me extendia su casco antes de poner en marcha la motocicleta.
El recorrido fue silencioso pero no hacia falta que ella hablara para saber que estaba mal de la cabeza, se pasaba todos los altos, esquivaba los autos sin ninguna precaución y maldecia cada que podía, aunque no me sentia del todo correcto para estar criticando ya que aun con todas la señales de sufrir un grave accidente seguia con la idea de acompañarla a tomar unos tragos, cosa que nunca habia hecho con nadie, Renata nunca me invitaba a sus alocadas fiestas y Alex aunque me llevaba a sus fiesta siempre me llevaba temprano a casa para evitar caer en desastres y aunque agradecia hasta cierto punto que pensarán en mi tambien se quedaba cierto sentimiento de ser excluida.
—Hemos llegado.
Baje de la motocicleta, me quite el casco y observe el local que estaba pintado de negro, la puerta principal era de madera con adornos dorados, tenia un gran ventanal con letras indicando el nombre del local pero no podia observar dentro de este ya que unas cortinas las cubrian. La chica se abrio camino antes de golpear la puerta tres veces, un hombre alto con una enorme cicatriz abrio la puerta nos observo a ambas antes de recargarse en el marco de la puerta.
—¿Que quieres?—su voz era ronca y rasposa. Daba la impresion de ser un criminal y no de los amigables.
—Emergencia 69 y esta chica al parecer es conocida de Shuster ya te imaginaras.
—Adelante—nos abrio paso y la chica me indico que la siguiera. Entre con cierto temor en especial por la oscuridad del local pero cuando unas luces navideñas iluminaron el lugar lo hicieron ver tan acogedor que el miedo se disipo, me acerque a la enorme barra antes de sentarme al lado de la chica.
—¿Y ahora que te hizo el imbécil, Sam?—pregunto el hombre mientras vertia en un vaso una bebida que identifique como whisky.
—¿Que no escuchaste? 69—menciono obvia—. Y todavia el imbécil se atrevio hacerlo en nuestra cama y para su estupidez me invito a hacer un trio.
—¿Le pateaste las bolas?
—Ese chico tuvo que ir al hospital de emergencia— hablo orgullosa mientras tomaba un gran trago.
—¿Y a ti que te hizo Shuster?—cuestiono el hombre mientras me servia un vaso.
—¿Shuster? ¿Que? Ah no, creo que estan confundidos, él no me hizo nada—respondi a lo cual ambos se miraron confusos.
—¿Estas segura que el Shuster que ella conoce es ese imbecil que nosotros conocemos?—cuestiono el cantinero mientras miraba a la joven.
—Tenia una mirada de muerte enfrente de su edificio, yo diria que si.
—Si conozco a Leslie Shuster, de hecho vivo con él pero no fue él quien me rompio el corazón— respondi mientras tomaba un pequeño trago.
—Alto ahi deportista, ¿vives con Shuster? ¿Ustedes no han tenido nada de sexo salvaje?
—¿Que? Claro que no—respondi de inmediato—. Es muy respetuoso conmigo, nisiquiera se sienta a mi lado.
—¿Crees que hayan castrado a Shuster?—pregunto Sam a lo cual el cantinero hizo un gesto de horror.
—Él y yo solo somos amigos. Aunque debo admitir que a veces es un dolor de cabeza, actua como si fuese mi padre—dije antes de tomar todo de un trago haciendome sentir algo mareada—. Diciendome todo el dia sin parar no puedes meterte en los asuntos de los demas, debes saber cuidarte mas, se mas responsable Prince, no puedes estar todo el dia en tu habitacion Prince, ya te dije que no y no es no. Prince esto, Prince aquello, ¿que rayos le pasa? Nisiquiera dice mi nombre. Todo el tiempo es Prince, Prince, Prince.
—Parece que chico colmillo se convirtio en mamá gallina—hablo con burla la chica mientras tomaba la botella para servirme un poco mas de Whisky.
—Entonces chica, ¿que es lo que te tiene con el corazón roto? Parece que Shuster no es tu problema de eso—menciono el cantinero.
—El chico del cual e estado enamorada todos estos años tiene novia—respondí para tomar un trago. La chica me miro antes de reir burlona.
—¿Y cual es el problema? Robatelo y manda por otro hueso a esa perra—me aconsejo mientras tomaba de su vaso.
—Eso me encantaria, pero el chico es mi sobrino—respondi a lo cual ella escupio su bebida—bueno, en realidad es el hijo adoptivo de mi hermano, lo cual no lo convierte en mi pariente de sangre pero si legal. Y no estoy del todo segura de que tan mal se vea eso.
—Bueno, socialmente se ve terrible, del asco y repugnante, moralmente es algo aceptable en cuanto romanticamente es totalmente aceptable—hablo cantinero mientras se nos unia en la bebida.
—Al diablo la sociedad. Si es amor lo que sientes al menos dile algo, creeme cuando te digo que te arrepentiras toda tu vida—me aconsejo Sam.
—Ya me siento bastante arrepentida. Y su novia, santo cielo, la detesto tanto. Si me conocieras dirias que soy una estirada refinada engreida pero ella—hice una gesto de horror de tan solo recordarla—es una completa malcriada, engreida, arrogante y una... una...ella es...
—Una perra—hablo Sam a lo cual asenti.
—No entiendo como es que sale con ella.
—Parece que alguien en verdad necesitaba desahogarse. Hey Tony, danos otra botella y que sea doble.
📚📚📚
Ambas reimos a carcajadas aunque no sabia muy bien la razón del porque lo haciamos, a este paso todo me causaba gracia y me daba vueltas, Sam habla y hablaba pero no era del todo consiente de sus palabras y llego el momento donde Tony me parecia bastante amigable.
—Cantinero, sirvame otra copa—dije mientras levantaba mi vaso.
—Al menos voltea el vaso—hablo Sam antes de reír.
—Es hora de terminar la fiesta, les pedire un taxi.
—Buuu, ¿desde cuando eres tan aburrido Tony?
—Tengo calor—me levante de mi asiento mientras tanteaba el cierre de mi vestido para despues girar alrededor.
—¿Que haces Blythe?
—Buscando el ciere de mi vestido—dije obvia.
—Pero llevas puesto una blusa deportiva.
—¿Ah si?—pregunte confusa. Mientras volvia a sentarme, tome las orillas de esta para levantarme la blusa pero senti como alguien tomo mi mano. Gire para observar un chico quien me miraba molesto.
—Pero si es Leslieee.
—Callate Samantha—le ordeno el chico. Vaya pero que gruño—. Y tu, no vamos a casa.
—No quiero.
—Prince escucha, estas borracha con un aspecto que da asco. Esta no eres tu, vayamos a casa antes de que....
—No... No y no estoy—calle al sentir algo de asco.
—Nos vamos Prince. Enserio que tu aspecto es horrendo. Tu no eres asi, vamos a casa toma una ducha y hablemos sobre lo que te preocupa pero no asi y entonces tal vez...
—¡¿Y entonces que?!¿Que diferencia hay? No importa lo que haga siempre sera lo mismo.
—Estas exagerando. Ven vamos a casa Prince.
—¿Casa? ¿Acaso puedes llamar casa a algo tan disfuncional a lo que tienes?
—Prince ya basta, el alcohol te...
—¿Me que? Por favor tu mejor que nadie debes saber que el alcohol solamente te hace decir la verdad con mas claridad y no hay verdad mas grande que el hecho de que tu Leslie Shuster no eres mas que el mismo chico malo que cree que puede redimirse fingiendo siendo el "chico bueno" ambos sabemos que por dentro no has cambiado nada sigues siendo el mismo fiasco de persona. Tu no eres mas que un...
Calle al sentie un liquido frio sobre mi cabeza, mire hacia mis piernas donde se encontraban unos pequeños cubitos de hielo, escuche a Sam reir, levante mi vista y observe a Les quien me miraba con cierto rastro de tristeza.
—Tienes razón en algo, siempre trato de redimirme por lo que hice en el pasado... Y da por seguro que tu tambien trataras de hacerlo cuando te des cuenta de tus acciones, esto no es ningun consejo tomalo como un hecho.
Dejo el vaso en la mesa y lo observe marcharse. Aquella agua fria me habia hecho recapacitar un poco y lo unico que pude sentir fue un enorme sentimiento de culpa, no pude evitar llorar al ser consiente de lo cruel que habia sido. Senti como alguien cubrio mi cabeza con algo, me queje pero alguien me cargo como si fuese un costal de patatas, escuche como alguien abrio algo para despues dejarme sobre una cubierta fria, gire para observar a Les cerrar la puerta de su camioneta, a los pocos segundo senti como esta comenzo a moverse y lo unico que pude hacer fue seguir llorando.
"Haz el bien sin mirar a quien"
Es mi propio dilema existencial, o al menos eso trato que sea.
Desde que tengo memoria en mi familia cada quién tiene su propio lema del cual tratan de apegarse a el en su vida diaria.
Mi padre quien es agente especial de la policia siempre dice que:
"Lo unico que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada"
Algo totalmente tipico para un agente de policia tan recto.
En cuanto a mi madre quién ahora se dedica a proyectos de caridad siempre me a dicho que:
"La accion mas pequeña es mejor que la mas grande intención"
Mi hermano mayor quien es un entrenador de Basketball, sin mencionar que un chico totalmente atractivo, me dijo una vez que:
"No hagas nada bueno que parezca malo"
Al parecer fue algo que experimento en cabeza propia.
En cuanto a mi segundo hermano mayor quien es una deficion perfecta de la bondad y buena persona, siempre me dice que:
"El perdon es la mejor cura para cualquier mal"
Una leccion que segun él aprendio demasiado tarde.
Y en cuanto a su esposa, quien por cierto es mi tía preferida, siempre con una gran sonrisa me menciona que:
"Cada persona merece mas de dos oportunidades. Puesto que no siempre se basta con dos oportunidades para enmendar los errores"
Algo que no entendia al principio, sabia que todas las personas merecían una segunda oportunidad para probar que son diferentes a lo de antes o lo que se dice, pero algo como tener que dar mas de dos oportunidades me parecia demaciado. No se me hacia posible el tener que confiar en alguien que mas de dos veces me mostro su error. Siempre tomaba ese consejo para aplicar en otros pero nunca me habia detenido a pensar un poco en que tal ves aquello debia aplicarlo en mi.
No porque siempre haga cosas buenas signifique que este bien, no porque siempre ayude signifique que lo haga bien, no porque mis acciones parescan mejor que mis intenciones signifique que este en lo correcto, no porque haya perdonado signifique que la otra persona tambien lo haya hecho. Y ahora mismo mientras me estoy empapando con el agua de la regadera puedo comprender todas y cada una de las palabras que me brindaron. Siempre solia pensar en ser la chica perfecta y actuar bien sin embargo estaba equivocada porque yo misma me habia fallado ante mi propio dilema.
Habia lastimado a alguien quien ya me habia brindado una segunda oportunidad.
Cuando habiamos llegado al departamento, Les me llevo hasta el baño de mi habitación y me dejo en el con la regadera puesta para que el alcohol bajara por si solo y entonces se marcho pero yo lo unico que habia podido hacer era llorar sin parar.
Estaba consiente de que mis palabras lo habian lastimado, él jamas me habia mirado así, nisquiera cuando Iris le grito que lo odiaba, nunca habia visto una mirada tan triste como la de aquella vez.
Me levante de baño para quitarme la ropa y tomar una ducha como era debido, me vesti con unos jeans negros y una camiseta del equipo favorito de futbol americano de Corey, seque mi cabello y lo cepille, observe la hora para notar que era de madrugada pero eso no me detuvo, sali de mi habitacion arrastrando un poco las piernas para llegar hasta su habitación, toque un par de veces pero el silencio reinaba.
—Leslie, lo siento—dije y volvi a tocar—. Lo siento—repeti con las voz temblorosa dejaba que las lagrimas salieran—. En verdad lo lamento—toque la puerta sin parar mientras seguia disculpandome, sentia como las fuerzas desaparecian debido al cansancio pero lo que me arrodille enfrente de su puerta mientras continuaba tocando la puerta mientras me disculpaba.
—Ve a dormir Prince—lo escuche hablar pero yo nisiquiera pude verlo a la cara. Solamente seguia disculpandome sin parar—. Esta bien, ya paso.
—Perdóname— le pedí y él me abrazó.
—Te perdono.
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