Desde mi cama observaba mi celular que no dejaba de sonar sin parar, la alarma sonaba y sonaba pero yo no queria levantarme, no podia hacerlo. No quería hacerlo, no queria aceptar el hecho de que las cosas habían cambiado. Sabia que esto sucederia tarde o temprano pero no era del todo consiente del dolor que se sentiria, estaba frustrada y angustiada.
¿Cuando habia sucedido? ¿Hace cuanto que estan saliendo? ¿Por que ella? Creo que ahora mismo lo que menos me preocupaba en realidad era que él tuviese novia mas bien me molestaba su novia, tenia que admitirlo detestaba a Vilma, no me agradaba, no me caía bien, no entendia porque Larry salia con ella.
Y es que desde nuestro primer encuentro las cosas habian salido mal, se negaba a todas mis propuestas, siempre tenia algo de lo cual quejarse, nada le parecia bien sin mencionar que todo tenia que realizarse de acuerdo a su voluntad. A parte de ser alguien poco coperativa, con queja de todo, estricta y uraña me era todo un dolor de cabeza para mi.
Escuche que alguien toco la puerta pero no queria responder o levantarme, sentia el cuerpo tan cansado. Mis ojos me dolían y mi nariz no dejaba de gotear, parecia tener mas una enfermedad grave que un simple corazón roto, aunque a estas alturas ya no sabía que era peor.

—Prince el desayuno esta listo
—escuche decir a Les—. Te prepare los panqueques como te gustan y compre esa mermelada dulce.

—No quiero—respondi mientras me cobijaba.

—¿Estas segura? Incluso hice un poco de jugo de zanahoria.

—No me siento bien. Tan solo descansare por hoy, no te preocupes.

—¿Quieres ir al doctor?

—Ir con el señor Diaz no cuenta como doctor—dije al recordar la ultima vez que estuve enferma.

—Te prometo que esta vez si sera un doctor de verdad.

—No gracias. Tan solo dormire hoy.

—Bien—lo escuche responder antes de oir sus pasos.
Escuche el sonido de mi celular anunciando una notificación, lo tome para ver un mensaje de Renata quien parecia estarme buscando en los alrededores, le escribi con rapidez con la simple justificación que estaba enferma y que necesitana descansar, ella siguió escribiendo sin parar pero simplemente lo deje pasar antes de apagar mi celular.

Nunca antes habia sentido que la vida era un completo fiasco, la verdad no era un sentir nada lindo.

*FlashBack*

Aun recuerdo aquel dia de verano, cuando aun eramos demasiado cercanos y la lluvia se hacian presente, los juegos que jugabamos como si fuesemos niños y las cosas pequeñas que nos hacian reír.

—Debe ser bastante divertido ser el hermano mayor.

—En realidad es agotador—admitió Larry mientras se sentaba a mi lado—. Creo que es mas divertido ser el hermano menor, tal vez si debi haber pedido un hermano mayor.

Dijo mientras fingia meditar, yo reí mientras negaba.

—No es tan grandioso como parece. Es decir Dallas y Corey me tratan todo el tiempo como si siguiera siendo una niña pequeña.

—Bueno la diferencia de edad si es bastante grande, ellos ya son ancianos y nosotros seguimos siendo unos jovenes.

—Tu padre se sentiria realmente ofendido si te escuchara decirle viejo.

—Menos mal que no esta en casa.

—Gracias por invitarme a pasar la tarde aqui... Sabes con el trabajo de papá y las actividades de mamá, a veces realmente me siento sola.

—Pero tú nunca estas sola—mencionó con cierta confusión.

—Lo se pero a veces se siente asi, es decir Dallas y Corey ya tienen su propia familia y mis padres actividades exclusivas en las cuales no siempre son de mi interes... Simplemente siento que no encajo de todo aqui, ¿no crees que es extraño?

—No lo creo. A veces siento lo mismo pero, cuando estoy contigo, aquello simplemente desaparece.

—Me siento igual—admiti mientras lo miraba para contemplar su sonrisa—. Me alegra tanto que pertenezcas aquí.

—A mi igual—dijo mientras tomaba mi mano—. Y puedo prometerte aqui y ahora que nunca te hare sentir sola.

*Fin del flashback*

Cerre los ojos nuevamente para volver descansar y haci lo hice pero ese ruido insistente siempre se encontraba.

—Prince, necesitas comer algo
—escuche hablar a Leslie—. Iris esta preocupada.

—Saldre despues.

—Prince, si te mueres, ¿como se lo explicare a tus padres?

—Dile que fue por la gripe—reapondi y volvi a cobijarme, sin embargo el seguia insistiendo y la verdad es que despues de insistir tambien en la cena pense que él pararia pero no fue asi.
Ya que en los proximos dias Leslie Shuster seguia tocando cada mañana, cada tarde y cada noche con insistencia de que comiese algo pero yo no podia siquiera levantarme, siempre que tenia hambre simplemente comia alguna barra de proteína de guardaba en mis cajones cuando estudiaba y volvia a la cama pero no parecia ser lo suficiente para él. Ya que siempre volvia.
Creo que en verdad Leslie Shuster me agradaba mas cuándo yo era un cero a la izquierda en su vida. En fin sabía que tarde que temprano se cansaria y ya no insistiria.

Y la verdad es que no me equivoque.