Capítulo 41
"El dolor de hablarle a la nada"
Jonathan.
- ¿Si me entero de qué?
Estoy a la espera de que alguna de las dos personas que tengo en frente, diga algo, pero no sucede.
Me acerco más y lo que está en la computadora llama mi atención. Un video el cual reproduzco.
¿Quién es esa mujer? La veo pelear y... cuando logro ver su rostro... por un instante me quedo paralizado.
Instintivamente, volteo a mirar a Alexander, quien me mira detenidamente.
Regreso mi rostro al video, y luego al rostro del hombre que tengo a mi lado como intentando buscar diferencias entre ambos rostros.
La mujer del video es casi una versión femenina de Alexander, o peor...es una versión femenina de Smith.
- ¿Qué carajos es esto?- Alexander no responde.- ¡Qué carajos es esto!
- ¿Recuerdas la mujer que el otro día encontré? La que tiene el título de mejor francotiradora... bueno resulta que esa mujer es... Adira, la niña que mi padre rechazo hace años, creció y termino en la ASPA.
- ¿Y por qué demonios la estuviste investigando? Esto no es lo que yo te pedí...- me detengo por un segundo.- Espera.
- ¿Qué sucede?
Me acerco más y vuelvo a reproducir el video, lo dejo pausado cuando se ve su rostro.
- ¿Conseguiste alguna imagen de Eva Rodríguez?- no puedo despegar mi vista de la computadora.
- Solo imágenes de baja calidad, como estás.- me las enseña.- Investigué a Adira porque creí que quizás fueran la misma persona.
Las imágenes de Eva son poco claras, pero en el perfil de ambos rostros encuentro similitudes.
- Espera, pondré ambos rostros y los compararemos.- se levanta de su escritorio yendo hacia otra computadora.- También le colocaré los rasgos de Eva a Adira y así quizás puedas desmentir si es o no la misma persona.
Se mueve de un lado para el otro con varios dispositivos, teclea varias veces y hace lo que sea que haga. Se concentra y finalmente cuando obtiene el resultado que quería, me lo enseña.
- Carajo, son exactamente iguales.- los puños se me cierran.
- Entonces estabas en lo correcto.- habla el hijo de Rousseau.- Enviaron a uno de sus mejores soldados para joder a Jonathan.
La frase provoca que mi sangre hierva, y es por eso que estampo el puño sobre el escritorio.
- ¡Ey! ¡Mis cosas valen más que tu vida! Así que relájate.- Alexander se pone a la defensiva.
- Esto no está pasando.- me paso las manos por el rostro.- ¿Cómo es que jodió mi negocio esa bastarda?
- Pues... tu sólito la llevaste hasta ti y tus negocios.- la voz de Alexander me irrita y por eso me le voy encima tomándolo de la playera.
- ¡Cierra la maldita boca!- lo suelto cuando el idiota a su lado me pone las manos encima.- ¡Y tú suéltame!
- ¿Se lo dirás a mi padre?
- ¿Decirle qué? ¿Qué quien me jodió no solo fue una mujer, sino que también fue su hija? Ya estoy jodido, no puedo joderme más.
- ¿Y qué harás entonces?
- Smith me pidió que me encargue de hacerle pagar a quien arruino mis planes, así que eso haré.- acomodo mi arma.- Le daré una visita a la pequeña bastarda.
- ¡No!- Rousseau intenta detenerme.- No puedes hacer eso sin consultarlo antes.
- ¿Y con quién lo voy a consultar?- lo encaro.- ¿Contigo?- suelto a reír.
- ¿Y qué harás?- Alexander me habla.- ¿La matarás? ¿Te meterás en un nido de Agentes solo para buscarla? No tienes idea de lo difícil que fue encontrar su rostro, esa mujer es un maldito fantasma.
- La encontraré.
- Pues entonces suerte, porque yo no te ayudaré en esa locura. No me meteré en problemas por ti y tu incompetencia.- me da la espalda y se dirige a su escritorio.- De todas formas jamás podrás encontrarla.
- No dudes de mis capacidades.
- Te meterás en un desastre y solo provocarás que Smith y la Sombra Negra jamás te posicionen como heredero.
- ¿Si no soy yo el heredero, quién lo será entonces? ¿Tú?- inquiero.- Claro que no.
Doy la media vuelta y me marcho lejos de ambos, no necesito de nadie para encontrar a esa bastarda. No puedo permitir que descubran que fue ella quien saboteo todo mi plan, todo mi negocio.
De todas las personas que creí que pudieron estar detrás de esto, jamás pensé en esa mocosa bastarda. Siempre creí que habría muerto o al menos desaparecido.
Nunca volvimos a saber nada de ella, y después de todo lo que había sufrido en manos de su propio padre era demasiado probable que buscaría vengarse, por eso la esperamos por muchos años, y nunca apareció, nunca dio algún indicio, nunca encontramos nada. Pensamos que murió o que quizás se cambió el nombre y se fue tan lejos que jamás tendríamos que preocuparnos por ella.
La ASPA la había rescatado, pero ¿Le dieron un lugar en el ejército? ¿A la hija de un criminal? Y lo más raro de todo ¿La protegen de esa manera?
No puedo permitir que Smith sepa que sigue viva, que es una Agente y que encima ya me jodio. Así jamás podré heredar nada.
Mi oportunidad de demostrar mi capacidad para dirigir este negocio, se fue a la ruina cuando casi me atrapan. Adira lo arruino, así que ahora yo la arruinare a ella.
[....]
Adira.
- Hola mamá.- susurro frente a la tumba.- Hola Sam.
Me agacho a dejar las flores que traje para ellas.
- Les traje esto.- me permito pasar las manos por las letras talladas en las tumbas.- Lamento no haberlas visitado tan seguido...es que siempre me rompía el corazón saber que realmente no están aquí, y que incluso ahora estoy hablándole a la nada.- suspiro.- Le estoy hablando a dos trozos de cementos vacíos, a dos ataúdes vacíos...
Siento una mano en mi hombro, dándome ánimos y fuerzas. Giro mi rostro y ahí está él... parado junto a mí, me pongo de pie con su ayuda y este pasa un brazo sobre mi hombro abrazándome, mientras miramos las dos lápidas frente a nosotros.
- Alguien más vino a verlas.- Luke deja un pequeño beso en mi hombro cuando mi voz comienza a cortarse.- Él me acompaña ahora.
Agacho la cabeza cuando las lágrimas ruedan por mis mejillas.
- Me gustaría que ustedes me acompañaran también.- miro la tumba de Sam.- Hoy es nuestro cumpleaños hermanita, siempre decías que cumplir un año más a mi lado, era lo que más amabas de los cumpleaños. Quise odiarlos cuando te perdí, y quise odiarlos también porque me recordaban a que en este mismo día... mamá había muerto luego de darnos a luz. Pero no pude odiar nuestro cumpleaños, porque seguía siendo algo nuestro, algo que compartíamos.- sonrío levemente.- Además los postres que me hacía mamá Ada siempre me alegraban los cumpleaños, ella decía "Tu mamá adoraba que le cocinara, porque ella no sabía hacer nada de esto"
- Mamá, elegiste bien a tus amigas, porque ellas se han encargado de cuidarme y amarme como tú lo habrías hecho, y gracias a eso tengo a personas hermosas en mi vida.- miro al pelinegro que está a mi lado, quien me sonríe.- Gracias a eso tengo a mi Luke.
- Aurora...- habla él.- Gracias por traer a esta persona al mundo, y gracias por ser la creadora de los recuerdos más bellos que tiene mi madre.
- Donde sea que estés...- miro al cielo, porque seguro que ella se encuentra ahí.- Estoy segura de que eres feliz sabiendo que no estoy sola. Te amo mamá, y te amo Sam. Habrías amado conocer a mis amigos, y estoy segura de que todos te hubieran amado a ti.
Luke me abraza llenándome de su fuerte aroma, acercándome más a su pecho y acariciando mi cabello, mientras yo escondo mi cara en su cuello sintiendo acompañada.
Es la primera vez que traigo a alguien a visitar a mi hermana y mi madre. Nadie además de Ada y Madisson me han acompañado, e incluso ellas lo hicieron hace mucho tiempo, cuando yo solo tenía 11 años, me trajeron aquí por primera vez y desde entonces he venido sola, cada que siento que necesito volver a conectarme con ellas.
- A Sam le alegrará tener Jazmines junto a ella... gracias por acompañarme a comprarlas.
- Te acompañaré en todo lo que necesites, no dudes nunca de eso.- cierro los ojos cuando siento el toque de su mano sobre mi mejilla.
Deja la mano ahí mientras y siento como su rostro queda a centímetros del mío, respiramos el mismo aire y nuestros alientos se mezclan antes de recibir un dulce y largo beso en los labios.
- ¿Segura que aún quieres festejar tu cumpleaños? No quiero que te sientas incómoda.- caminamos fuera del cementerio.- Puedo pedir que cancelen todo si quieres.- me abre la puerta de su coche para que suba.
- No, está bien. Mamá se emocionó cuando le dije que este año quería festejarlo con todos. Y ni hablar de Jay, que seguro ya invito a todo el mundo.- no me sorprendería que ya lo haya hecho.- Quiero divertirme contigo y con mis amigos... quiero que mi cumpleaños sea un día feliz.
- ¿Ya sabes que te pondrás?
- No. Cloe me dijo que se encargaría de eso, como todo fue a último momento, la verdad es que me conformo con cualquier cosa.- es cierto, apenas desperté y les dije que quería festejar mi cumpleaños.
No me sorprendió saber que Cloe y Jay ya tenían algo pensado, no querían presionarme, pero estaban preparados por si decidía festejar, mi amiga me aseguró que todo estaría para esta noche. También sé qué mamá y Madisson deben estar organizando las cosas.
La verdad es que yo misma había olvidado que mi cumpleaños era hoy, no fue hasta que Luke me dio un obsequio que caí en cuenta.
Hoy nos dimos el gusto de desviarnos antes de ir al trabajo, y de primero ir al cementerio donde están todos los caídos en batallas, y los familiares de los soldados, aunque en realidad las tumbas que visitamos recién, están vacías porque el cuerpo de mamá nunca se recuperó y el de Sam nunca supe donde lo tenían enterrado.
El lugar está a pocos minutos de la Agencia, así que luego de hacer nuestra visita, nos dirigimos al trabajo. Al ser mi cumpleaños, podría pedir el día libre, de hecho papá insistió en que hoy no trabaje, pero no me molesta pasar mi cumpleaños en la Agencia, además en unas horas estaremos festejando.
Llegamos y saludamos a los soldados de la entrada, cruzamos la puerta y entonces cada uno debe tomar su camino, así que nos despedimos.
- Te veo luego, cumpleañera.- susurra en mi oído antes de tomar caminos distintos.
Su mano se roza con la mía y compartimos una mirada cómplice.
Intento borrar la sonrisa de idiota que tengo mientras camino por los pasillos encontrándome con unos soldados.
- Buenos días, Agente.- saludan.
- Buenos días, colegas.
- El Capitán Wood y la Agente Mendes la estaban buscando. Están en el gimnasio.
- Oh, muchas gracias por informar.
Me dirijo al gimnasio, donde me los encuentro entrenando, Cloe me ve y se apresura a darme un fuerte abrazo.
- Pero si es mi persona favorita en el mundo.- me besa las mejillas.
- Creía que ese era yo.- se queja Jay.
- Creíste mal.- me saca la lengua y repito su gesto.
- No seas grosero con la cumpleañera.
- Ella sabe que la quiero.- mi hermano me abraza finalmente.- Y qué también es mi persona favorita en el mundo.
- CREÍ QUE ESA ERA YO.
- Pues no, ahora estamos a mano.- contesta él.
Me sacan más de una sonrisa con sus ocurrencias.
- Ok, ok, ya entendimos...- la voz de mi papá se escucha a nuestras espaldas.- Adira es la persona favorita de muchos.
- ¡Señor!- los tres damos el debido saludo militar para luego permanecer con la postura firme.
- ¿Charlando en lugar de trabajar?
- Ya mismo seguimos con el trabajo.- habla firme Jay.
- Solo vine a consultarle algo al Capitán. Ahora mismo vuelvo a mi puesto.
- Pues andando ¡Muévanse!
Jayson vuelve a las máquinas y Cloe desaparece del gimnasio.
- ¿Y tú?- dirige la mirada hacia mí.- ¿Por qué sigues parada como si nada?
- Lo siento, señor. Solicito permiso para retirarme.- su mirada fría me llega.
- No hasta que le des un fuerte abrazo a tu padre.- cambia la postura cuando me abre los brazos indicándome que me acerque.
Me estrecha contra él, a la vez que me llena de besos.
- Feliz cumpleaños pequeña.
- Esta pequeña ya cumplió 24 años.
-Aun si tienes 50 años, seguirás siendo mi pequeña.
- Tu madre aún no te ha visto.- acaricia mi cabello.- Está emocionada por la fiesta de hoy, ella y Madisson no paran de hablar sobre esta noche.
Una sonrisa se forma en mi rostro.
- Ven a almorzar conmigo, tu madre estará también.
- No sé sí... sea correcto. No estaría trabajando.
- Es tú cumpleaños, date un gusto. Además, es una orden.- se pone firme.
- ¡Sí, señor!- bromeo con un tono de voz firme.
- También es una orden para usted, Capitán Wood.
Volteo a ver a mi hermano mientras río.
- Desacatar la orden de un superior es motivo de sanción. Así que lo quiero libre para la hora del almuerzo.
- Jamás desacataría una orden, señor. Y jamás me perdería la oportunidad de almorzar.
Lo último le saca una risa a mi padre. Amo los momentos en los que todos nos reímos. Jayson sigue en lo suyo y papá pasa un brazo sobre mi hombro dirigiéndonos a la salida.
- Hace rato que no pasamos tiempo juntos.- me dice.- Vayamos a mi oficina a esperar tu madre y hermano.
Caminamos por los pasillos y al principio me preocupa la demostración de afecto, ya que aquí eso está prohibido, mi padre sigue hablando y varias veces nos topamos con varios soldados los cuales le dedican un saludo militar a mi padre.
- ¿Qué sucede mujer?- se detiene cuando llegamos a recepción y Steven no deja de mirarme con mala cara.- ¿Miras mal a mi hija?
- No... para nada señor. Solo quería desearle feliz cumpleaños a nuestra Agente.- cambia su mirada y tono de voz.- Felicidades por un año más de vida.
- Gracias.- me limito a no decir más nada.
Papá me lleva a su oficina mientras le pide a la secretaria que nos lleve varias opciones de restaurantes a los cuales ir a comer.
Hay distintos lugares, todos lujosos y caros.
- ¿Este sigue siendo tu favorito, cierto?- pregunta.
- Sí. Pero no es necesario... podemos ir a cualquiera.
- No, claro que no. Iremos a este porque es el favorito de mi hija.
Mi padre es así, da todo por su esposa e hijos, no le molesta demostrar que nos ama incluso en público, así haya más soldados, y aunque la demostración amorosa y física esté prohibida, él nunca se ha privado de abrazarnos y consentirnos en público.
Edric Wood siempre dice. "Las reglas están para todos, menos para mí"
Al cabo de una hora llena de charla y chistes, la puerta se abre dándole paso a mi madre y hermano.
- ¡Ahí está mi niña!- la melena rubia de Ada llega ante mi vista.- ¡Muy feliz cumpleaños!- al igual que papá lo hizo antes, ella también me llena de besos.
Al final también me abrazo y yo abro más los brazos dándoles a entender a mi padre y hermano que se unan al abrazo.
- Hijos míos, vayan a ponerse cómodos y luego partimos para almorzar.- nos dice papá.
- Después de todo terminaré haciendo todo menos trabajar.
- Despreocúpate.- mamá le resta importancia.- Hoy es tú cumpleaños, nadie dirá nada si te ausentas en tus tareas.
Papá toma su celular y se dirige a la puerta, se la abre dándole paso a mi madre y a nosotros.
- Ordena que preparen mi carro.- le habla a la mujer de recepción.- Y cancela cualquier reunión, hoy solo estoy disponible para mi familia.
Este es el momento en el que me doy cuenta de que mi vida no ha sido tan mala después de todo, porque tengo una familia verdaderamente increíble. No podría pedir más nada en la vida.
Amo mi familia, la familia Wood Black.
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Hola de nuevo. ¡Feliz cumpleaños Adira Kiervan!
¿Qué creen que hará Jonathan ahora?
Estés listos para los siguientes capítulos.
Dato: nuestra niña es de leo.
No olviden votar! Nos vemos pronto.
Besos. Lour.
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