Capítulo 38

Qué sea con honor y
no con trampa!"

Adira.

Días después.

- Esto es lo que conseguí sobre la Mafia Francesa.- una carpeta cae sobre la mesa, justo frente a mí.- Expedientes de los hombres de mayor confianza, alianzas hechas con otros países en estos últimos años. Y la historia familiar en sí, fue difícil conseguirla.- Kira suspira.- Pero recolecte información de algunos testimonios de víctimas y criminales. 

Tomo la carpeta en mis manos, y paso mi vista por cada hoja, leyendo y analizando todo. 

- Gracias.- le digo a la mujer que tengo frente a mí.

- No hay de qué. Todo lo saqué del registro de mi departamento, al estar infiltrándonos constantemente, es normal tener esta información. 

Siento su mirada sobre mí, y levantó la cabeza enarcando una ceja.

- Adelante, haz la pregunta que me quieres hacer.- cierro la carpeta y me centro en la mujer que toma asiento justo frente a mí. 

- No tengo drama en ayudarte a buscar estas cosas, pero...- mira a los lados como asegurándose de que nadie nos escuche.- ¿Por qué tanto interés en Smith y su mafia? 

- Porque es nuestro mayor enemigo, y quiero estar muy precavida en cuanto a él.- bajo la mirada a la carpeta y la abro, dejando a la vista la página que contiene su foto e información.- ¿Leíste algo sobre la historia familiar de los Smith? 

- Un poco. Pero no hay mucha información sobre eso.

- Muchas gracias por la ayuda, te agradecería aún más si eres discreta con esto. No quiero que llegue a oídos de otros mi interés en Smith.

- Está bien, estate tranquila que no se lo diré a nadie.- se levanta de su asiento y antes de que pase por mi lado, la detengo.

- Esto es por el tema de la última misión... No es que tenga interés en la Mafia, ya sabes...no quiero que pongas en duda mi lealtad.

- Tranquila.- sostiene mi mano.- Jamás se me cruzaría por la cabeza que lo estés investigando con otros fines, está bien que tengas precaución. 

Conociendo a todos aquí, tomarán esto como un motivo para hablar sobre mí y no quiero que suceda. Pude investigar todo yo sola, pero me llevaría más tiempo de lo normal, así que acudí a Kira.

Tomo la carpeta en mis manos y me dirijo a mi habitación para poder leer tranquilamente. 

Reviso hoja por hoja, saco también los archivos que conseguí yo misma, que no fueron muchos, pero sí de gran ayuda.

Son unos papeles que me costó conseguir, porque no estaban en el registro de la Agencia; sin embargo, los encontré en la computadora de mi madre. Recurrí a buscar entre sus cosas porque al ser la Capitana del departamento de Inteligencia, ella es quien alberga la mayoría de los datos. Y si algo falta en el registro, es muy probable que ella lo pueda tener.

- "Al morir Smith, quien herede su mafia, será quien porte su sangre y talento"-  leo lo que se encuentra escrito.

Esto estaba entre las cosas de mi madre. Es un testimonio del mismo hombre que dio la ubicación del prostíbulo en el que yo estaba cuando era niña. 

Mamá lo quito de la base de datos, pero lo guardo entre sus archivos. La única razón por la que guardaría algo así, es porque tuviera miedo de que la Agencia me viera como una amenaza más grande. 

No tiene sentido, ni esto, ni lo que Adrien me dijo, Smith me rechazo a mí y a Sam por ser dos niñas y no dos niños, jamás me pondría al mando de nada, ni a mí, ni a cualquier otra mujer, ni siquiera Sara Jones, quien es su esposa, tiene poder como para liderar. 

Sara es intocable, pero lo es solo porque Smith lo permite, tiene una red de sicarios españoles, los cuales le sirven a Smith, pero no tiene más que eso. 

Leo todo, el historial familiar de Smith es muy curioso, aquí dice que en un principio la Mafia Francesa no era dirigida por un Smith, sino que era dirigida por una familia distinta, la familia Dupont. 

Sigo revisando expedientes y encuentro el de una mujer llamada Juliette Dupont. La menor de ellos, tenía dos hermanos, pero murieron jóvenes, se casó con Thomas Smith, padre de Sebastián, y al parecer le cedió todo el poder que tenía su familia en Francia. 

¿Por amor? ¿O por otra cosa?

Sebastián es hijo de Juliette y Thomas. Pero Sebastián no usa el apellido de su madre ¿Por qué? 

En mi vida había oído algo sobre esa tal familia, volteó la hoja, pero está vacía, no hay más información sobre Juliette o sobre su familia. 

En cuanto a Jonathan y Alexander, los describen como personas opuestas, uno es hábil con las armas, sádico y un asesino de alto voltaje, mientras el otro se defiende mediante escudos tecnológicos y deja mucho que desear en cuanto fuerza física.

No hay nada más en el maldito expediente, no me dice como eligen al próximo líder, ni nada de eso. Lo único que noto es que en todo el historial mafioso, nunca hubo una mujer que lidere la mafia.

Suspiro un poco aliviada, debo estar tranquila, nadie vendrá a buscarme, nadie me amenazará, ni me matará por ese puesto. 

Porque Jonathan está loco, y si me ve como una amenaza para tener su herencia, me buscará. Peor aún si se entera de que me infiltre entre su gente. 

No soy una amenaza para él y su maldita herencia, porque yo no heredaré nada.

Guardo todo y salgo de mi habitación, paso por uno de los campos de entrenamiento y veo a Peter y Steven entrenando con unos soldados. 

Peter me ve y detiene lo que está haciendo, avisa a los demás presentes y todos se ponen firmes. 

- Agente.- dice haciendo un saludo militar el cual los demás soldados replican. 

Le sonrió levemente, pero entonces noto que Steven no está formada, escaneo un poco mejor el lugar y la encuentro con la postura relajada, tomando agua de su botella. 

Cruzamos miradas y la aniquilo con los ojos cuando veo que no tiene interés en presentarse frente a mí. 

- La Agente ha llegado.- avisa Peter mirando a Vanessa cuando nota mi enfado

- No la vi.- la morena se encoge de hombros. 

Río, sarcásticamente ante tal actitud de Vanessa, parece que nunca aprende.

Tengo un rango más que ellos, así sean tenientes, al igual que yo, yo soy la que porta la insignia de Agente y el puesto en la Tropa Principal, por ende me deben respeto. 

Camino en dirección a ella, con las manos detrás de la espalda. Vanessa aporta una postura más derecha al tenerme frente a ella, y me desafía con la mirada. 

- ¿Podrías decirme el orden jerárquico de la Agencia?- pregunto mientras ella arruga las cejas.- Pareciera que no te lo sabes y por eso no saludas con el debido respeto a quien se encuentra en un rango superior al tuyo. 

- No la había visto...- estúpida, su voz me irrita.- Estaba ocupada instruyendo a mis soldados. 

- ¿Instruyendo a tus soldados?- repito y ella asiente.- Entonces muéstrame. 

- ¿A qué se refiere?

- Quiero que me muestres como los estabas instruyendo.

- Pues... estábamos practicando la defensa y destreza física en el combate cuerpo a cuerpo. 

- Bien. Quiero que me muestres, que tan bien te defiendes.- Vanessa sonríe levemente. 

- De acuerdo.- mira detrás de mí, en dirección a los soldados.

- Oh, no pelearas con ellos.- espetó.- Pelearas conmigo. 

- No creo que sea apropiado...

- ¿Sabes que no es apropiado, Steven? No dar el debido respeto a tus colegas.- la encaro.- Así que ahora quiero que te pongas en el campo de batalla y me muestres tu capacidad para defenderte y atacar. 

Llevo uniforme de pila y el cabello sujeto, me acomodo bien las botas y me ajusto la coleta, mientras ella me mira confundida.

- Andando ¡No tengo todo el día!- grito cuando veo que no se mueve de su lugar. 

Los soldados presentes se mueven dejándonos suficiente lugar. Forman un círculo al rededor de nosotras, y puedo sentir sus miradas expectantes, mientras me preparo aportando una postura de defensa. 

Miro a los ojos a Vanessa, me da una leve sonrisa retadora mientras yo cierro los puños y los subo a la altura de mi rostro. 

El combate inicia, es ella quien lanza el primer golpe, uno directo en mi rostro. Lo esquivo ágilmente, retrocediendo un paso, aprovecho su impulso y le lanzo una patada baja, buscando desestabilizarla. Vanessa es rápida y la esquiva, pero se trastabilla en el proceso, tambaleándose y quedando más expuesta. Me apresuro a propinarle un golpe en la cara, pero nuevamente lo evade cuando se cubre con los brazos, impidiendo que la toque.

De repente mueve su brazo derecho hacia abajo y me golpea justo en la boca del estómago, haciéndome retroceder por el dolor que me causa. El aire se me cierra por un momento, pero espabilo cuando veo lo que intenta hacer. Visualizo como su puño viene en dirección a mis costillas, pero para su mala suerte, soy más rápida y reacciono a tiempo.

- Fallaste.- digo esquivándola para luego golpear su hombro derecho con un fuerte puñetazo.- Aunque hubiera sido un buen golpe. 

Chilla del dolor mientras sujeta su hombro, y aprovecho para devolverle su golpe, con la diferencia de que esta vez yo sí la golpeó en las costillas. 

- ¿Ves? Era así como debías hacerlo.

Cae al piso de rodillas y sigue quejándose por el dolor, mientras que yo camino a su al rededor como una fiera acechando a su presa. 

- Arriba.- ordeno.- El piso no es lugar para un soldado. 

Se levanta lentamente y me mira con esos ojos oscuros cargados de ira. 

- ¡Ven!- abro los brazos.- Ataca. 

Con un grito, se me lanza encima con el puño arriba, le sujeto la muñeca retorciéndosela en el aire, antes de ejercer una llave, la cual la pone de espaldas, la suelto empujándola en dirección contraria a mí, y haciéndola tropezar nuevamente. 

- ¿Eso es todo lo que tienes?- rio.- Precipitas tus movimientos, eres muy lenta. 

Se voltea y veo como su pecho sube y baja por el enojo, me lanza una patada alta que me roza el mentón, pero no me toca.

- Uy, que cerca.- suelto una risita mientras la sigo provocando.

Se me viene encima varias veces, pero comienza a cansarse tanto que llega un momento en el que ni siquiera debo ejercer mucha fuerza para derribarla. 

- Puedo estar así por horas.- la miro desde arriba mientras ella sigue en el suelo.- Tú decides si quieres seguir recibiendo una paliza. 

No dice nada, y lo tomo como que la pelea ha finalizado. Levanto la vista y miro el rostro de todos los presentes antes de extenderle mi mano para ayudarla a levantarse. Creo que ya ha sido suficiente.

Me acepta la mano, pero la maldita me jala hacia ella tirándome al piso, mis manos evitan que me golpee la cara contra el suelo, pero no alcanzó a voltearme tan rápidamente para evitar los dos puñetazos que me llegan al rostro.

- ¡Steven!- grita Peter.- ¡No se ataca fuera de combate!

A la tercera vez que eleva el puño veo como alguien la detiene.

Peter.

Me la quita de encima mientras yo escupo la sangre que brota de mi boca.

Me atacó a traición porque de otra forma no puede. Y sin pensarlo dos veces, me incorporo, con la rabia corriendo por mis venas.

Me le lanzo encima con ambos puños arriba. Intenta esquivarme, pero no logra hacer mucho, mis golpes van en todas direcciones dejándola débil y adolorida.

La golpeó en el mentón, en la boca, costilla, estómago, hombro. Arremeto con todo. Intenta golpearme, pero lo único que logra es tambalearse y perder fuerza.

Cuando eleva el puño por última vez, me agacho y le barro los pies, tumbándola y haciendo que todo su cuerpo suene al caer.

No me basta y me le subo encima, veo la desesperación en su rostro e intenta quitarme de encima.

Acto seguido aprovechó para atraerla a mí con una llave que impide que tenga movilidad en los brazos y piernas.

- Hija de puta. ¿Jugando sucio eh?- intenta sacar su brazo de mi agarre, pero un mal movimiento me deja su hombro totalmente expuesto.

- Mala elección de movimiento.- escucho como se queja cuando no la dejo moverse.- Las llaves en el piso son algo jodidas.

Mueve las piernas intentando zafarse de mi agarre, pero es casi imposible, ya que estoy agarrada a ella como una maldita garrapata.

Lo aprieto usando todo mi cuerpo, manos, brazos, piernas. Todo.

- ¿Te gusta golpear a los que están el suelo? Pues a ver como te sales de esta.

- ¡Para!- pide gritando.- ¡Me vas a arrancar el brazo!

- Oh lo siento...no te oigo bien.- sigo ejerciendo más fuerza.

- ¡Mi brazo joder! ¡Me duele! ¡Por favor!

- La próxima vez que ataques a alguien desprevenido, te rompo los brazos y las piernas.- la suelto bruscamente y la empujo lejos de mí.

Me levanto y me paso el torso de la mano por la boca, llenándome la piel de sangre, mientras Vanessa sigue en el suelo quejándose del dolor. 

- Agradece que no te arranque el brazo.- limpió mi uniforme con mis manos.- Encima de irrespetuosa, no tienes honor ¡Levántate del suelo!- acata mi orden. 

- ¿Qué ves aquí? ¿Qué significa esto?- señalo mi uniforme. ¡Te hice una pregunta!

- Es lo que la identifica a usted y su rango.

- Exacto, ahora dime ¿Cuál es mi rango?

- Teniente y Agente de la Tropa Principal.- respondé.

- ¿Y cuál es tu rango, Steven?

- Teniente de la ASPA.

Me giro hacia los demás presentes.

- ¿Alguien puede decirme el orden jerárquico de la Agencia?

- Director General, General Mayor, Comandante, Capitanes, Agentes de la tropa, Tenientes, Sargentos, Oficiales y Cadetes.- recita uno de ellos. 

- Muy bien.- me volteo nuevamente hacia Vanessa.- ¿Entonces por qué no presentas los debidos saludos cuando alguien de mayor rango ingresa? Porque no sé si lo olvidaste, pero en mi uniforme está la insignia de Agente.- no me dice nada, solo me mira.- ¡Te hice una pregunta!

- No, señora, no lo he olvidado. Mis disculpas ante mi comportamiento.

- Que sea la última vez que intentas pasar por encima de mí Steven.- le advierto.- Te falta mucho para igualarme y no me importa cuan frustrada estés de no subir de nivel, mientras yo siga en un rango mayor ¡Me respetaras! 

- Si Agente.

- No quiero este tipo de comportamientos nuevamente, ni de ti ni de nadie.- digo para todos.- Y si van a instruir a los soldados ¡Qué sea con honor y no con trampa!

- No volverá a pasar.- habla Peter. 

- Me harás un informe con el orden jerárquico de la Agencia.- me vuelvo a dirigir a Vanessa.- Escribirás cada nombre de cada soldado, así como también cada uno de sus logros. No te preocupes que cuando llegues a tu nombre, no será mucho trabajo, de todos modos no tienen ni un solo logro importante. 

Me pongo en marcha, alejándome del grupo, dejando en claro que no soy ninguna estúpida a la cual puedan pasar por encima.

Pasé muchos años siendo pisoteada, ahora que estoy en un puesto mayor, no permitiré la falta de respeto. Pueden opinar lo que quieran de mí, pero el respeto que me merezco me lo darán, les guste o no. 

Que sepan que yo no llevo el apellido de la mujer que estableció el poder femenino en la Agencia por nada. Así como tampoco permitiré que pasen por encima a la hija de la primera mujer que consiguió la insignia de Agente. 

La memoria de mi madre se honra, y su apellido se respeta. 

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Segundo cap de la semana mi gente. Quedan muchas cosas que descubrir sobre la Mafia Francesa, y mucho que ver sobre Adira en la Agencia.

Los próximos cap tendrán una mezcla de emociones, así que esten preparados.

Besos.

Lourdes.

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